Ya es de noche… camino lentamente en el estrecho sendero… mis pasos son lentos… tal vez sólo es consecuencia de mi estado de ánimo… ¿Quién no estaría deprimido después de mirar eso? Después de todo lo que ha pasado...
Mi nombre es Seifer… si, ya se, es un nombre demasiado extraño… pero mi madre es aficionada a nombres raros… pues bien, hace ya diecisiete años desde que llegué al mundo… diecisiete… vaya es bastante para alguien como yo… bueno, eso no importa ahora… sino lo que pasó en el día de hoy…
Pensé que sería un día normal… me levante temprano como de costumbre y fui a ducharme, al terminar me mire desnudo al espejo… todo igual… los mismos ojos miel, el cabello negro y lacio hasta media espalda y mi bronceada piel… nada fuera de lo común.
Me arreglé para el instituto… claro, pero no hay mucho que pueda hacer con mi apariencia… salí en la bicicleta… pues pese a tener ya licencia de manejo no me gusta, así puedo sentir el aire chochar contra mi cara mientras pedaleo.
Al llegar mire una gran conmoción, parecía que una estrella había llegado de improviso… después de dejar atada la bicicleta me acerque a mirar… y si, tenía razón, un joven actor había sido transferido a nuestro instituto… su nombre, Sou Kurai.
Kurai es un chico de mi edad, con una sonrisa típica de chico arrogante… físicamente es muy atractivo… ojos azules, cabello corto rubio ligeramente quebrado, piel blanca como nieve… sin duda toda una estrella de la farándula…
No quise saber más de él y fui al salón donde a me esperaba… mi adorado Allen, con esa sonrisa alegre y pura… sus ojos verdes que resaltan en esa preciosa piel color bronce y ese sedoso cabello castaño, sin duda la perfección del hombre…
Allen se levantó y como saludo me dio un beso en los labios mientras yo le sujetaba de la cintura, si, Allen y yo llevamos tres años siendo novios… sin duda no me creo mi buena suerte… él llegó a mi vida después de que mi hermano muriera… olvidé decirlo… yo era gemelo… hasta que me arrancaron a mi hermano… Sáfir.
-Te vez aburrido…-me dijo Allen sonriendo llevándome a nuestros asientos, comenzamos a platicar y a besarnos de vez en vez… no importaba que nos vieran, ya era de dominio general que éramos novios.
Lo inesperado fue cuando inicio la clase… cuando el profesor dijo que habría un nuevo alumno… Sou Kurai entro al aula y saludo con esa falsa sonrisa, miro en general al grupo… hasta que su irada se posó en alguien en particular, en Allen, quién para mi alivio no se había dado cuenta…
La clase comenzó con normalidad… pero como Allen es el delegado de clase… le fue encomendado mostrarle el lugar al nuevo visitante; así que vi como la estrellita esa se iba con mi novio… así que no me quedó más que ir a almorzar solo…
El día siguió su curso, tranquilo, sin nada fuera de lo común… aunque no había podido estar con Allen en todo el día, me sentía triste…
Pero vaya, ahora que lo pienso esa tristeza no es nada comparada con la que siento en estos momentos… con cómo me siento ahorita…
A la salida fui a buscar a Allen… pues salió a mitad de clases y ya no volvió… tomé su portafolio caminé por los pasillos sin obtener ningún resultado favorable… si ahí me hubiera detenido… peor seguí buscándolo… después de descartar los lugares probables fui a los improbables… y fue ahí… detrás del gimnasio… tumbado en el pasto… estaba Allen siendo besado y toqueteado por Kurai…
Dejé caer su portafolio, la cual no hizo ruido porque calló en el pasto así que Allen ni se enteró de que yo les había visto… salí corriendo a todo lo que daban mis fuerzas… corrí por un camino desconocido… sólo quería alejarme… incluso olvide mi bicicleta…
Y ahora estoy aquí… caminando en la noche en un lugar completamente desconocido… con el corazón totalmente destrozado, con las lágrimas anegando mis ojos… las cueles resbalan por mis mejillas… ¿Por qué me hizo esto? ¿Cómo pudo?
La luna ya ha salido… y yo no tengo la menor idea de cómo regresar a casa, llego hasta un clara, algunos viejos árboles, robles, abedules, cedros, glicinas, todos bellos… era como si los hubieran sembrado para formar un perfecto círculo.
Sigo caminando hasta llegar a una glicina, recargo la espalda en su tronco y me dejo caer al pasto para seguir llorando amargamente… ya decía que había sido demasiado bueno que tuviera un novio que me amara tanto… que hubiéramos ya cumplido tres años… ¡Acabábamos de cumplir el mes pasado los tres años!
Así estoy… llorando como un crio cuando siento que una mano se posa suavemente en mi hombro alzo el rostro y frente a mí está un chico… completamente distinto a los que había visto… cabellera roja, larga hasta los muslos… increíblemente brillante y lacia; ojos color violetas, como dos gemas incrustadas y una piel ligeramente bronceada.
-¿Estás bien?-me pregunta con una suave voz mientras me mira preocupado.
-Sí, estoy bien-digo secándome las lágrimas al tiempo que me levanto-Ya me tengo que ir-digo comenzando a caminar pese a que no tengo idea de por dónde ir.
-¿Seguro que sabes salir del claro?-pregunta caminando detrás de mí-De otro modo solo te internaras en el bosque y puede que te pase algo-añade
Siento que los ojos comienzan a escocerme de nuevo ante esas palabras de advertencia… me siento perdido, sólo y abandonado… como si fuera una hoja arrastrada por el viento, la cual solo gira y gira… sin poderse detener a placer.
-Creo que te has perdido… ¿O me equivoco?-pregunta de nuevo, posando ambas manos en mis hombros-Tranquilo… todo estará bien… te llevare a mi casa y ya mañana te ayudo a salir de aquí-me dice al tiempo que quita una escurridiza lágrima de mi mejilla.
-Gracias…-es lo único que puedo decir antes de ser guiado por esta nueva corriente… ya nada me importa, nada de lo que me pase… si es un asesino, secuestrador, violador… me da completamente igual…
-¿Cuál es tu nombre? Yo me llamo Benoît Christ-dijo mientras me pasaba un brazo por mis hombros-Estas helado…
-Seifer… Seifer Mirage-respondo dejándome abrazar, comenzando a sentir el cansancio en mi cuerpo, ha sido agotador… el día que creía que sería como todos los demás… he llorado como hacía años no lo hacía… y ahora… voy cayendo dormido…