Mi nombre es Sasuke Uchiha, tengo treinta y un años y vivo en Tokio, Japón. Siempre he pensado que la vida está llena de instantes en los cuales tienes que tomar decisiones que te cambiaran la vida por completo, y, de eso, yo soy un testigo.
Mi vida durante mis primeros catorce años siempre fue muy tranquila, mi única preocupación era la escuela y solo eso. Nunca fui muy elocuente con mis compañeros de clase ni con mis padres, de hecho era más bien frio y calculador en lo que hacía y nunca me preocupe por mantener una vida social, aunque siendo sincero, invitaciones tanto de chicas y uno que otro chico para salir me sobraban.
Sí, mi vida era tranquila, hasta que lo conocí a él, un lindo rubio de ojos azules recién transferido de una escuela al otro lado de la ciudad, su nombre era Naruto Uzumaki.
Al principio no le preste atención, pero al poco tiempo comencé a hablarle porque… sinceramente no recuerdo, solo le hable y ya. Después de un tiempo nos hicimos amigos y al terminar la secundaria nos hicimos novios. Tal vez, ese fue el primer instante en que todo indicaba que algo malo ocurriría, pero, fue un instante y una decisión que ahora no se pueden borrar.
Era divertido estar con él, pero algo dentro de mi me decía que aquello no podía terminar bien…
” -Sasuke, aaaaaaah – los gemidos de Naruto inundaban la habitación mientras Sasuke estaba dentro de la estrecha cavidad del rubio y lo embestía con fuerza
- más duro aaaaaah-Los ojos de Naruto demostraban total excitación que era expresado entre largos gemidos y suspiros. Sasuke solo podía sentir la estreches asfixiante del rubio mientras este solo le pedía mas y mas.
Luego de unas cuantas envestidas más, con un sonoro y excitante gemido, Naruto se corrió en los vientres de ambos y Sasuke sin poder aguantar mas la estreches se corrió con un suspiro de placer dentro del rubio.
-aaaaaah… te amo Sasuke- dijo Naruto recostándose en la cama mientras acariciaba la mejilla de un agotado azabache.
Sasuke solos se quedo callado, no estaba seguro de lo que acababa de hacer, se suponía que ese era el regalo de cumpleaños número quince de Sasuke para Naruto, pero, sentía que algo no estaba bien…”
Después de eso me distancie de Naruto demasiado, volviéndome de nuevo ese ser frio y calculador que era antes de conocerlo y por alguna razón, Naruto no hizo gran esfuerzo en buscarme…hasta ese día.
“- Hola Sasuke, espero no molestarte pero necesito hablar contigo -Naruto entro a la habitación de Sasuke, pero este apenas y volteo a verlo.
-¿Qué quieres dobe? estoy ocupado-decía mientras escribía en una libreta unas cuantas cosas que parecían ser la tarea del colegio.
- Etto… no sé cómo decirlo, pero…- tomo aire y sin más soltó lo que tenía que decir- ¡estoy esperando un bebé tuyo!-
Sasuke se quedo estático, lo que Naruto dijo lo dejo en shock total, volteo a verlo lentamente y vio que el rubio estaba muy sonrojado por lo que acababa de decir.
Naruto miro a Sasuke expectante mientras este solo desvió la mirada, no quería cruzar sus ojos con los de él.
-N-no sabía que eras f-fértil- comento volviendo su vista a su libreta, acto que Naruto tomo como indiferencia, pero en realidad era solo un excusa para no mirarlo, ya que por dentro Sasuke seguía en shock total.
-Que coincidencia, yo tampoco- dijo Naruto con tono algo dolido por la actitud desinteresada del azabache.
-¿Y qué vas a hacer?-pregunto sin darse cuenta de lo que acababa de decir, seguía en shock interno.
-“vas”- ahora Naruto estaba al borde de las lagrimas, parecía ser que a Sasuke le importaba muy poco ese bebé- no lo sé, esperaba que me ayudaras con eso-
-Y que puedo hacer, solo tengo quince años- susurró.
Naruto le iba a responder pero prefirió quedarse callado e irse de ese lugar, ya que sus lagrimas estaban comenzando a brotar…”
En ese momento no me di cuenta de lo que dije, de lo único que me di cuenta fue de lo que puede pasar por una decisión tomada en un pequeño instante.
Los siguientes días me comporte muy ausente, pensando en lo que Naruto me dijo “un bebé” no podía pensar en otra cosa. Por otro lado, Naruto no se había presentado en la escuela, y escuche que había tenido una discusión con su padre y que lo había corrido de su casa, eso me dejo algo angustiado.
Había conocido al padre de Naruto en una ocasión, era un hombre muy parecido físicamente a su hijo, pero solo en eso, ya que tras la muerte de la madre de Naruto se había hecho algo violento con él, hasta el punto de golpearlo salvajemente, así que no me sorprendía el que lo hubiera corrido al saber que estaba esperando un hijo.
Busque a Naruto en posibles lugares donde podría haber ido tras ser corrido de su casa, y por fin lo encontré en un departamento que era propiedad de unos primos suyos que al verse enterados de la situación se lo prestaron.
“-¿Qué quieres?- pregunto Naruto tras abrirle la puerta y dejar pasar a Sasuke al pequeño departamento
-Quería saber cómo estabas-se encontraba algo nervioso, no sabía bien que le diría al rubio y realmente no creía que este lo fuera a escuchar ya que al parecer se había molestado demasiado la última vez que lo vio
- Estoy bien- permanecieron un momento en silencio y Naruto volvió a hablar- me voy-
-¿Eh? ¿A dónde?-pregunto Sasuke ante aquellas palabras.
-Con mi primo Deidara y su esposo Sasori a Londres, tienen una empresa de arte muy importante y me ofrecieron quedarme con ellos, dijeron que pagaban los gastos del hospital donde naciera el bebé y mis estudios, a cambio de que cuide a su hija cuando salgan por viajes de negocios, Dei-chan siempre me ha consentido supongo que por eso lo hace- termino Naruto sonriendo.
Al escuchar eso, Sasuke sintió una punzada de dolor en el pecho, pero no supo que era realmente.
-¿Y cuando te vas?-
- Mañana temprano, ya me mandaron el boleto de avión-
Nuevamente se quedaron en silencio, Sasuke estaba confundido, no sabía si lo que Naruto le había dicho era algo bueno o malo. La confusión se reflejaba en su rostro y el rubio no tardo en notarlo y se acerco lentamente a él mientras tomaba su mano y la dirigía a su ya un poco abultado vientre.
-¿Sientes? El bebé se mueve por que tu estas aquí- dijo sonriente ante la mirada de un sorprendido azabache- es muy pequeño aun, pero ya se mueve más, vamos toca, no tengas miedo- le animó al ver que Sasuke intentaba retirar un poco la mano.
-No quiero lastimarte- susurró.
-No lo harás- Sasuke acaricio un poco más la pacita de Naruto mientras que la miraba con dulzura y amor.-
¿Cuánto tienes?- preguntó aun con su mano en el vientre del rubio.
- ¿No lo recuerdas?- este negó con la cabeza- cuatro meses y medio-
- no se te nota mucho-Se quedaron así un rato, Sasuke seguía acariciando el vientre de Naruto y este se dedicaba a mirar a Sasuke.
Antes de que Sasuke se fuera Naruto le pidió que se quedara con él, realmente no quería estar solo aquella noche.Sasuke abrazaba a el rubio y acariciaba sus cabellos mientras este se acurrucaba en el pecho del mayor, aferrándose a él como si este fuera a desaparecer.
-Sasuke-
-¿mmm?-
-Te amo…- y dicho esto se quedo dormido.El azabache se quedo pensando en lo dicho por el rubio, “¿Qué me ama? Después de todo el daño que le e ocasionado con todo esto?” se quedo pensando así un buen rato hasta que el sueño lo venció y se quedo dormido.
A la mañana siguiente Naruto se despertó muy temprano pues su vuelo salía a las diez de la mañana y debía de estar en el aeropuerto a más tardar dos horas antes.
-¿quieres que te acompañe?- pregunto el azabache.
-No gracias, estoy bien, puedo ir solo-
Después de que Naruto se fue, Sasuke se dirigió a su casa, pensando en ir al aeropuerto y pedirle a Naruto que se quedara con él y tuvieran al bebé juntos…”
Un pequeño instante me basto para darme cuenta de que lo mejor para Naruto era ir a Londres con su primo, en un pequeño instante decidí dejarlo ir.
Pasaron seis años desde la última vez que vi a Naruto, después de eso me dedique completamente a mis estudios, termine la preparatoria y entre a la universidad en la carrera de pediatría de la cual era el mejor y estaba por graduarme con muchas ofertas de trabajo.
Había pensado un sinnúmero de veces en irme de intercambio a Londres con la vaga esperanza de poder toparme algún día con Naruto y mi hijo “mi hijo…”que bien se oía eso, pero a la vez me aterraba la idea de haberlos dejado ir a ambos, además no sabía como reaccionaría si me viera, si el sabría que yo era su padre o lo que yo le diría.
El bebé de seguro ya tendría seis añitos y no sería tan bebé. De cierta forma fue por el que elegí esta carrera, por que trabajaría con niños y eso me recordaría que tengo un hijo el cual esperaba tenga todo lo necesario para vivir.
Todo iba bien, claro, hasta esa tarde; me dirigía hacia la universidad para recoger algunos papeles que necesitaba, así que tome un atajo cruzando por el parque, jamás me imagine lo que pasaría ahí.
“-jajajaja-
-¡atrápalo!-
-subamos a ese juego-
Sasuke oía a los niños jugando alegres en el parque mientras se dirigía a la universidad, le gustaba ese ambiente, pareciera como si los niños le relajaran, verlos felices, tal como le hubiera gustado hacer a su hijo.
-¡Yuki no corras, te puedes tropesar!- esa voz lo saco de sus pensamientos, eso y alguien chocando contra él, un niño de seguro, por su estatura.
-auch- el pequeño se sobaba la cabeza mientras intentaba levantarse.-
Déjame ayudarte pequeño- dijo Sasuke mientras le extendió la mano al niño que la tomo de inmediato.
-Lo siento señor- se disculpo el pequeño.Sasuke se fijo por primera vez en el aspecto del niño; su cabello era negro y muy suave al parecer, debía tener no más de seis años, pero lo que más llamo su atención fueron sus hermosos ojos azules.
-¡Yuki!, por dios, ya viste lo que pasa si corres, te dije que me es…-
Sasuke se quedo petrificado, al igual que la persona que se encontraba delante de él; debía ser un sueño, era imposible que él estuviera en ese lugar.
-“…Naruto”-
-Yu-yuki, volvamos a casa- dijo suavemente Naruto al pequeño que lo miraba desde hace rato esperando indicaciones de él.
Sasuke seguía de piedra ¿es que acaso ese pequeño era…? “
Fue un corto instante el que me quede sin aliento, para mí fue infinito, no pude hacer nada para detener a Naruto antes y tampoco lo hice en ese momento.
Pasaron los días y yo seguía pensando en ese encuentro, tenía que decidirme rápido, si buscar a Naruto o dejarlo ir por siempre, y eso significaba olvidarme también de mi hijo. Después de pensarlo un poco decidí investigar donde se encontraba viviendo Naruto, no fue fácil, pero logre conseguir la dirección.
Al parecer, Naruto vivía ahora en un departamento en una zona al norte de la ciudad, así que decidí confrontarlo lo más pronto posible. Pero me di cuenta que las sorpresas no terminaron con el niño del parque.
“-¿sí?- Sasuke había ido a buscar al rubio a su departamento, pero al llegar se sorprendió de que la persona que le abrió era un niño, pero no el niño del parque, este era un poco más alto y de cabellos rubios, además de que sus ojos eran de un negro algo intenso.
-¿Quién es, Yui?- pregunto desde el interior Naruto, a quien Sasuke reconoció por la voz
-Mmmm…no se papi- el niño miraba expectante a Sasuke esperando a que se presentara.
-Y-yo busco a Naruto-
-te buscan papi- dijo simplemente el niño entrando nuevamente al departamento y dejando a Sasuke afuera.
Sasuke se quedo pensando un minuto ¿Quiénes eran esos niños? De cierta forma ambos se parecían pero, porque.
-Sasuke-La voz de Naruto llamándole lo saco de su ensimismamiento volteando a ver al rubio.
Naruto seguía igual que siempre, parecía que no había cambiado nada, pero algo en el no le dio buena espina, estaba muy pálido, sin embargo le resto importancia cuando el rubio lo volvió a llamar.
-Supuse que vendrías a buscarme después del encuentro en el parque- Naruto esbozó una sonrisa mientras le permitía el paso al departamento-
Hace tiempo que no te veo, ¿Cuándo regresaste?- pregunto mientras era guiado por Naruto a la sala.
-hace unos días- en el lugar se encontraban los niños jugando con unos muñecos, se veían adorables- Yui, Yuki, el es un amigo de la secundaria, Sasuke Uchiha, Sasuke, ellos son mis hijos, Yui y Yuki- dijo señalando al rubio y al pelinegro respectivamente- ahora niños, vayan a su habitación, que yo me quedare platicando un rato con Sasuke-
-Hai, con permiso, Uchiha-san- dijeron los niños a la vez y se retiraron del lugar.
Una vez se fueron los niños y se quedaron solos, Sasuke comenzó a hablar primero.
-Así que fueron mellizos- dijo el azabache con la mirada perdida.
-si-
-¿Por qué no me contactaste cuando nacieron? Por lo menos para decirme que estaban bien- Sasuke seguía con la mirada perdida y Naruto lo contemplaba con cierto deje de tristeza.
- Porque no quería molestarte- suspiro y luego prosiguió- ¿sabes?, el día que me fui tenia la ligera esperanza de que fueras al aeropuerto y me pidieras que me quedara a tu lado; cuando lo niños nacieron me di cuenta de que de una o de otra forma siempre me recordarían a ti, Yui tiene tus ojo y Yuki prácticamente eres tú en versión chibi solo que con ojos azules-
Naruto seguía hablando de lo que había ocurrido durante eso seis años, Sasuke escuchaba atentamente todo lo que decía pero no comprendía nada, pareciera que Naruto le diera instrucciones de cómo cuidar a los niños.
-Naruto, espera, ¿Qué ocurre?, pareciera como si me fueras a entregarme a los niños o algo- la mirada nerviosa de Sasuke le indico que era el momento de relevarle el por qué de su regreso a Tokio.
-Sasuke, prométeme que pase lo que pase no dejaras solos a los niños…-“
En esos momentos me sentía morir cuando el me relevo que durante el parto el médico le había dicho que realizar la operación para que los mellizos nacieran sería peligroso para el, y sin embargo pidió que prosiguieran.
Al principio no noto nada raro, pero con el tiempo fueron descubriendo una rara enfermedad que le causo esa operación, prácticamente había decidido entre su vida o la de los bebés.
El moría lentamente y los doctores le dijeron que le quedaba poco tiempo, así que quería que los niños me conocieran, en ese momento me odie, si tan solo hubiera estado a su lado tal vez eso no hubiera pasado, si no hubiera sido tan descuidado en el momento en el que tuvimos sexo el no…
El tiempo pasó tan rápido pero a la vez tan agonizante, Yuki me había aceptado poco a poco en la familia y me comenzaba a decir papá, en cambio Yui solo se dirigía a mí por “Sasuke-san” al parecer el era un poco más frio, igual que yo antes de conocer a Naruto.
Pero la felicidad no duro mucho, un día Naruto recayó y se puso muy mal.
“-papi- Yuki se encontraba sentado a un lado de la cama de Naruto, que estaba muy mal, mientras lloraba Yui lo consolaba.
-peques, ¿Por qué no van a jugar a su cuarto y me dejan un momento con su papi?- pidió Naruto a lo que ellos asintieron.-Sasuke, me siento muy mal-
- Estarás bien- trataba de consolar a su rubio-
-cuando me preguntaron los doctores si quería seguir con la cirugía solo tuve unos instantes para pensarlo, sin embargo, jamás me arrepentiré por haber salvado a los pequeños en lugar de salvarme yo- Naruto esbozo una hermosa sonrisa- cuídalos como los cuide yo, y no te desesperes porque Yuki es muy sensible y Yui algo enojón, ambos te quieren, de eso estoy seguro-
-no te preocupes, yo los cuidare- Sasuke sentía que las lagrimas recorrían su rostro.
Naruto lo tomo y lo acerco a si para besarlo lentamente.
-Te amo Sasuke-dijo Naruto cerrando los ojos ya muy cansado.
- Y yo siempre te amare…-
“Dos días después Naruto murió, los niños estaban destrozado, Deidara, su primo me dio una cuenta bancaria para que pudiera pagar los estudios de los niños.
Pasado el tiempo me gradué con honores y tome una excelente oferta de trabajo donde me permitían pasar tiempo suficiente con los niños.
Pero, a pesar de todo, no podía evitar pensar ¿y si en el instante que elegí hacer mío a Naruto me hubiera negado? ¿Y cuando se fue, si yo hubiera impedido eso en el instante que lo pensé impedir sin pensarlo dos veces? ¿Si él no hubiera decidido tener a los niños? ¿Seguiría vivo? Negué con la cabeza “el me mataría solo por pensar eso, además” mire a mis ambos lados, “alguien tiene que controlar esta guerra sin cuartel”
-¡Teme! ¡Te digo que ese pedazo de pizza es mío!- Yuki gritaba como loco a Yui y comenzaba a aventarle pedazos de lechuga.
- Pero yo te lo gane- decía Yui con prepotencia y esquivando la lechuga- d-o-b-e - esto provoco la furia del menor, realmente, a veces desearía que Yui no se pareciera tanto a mí, por lo menos en la parte Uchiha.
Yo simplemente me limitaba a escribir en mi laptop y observar que la situación no se saliera de control, a sus 16 años ellos ya deben saber medir hasta don…
-¡TRAZ!- un pedazo muy grande de lechuga rompió una ventana de la casa.
Muy bien, les daré cinco segundos para que corran, levanto mi vista de la laptop y noto que ya no están y el dichoso pedazo de pizza está intacto sobre las mesa “bueno, que sean quince” pensé tomando la pizza, ya luego me las arreglaría con ellos dos.
Eso es una noche normal en la residencia Uchiha, desde hace tiempo comencé a pensar que los instantes y las decisiones tomadas en ellos son algo que no se puede cambiar, y aunque el fin sea trágico, siempre hay algo al final del camino, aunque sea una luz pequeña que te hará sonreír, y si no me crees, puedes preguntarles a mis hijos que estarán ansiosos de ver esa luz… al final de su largo, largo castigo asignado por una decisión que yo tomare.