Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Feliz cumpleaños, Hermano por GaaraHime

[Reviews - 10]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo: ^^ Mi segundo fanfic y, como no, de los gemelitos ^^ Espero que os guste
    1 de Abril, cumpleaños de Fred y George, los gemelos de la familia. Sus padres y hermanos habían ido al callejón Dragón a comprarles regalos a los chicos. La Sra. Weasley había hecho aparecer una piscina por arte de magia, una piscina con agua caliente e invisible para los muggles que pasaran por la zona. Fred estaba en la cocina, preparando a su hermano una tarta sorpresa. La estaba haciendo sin magia porque quería esforzarse por su hermano, era la primera vez que le hacía un regalo así, no sabía por qué lo estaba haciendo, pero le estaba quedando bastante bien. Mientras cocinaba, veía a través de la ventana a su hermano en bañador nadando en la piscina. Su hermano George tenía un cuerpo bastante más atlético que él, o al menos Fred lo veía así.    Fred terminó la tarta, y subió con ella hasta la habitación que compartía con su gemelo. De mientras esperaba, miraba el cuerpo semidesnudo de su hermano desde la ventana. Hacía un mes que su madre había instalado aquella piscina, y todas las mañanas, mientras George se bañaba en ella, Fred subía a su habitación y lo miraba desde la ventana. Se daba cuenta de que estaba un poco obsesionado, pero mientras miraba a su hermano todos esos pensamientos desaparecían.     George salió de la piscina. Su hermano era alto, muy delgado y fuerte, y tenía el pelo de color rojo, liso, por los hombros, y normalmente le tapaban parte de la cara, lo que le causaba un aire de misterio que a Fred le encantaba. Su hermano a primera vista era exactamente igual que él, pero tantos años al lado suyo (eran inseparables) le bastaba para darse cuenta de que en realidad eran dos personas distintas. Se sentía atraído por el cuerpo de su hermano, cuando el suyo (aparentemente igual) no le atraía lo más mínimo.    George se alborotó un poco el pelo y entró en la casa. Podría haberse secado mediante la magia, pero Fred sabía que le encantaba mojar la casa para fastidiar a su madre. De repente, Fred salió de sus pensamientos al oír los pasos de su hermano que se acercaban. Cogió la tarta y se apresuró a salir corriendo hacia la puerta para darle una sorpresa a su hermano, al abrir George la puerta, Fred se tropezó y la tarta cayó… Justo en el pecho de su hermano. -          Eres un desastre, Fred. No te culpo, nadie puede ser tan perfecto como yo.-          L-lo siento, hermano…-          Oh, vamos, sabes que estaba de broma-          P-Por supuesto, ¡yo también lo estaba!- decía Fred, que no conseguía apartar los ojos del pecho manchado de su hermano George le sonrió, con esa sonrisa que utilizaba para conquistar a las demás chicas. A Fred le encantaba esa sonrisa, resultaba malvada, pero… -          ¿Fred? Te estoy hablando, imbécil.-          ¿Q-qué? -          Que para quien es esta tarta…- Dijo George, y de repente su sonrisa pareció mucho más macabra-. ¡Porque vaya birria de tarta! -          Era… eh… me la mandó una amiga de Hogwarts por mi cumpleaños.-          ¿Ah, sí? Oh, vaya, y yo que creía que era para mi… Qué lástima. George levantó un dedo, y lentamente lo deslizo por su pecho cogiendo un poco de tarta. Se acercó a Fred y… le manchó la nariz.-          ¡¿Qué haces, George?! Evidentemente, Fred se había tomado eso de una manera diferente a la que se esperaba George. El pequeño se puso rojo como un tomate y se alejó tres pasos de su gemelo. George lo había hecho con toda su buena intención, esperaba que su hermano se abalanzase sobre él para pegarle e insultarle, como hacían siempre, molestarse continuamente, para luego echarse unas risas. Sin embargo, Fred se había tomado eso como una muestra de cariño, aunque George aun no sabía por qué su hermano estaba así. -          ¿Qué te pasa, Fred? Estás muy callado últimamente, joder. ¿Por qué has dejado de bromear y de meterte conmigo? ¿Te pasa algo?-          No-          ¿Te encuentras mal?-          No-          ¡¿Te has aburrido de mi?!-          ¡¡No!! – y en un susurro, añadió-: Nunca…-          ¿Te he hecho algo?-          Sí… quiero decir… No, George, no te preocupes-          Vamos, ¿Qué coño te pasa?-          ¡Nada hermano! Has caído en mi trampa, ¿eeeh? ¿Estabas preocupado por mi, hermanito? Jijiji, ay, Georgie, preocupado por su hermanito pequeño, no me esperaba esto de ti…- Dijo Fred, tratando de disimular, aunque en el fondo le dolía mentir a su hermano.-          …Imbécil. Sí que me he preocupado por ti, ¿cómo quieres que no lo haga? Siempre hemos estado juntos, y ahora… Me has abandonado. Ya no me hablas, apenas me miras… ¡¡Si te llevas mejor con Percy que conmigo!! De repente Fred notó         que su hermano estaba mal de verdad, y esta vez no se trataba de ninguna broma. Se acercó un poco a él, pero tropezó (de nuevo, es un poco torpe el pobre) y se caía encima de George. Entonces puso sus manos para agarrarse al pecho de George, pero resbaló por culpa de la tarta, cayó y, sin darse cuenta… le bajó el bañador a George. Fred se puso de pie automáticamente, y cuando estuvo a la altura de George este se dio cuenta de que su gemelo estaba completamente rojo. Fred se dio la vuelta para que no notaran el color rojizo de su cara. -          Oh, qué pasa, hermanito, ¿Quieres que te de por la espalda?-. Dijo George, aunque ni él mismo sabía si estaba bromeando o no.-          Para ya, ¿quieres? Ya basta de bromas, en serio. George se acercó lentamente a su hermano, sin ni siquiera molestarse en subirse el bañador. Fred seguía de espaldas y, de repente, notó como las manos de su hermano se deslizaban por su espalda, llegaban a su barriga y pasaban a acariciar su pecho suavemente. -          ¿Qué haces, George? Deja de jugar conmigo, anda, ya basta-          Yo no juego contigo hermano…-          Vamos, a mi no me engañas, quieres que te lo diga, ¿no? ¿Te lo digo? ¿Me dejarás en paz si lo hago?-          ¿Si me dices qué?-          Si te digo que te quiero, hermano-. Fred se había puesto aun más rojo, pero no pensaba retroceder ahora-. Te quiero muchísimo, ¿vale? ¿Contento? Ahora déjame solo, feliz cumpleaños.-          Yo también te quiero Fred…-          Ya basta, déjame en p… ¿Q-qué haces? Los dedos de George se deslizaban lentamente por debajo de la camiseta de su hermano, y se dirigieron hasta uno de los pezones de Fred. Los empezó a tocar y acariciar, mientras que con la otra mano se iba abriendo paso por debajo de los pantalones de su hermano. -          ¿Me crees ahora, Fred?-.Dijo George, mientras acariciaba el miembro de su gemelo.-          S-sí… George paró al instante para ver la reacción de Fred. Este no hizo otra corsa que darse la vuelta automáticamente, con unos ojos que pedían más. Pero George quiso jugar un poco con él, así que se giró y se dirigió hasta la puerta de la habitación para irse. Entonces Fred le cogió de la mano, le dio la vuelta, y empezó a lamerle la tarta que tenía en el pecho, haciendo que George se estremeciera. George no era virgen (de siempre le habían gustado las chicas y tenía bastante éxito entre ellas) pero, sin embargo, nunca había sentido nada igual. Nadie le había hecho disfrutar tanto con tan poco. Sin haberse dado cuenta, estaba tumbado en la cama, con Fred encima, que no paraba de lamerle el pecho (prestando quizá demasiada atención en los pezones). Tenía a su hermano sentado con las piernas abiertas encima de su miembro, lo que le excitó aun más. De repente, Fred le mordió el cuello muy fuerte, y empezó a besárselo. George empezó a mover la cintura de arriba abajo, deseando que su hermano no tuviera aquellos duros vaqueros puestos. Nada más pensar eso, George tiró a su hermano y empezó a quitarle la camisa blanca que llevaba, que estaba empapada de sudor. Nunca había visto un pecho tan perfecto, veía cómo las costillas subían y bajaban rápidamente. Su hermano también estaba excitado. Fred terminó de quitarle el bañador a su hermano, se tumbó encima de él juntando miembro con miembro, y empezó a moverse arriba y abajo, frotándose y excitándose aun más. Veía la cara de placer de su hermano, su frente llena de sudor, los ojos cerrados fuertemente y la boca abierta sin querer. Fred se fue hacia su boca, y le dio un profundo beso de larga duración, mientras seguían frotándose. Cuando se separaron para respirar, George se dirigió hacia los vaqueros de Fred, empezó a besarlos por la zona del pene y, después, se los fue quitando de una manera tan lenta que Fred estaba al borde de la desesperación, deseando que terminara de una vez. Cuando George terminó de desabrocharle los pantalones, se vio delante de él el sorprendentemente enorme miembro de su hermano. George empezó a lamérselo por encima de los calzoncillos, y Fred arqueaba la espalda de gusto. George se incorporó, abrió las piernas y las entrelazó con la cintura de su hermano, tocando miembro con miembro de nuevo. Le encantaba hacer eso. Empezaron a besarse y se rozaban cada vez más fuerte. Fred empezó a gemir y esto provocó que George se excitara aun más, pero intentó no gemir para que su hermano luchara un poco más por él. -          Oh… Oh, George, dios… Dios mío, sigue…-          ¿Te g-gusta, hermanito? Je..jeje, qué fácil es exci...excitar-te..-          Pero si tú estás igual… Oh, oh… sigue, sigue Georgie, sigue mi amor…  George ya no pudo más, y empezó a gemir como su hermano, que ahora tenía una sonrisa picarona entre los labios. -          F-fred… p-puedes hacer conmigo lo que quieras…-          Ah, ¿sí? Jeje.. Fred tiró a su hermano encima de la cama de nuevo, y fue acercando su boca lentamente hasta el miembro de su hermano, que se encontraba duro a más no poder. Empezó a lamerlo poco a poco, lentamente, y luego fue acelerando la velocidad. Pasó a metérselo en la boca y a chuparlo, mientras su hermano decía que parase, aunque no hacía nada para impedirlo…  -          Fred, me vengo, para, para ya… -          Está bien-. Dijo Fred, que se despegó del miembro de su hermano y se incorporó.-          No... no pares, ¡era broma! Pero Fred ya había parado, y le guiñó un ojo a su hermano… ¿Qué iba a hacer? -          Geeeeooorgiieee (8) Date la vuelta, cariño-          ¿Qué? N-no, ni hablar...-          Vamos, te va a gustar… George se bajó de la cama, y se quedó en el suelo a cuatro patas. Notaba como Fred se le acercaba y… de repente, notó algo mojado por su ano. ¡Le estaba mojando con su lengua! No, no podría ser posible que fuera a hacer semejante barbaridad… Pero, de repente, notó como las manos de Fred se posaban en el trasero de su hermano, abriéndolo un poco. Después notó cómo poco a poco el miembro de Fred se iba introduciendo en él. Lo único que notó después fue mucho placer, un idescriptible placer. Le dolía, pero no quería que parase, era lo más maravilloso que había experimentado. El miembro de Fred entraba y salía de dentro de George, y los dos gemelos gemían a más no poder, no eran capaz de articular ninguna palabra. -          G…Geor…-          ¿Qué?...-          Ah… Yo… M-me veng..-          Yo tamb.. Fred se corrió dentro de George, lo que le produció a este una sensación tan agradable que terminó por venirse él también. Sin dudar ni un momento, Fred sacó su miembro de dentro de su hermano, y se apresuró a lamerle el semen que había salido de su gemelo. George ya no aguantaba más, estaba rendido boca arriba, en el suelo, sin fuerzas para moverse, mientras Fred le lamía el miembro por segunda vez. Cuando terminó, se tumbó encima de su hermano, rozándose de nuevo, acariciándose…  -¿Por qué hemos hecho esto, hermano?-….Te amo, George… Y ahí se quedaron los dos, tumbados en el suelo, desnudos, celebrando el mejor cumpleaños de sus vidas.

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).