ASALTO EN LA CLASE
-"¡Oi! ¡Koizumi!"- Grité intentando quitármele de encima. ¿En qué pensaba este tío para tirárseme encima? ¡Y más importante aún! ¿Cómo llegamos a esta situación?
Flash Back
Entre al club y dejé mi mochila en la mesa del centro, como acostumbraba a hacer a diario, sentándome en la misma silla donde siempre me sentaba. A los dos o tres minutos, me di cuenta de un pequeño e insignificante detalle -"¿Por qué no hay nadie aquí?"- Me pregunté en voz alta, mientras miraba hacia todos lados, verificando que estaba totalmente solo allí. La verdad, no es que me importase donde estuvieran Haruhi y sus locuras, y lo mismo era para la fría Nagato y el imbécil de Koizumi, pero... ¿Dónde narices estaba MI Asahina-san? Sí, verdaderamente la echaba en falta, a ella, a su uniforme de maid y su fantástico té.
De repente, una idea pasó por mi mente... ya que la verdadera no estaba...echaría mano de mi reserva para casos de emergencia. Sí, las fotos que guarde en el ordenador de Asahina-san a su entrada en el club SOS. Además, después de todo se lo robamos vilmente a los del club de informática, y nosotros apenas lo usamos, así que no estaba mal darle uso de vecen cuando, y ya de paso me alegraba la vista, que francamente, era matar dos pájaros de un tiro.
Una vez hube encendido el ordenador, me salió una ventanita con un mensaje...
"Kyon, si estas leyendo esto es que..." Ok... Me estaba dando mal rollo, no podía ocurrir de nuevo eso...es decir, ¡ahora no me había dormido! De todas formas, decidí seguir leyendo y que fuera lo que Dios quisiera...o en este caso la Diosa Haruhi Suzumiya. "Es que nos hemos ido de compras, y te hemos abandonado, o bueno, también hemos dejado por ahí a Koizumi-kun, así que búscale y ¡limpiad el cuarto! A ver si así hacéis algo provechoso" Din, Din, Din... había dado en el clavo, era de Haruhi. Pero algo fallaba ahí...es decir, según Haruhi, Koizumi debería estar por aquí... entonces... ¿Dónde estaba?
No, no me importaba mucho, pero no me fiaba... en serio.
"Clic"
Me giré rápidamente sobre mí mismo al escuchar el sonido de la puerta al abrirse, dispuesto a gritar a Koizumi para llamarle estúpido, pero...sorprendentemente ahí no había absolutamente nadie.
Sinceramente, conociendo a un Alien, a una viajera temporal, y a... este... no sabría donde calificar a Koizumi, sé que no debería asustarme, sin embargo... decidí salir del cuarto e investigar, sólo por las moscas, que conste.
Una vez salí al pasillo, se me hizo enorme. Enorme y terriblemente oscuro. "¿Por qué?" Se suponía que estarían todos en sus clubes y que era un día como otro cualquiera, pero realmente no parecía ser así.
Comencé a investigar según iba avanzando por aquel pasillo, abriendo las puertas de los distintos cuartos y aulas, pero asombrosamente se encontraban todos vacíos.
"Muy extraño. Demasiado" Pensé algo mas asustado, por lo que decidí empezar a correr con nerviosismo. La verdad, me juré que como realmente fuera otro sueño enfermizo con el mundo de Haruhi me mataría ahí mismo a cabezazos y después haría que me entregasen a los científicos para que experimentaran con mis órganos o algo así. O al menos eso creo...
Seguí corriendo y abriendo puertas hasta topar con un armario algo extraño. "Extraño" fue lo primero que se me paso por la cabeza, no recordaba haberlo visto nunca ahí, y si por un casual... "Imposible" volví a pensar, pero por si acaso, decidí abrirlo sin poder evitar temblar levemente. Según las películas de serie B [N/a: De miedo] que había visto, nada bueno salía de armarios que aparecían de la nada. Mas pude suspirar a gusto al no ver a nadie ni a nada allí, nada más que escobas y cubos de limpieza.
Seguí buscando por aquel pasillo hasta llegar a la última aula del piso, encontrando algo que me asombró enormemente, ya que decir que me dejó con la boca abierta, sería poco.
Koizumi se encontraba tumbado en la mesa del profesor, con la respiración entrecortada, sudando a mares y sin la parte de arriba de su uniforme. Esa vista me preocupó y a la vez no sé porqué me hizo sonrojar. Pero en vez de pensar en aquello, por un acto involuntario y por propia cuenta de mis piernas, comencé a correr hacía él, hasta ponerme a su altura, para verle con los ojos entrecerrados. No me lo pensé dos veces y empecé a zarandearle levemente, con algo de cuidado.
-"Koizumi ¿Qué te ha pasado?"- le pregunté casi en un grito, él sólo abrió del todo sus ojos, con pereza o cansancio, no sabría definirlo, aunque al verme bien se le abrieron como platos, intentando levantarse rápidamente, causando que ambos cayésemos al suelo, ya que le estaba agarrando.
FIN Flash back
Bien, ya recuerdo todo... así que realmente no se me tiró encima, bueno luego le pediría perdón, ahora me preocupa otra cosa.
-" Oi, Koizumi...Onegai"- le pido intentando quitármele de encima, mientras que él, sin hacer el más mínimo intento de quitarse, sólo me mira sorprendido y algo sonrojado... espera...¿Por qué demonios está sonrojado? ¡¿Y por qué me mira tan fijamente!?
-"Kyon-kun..."- me susurra con una voz ronca, algo que me hizo abrir mis ojos algo sorprendido, al igual que me hizo sonrojar violentamente. ¿Qué era ese tono?
De repente me parece sentir como algo caliente y húmedo en mi lóbulo derecho, sin poder evitar gemir levemente, con una voz que ni alcanzo a reconocer como mía...espera... ¿¡Por qué he gemido?!
-"Kyon-kun... yo..."- continua susurrándome en el oído, asustándome... de alguna forma este Koizumi me asusta, pero más por lo que ahora quiera decir que por las acciones que reproduce ahora mismo en mi oreja derecha.
-"K-Koizumi, ¿Qué demonios...haces?"- logro preguntar entre los gemidos ahogados que salen de mi boca como si no fuera mía, producto de aquellas acciones.
Al instante, y como arte de magia, para y me mira directamente, acercando lentamente su rostro al mío, quedando a pocos centímetros de mis labios, y sin darme tiempo ni a girar el rostro, Koizumi termina con aquella separación, tomándome por sorpresa y con la boca abierta para recriminarle, lo aprovecha para meter su lengua en mi cavidad bucal, comenzando a inspeccionarla de forma rápida, y sin saber absolutamente el por qué no pude evitar el empezar a seguir con mi lengua a la de aquel que ahora parecía jugar con la mía, parecía guiarla, como sabiendo que mi torpeza era debido a que era mi primera vez. Sigue con aquel beso, y yo por supuesto sin alternativa más que a continuarlo, aunque al igual que el tiempo pasa, mi oxígeno se va agotando, y reaccionando, como si me hubieran liberado de un maleficio mal intencionado, logro quitar su boca de la mía y empiezo a toser.
Una vez termino de toser, y recuperar el aire, le noto observándome mientras me sonríe como si fuese lelo... pero hay algo raro en él, al apartarle, he notado que realmente tenía el cuerpo caliente.
-"Koizumi ¿Estás bien?"- le pregunto dejando ver mi preocupación, obviamente sin saber por qué demonios me preocupaba que el tipo que me acababa de robar mi maravilloso primer beso con Asahina-san. Que por cierto, el susodicho apenas me responde con una risita irritante y una sensación de roce en... espera ¿Qué cojones hace tocándome ESO? Mas, en vez de dejar salir libremente mi inconformismo y mis quejas, varios gemidos, cada vez menos reconocibles como mi voz, salen de mi boca. ¿Por qué diablos me dejo hacer eso? ¿Y por qué se siente tan bien?
De repente, noto como Koizumi me saca los pantalones lentamente, notando una sensación de vergüenza, de muchísima vergüenza.
-"K-Koizumi"- susurro con tono ronco... vale, igual me he puesto un poquito...cachondo... pero es su culpa.
Sin decir ni una palabra, Koizumi me quita de igual manera la ropa interior, sujetándome por mis muñecas con una mano, y apañándoselas con la otra, de tal forma, que cuando quiero darme cuenta estoy totalmente desnudo.
Le miro asustado, de verdad que me estaba atemorizando lo que creo que se proponía...en serio, sabia que era imbécil, pero tanto como para proponerme...o obligarme a hacer esto...
Sin hacer ningún caso a mi mirada aterrada, comienza a besarme el lóbulo de nuevo, bajando poco a poco por el cuello, delineándolo con su lengua, siguiendo el camino hacia mi pecho, donde se detiene con mis pezones, besándolos, lamiéndolos y mordiéndolos. Me hace daño, y cosquillas a la vez, me gusta y me disgusta.. no sé si pensar o sentir...ya que recientemente, según sus caricias se hacen más y más deseables, he comenzado a sentir un cierto dolor en la entrepierna, y por dios espero que no sea lo que yo creo.
Sin darme tiempo a pensar más, Koizumi decide continuar con su camino, siguiendo así, por mi ombligo, hasta llegar a mi miembro, aún sin terminar de reaccionar, insatisfecho por esto, Koizumi empieza a lamerlo lentamente, saboreándolo poco a poco, sin derrochar ni un segundo en tonterías, de forma que en pocos segundos ya tengo una formada erección en él, logrando que Koizumi se sonría satisfecho, volviendo a acercarse a mi boca, y pese aunque yo aún hago esfuerzos por resistirme, me ignora.
-"¡Para! ¡Eso es sucio!"- le ordeno totalmente avergonzado, mientras el me mira primero sorprendido, y luego...creo que enternecido.
-"Kyon-kun, no hay nada sucio en ti"- me contesta sonriendo mientras vuelve a aprovechar que le iba a contestar para meter su estúpida e inquieta lengua en mi cavidad bucal.
Una vez separa su boca de la mía, procede a quitarse su pantalón y ropa interior, dejándome ver su creciente erección, rogando por ser atendida, aunque él parece ignorarlo para seguir dedicándose a mi, metiendo uno de sus dedos en mi boca, acallando lo que iba a rechistar, es decir ¿Tenía que preguntar no? Y otra vez me cazó... poco a poco logró meter en mi boca dos dedos más, y yo sin poder hacer otra cosa, terminé ensalivándolos, sin entender muy bien que se proponía Koizumi con aquello.
Una vez decidió que era suficiente, sacó sus dedos de mi boca, y se dirigió con ellos hacía su entrada, haciendo que le mirase más que sorprendido, él, mientras procede a introducir uno de sus dedos, comienza a besarme mientras jadea encima mía. Segundos después, introduce de forma pausada sus otros dos dedos, sin dejar de besarme con un deseo y pasión increíble.
Después de sacar sus tres dedos de su interior, se levanta de mi pecho, con un brillo en sus marrones ojos, indicándome que me preparase, que el momento cumbre había llegado.
Trago saliva mientras le veo introducirse mi miembro en su interior, sintiéndolo estrecho y caliente, como supongo que ahora mismo él se debe sentir, y sin evitarlo sólo con estar en su interior, dejo escapar un gemido de placer, y después de que Koizumi esperase a acostumbrarse a mi longitud, empieza a moverse, primero lentamente, luego más rápido, en un frenético vaivén, que me vuelve loco y hace que me olvide ya de pensar, y disfrute, pues no puedo evitar soltar muchos gemidos, totalmente al compás de los que escucho salir de Koizumi, hasta que el momento llega, y todos los factores que ahora mismo estoy viviendo hacen que sienta una gran explosión de placer, manchando el interior de Koizumi con aquél líquido blanco, y él a su vez me llenara el pecho con el suyo, gritando todo lo que daban sus cuerdas vocales.
Luego de intentar recuperar el aliento, Koizumi se separa, y empieza a limpiarse levemente, y vestirse, para luego limpiarme a mí, aún sin mirarme al rostro.
-"Lo siento..."- le escucho susurrar manteniéndose cabizbajo.
-"No importa, necesitabas ayuda y yo lo hice..."- intento excusarle, y aunque sé que lo que debería hacer es gritarle y recriminarle, por alguna razón no puedo, y prefiero o eso creo, el pensar así.
-"¡No!"- me grita rápidamente, negando la excusa que yo le proporcionaba -"Yo... No fue por eso... Kyon-kun... ¡Te amo!"- me grita, ya mirándome a los ojos, casi llorando, llegando a ser... lindo.
Avergonzado por aquel pensamiento giro el rostro y espero a que Koizumi me desate para vestirme e irme de allí sin mediar palabra.
Al día siguiente, después de las clases vuelvo al club como cada día, como siempre llamo tres veces antes de entrar, abriéndome una tímida Asahina-san vestida de Maid, como cada día. Después de sentarme en mi correspondiente silla, llega una siempre energética Haruhi, señalándome acusadoramente
-"¡Tú!"- me grita con aspecto de estar enojada.
-"Yo."- le contesto como siempre.
-"¡Tienes mucha cara, me parece a mí!"- Me recrimina sin dejar de señalarme.
-"¿De qué hablas?"- la pregunto sin entender muy bien a que se refería.
-"¡Ayer os ordené a Koizumi y a ti que limpiarais esto, y cuando volvemos ¿Qué nos encontramos?! ¡Esto hecho una pocilga!"- me sigue gritando escandalizada.
-"Ah..."- susurro, la verdad no me acordaba de aquello... es decir, de lo de la limpieza, era imposible no acordarme de lo que Koizumi... bueno, era imposible y por cierto.. -"Cambiando de tema ¿Y Koizumi?"- pregunto sin poder evitarlo.
-"¡Ah!, aún no ha terminado sus clases, creo que le tocaba turno de limpieza hoy..."-contesta una tímida Asahina-san, y tras aquel comentario informativo, escuchamos la puerta abrirse, girándonos todos y apareciendo Koizumi.
-"Buenas tardes"-saluda sonriendo como siempre, aunque por momentos, al mirarme a mi su sonrisa cambia y aparta la mirada.
-"Ya era hora que vieras, me estoy comiendo el marrón de aguantar a Haruhi yo solito"- le contesté a aquel saludo, sonriendo como quizás nunca había hecho en aquel club, y es que debía reconocer que aquello de ayer no se sintió del todo mal, y que quizás, y sólo quizás me pareciese que Koizumi es un poco más lindo que Asahina-san... pero solo un poco, que conste.
FIN.