Capítulo 1
"Siguiendo el devenir de las mareas, cada mañana, el joven pescador se internaba en el mar y echaba sus redes en el agua salada."
Esa mañana Kurama se internó en el mar con su barca, como era la costumbre. Y luego de echar las redes sacó su guitarra y se puso a entonar algunas melodías para pasar el tiempo...
Kurama era alto y delgado. Tenía una espesa melena roja que le caía sobre los hombros y se agitaba con el viento.
Su pequeña cabaña a orillas del mar y la barca en la que navegaba eran todas sus posesiones.
También tenía una frondosa imaginación; alimentada por las historias de sirenas, tritones y marineros que le había contado su madre desde que era muy pequeño. Su favorita era la de un pescador que atrapaba una bella sirena entre sus redes. Tal vez algún día podría ver una, como le había dicho su madre.
Su madre... Kurama suspiró dejando a un lado su guitarra y recostándose. Había vivido con él en la cabaña pero había muerto hacía muchos años, dejándolo solo.
Ahora tenía a un par de amigos pescadores como él: Yusuke y Kuwabara, con los que se divertía contando historias y yendo a la taberna del pueblo a tomar algunas copas de vez en cuando.
Pero el joven pescador sentía que le faltaba algo...
Miró al cielo, donde no había ninguna nube. Confiado de que no vendría ninguna tormenta ni nada parecido, cerró los ojos y se concentró en el suave movimiento de las olas meciendo la barca y el delicioso sol de la mañana bronceando su piel.
Al poco tiempo estaba profundamente dormido...
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Bajo el agua...
Dos tritones, uno de cabello y cola azul claro y el otro de cola violeta oscura y con su cabello color canela movido por el agua, se acercaban nadando
_ Hiei... _llamó Touya mientras nadaba_ Hiei... ¿Dónde estás...?
El otro tritón lo divisó al fin sentado sobre una roca;
_ ¡Ahí está! _señaló.
_ ¡Al fin te encuentro! ¿Qué haces aquí solo?
Hiei se recostó sobre la piedra en que estaba y cerró los ojos. Movió un poco su cola roja para desperezarse;
_ Nada... _respondió y cruzó los brazos detrás de la nuca_ ¿Qué quieres Touya...? No he visto a Jin en todo el día si eso es lo que quieres saber...
Touya se puso tan rojo como la cola de pescado de Hiei;
_ N-no estaba buscando a Jin... _dijo con algo de dificultad.
_ ¿Y entonces a quién buscabas? No creo que sea a mí, no soy tan buen amante como él... _le dijo en tono de burla.
Mitaray, el tritón que venía acompañando a touya, se sentó junto a Hiei mientras trataba de ahogar su risa;
_ Anda, Hiei... Déjalo en paz... _dijo.
_ ¡Pero es que es tan divertido...! _se justificó Hiei.
_ ¡Hiei! ¡Dijiste que no nos habías visto!!! _gritó el peliceleste, ofendido.
_ Jejeje... Jajaja... _Hiei se sentó para mirarlo y reírse de su cara_ Lo siento no puedo mentir por más tiempo; la verdad es que sí los vi...
Hiei se refería a dos noches atrás cuando salió a mirar la luna y respirar un poco de aire fresco. Estaba por subirse a una gran roca cercana a la orilla cuando empezó a escuchar gemidos y algunos gritos; y cuando se asomó se encontró con sus dos amigos tendidos sobre la arena en medio de... cómo llamarlo... el "acto amoroso".
_ ¿Y le contaste a Mitaray??? ¿A quién más le has contado???
_ Relájate, Touya... _le sugirió Mitaray_ Sólo me lo ha contado a mí y a nadie más...
_ Y aunque no los hubiese visto, debería ser muy tonto para no darme cuenta de las señales... _comentó Hiei.
_ ¿Cuáles señales...?
_ Por favor, Touya... _Hiei dio vuelta los ojos_ No te encuentro por ningún lado y cuando te encuentro resulta que estabas con Jin; se los ha visto tomados de la mano, tienes una mordida en el lado derecho del cuello, Jin tiene arañada la espalda...
_ Jajaja... _Mitaray empezó a reírse.
_ ¡Callate! _le ordenó Touya al rubio_ Ya entendí no hace falta que sigan humillandome...
Hiei continuó:
_ Ahhh... Jin... Mmmm... Hazme tuyo!!! Rápido... Ahhh... Por favor...
_ ¡Lo que te pasa es que tienes celos porque estás s...! _Touya se frenó.
Hiei dejó su imitación. Mitaray miró al peliceleste con cara de "metiste la pata";
_ ¿Qué...? _Hiei lo miró a los ojos.
_ Nada...
_ ¿Estas qué...? ¡Anda, dilo!!! ¿Ibas a decir "solo" no es cierto?
_ No...
_ Bueno, porque para tu información si todavía no estoy con alguien es porque estoy esperando al indicado...
_ Sí, entiendo Hiei... Lo lamento... _Touya se sentó a un lado de su amigo_ Pero es que ya estás lo suficientemente... Mmmm... "Maduro" digámoslo... No es idea mía, es lo que esperan los demás...
_ Sí ya lo sé... _gruñó el otro.
_ Oigan, dejen de pelear un momento... _les sugirió Mitaray_ ¿Por qué siempre tengo que estar vigilando que no se arranquen las escamas entre ustedes? ¿No pueden estar en...? Ungh...! _el tritón emitió un quejido de dolor.
Los dos tritones lo miraron:
_ ¿Estás bien Mitaray...? _preguntó Touya sentándose junto a él.
_ Sí... _el joven tritón se tocó el vientre bajo, justo donde comenzaban sus escamas color violeta_ Ya estoy sanando por suerte...
A Mitaray lo había iniciado un tritón más grande que él, a la fuerza; una noche que había salido a ver la luna. Y él no había podido defenderse del ataque.
Era una de las leyes de los tritones; al cumplir cierta edad antes de poder estar con una sirena tenían que ser iniciados por un tritón con más experiencia.
Hiei cerró los puños con rabia;
_ Ese imbécil... ¡Debes decirle a los demás lo que te hizo!!!
_ Pero Hiei... _Touya lo miró_ ¿Qué crees que le van a decir? Es la ley de los nuestros, esto pasa todo el tiempo...
_ ¡Pero no tiene que ser así! _protestó el de cola roja_ Tú tuviste suerte, Touya... Te inició alguien del que estás enamorado; pero...
_ ¡Les digo que estoy bien...! _Mitaray le puso fin a la discusión_ Ya no me duele... En serio, voy a estar bien...
Hiei miró hacia el horizonte marino, luego cerró los ojos y suspiró;
_ Estoy cansado de que a los tritones de nuestra edad se los presione así... _empezó a juguetear con el collar de canutillos que traía alrededor del cuello_ Si yo voy a estar con alguien, quiero que sea por amor, es todo...
_ Mmm... _Touya se recostó pensando que nunca lograría hacer cambiar de opinión a Hiei_ ¿Y qué me dices de Yomi? Es uno de los tantos que te miran...
_ Yomi no es para mí... Es demasiado estirado... Y además...
_ ¡Hey, miren!!! _Mitaray señaló hacia arriba.
_ ¿Qué pasa? _Hiei también alzó la cabeza.
_ Parece que hay una tormenta allá arriba... _comentó Touya observando una barca que se sacudía sin control.
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Kurama abrió los ojos de repente. Sólo para darse cuanta de que estaba en medio de una tormenta;
_ ¡No! _se levantó de un salto pero antes de que pudiese hacer algo una enorme ola golpeó la barca.
El agua subió a la cubierta y arrastró a Kurama, que resultó lanzado al piso con fuerza y se dio un fuerte golpe en la sien, quedando inconsciente...
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Los tres tritones miraban la barca en el medio de la tormenta, desde la seguridad que ofrecían las profundidades del mar:
_ ¡Mira cómo se sacude! _observó Touya.
_ Debe ser la barca de un pescador.... _dijo Mitaray_ ¿Ven las redes?
_ ¡Miren! ¡Algo se cayó al agua!
_ Dirás alguien... _expresó Hiei_ Es un humano...
_ ¡Un humano!!! _exclamó Touya_ ¡Vámonos, salgamos de aquí!
_ Pero se va a ahogar... _dijo Mitaray_ ¿No deberíamos hacer algo?
_ Es peligroso establecer contacto con los humanos... _les recordó Touya.
_ Además seguro que sabe nadar... Nadie es tan tonto como para ser pescador y meterse al mar sin saber nadar... _dijo Hiei con indiferencia_ Vámonos...
_ Sí, un humano menos del que preocuparse...
Los tres jóvenes se alejaron, pero Hiei se detuvo a medio camino para ver por encima de su hombro a un cuerpo que se iba cada vez más al fondo...
"No nada... ¿Por qué no nada? Tiene que saber nadar..." pensó "Anda, ¡nada! ¡Muévete!"
Pero el joven pescador se iba rápidamente al fondo. Se estaba ahogando...
Touya y Mitaray lo llamaron:
_ ¡Hiei! ¿Vienes o no?
Pero Hiei se volteó y empezó a nadar hacia arriba, a la superficie;
_ ¡Hiei, ven aquí! ¿Qué crees que haces???
El tritón no hizo caso de los gritos de sus amigos y nadó con fuerza, agitando su cola de escamas rojas como sus ojos. Sus amigos no podrían darle alcance haste dentro de un buen rato. En el mar no había un mejor nadador, nadie nadaba tan rápido como él.
Nadó y nadó hasta que llegó al pescador. Lo tomó por debajo de los hombros y subió a la superficie.
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Lo dejó en la playa. Sobre la arena. El joven pelirrojo respiraba con dificultad...
_ No está muerto... _pensó Hiei en voz alta.
Estaba por regresar al agua pero se paró un momento para observarlo...
Nunca había visto un humano tan de cerca; la verdad no se parecía en nada a los relatos de seres desalmados que inspiraban terror, o algo así...
¿Por qué lo había ayudado...?
Con una mano se apoyó en la arena blanca y con la que quedaba libre le descorrió un mechón de pelo rojo empapado para descubrirle la cara. Lo miró por un momento; ¿de qué color serían sus ojos...?
Touya y Mitaray asomaron sus cabezas desde el agua;
_ ¡Hiei!! _le gritó Touya_ ¿Qué crees que haces?
_ ¡Ven aquí antes de qué despierte!!! _se preocupó el otro.
Hiei se rió y los miró por encima del hombro:
_ ¿Qué les pasa? ¿Tienen miedo? _los desafió_ Vengan a ver! Está inconsciente, no hay peligro de que intente... ¡Ahhh!!!
De pronto el joven pelirrojo levantó la mano y agarró a Hiei del brazo que usaba para apoyarse, haciéndolo caer de cara en la arena:
_ Mmmmg... _gimió aún con los ojos cerrados.
Touya y Mitaray, del susto, se volvieron a meter al agua. Hiei intentó soltarse del agarre;
_ ¡Suéltame! _Hiei se tiró hacia atrás_ ¡Déjame, maldita sea!!!
Pero Kurama levantó el otro brazo también e hizo ademán de agarrarlo cuando Hiei se echó hacia atrás, soltándose. La mano del pelirrojo atrapó el collar de canutillos de Hiei, arrancándoselo.
Cuando el tritón se vió libre, se arrastró hasta el agua y se zambulló; justo antes de que Kurama abriera los ojos y se despertara del todo...
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Esa tarde en la taberna del pueblo...
Kuwabara le dio unas palmadas en la espalda a Kurama:
_ ¿Tú quieres matarnos de un disgusto, no es cierto Kurama? _se burló.
_ Sí, mira que es de tontos dormirse en el medio de una tormenta... _agregó Yusuke.
Kurama sonrió con timidez;
_ Se los digo, cuando me dormí no había ninguna nube... _se justificó_ Ni se me cruzó por la cabeza que iba a haber una tormenta...
_ Y mira que casi nos da un infarto cuando vimos tu barca encallada sola en la otra punta de la playa... ¡Pensamos que ya no te íbamos a volver a ver!
_ Ya nos íbamos a quedar con tu casa... _bromeó Kuwabara.
Kurama bebió un poco de cerveza:
_ Tuve suerte... _reflexionó_ Cuando me desperté en la playa no podía creer que estuviera vivo...
_ Todavía no entiendo cómo es que te salvaste... _Yusuke se rascó el mentón_ Que las olas arrastren una barca es una cosa... Pero que tú llegues sano y salvo sin más que con un chichón en la cabeza...
Kurama se tocó la herida;
_ Yo estaba inconsciente... Recuerdo bien el momento en que desperté y me golpeé pero luego... _el pelirrojo trató de recordar_ Alguien me ayudó...
_ ¿Viste a alguien?
_ No... Sólo alcancé a distinguir una silueta y creo que escuché algunas maldiciones también... Luego el sonido de alguien que se zambullía en el agua...
Kuwabara y Yusuke se miraron un momento; luego estallaron en sonoras carcajadas:
_ Jajaja!!! ¿No pretenderás hacernos creer otra de tus locas historias sobre sirenas y tritones, verdad??? _se rió Kuwabara.
_ Me parece que tragaste mucha sal del mar... _concluyó Yusuke_ Sigamos bebiendo...
Kurama frunció el seño;
_ Se que no es fácil creerme; pero tengo una prueba... _el pelirrojo metió la mano en un bolsillo de su ropa_ Cuando desperté encontré esto en la arena...
Kurama les enseñó el collar de canutillos rotos:
_ ¡Guau! _Kuwabara lo tomó y lo examinó de cerca_ ¡Kurama, viejo! ¿De dónde sacaste esto...? ¡No lo habrás robado!
_ Claro que no... Les digo que lo encontré junto a mí cuando lo encontré...
Yusuke dio un silbido;
_ Mira la perla del medio, que color tan extraño... ¡Si la vendes tendrías dinero para dejar de trabajar por el resto de tu vida!
Kurama tomó el collar y lo devolvió a su bolsillo:
_ Lo siento, pero no pienso venderlo...
_ ¿Por qué no?
_ No lo sé... _el joven pescador se encogió de hombros_ Quiero conservarlo como recuerdo... Me recordará que no debo quedarme dormido en plena mar...
_ Bien, haz lo que quieras... _Kuwabara se empinó su cerveza y se la terminó_ Pero te estarás perdiendo de ganar buen dinero...
Kurama no hizo caso al comentario y siguió conversando de otros temas...
Metió la mano en el bolsillo y sintió el frío contacto de la perla...
"Tengo un presentimiento... Tal vez la persona que me salvó regrese a buscar su collar..."
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