Los libros de cuentos están llenos de historia con lindos finales, donde el príncipe azul encuentra a su bella princesa, donde el amor es parte importante del mismo y un pobre pasa a ser rico, son muy bella historias que a uno le recuerdan su niñez ¿Quién se olvidaría de Cenicienta o Blanca nieves? ¿Cómo olvidarse de la Sirenita? Todas estas historias tan hermosas nos hacen creer que los cuentos de hadas son reales, pero la vida es otra cosa.
Siempre me pregunte si mi vida podría ser un lindo cuento de hadas si algún día encontrare a mi príncipe azul, nos casaremos y tendremos muchos hijitos y finalmente moriremos ya cuando pasemos los setenta años, ser feliz para siempre como siempre terminan los cuentos.
Mi vida es una de esas muy glamorosas, tengo todo lo que el dinero puedo comprarme, pero no me puede conseguir a mi media naranja a aquella persona que me haga feliz para siempre y que no me dejara por nada en el mundo y luchara por mi amor eterno. Vivo en un pueblo de RICOS, por donde uno mire hay gente llena de joyas y oro, el mas rico es Keigo Atobe, además de ser el mas afortunado por sus riquezas es el mas egocéntrico y presumido que allá nacido en este siglo, se cree el ombligo del mundo.
Una curiosidad de donde vivo es que no existe ni una sola mujer, todos somos hombres, ni una sola mujer hay a la vista y ello se debe a un maldición milenaria que existe, muchos creen que es leyenda, pero es la única razón lógica que existe para explicar porque en este lugar hay solo hombres y algunos, muy pocos de ellos tienen la extraña capacidad para poder engendrar hijos.
Cuenta la leyenda que hace muchos años había un hombre, este amaba como a nadie a su mujer, pero esta no a el y lo había engañado con otro, por semejante traición el hombre maldijo al pueblo impidiendo así que nunca mas una mujer naciera en el y permitiendo que se solo nazcan hombres, pero dejando que solo unos muy pocos tuviera la capacidad para quedar embarazados y la única forma de terminar con esta maldición es que aparezca una pareja que se casara por amor y no por conveniencia y con eso el hechizo se romperá. Pero a simple vista eso nunca sucederá ya que en el pueblo solo pueden mas el arguyó y los matrimonio por conveniencia que un matrimonio por amor, ejemplo los de mis padres.
Soy el hijo mayor de unos de los ricos en asenso, que quiere destronar al padre de Atobe, mi padre se llama Yuan Fuji, el es uno de los pocos hombres con la capacidad de quedar embarazado y la trasfirió a mi hermano menor y a mi por lo que ambos tenemos también ese don divino. Mi padre es cariñoso y sobre todo amable, el nos enseña día a día a mi y a mi hermano cosas que tenemos que saber y hacer como el bien, según el nos contó, estuvo a punto de romper esa maldita maldición, cuando joven se enamoro de un hombre rubio, alto e inteligente, ambos se amaban como a nada en el mundo, pero sus padres no dejaron que ese amor prosperara ya que el era pobre, mi padre fue obligado a casarse con Joe y su amor desapareció prometiéndole que pronto el regresaría para llevárselo y que puedan vivir felices para siempre…quizás otra seria mi vida si eso hubiera pasado en verdad y su amor hubiera prosperado.
Según mi padre aquel hombre se llamaba Tezuka Kunihara a pesar de ser pobre era un gran muchacho que buscaba una salida para su situación pero los gobernantes no le ayudaban en nada y le hacían mas difíciles la busca de trabajo, finalmente el decidió tomar otra salida y hacerse pirata, el día en que el y mi padre iban a escapar en un barco mis abuelos detuvieron a mi padre y programaron el casamiento con Joe, mi padre fue obligado a casarse con Joe y este le dijo a mi padre que si escapaba mataría a mis abuelos y a toda la familia, mi padre sin otra opción se rindió ante ello y quedo por siempre casado con aquel que nunca quiso ni deseo y esperando a que algún día Kunihara regresara por el.
Me gustaría vivir una historia de amor como la de mi padre solo que con un lindo final, es una gran fantasía, pero como van las cosas, me casare con algún rico del pueblo o con el primero que le pida mi mano a Joe, eso es seguro. Joe no es una mala persona, solo es obsesivo y no le gusta perder con nada ni nadie, no importe en que sea el siempre tiene que ganar, pero al mismo tiempo aquí en casa es tacaño y gruñón, por ello jamás le he dicho padre ni pienso hacerlo. Mi padre es Yuan porque el me demuestra afecto, me escucha, me comprende, me da consejo, me alienta en todo por mas imposible que sea y no permite que nada malo me pase antes se interpone, incluso ante Joe, creo que es porque el fue quien nos tuvo a mi hermano y a mi dentro de su vientre durante nueve meses y nos quiere como a nada en el mundo. Si el pudiera se divorciaría de Joe, pero eso implicaría deshonra y en este pueblo si deshonras a tus padres, con el divorcio o con estar en desacuerdo con el marido que te eligieron, la pena es la muerte y como mi padre no quiere perdernos a mi hermano ni a mi e impedir que vallamos por malos caminos el sacrifica su felicidad a costa de la nuestra.
Mi vida se basa en leer libros y como dice Joe hacerme mas culto, según mi padre hacerme mas sabio y según mi hermano menor en hacerle feliz. Leo mucho, por ello se todo de todo libro que allá cruzado mis manos, desde novelas de ciencia ficción, hasta libros de astronomía y anatomía por ello digamos que soy uno de los mas cultos en el poblado. También tengo otros intereses, como la botánica y la jardinería, me encanta caminar por los jardines que tenemos en casa, quedarme dormido a la sobra de un árbol a la siesta o sencillamente escribir algo bajo la sobra refrescante del árbol más alto que encuentre.
Estaba en mi casa cenando con mi familia, Joe estaba molesto porque tenia problemas con las hipotecas, nada graves, pero el tipo con el que había hablado lo contradijo y contradecir a Joe es pasar a morirse porque el no le gusta y lo que siguiente a ello fue ni mas ni menos que problema con la policía, los cuales arreglo con sobornos, mi hermano estaba comiendo muy lentamente, parecía que tuvo un mal día y quien no lo tendría, mi hermano Yuuta es como el defensor de los derechos de lo que viven en esta casa, cada vez que Joe le grita a alguien, un sirviente o a nosotros el salta y defiende lo que lo ha hecho ganar mas de una vez latigazos por decirle a Joe que el estaba en lo malo y ese había sido otro de esos días.
Joe tiene que tomar el agua a una cierta temperatura, un sirviente se la dio pocos centígrados mas fría lo que hizo que se enojara y comenzara a gritarle las mil y una cosas, Yuuta como defensor que es no dejo que le gritara mas y comenzó a defender al sirviente diciéndole que su capricho era una tontería y que el sirviente solo cumplió su trabajo, que su queja era inútil y sus gritos innecesarios. A Joe no le gusto eso así que comenzó a discutir con Yuuta, pero en un momento se callo miro a Yuuta con enojo y lo tiro al suelo, se quito su cinturón y comenzó a golpearlo y diciéndole que no le volviera a contradecir porque el estaba en lo correcto, mi padre intercedió a los golpes y con unas pocas palabras logro que Joe dejara de golpear a Yuuta.
Mire mi plato un poco asqueado, recordar haber visto la golpiza y no poder hacer nada ya que un sirviente me detuvo y me recomendó no meterme- No tengo hambre, me voy a mi cuarto- dije levantándome con lentitud de esa mesa.
-Deberías comer Syusuke te podrías enfermar- me dijo mi padre mirando que no toque mi cena.
-No tengo hambre, me voy a mi cuarto- dije comenzando la larga caminara al sector de habitaciones.
-Esta bien, pero antes de dormir comete una manzana así no te enfermes hijo- dijo mi padre recordándome porque lo quiero mucho.
-Claro, con su permiso- dije retirándome, Yuuta me miro un poco temeroso y luego volvió la mirada a su plato, tendría que apresurarme y llegar bien a mi cuarto así podría sacar el colchón que tengo bajo mi cama para que sea la cama de Yuuta, probablemente tema dormir solo esta noche.
Joe me miro, alzo una ceja y dijo como queriéndome intimidar-Oye Syusuke, saber que, ya encontré tu pretendiente perfecto, se apellida Oshitari, es un chico muy inteligente según me han dicho su padre esta entre los amigos de Atobe, es bastante rico.
-Creo que Syusuke es muy pequeño aun para el matrimonio, Joe- intervino mi padre- apenas tiene 17 años.
Decidí irme y dejar de lado aquella discusión, tenia que preparar la habitación para esta noche, era muy seguro que Yuuta fuera a dormir a mi cuarto, ya que una vieja costumbre de Joe ir a la hora de dormir a seguir castigando a Yuuta a golpes cuando alguien interfería con la primera golpiza que le daba.
Llega a mi cuarto y lo primero que hice fue sacar el colchón que tenía bajo mi cama y ponerle las sabanas que tenia de repuesto, saque de mi armario dos pares de pijamas, uno más grande que el otro, me puse el más pequeño y luego coloque sobre mi cama el otro.
Yuuta llego pronto y cerró con llave la puerta del cuarto, comenzó a cambiarse la ropa para dormir, yo le mire detenidamente las marcas en su espalda, tenia antiguas y nuevas, las de hoy y las de ayer, me le acerque lentamente y le pregunta- ¿Estas bien?
-Solo me duele un poco la espalda- me respondió un poco entristecido.
Sin pensarlo dos veces no le deje que se pusiera la camisa, con mucho cuidado lo recosté boca abajo en mi cama, le di un beso en la frente y me acosté en el colchón en el suelo, mire a Yuuta a los ojos y luego le dije- buenas noches hermanito.
-Buenas noches aniki- dijo cerrando sus ojos.
La puerta sono poco después, Yuuta me miro con algo de temor, de igual modo me levante y fui a ver quien podría ser y dije- ¿Quién?
-Soy yo, les traje helado- dijo la vos de mi padre. Abrí la puerta y de inmediato mi padre entro con dos tazones grandes de helado, me dio uno a mi y me dijo que cerrara la puerta, yo hice lo que me pidió, luego se acerco a la cama y comenzó a darle el helado a Yuuta- haber, abre grande.
Yuuta abrió grande la boca, papá le dio una gran cucharada de helado, la cual se trajo- gracias papá- dijo Yuuta mirándolo agradecido.
-Come mas, hoy no comiste bien campeón- dijo mi padre dándole otra cucharada de helado bastante grande.
-Si papá- dijo sonriendo.
-Yuuta no me gusta que peles con Joe, sabes lo que pasa cada vez que pelean, no me gusta que te golpe hijo- le dijo mi padre dándole mas helado- abre grande.
-No me pudo quedar callado viendo como humilla a otros, es injusto papá, el no es un dios ni nada por el estilo, no tiene porque tratar mal a la gente- dijo en defensa, cosa muy convincente por cierto.
-Estoy de acuerdo con eso- dije mirando a mi padre- el no tiene derecho a tratar como trastos a sus sirvientes ni a nosotros.
-Estoy de acuerdo con ustedes hijos, pero las cosas son así, Joe es el que manda en este casa, no puedo hacer nada, soy uke, el uke no decide nada, solo el seme, lo siento, pero deberán seguir las leyes de Joe, casarse con quien diga el, no saben como me gustaría que otro fuera el seme o que yo fuese , pero así son las cosas el pez mas grande se come al mas chico- dijo mi padre terminándole de dar el helado a Yuuta, se levanto del suelo y luego se fue susurrando- seguramente con Kunihara todo seria muy diferente.
Deje el tazón de helado, vació, en la cómoda y luego me recosté a dormir, mañana seria un muy largo día, Joe mañana tenia que ir a no se que cosa al banco y Yuuta y yo tenemos que ir con el, ordenes de el son ordenes a respetar al menos que estés en contra de ellas, el castigo es el cinturón en tu espalda o una semana sin comer, ninguno de los dos es buen castigo ni piadoso.
El banco cada vez que voy es más aburrido, por no decir tedioso, siempre es lo mismo, Joe se pone a charlar con el encargado, encuentra a algún amigo y comienza otra plática y así hasta que aparca toda la tarde y el tiempo de los que lo acompañan, Yuuta, mi padre y yo.
El banco es un lugar grande y lleno de mesa con personas que te atienden, en la puerta hay dos guardias de seguridad, de la fuerza especial de la familia Atobe, la cual los contrato para cuidar del banco por la gran cantidad de dinero y joyas que tienen en el, mas de la mitad de todas las cajas fuertes del banco están llenas de cosas de ellos. La luz entra por una ventana muy pequeña con rejas que no dejan que pase ni el aire, las cajas fuertes están en habitaciones al fondo, todas las habitaciones tienen llave y los únicos que poseen llave son los encargados del banco y lo guardias de seguridad.
De nuevo la misma rutina, Joe encontró al padre del chico Oshitari, es un tipo con pelo como azul y usa lentes muy delgados, no pasaron ni cinco segundos y se pusieron a hablar mientras el encargado del banco hacia las cuentas de las deudas y el dinero que teníamos ahorrados.
Me senté en una banca a ver todo el lugar, gente rica pidiendo resúmenes de cuentas y de sus ahorros, los únicos jóvenes éramos mi hermano Yuuta y yo. De la suerte no traje ninguno de mis libros por lo que no tenia nada que hacer más que ver las horas pasar con un calor muy sofocante en el lugar. Mire a un costado y vi que por la puerta entraba un chico un poco mas grande que y, rubio y con lentes y observaba todo el lugar, de piso a techo.
El chico comenzó a adentrarse en el banco hasta las habitaciones de atrás y se fijo en el marco de las puertas de madera y en las misma, como buscando alguna falla en ellas y luego siguió su camino viendo con detenimiento las paredes, el suelo y hasta el mismo techo ¿para que? No lo se, solo me interese en seguirle. De pronto se paro en seco en la ventana y dio una pequeña y disimulada risa, luego paso un dedo por ello y lo miro fijamente- además de sucias son muy poco seguras- dijo seguro de sus palabras.
-¿Por qué dices eso?- le pregunte intrigado, algo savia el que me estaba comenzando a preguntar por lo que dijo muy seguro de si mismo.
-No nada, es solo es un parecer- dijo llevando sus manos a su espalada.
-No te he visto antes en este pueblo… ¿Cómo te llamas?- pregunte intrigado, estaba vestido muy finamente y por lo visto era muy educado.
-Tezuka, Tezuka Kunimitsu, mucho gusto- dijo mirando el cuadro que colgaba en la pared- este cuadro debe valer como mínimo unos dos mil dolores.
-Si- asentí a su observación- lo compro la familia Atobe, ellos son los mas adinerados del pueblo y todo lo que ellos compran vale millones y se triplica su valor.
-Ya veo- dijo comenzando a caminar a la salida.
-Fuji- dije para pararlo.
-¿Qué?- pregunto algo sorprendido por lo que dije, lo tomo desprevenido.
-Tu me dijiste tu nombre, lo mas cortes es que te de el mió- le dije sonriente, esperaba encontrarlo algún otro día- Fuji Syusuke.
-Un gusto- dijo tomándome la mano y luego se fue tan misteriosamente como vino.
La noche llego bastante rápido, como siempre los últimos en irse fuimos Joe y nosotros, gracias al mal habito de Joe de hablar y hacer todo sin importarle que su familia este cerca o no, eso es lo que mas detesto de el, aunque también así lo es su actitud violenta.
Estábamos saliendo cuando vi unas sobras en un callejón aledaño al banco, me acerque sin percatarme que Yuuta me seguía y vi ante mis ojos al Tezuka con otros siente chicos, todos vestían con lo que parecían harapos, hasta Kunimitsu, pero tenían una espada con un imponente filo a la vista en el lado izquierdo de su cinturones. Estaban poniendo varios barriles de un color negro de los cuales salía un polvillo muy fino y oscuro, el cual hizo una línea larga como de un metro hasta donde estaban ellos. Kunimitsu se alejo bástate y con dos piedras logro encender una chispa la cual encendió la línea de polvillo negro que pronto llego a los barriles y provoco una explosión que derribo una parte pequeña del muro, después de eso los otros siete hombre comenzaron a entrar con unos sacos y salieron con los mismos llenos hasta rebalsarse, Tezuka fue el ultimo en entrar y luego salio con su bolsa llena y el cuadro del que había comentado antes cuando lo conocí y finalmente salieron corriendo hasta el muelle.
Con Yuuta vimos una salida objetiva para nuestras desdichas, era muy evidente que esos hombres y Tezuka eran piratas, por lo tanto teníamos oportunidad de escaparnos, podría viajar por el mundo y buscar un gran amor y lo más importante mi hermano podría olvidarse de los golpes de Joe, podríamos comenzar una nueva vida como piratas, vivir aventuras. Me daba algo de pena por mi padre pero era lo mejor, no soportaba mas a Joe, cada día el trato con nosotros se volvía peor, los golpes en Yuuta eran más fuertes y mortíferos, no soportaría un día mas viendo aquella injusticia, aquellos golpes sangrientos con el cinturón o algún látigo, incluso con sus zapatos. Era lo mejor para Yuuta, como su hermano mayor no podía permitir que algo mas le pasara.
Subimos al barco lo mas silenciosos posibles y nos escabullimos hasta la zona donde tenían la despensa, allí nos escondimos detrás de unos barriles que al parecer tenían fruta y especias diversas que salían por arriba de la tapa. Esa zona era muy extensa y tenía olores muy fuertes a comida, frutas, especias y pescados, todo mezclado, llego a marearnos quince minutos después que nos escondimos allí.
Desperté en una cama, mirando a mí alrededor note que estaba en los camarotes de la tripulación, había cientos de camas allí, ropa tirada, objetos de acero, como copas con vino en ellas y espadas, me recosté de nuevo y note que Yuuta no estaba conmigo. Rápidamente me levante de la cama y comencé a buscarlo preocupado por lo que pasaba, esta desesperado cuando me tocaron el hombre y escuche mi apellido, me di vuelta y vi a Tezuka mirándome- ¿Dónde esta mi hermano?- dije consternado.
-No te preocupes- me dijo suavemente- esta con Yoshirou, el le esta dando un paseo por el barco cuando despertó.
Suspire aliviado, me daba gustó saber que mi hermano estaba bien y haciendo algo útil y no peligroso- menos mal- dije mirando al Kunimitsu- muchas gracias.
-De nada- dijo cruzando los brazos- el olor de la habitación de la despensa es muy fuerte, recomiendo que la próxima vez te ocultes en donde están los tesoros, allí el olor no es tan fuerte ni te marea.
-Gracias, lo tomare en cuenta- le sonreí.
-¿Podrías decirme porque subieron a mi barco?- me pregunto guiándome por el barco.
-Me escape de mis padres, te vi robando, quise aventuras que no estén en mis libros y protección para mi hermano- dije mirándolo a los ojos.
-Ya veo- dijo llevando los brazos a la espalda- la vida de un pirata no es una aventura cualquiera, robamos con estrategia, cambiamos nuestros tesoros por dinero y mas cosas de valor, somos crueles y rápidos ¿crees poder hacer eso?
-Si- dije emocionado- me gusta todo eso.
-Está bien, por el momento te quedaras conmigo, te enseñare lo básico, soy el capitán Tezuka el invencible.
-Muchas gracias- dije sonriente- Yo me llamo Syusuke Fuji, en casa soy el tensai…
-Prodigio he…serás Fuji el Tensai, por cierto tu hermano se puso el Southpaw Killer-dijo sonriendo.
-Muchas gracias por aceptarme, prometo que no te vas a decepcionar nunca- dije sonriendo emocionado.
-Lección uno, nunca te dejes vencer aun cuando las cosas van en tu contra.
Continuara