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Dance With Me por licherni

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Notas del capitulo:

bien, aqui teneis el primer capitulo de mi nuevo Fic Dance With me espro que os guste mucho y me dejeis mucho reviews a ver si tiene mas exito que los anteriores, intentare hacerlo mas largo pero no sé si podre ^.^

Kisses

 

Capítulo 1: Primer encuentro, la genial idea del director (nótese sarcasmo).

 

(Narra Harry)

 

He aquí, yo con mis mejores amigos a punto de subir al avión para ir al caribe y estar dos meses allí sólo para bailar junto con las otras tres escuelas de baile bajo la institución de Hogwarts, gracias a una genial idea del director, por supuesto. Bueno, todos os preguntaréis quién soy y qué es lo que pasa porque no habréis entendido el por qué de tanto sarcasmo. (Sí, había sarcasmo, está en cursiva)

 

Empezaré por el principio, soy Harry Potter, 17 años, pelo negro azabache, ojos esmeraldas, piel color canela y una altura de 1´80. Estudio en una escuela de baile desde que tenía once años, el director de la cual me vio bailar en la obra del colegio al que iba antes y me concedió una beca para entrar porque mis tíos, los padres adoptivos con los que vivía entonces, no me la iban a pagar.

 

Perdí a mis padres cuando sólo tenía un año y ellos eran los primeros a quien les tocaba encargarse de mí por ser mis únicos parientes vivos, pero me odiaban y eran de ideas más bien atrasadas, aunque creo que sólo era que me odiaban. Bueno, entré a estudiar en la escuela Gryffindor gracias a la beca pero bajo la mentira de que era un colegio para personas especiales, ya que si mis tíos se enteraban de que bailaba me habrían matado.

 

Dejadme hacer una aclaración sobre el colegio y la institución bajo la que está, Gryffindor pertenece a una institución llamada Hogwarts que se dedica a la enseñanza de cualquier tipo de baile. Hogwarts tiene otras tres escuelas, Slytherin, Ravenclaw y Hufflepuf y te mandan a cada escuela dependiendo de... bueno no tengo ni idea de cómo eligen la mejor escuela para ti pero lo cierto es que lo hacen a la perfección, nunca fallan, aunque tuvieron serias dudas para ver dónde me enviaban a mí, según ellos tengo las cualidades de las cuatro escuelas.

 

Sigamos con mi presentación, me he quedado en que entré utilizando una mentirilla de nada ¿verdad? Pues funcionó, sí, señoras y señores mis tíos son una panda de gilipollas y retrasados (en el peor de los sentidos, no se crean que tengo alguna fobia a gente que tiene problemas de ese tipo) y se tragaron la mentira del colegio para gente especial. La beca sólo me pagaba los dos primeros años que estuviera allí, al tercero el director, que me cae muy bien por todo lo que hizo por mí pero como más tarde veréis sus ideas no siempre son muy... sanas para algunas personas, en este caso del viaje me incluyo, pero eso es adelantarme, sigamos en el tercer curso y su idea de aquél año para mi beneficio. Como ya he dicho la beca sólo me pagaba los dos primeros años por lo que el director me propuso que pagara las clases dando clases a los de primer año. Accedí encantado, me encantaba bailar, era mi pasión y jamás me había sentido tan bien y acompañado de amigos, ya que gracias a mi primo era un marginado social en el otro colegio, por lo que cualquier cosa que pudiera mantenerme en Gryffindor era una salvación para no sufrir con mis tíos.

 

Ese mismo año tuve otra sorpresa aún más agradable: tenía unos padrinos, que casualmente habían entrado a trabajar a Gryffindor, y podrían ocuparse de mi custodia. Luché con todas mis fuerzas para que me dejaran estar con ellos pero no lo conseguí, al menos hasta que cumplí los 15, aunque no fue de la manera esperada.

Era una noche cualquiera, gracias a las recomendaciones de los profesores llevaba 6 meses trabajando como gogó en una discoteca y después de tantos años guardando el secreto de Gryffindor a mis tíos con gran facilidad pensé que seguirían sin enterarse. Así fue durante el medio año que estuve trabajando en la disco pero aquella noche todo se fastidió: mi primo entró en la discoteca con sus amigos y me vio bailando en la gogotera que me correspondía. El muy cabrón salió corriendo en dirección a casa y me delató a mis tíos utilizando unas fotos del móvil que había conseguido sacar.

 

Lo que pasó a continuación no lo recuerdo con total claridad, entré como un torbellino a casa pero ya era demasiado tarde, vi a mi tío de color morado por la mala uva, a mi tía intentando disimular una sonrisa sádica y a mi primo riéndose a mandíbula batiente por lo que iba a suceder. Antes de que la piel de la mano de mi tío tocara mi cara ya sabía que o acababa muerto o encerrado y en estado de urgencia sin que nadie supiera lo que pasaba ni donde estaba. Después de lo que me parecieron dos días, recobré el conocimiento y me encontré encerrado en la alacena bajo las escaleras en la que dormía de pequeño. Saqué como pude el móvil que me había comprado con el pago del trabajo de gogó y le di al botón en el que estaba registrado el número de mi padrino. "¿Sirius? Tienes que venir enseguida, creo que tengo algunos huesos rotos, tienes que sacarme de aquí enseguida, ya saben mi secreto" Colgué enseguida por miedo a que mis tíos me descubrieran el móvil y me lo quitaran, ni siquiera le dejé hablar a Sirius pero no hizo falta, él ya sabía dónde encontrarme.

 

Aunque sólo fueron quince minutos el tiempo se me hizo eterno pero los golpes en la puerta de entrada me hicieron recobrar un poco de vitalidad y fuerza, la suficiente como para golpear la puerta de la alacena al oír los pasos y la voz de mis padrinos y más gente. Sirius y Remus habían venido con la policía para que tuvieran pruebas y pudieran sacarme de aquél infierno de familia. Gracias a que mi primo fue tan estúpido de grabarlo todo, cobré una indemnización de medio millón de libras más la fortuna de 10 millones de libras de mis padres que mis asquerosos tíos habían mantenido en secreto. Aunque eso no paga que desde entonces no haya vuelto a bailar, aunque sepa que es irracional me aterroriza la idea de volver a bailar y sufrir una paliza como aquella. Ni aunque mis padrinos, y ahora padres adoptivos y mejor familia del mundo, me repitan que mis tíos se están pudriendo en la cárcel y mi primo se quedará en un reformatorio para después acompañar a sus padres en el trullo me es imposible volver a dar un paso de baile.

 

Ahora que os he contado esto es más fácil comprender que no quiera asistir al viaje aunque sea al caribe. La genial idea del director Albus Dumbledore es pasarnos dos meses en un hotel de cinto estrellas del caribe dedicándonos sólo a la danza (porque los días de clases normales también se dan matemáticas, ciencias y todo eso) y hagamos demostraciones a los otros tres colegios para que las dos últimas semanas se haga un concurso de baile. Conociéndolo como lo conozco el que Dumbledore me haya ofrecido sólo cantar en algunas ocasiones y presentar las demostraciones que se harán tiene como meta llevarme allí sea como sea para que tal vez vuelva a bailar. Sinceramente aprecio su esfuerzo pero no creo que encuentre nada que me pueda quitar el dolor de tres cortillas rotas, un esguince en el pie, el radio del brazo derecho roto y un mes de reposo absoluto. Tampoco es una buena idea presentarse con una escuela de baile sin bailar y no estoy dispuesto a ampliar el círculo de personas que conocen lo que me pasó. Aunque, como habréis podido comprobar al principio de todo esto, ha conseguido traerme sólo porque tengo una mínima esperanza de pasármelo bien y porque, después de todo es un viaje al caribe en un hotel de cinco estrellas.

El avión rojo escarlata y dorado con un imponente león termina de aterrizar al lado de otros tres, uno verde esmeralda y plateado con una serpiente (me imagino que será de Slytherin) otro amarillo canario y gris con un hurón (éste será de Hufflepuf) y otro azul y negro con un cuervo (será de Ravenclaw).

-¡Vamos Harry! Ya hemos llegado- me dice un Ron muy animado, pelirrojo cinco centímetros más alto que yo, piel nívea y ojos aguamarina, uno de mis mejores amigos.

-¿No estás emocionado Harry? Mira, es todo precioso- me dice Hermione, melena castaña clara rizada y hasta media espalda, ojos marrones y piel bronceada, 1´70 de altura, miro por la ventana y sonrío.

-Sí Mione, es genial, ¿vamos?- nos desabrochamos el cinturón y nos ponemos en la fila del pasillo para salir.

 

Una vez dentro del aeropuerto esperamos a que salgan nuestras maletas charlando con el resto de amigos, Fred y George, los hermanos gemelos de Ron que tienen dos años más que nosotros, Neville Lombottom, moreno de ojos castaños y carita de niño bueno que engaña a todos escondiendo el mejor bailarín de brake de Gryffindor. Seamus Finnegan y Dean Thomas, Dean es pareja de baile de Ginny Weasley, la hermana pequeña de Fred, George y Ron, una pedante increíble que quiere meterme en su cama a cualquier precio.

 

Fred y George bordan el funky y enseñan a los de primer año, yo antes también enseñaba a lo de primer año a bailarlo pero ahora sólo me invento los bailes y se los explico a ellos en privado, ya que no tengo que pagarme el curso gracias a Sirius y Remus.

-Es una alegría que te hayas decidido a venir Harry- me dice Fred- así podrás ayudarnos con nuestras coreografías.

-Cierto, nos ayudarás ¿a que sí?- pregunta George poniendo carita de suplica.

-Sí, os ayudaré, pero ya sabéis cuales son las normas.

-¡Sí señor!

-¿Harry, a mí también me ayudarás?- pregunta Ginny poniendo cara de buena, que no engaña a nadie.

-Ginny, en lo único que te ayudaré será en comparte un consolador que te dure mucho, así me dejarás durante un tiempo en paz.

 

Dos chicos se nos acercan con una sonrisa de oreja a oreja, uno es rubio y de ojos marrones claros, el otro de pelo negro y ojos azul oscuro.

-Hola, soy Cedric Diggory, de Hufflepuf- me dice el rubio, a los demás los ha ignorado.

-Yo soy Roger Davis, de Ravenclaw- se presenta el moreno, otro que ignora a mis amigos.- Nos preguntábamos quién eres tú preciosidad.

-Harry Potter, de Gryffindor, encantado, y estos son...

-Esperamos verte más tarde Harry, tenemos que irnos con los nuestros, hasta luego un placer conocerte- me dan un beso en la mejilla y se van.

-Que gente más rara, ¿y se creen que así ligarán conmigo? Lo llevan claro- veo salir mi maleta y la cojo junto con la de Herm que sale detrás.- Toma Herm, ¿ya estamos todos?

-Sí.

-Yo no- Ginny.

-De acuerdo, vámonos- cogemos nuestras cosas y no dirigimos a uno de los taxis que nos llevan hasta el hotel mientras por detrás se oye a Ginny gritar:

-¡Esperadme! ¡Yo todavía no encuentro mi maleta!

-¿Fred, George, qué habéis hecho con la maleta?- les pregunto al ver que se descojonan vivos de su hermana.

-Mandarla a Rusia, nos dijeron que era un sitio muy bonito.

-Razón no les falta- todos nos reímos, miro por la ventana y mi mirada se cruza con unas obres grisáceas, pestañeo un par de veces y me fijo en el dueño de esa mirada, pelo platino, piel nívea, porte elegante, ¿quién será?

 

(Narra Draco)

 

Yo sigo sin comprender porqué está este viejo chocho en la dirección de una institución tan importante como Hogwarts. Mejor me presento, ¿no? Soy Draco Malfoy, pelo platino, ojos grisáceos, cuerpo escultural 1´85 de altura y piel nívea. Soy el mejor bailarín de la escuela Slytherin, vivo con mi padrino y profesor Severus Snape porque al enterarse de que bailaba mi padre me desheredó, de todas formas mi madre sigue viniendo a verme y creo que están a punto de separarse. No es que me alegre pero nunca he querido a mi padre por lo que creo que mi madre estaría mejor lejos de él.

 

Sigamos con el presente ¿de acuerdo? Ahora mismo me encuentro junto con mis tres amigos Blaise Zabini, Theodore Nott y Pansy Parkinson  en el aeropuerto en el que nos ha dejado el avión del colegio para ir al hotel de cinco estrellas donde estaremos dos meses bailando y disfrutando del caribe.

-Estoy emocionada, nunca había viajado al caribe, todo es genial.

-Lo sabemos Pan, lo has repetido una y otra vez- le responde Blaise.

-Yo sólo espero encontrar algún buen bailarín de brake con el que competir- comenta Theo.

-Yo divertirme un rato, hay muchas bellezas por aquí.

-Y muchos que ya intentan llevarse alguna al catre- se ríe Pansy.

-¿De qué hablas Pan?- le pregunto, ella señala a un grupo un poco más allá.

-Han llegado ante el pobre chico y se le han presentado ignorando al resto, el tío tiene razón al decir que así no conseguirán ligárselo.

 

Me fijo en él, pelo azabache, piel canela, rostro de rasgos andróginos y ojos verdes esmeralda con un extraño brillo en ellos, el cuerpo de un dios heleno cubierto por una camisa sin mangas y un pantalón baquero que le queda como anillo al dedo. Los seguimos hasta la entrada del aeropuerto dispuestos a coger nosotros también un taxi, al pasar por al lado del suyo nuestras miradas se cruzan y entonces identifico ése extraño brillo de antes, un vacío de tristeza que me pone los pelos de punta. ¿Quién eres bello ángel de la tristeza?

 

La recepcionista nos da las llaves y nos indica dónde están nuestras habitaciones, es una pena, nos han puesto en habitaciones separadas pero creo que podremos disfrutar dejando eso a parte, ¿quiénes serán mis vecinos? Cierro la puerta detrás de mí y dejo las maletas en el suelo para ver la habitación por primera vez. Amplia, con los colores de las cuatro escuelas y una cama de matrimonio con preciosos doseles, un par de mesillas a cada lado y un escritorio, con la tele, delante. El cuatro de baño de mármol con montones de tipos de sal de baño, jabones, y un tocador con peines, maquillaje y utensilios parecidos. El armario, con espacio para la ropa de un regimiento, medio lleno con trajes y ropa de calle deja sitio suficiente para que meta mis cosas. Me asomo al balcón y me encuentro con una vista de la playa inmejorable, la arena blanca acariciada por el mar totalmente transparente y algunas palmeras haciendo sombra.

Bajo al vestíbulo y me encuentro con Pan, Theo y Blaise, nos dirigimos al comedor con buffet y empezamos a cenar. Hacia la mitad de la cena el director se levanta y atrae nuestra atención.

-Bien, bienvenidos todos, espero que las habitaciones hayan sido de vuestro agrado y que vuestra estancia aquí también lo sea. Ya se os explicó por encima lo que se pretendía hacer en estos dos meses pero por si acaso vuelvo a repetirlo para que podáis hacer preguntas y resolver vuestras dudas. Estos dos meses os dedicaréis sólo al baile y a disfrutar del hotel y sus instalaciones al igual que de la playa. Las dos últimas semanas haremos un concurso de baile, los ganadores se premiarán con un viaje a cualquier sitio del mundo. Este concurso es en parejas y solamente con el proposito de juntar las casas por lo que se puede escoger a la pareja de tu propia casa o de otra, según se vea quién es mejor, las parejas también pueden ser del mismo sexo no pasa nada por ello. Hasta la fecha de iniciación del concurso se harán demostraciones de todas las casas en las distintas salas preparadas para ello y para presentar estas demostraciones tenemos a Harry Potter, de la casa Gryffindor y Cho Chang, de la casa Ravenclaw- ambos se acercan al director y saludan con una sonrisa, Harry Potter, así se llama el ángel de la tristeza- que también nos harán de cantantes de vez en cuanto así como pincha discos. Rogamos por favor que los grupos que quieran participar entreguen su petición a cualquiera de nuestros dos presentadores. ¿Alguna pregunta?

-¿Tienen alguna norma especial esas demostraciones? ¿Qué hay que entregar específicamente?

-No tienen ninguna norma especial, sólo que no puede haber violencia ni nada por el estilo, tampoco que se considere pornográfico, debo añadir que se pueden hacer retos si se especifica en la presentación que hay que entregar a Harry o la señorita Chang. En la presentación se debe poner el nombre del encargado del grupo, la casa a la que pertenece, el tipo de baile y si es reto especificarlo. Sólo se podrá entregar la presentación por la mañana, entre las diez y la una, si se quiere preparar para algún reto sólo se tiene tiempo hasta la hora del espectáculo, los que quieran responder al reto no tendrán que rellenar la presentación, simplemente responder a él.

-¿Los retos tienen algún premio?

-El ganador de cada reto se llevará una medalla, al final de nuestra estancia aquí, la escuela que tenga más medallas se llevará la copa- se aparta un poco para dejarnos ver una enorme copa de mármol y oro.- Al salir os darán un plano con las instalaciones del hotel y las salas especiales para las distintas modalidades. Esto es todo, seguid disfrutando de la cena- sonríe y se vuelve a sentar.

-Interesante, yo pondré mi reto, me pregunto quién se atreverá a responderme- dice Theo mirando a su alrededor con una sonrisa de puro disfrute.

-Theo, vas a asustar a la gente si pones esa cara- le comenta Blaise intentando no reírse.

-Es demasiado interesante, nunca me había imaginado nada así. ¿Qué te pasa Draco? Estás muy callado desde que hemos salido del aeropuerto.

-No es nada Pan, sólo que estoy pensando un poco.

-Ah, ¿y sobre qué?

-Sobre Potter, ¿qué sabéis de él?

-No mucho, mi vecino de habitación es su mejor amigo.

-Mi vecina también, no sabemos más que eso.

-Según he oído algunos ya le han pedido que sean su pareja pero él se ha negado a todos, dice que "él no baila"- nos informa Theo.

-¿Entonces qué hace aquí? ¿Por qué está en una escuela de baile?

-No sé, tal vez sí baile pero es muy torpe.

-Tal vez- aunque creo que esconde algo más, esa tristeza tan profunda nunca la he visto en los ojos de nadie.- Bueno yo me voy yendo a la habitación, ya estoy un poco cansado por el viaje y todo.

-De acuerdo, buenas noches Draco- se despiden los tres.

 

Salgo al vestíbulo y oigo a alguien hablar, parece apurado, miro a mi alrededor y me fijo en Potter agarrado por los dos tíos del aeropuerto que tiran de él de un lado para otro como si fuera un muñeco de trapo. Busco con la mirada y encuentro algo que puede servirme, los cojines de los sofás de alrededor. Cojo uno y me acerco con cuidado y en silencio, con rapidez utilizo una técnica del cambiazo al más puro estilo ninja y lo meto en un ascensor para darle al sexto piso, donde está mi habitación.

-¿Estás bien?- le pregunto soltándolo.

-Creo que sí, déjame comprobar que no se han quedado con alguno de mis brazos- bromea moviéndolos un poco para recuperar el riego sanguíneo.- Muchas gracias, me llamo Harry Potter, soy de...

-Gryffindor, lo sé, eres el presentador, nos hemos visto a la tarde en el aeropuerto también, me llamo Draco Malfoy, Slytherin.

-Encantado, a propósito ¿cómo sabías el piso donde está mi habitación?

-¿Eh? No lo sabía, sólo le he dado a mi piso, ¿el sexto también es el tuyo?

-Sí.

-Vaya, interesante, así que somos vecinos de piso, ¿te importa que vaya a buscarte para el desayuno mañana?

-¿Eh? Pu-pues, no, no me importa.

-Genial, ¿cual es tu habitación?

-La 705, ¿y la tuya?

-La de tu lado derecho- me río, las puertas del ascensor se abren y entramos al pasillo.- Perdóname por preguntar tan directamente y sin conocernos de casi nada de tiempo pero me han dicho que no bailas ¿por qué?

-Es que soy muy torpe, siempre me caigo o piso a mi pareja, así que me dedico a poner la música y como mis padres trabajan en Gryffindor no quiero cambiarme de colegio, también tengo muchos amigos aquí así que sería muy difícil dejar de venir aquí, aunque me esfuerzo mucho.

-Eso es importante- sonrío, llegamos a su puerta y nos paramos en ella.- ¿Entonces, te recojo a las nueve para el desayuno?

-Vale, muchas gracias por todo Malfoy, un placer conocerte.

-Igualmente Potter, espero verte en alguna demostración.

-No lo veo muy probable- abre la puerta y antes de que diga algo se despide.- Buenas noches Malfoy, mañana nos vemos- luego me cierra la puerta en las narices.

 

(Narra Harry)

 

Me tumbo en la cama y expando el mapa ante mí, hay una pista de hielo para el patinaje artístico, una piscina especial para la natación sincronizada, otra con telas para hacer como en el circo (lo siento no sé como se llama), unas cuantas salas de baile normal, con espejos y barras de ballet, y la más extraña de todas, una con una piscina interna con fuentes y el escenario treinta centímetros bajo el agua. Sería la primera vez que bailo en un escenario acuático, ¿a qué espero? Me pongo las lentillas, la ropa negra y las deportivas, cojo el disco de canciones, el i-pod y el mapa del hotel. Meto la tarjeta en la funda del i-pod y salgo con todo el sigilo del mundo y la linterna en la mano.

 

Bien, ya estoy aquí, en la sala con el escenario acuático, aunque no sé para qué he venido, hace mucho que no bailo pero la curiosidad por saber qué es lo que se siente al bailar sobre el agua me ha arrastrado hasta aquí. Me subo al puesto del DJ y coloco mi i-pod en el lector, enseguida una pantalla se despliega ante mí con toda mi lista de reproducción, elijo una canción al azar y el programa elige automáticamente el orden y el tipo de figuras que las fuentes deben hacer. La tapa de la piscina se recoge sola dejando a la vista el escenario sumergido a treinta centímetros del agua e iluminado por las luces bajo el agua.

 

(Canción: Agüita de abril de Maria)

 Le doy al play después de quitarme las zapatillas y los calcetines y haberme recogido un poco el bajo del pantalón para no mojármelo. Me pongo en mitad del escenario mientras la música empieza a sonar y las fuentes echan agua al son de la melodía. Por el simple hecho de no querer mojarme empiezo a esquivar los chorros de agua mientras voy cogiendo el ritmo sin darme cuenta hasta que acabo bailando con el agua. Mi parte racional me dice que estoy bailando, que vuelvo a bailar y que no volveré a ser castigado por ello, eso me anima aún más y mis movimientos se hacen más seguros. Me olvido de todo, sólo existen la música, el agua y yo, hace tanto tiempo que no me sentía tan libre. La fantasía se rompe cuando alguien me llama la atención desde la puerta:

-¡Eh!- abro lo ojos sorprendido y asustado, con una velocidad típica de mis años de baile recojo mis cosas.- ¡Espera!- me grita quien, sin duda alguna, he reconocido como Malfoy, lo ignoro mientras echo a correr entre las mesas haciendo ziczac para que no sepa por dónde voy a irme.- ¡Espera!- repite poniéndose frente a la puerta, qué predecible, paro un momento para ponerme los calcetines y las zapatillas.

 

Creyendo que me he dado por vencido empieza a acercarse despacio, como si no quisiera asustarme. Me ajusto las cosas al cinturón para que no se me caigan y vuelvo a correr con mayor velocidad, le hago creer que iré por su izquierda para que en el último momento gire una vez alrededor de mí mismo y lo evite con una sonrisa de satisfacción, para seguir corriendo.

-¡Espera!- lo vuelvo a ignorar.- ¡Dime al menos quién eres!- suelto una risita lo suficiente alta como para que me oiga y sigo corriendo hasta desaparecer en la oscuridad.

Notas finales:

espero que os haya gustado y me dejeis reviews muchos kisses y desearme suerte para mi primer dia la necesitare ^.^U jeje

Kisses


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