CALLA
Calla cuando no sientas que mis brazos no toques, cuando mis labios no deseen besarte, cuando simplemente flote mi imaginación no haya pudor o entrega suficiente para satisfacer tu gélido corazón.
Calla cuando los pies no toquen el suelo y te sientas desfallecen, cuando la nieve cubra el camino, hecho abismo que nos separa, porqué no hay retorno, por eso calla, porqué no tengo más palabras para describirte a perfección, porqué he perdido, lo reconozco; no obstante, calla cuando el silencio se interponga entre los dos... te deseo, no lo niego, pero, por más fuerte que sea, que sólo me desees, no es suficiente para mí.
-¿Qué quieres escuchar de mí?
-¿Qué sentido tendría ahora?
-¿Por qué debería hacerlo?
-No te pido que lo hagas, es imposible para ti.
-No lo es.
-Sí, y sabes que... quiero una nueva vida, donde no seas tú quien participe.
-¿Hay otro?
-No, pero no faltan los interesados.
-Eres libre para irte con cualquiera, yo no te detendré.
-Sé que no lo harías, lo tengo claro y ya no espero nada de ti.
-Lo se, está claro, pero también sé, que nadie será contigo como lo he sido yo.
-Es momento de que calles... te has dedicado a jugar conmigo por mucho tiempo, pero tus días de reinado han acabado.
-Ahora te quejas, cuando no hay nadie que te está esperando.
-Sólo lo sabré si te dejo, estoy seguro que no quiero estar más contigo... mi amor por ti se marchitó, murió, y nunca más renacerá.
-Eso es lo que dices ahora, ya te veré mañana tocando la puerta para que te deje entrar.
-Estás acostumbrado a ser tú quien deje a los otros, porqué te has emborrachado de falsos afectos, polvos momentáneos, porqué en el fondo no eres capaz de querer a nadie y no lo has aceptado, prefieres no darte cuenta que la vida sigue su transcurso y que yo no iba a estar siempre a tu lado- toma su maleta e iba a abrir la puerta, cuando una mano lo asujeta con fuerza.
-Enséñame- dice el rubio.
-Esto acabó, te di muchas oportunidades y tú nunca reaccionaste.
Enséñame a deshielar mi escondido corazón, a que te necesite cada día de mi vida, en que te conviertas indispensable y que si no te veo cuando despierte cada mañana, te extrañe... enséñame que si me faltas tú, todo se vuelve frío, vuelven las horas ausentes de mi reloj, el vacío que me ha acompañado desde siempre... enséñame todas las palabras que hacen latir tu corazón, que te enfurecen y te calman... al escuchar el adiós, siento que algo se ha roto en mí, que todo es oscuro, confuso e interminable.
-Estoy cansado de todos tus dezplantes, nada nos ata, así que siéntete libre de continuar con tu frivolidad y encuentros fortuitos- desvía su rostro.
-No quiero.
-Soy el único obstáculo que te separa de ellos, ¿para qué seguir con esta mentira?... el sueño fue hermoso mientras duró, eso es todo, no nos sigamos engañando.
-No puedo- lo besa desesperado, temiendo que la partida de ese ser que ha estado con él en todo momento y al cual ha herido un centenar de veces se fuera para siempre.
-Detente Draco, esto no tiene caso.
-Calla- le susurra al oído- te haré el amor- llevándolo al dormitorio- te demostraré lo que este cuerpo de hielo puede hacer- le arranca los botones de la camisa y comienza a besar el cuello, moridiendo algunas veces, recorriendo con sus manos la piel morena, fue bajando, lento con la lengua, acariciando, escuchando gemidos, estremecimientos por el contacto... ¿qué es este sentimiento?... un ardor que lo quemaba por dentro, un deseo descontrolado por poseerlo y que nadie más que él puede hacer... Harry, quien había estado inactivo, le quitó la camisa a Draco, lo tocó, buscó sus labios para recordar por siempre el sabor único de ese elixir el cual no podía dejar, sentía una presión muy molesta en su entrepierna, intentó desabrocharse el pantalón, pero la blanca mano del rubio lo detuvo y fue éste quien lo hizo, lento, como una especie de desquite y luego se quitó el propio... la ropa sobraba, el cuerpo, una expresión sublime de todo deseo reprimido.
-Eres tan perfecto... que quiero que deas lo último que vea al dormir y lo primero al despertar- susurra Draco cerca de los labios del otro.
Esas palabras conmovieron a Harry, se derretía bajo ese cuerpo de hielo que se deshizo por completo, dejando al descubierto, un Draco totalmente desconocido.
Draco se movió, ese movimiento lo hizo temblar, las descargas eléctricas lo recorrieron por completo.
-¿Quiéres que lo haga?- le susurra al oído.
-No te detengas.
Comenzó a preparar la estrecha entrada, apenas podía esperar para estar dentro de esa estrechez cálida... sus dedos fueron cambiados por su miembro que con una embestida se abrió paso... gritos, dolor, placer por consiguiente... un "no te detengas" fue más que suficiente para embestirlo, tocar su punto sensible... un remolino de emociones que lo llenaron por completo, unas que jamás experimentó con ninguno... el ansiado clímax, el orgasmo, la plenitud en todos los sentidos, el derrame de la semilla al interior, la otra entre ambos... la caída, el recibimiento, salir de ese espacio después de unos minutos, el beso en la frente... el sudor los cubría, las palabras sobraban, el sueño los venció y ese abrazo posesivo fue agradable.
"Quiero ser lo último que veas al dormir y lo primero al despertar"
"Enséñame lo que es amar"
"Así fue"
fin