Miraba aquella transparente ventana, miraba ese atardecer naranja volverse oscuro, muy oscuro como estar cubierto por la nada, y el cielo se cubrió por muchas pequeñas y brillantes estrellas.
Él se hallaba hay sumido en sus pensamientos, profundos pensamientos que nadie sabría, que nadie conocería, porque su silencio era indescifrable, nadie lo podía conocer a la perfección, tenia un dote para hacerse el misterioso con las personas que le rodeaban, todos lo conocían y desconocían al mismo tiempo, incluso sus hermanos no notaban ciertos cambios dentro de él.
Pero había alguien, una única persona que podía ver a través de el como si se tratara de un vidrio transparente. Podía ver a través de el, de su corazón y alma. Ese chico desde la primera vez que lo conoció que fue aproximadamente mas de 6 años había atravesado su barrera absoluta, lo había desafiado y con su propia fuerza lo había encarado, ese chico no nesecitaba de nadie solo de el mismo y de su determinación para superarse, ese chico siempre con una gran sonrisa en sus labios que hacia que cualquier persona triste se volviera feliz con sus palabras de ánimos.
Desde el comienzo le pareció algo ridículo, pero cuando lo conoció a fondo se dio cuenta que ese chico tenia algo especial, algo que lo diferenciaba del resto de personas que había conocido, por ejemplo Naruto, ese niño rubio había desafiado y superado su invisible barrera pero con la ayuda de sus amigos y de entrenamiento que no nesecito perfeccionar porque desde nacimiento ya era bueno. En cambio el primer niño que atravesó su barrera, lo había dado todo en su entrenamiento, no tenia muchos amigos de verdad porque el era un caso ‘especial’.
Le pareció una estupidez, pero ese chico le llamo la atención asta tal punto de que quiso matarlo pero no lo logro y eso hizo desearlo mas desde el fondo de su ser. Poder poseerlo, o por lo menos ser el único que habitara dentro de ese chico.
Gaara paro sus recuerdos y se fue a la refrigeradora de su apartamento, sacando de una caja unas pequeñas fresas, las cuales coloco frente a la ventana de su apartamento. Pero antes de sentarse frente a la ventana como lo había echo antes, tocaron su puerta, atrayendo la atención del pelirrojo quien se encamino a la puerta, hay una chica le entrego un sobre verde oscuro. Tras eso, el chico cerro la puerta tras si, sumiéndose en el profundo silencio y oscuridad de su apartamento.
Se sentó en su balcón, con suma parcimonia se encargo del sobre y leyó con mucho detenimiento la carta, pasado unos cuantos minutos se quedo estático, sus ojos se agrandaron, su respiración se volvió errática, la mano que sostenía la carta se tanbalio dejando caer el manuscrito en el suelo alfombrado. Quieto en su lugar quedo un par de minutos mirando a la nada, pronto con una furia interna agarro una fresa y la mordió con fuerza arrancando el suave fruto de las hojas verdes que la sostenían, ese fue el destino de todas las frutillas del pequeño contenedor.
El pelirrojo suspiro, volvió a ver a la ventana, inconcientemente su mano se posicionó en su entrepierna acariciando ese contorno de su cuerpo lentamente, se mordió los labios y cerro los ojos. Su mente intento hacer una imagen de la persona que lo acariciaba y ahogo un ligero gemido cuando su propia mano se coló en sus pantalones y caricia a su miembro.
Empezó a jadear, la imagen se hacia cada vez mas maciza dentro de el, curvo la espalda ante los pequeños escalofríos que le daba su cuerpo y termino por caerse al piso, giro su cuerpo quedando literalmente besando el piso, sus piernas se abrieron y se pusieron en posición, con ansias reprimidas se quito el pantalón y lo que le seguía, se mordió los labios con el morbo del momento, mientras una mano atendía su erección otra se encargo de penetrarse, haciendo que gaara gimiera el nombre de la persona que ideo que le daba esas caricias intimas.
El ritmo de ambas manos daban un enloquecedor vaivén que enloquecía al pelirrojo, mas aun porque pensaba que él se lo hacia, porque pensaba que Lee estaba con el en ese instante, que le susurraba dulces palabras al oído mientras lo hacia suyo, porque creía sentir el cuerpo de su chico encima suyo llenándolo de lo que el era.
Gaara sintió que el clímax se acercaba eh hizo una presión con los dígitos que lo penetraban para que se sintiera mas, unos cuantos apretones mas por parte de sus muñecas hizo venirse al pelirrojo, su semilla se esparció en su mano y se gimió el nombre de su amado en piro éxtasis.
Pronto perdió el equilibrio y quedo en el piso intentando recuperar su normal respirar, intentando dominar esos ligeros temblores que le hacían recordar lo que había echo anteriormente. De sus labios salía un pequeño hilo de saliva y nuevamente quedo solo dentro de la oscuridad y del silencio. Cerró los ojos y evoco el primer recuerdo de su lindo príncipe azul.
Dentro de sus recuerdos se hallo con lo que le marco la vida, aun podía saborear el aire de aquel entonces cuando decidió probar su poder frente a los estudiantes inútiles de Konoha, claro nadie podía hacerle daño porque a todos lado le seguían 4 grandes guardaespaldas los cuales hacían caso a sus ordenes, nadie podía negarle nada, ni siquiera sus hermanos.
Cuando apareció hay decidió retar a cualquiera que se le encontrara, claro estaba que siempre ganaba porque esos guardaespaldas lo cuidaban como oro en ciudad, ningún niño, adolescente, adulto podía tocarlo, asta que se metió con el niño equivocado, lo reto y este niño solo sonrió y dijo que estaba contento de aceptar esa misión, eso lo encabrono y mando a sus protectores a atacar a ese chiflado que se burlaba de el, pero los protectores fueron burlados por este hábil chico quien se encargo de cada uno, claro no los venció ni noqueo solo los evito y fue de frente al pelirrojo, propiciándole una certera patada que marco su rostro, dejando al pequeño pelirrojo sorprendido, atónito, una gama de emociones lo recorrió como un rayo.
Eso fue lo que admiro de ese chico desde la primera vez que lo conoció, Gaara se sentó, aun estaba echo un asco pero eso ahora no le importaba, extendió su mano y cerca halló una foto, encaro la foto, allí estaba el niño de su vida, que sonreía como siempre, se permitió un ligero palpitar dentro de el, ligeramente y con sumo cariño beso la foto que poseía y nuevamente su mente mira al pasado, cuando su ahora nuevo amigo le confeso que amaba a una niña linda, llamada Sakura Haruno, Gaara a primera vista le pareció de lo mas común esa chica, pero tenia que admitir que si era bonita, de todas maneras en ese entonces el pelirrojo sentía algo por su amigo pelinegro.
No soportaba verlo indeciso sobre hablar con sakura o no, no soportaba verlo sonrojado y que le regalase sonrisas a esa chica, él quería ser el único para Lee, mas aun cuando el pelinegro le dijo que deseaba que lo besasen, hay, hay si tuvo grandes problemas para contenerse y no besarlo desesperadamente, en cambio solo se mordió los labios.
Gaara se separo de la foto y salio en camino a la ducha, una vez dentro encendió la ducha, sintió que las gotas de agua que mojaban su cuerpo eran como pequeñas agujas que lo lastimaban, se abrazo a si mismo junto con la incertidumbre que sintió y empezó a llorar en silencio, volvió a recordar cosas del pasado, su primer beso con él.
Aunque claro no fue del todo correspondido, como amigos que eran no fueron en vano esas estadías del pelirrojo en la casa de Lee, una vez habían concordado en dormir juntos, Gaara se había emocionado mucho, estaría en la misma habitación de su chico, pero por alguna razón no savia porque había un tercer colchón en la habitación, simplemente lo ignoro, cuando llego la hora de dormir, el menor solo se quedo a contemplar a su príncipe dormir.
No puedo contenerse y se acerco lentamente y acaricio los contornos de su rostro, luego sus manos pasaron por el terso cabello azabache el cual era muy sedoso, no puedo soportarlo mas y beso su frente, luego los contornos de su rostro, beso luego las hebras negras, se separo para observarlo detenidamente y con sumo cuidado y con sumo nerviosismo se acerco a los labios de Lee, las respiraciones se sentían, todo concluyo en un pequeño beso que no era mas que un tímido roce de labios, aun no complacido por eso se separo, se relamió los labios y profundizo el beso, se sintió estallar durante un momento
Con su lengua saboreo los labios de su chico eh ingreso muy lentamente intentando no despertarlo, se abrazo a su cuerpo para profundizarlo lo más posible, pronto paso lo inimaginable, Lee correspondió el beso húmedo haciendo que ambas lenguas se correspondieran y se sintieran, Gaara se estremeció pero quería sentir mas así que coloco las manos del pelinegro en su cintura, el mayor al parecer instintivamente acaricio debajo del pijama del pelirrojo, haciendo que este temblara ante el placer.
Cuando creyó que todo iba muy bien sintió que alguien intentaba ingresar a la habitación, Gaara se separo abruptamente de Lee y se dio vuelta tratando de hacerse el dormido, y intentando recuperar su respiración, el pelinegro se removía inquieto en su lugar, pronto lo esperado ocurrió ingreso alguien, pero no lo pudo definir, se prendió la luz de la habitación y esa persona se acerco al colchón de Lee y lo movió un poco llamándolo por su nombre, pronto el ya estaba despierto, el chico X era nadie mas que Neji Hyuuga, un compañero de Lee, el cual se disculpo por la tardanza, pronto su niño una vez despierto dio un gemido de sorpresa y se sintió que se alejo corriendo hacia el baño y dar exclamo de sorpresa, Gaara savia el porque de esas exclamaciones.
Lee suspiro, realmente no esperaba muchas cosas, pero lo que realmente no esperaba era que le ofrecieran un trabajo fuera del país donde había nacido, quería que algún amigo suyo lo detuviera, que le dijera que lo que haría estaba mal, pero ni Naruto-kun ni Sakura-san se habían opuesto, ni su mentor Gai, ni sus compañeros Neji y Tenten, todos lo apoyaron con ello, sintiéndose vació interiormente.
Solo alguien podía detenerlo en ese instante, ese era un pelirrojo que se hacia el desentendido con todo el mundo, pero desde que mando las cartas con la noticia había recibido las llamadas de todos excepto de él. Se mordió lo labio y dio varias vueltas en la cama inquieto, mañana en la mañana se iría de su país para ir a uno que desconocía, podía evitarlo si el deseaba pero nesecitaba que alguien lo apoyase en ese instante.
Extendió su mano al tocador y vio el celular, 1:00am entrecerró los ojos, ningún mensaje de texto ni de voz, volvió a suspirar. Y con el pesar del momento durmió tras unos sollozos de dolor.
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Se levanto tras escuchar el alarma del despertador, salio a darse una ducha rápida, su vuelo saldría dentro de 2 horas pero tenia que estar hay antes, se puso un terno negro, agarro sus maletas y corrió donde se encontraba su celular para esperanzarse si la persona que esperaba le había mandado un mensaje, la respuesta a esto fue: Mensajes:0
Lee cerro los ojos con amargura y se guardo el artefacto en su bolsillo, tomo un taxi y en el transcurso vio con melancolía las calles que recorría.
Una vez llegado al aeropuerto, se encamino entrego sus papeles y se sentó a esperar a que lo llamasen, saco nuevamente su celular y reviso la carpeta de imágenes, extrañaría a sus amigos, las fotos las pasaba con cierta incomodidad y ansias pero se detuvo al ver la foto de un pelirrojo con mirada distante, lloro en silencio y beso la pantalla del celular.
¿Por qué gaara no había llamado? ¿Por qué ni siquiera había dejado un mensaje de texto? ¿A Gaara no le importaba si el se iba o no?
Pensar eso lo hizo sentirse peor, pero no le dio tiempo para hacerlo puesto que una voz familiar lo llamo, mejor dicho muchas voces familiares lo llamaron, cuando giro el rostro, se vio con todos sus amigos, se sintió algo alegre de que todos hayan ido a despedirse, pero entre los que habían ido no estaba el que buscaba.
Inclusive estaban los hermanos del Sabaku pero no había señales del pelirrojo.
Los minutos pasaron con la conversaciones de sus amigos, y aun Lee estaba mas triste pero no lo hacia notar. Pronto en el establecimiento se hizo pronunciación de vuelo del morocho, este se paro con sus maletas y se despidió de todos. Su corazón estaba vació y con la tristeza se dirigió al avión.
Se instalo en el y miro por la ventana del avio al grupo de amigos que siempre lo apoyaron, solo que esta vez, él no estaba…
Gaara corría con todo lo que le daban sus piernas, avía reaccionado a ultimo instante, tenia que detener a Lee con lo que pudiese, atravesó a la gente dentro del aeropuerto y se encontró con las miradas estupefactas de sus compañeros y hermanos, no le dio tiempo en ver que Lee no se hallaba con ellos y su mirada se dirigió al avión, con lo que le daba sus ultimas fuerzas atravesó la seguridad del establecimiento y se dirigió al avión, Gaara grito con todas sus fuerzas el nombre del chico, pero este no lo notaba. El pelirrojo opto por algo mejor, con las sillas electrónicas se dirigió a la ventana de Lee y golpeo con rudeza la ventana, capando la atención del chico, el desesperado pelirrojo se aferro a la ventana mientras que el avión despegaba, el morocho conteniendo sus deseos de bajar del gran vehiculo de sus ojos afloraron gruesas lagrimas mientras este también se aferraba a no dejas ir a Gaara pero todo fue en vano porque el avión despego y no le pudo seguir, solo logro ver las lagrimas del pelirrojo impregnadas en la ventana y ver como se alejaba de su amado mientras gritaba desesperado su nombre y los que estaban dentro del vehiculo veían expectantes la dramática escena.
Gaara quedo varado en la nada, solo viendo como la persona que siempre amo se iba…