Era un día tranquilo en la tienda, pleno invierno y muy difícilmente se veía gente comprando flores, ni siquiera esas tediosas y chillonas mocosas de los colegios cercanos.
No podía ser mas aburrido, pensó Yoji, lanzando un suspiro luego de mirar a su pelirrojo lider.
-Estas bastante aburrido no Yoji?- pregunta Omi con una sonrisa en los labios.
-Eso está mas que claro no crees?- respondió entretenido Ken
-No tienen nada mejor que hacer?- pregunta ya molesto el aludido, tratando de evitar ser el blanco del aburrimiento de sus amigos.
-Parece que estas de mal humor, amigo- le dice Ken con una sonrisa y rodeándole el cuello con el brazo prosigue- será porque no ha entrado ninguna chica?
-O por que Aya- dice mirando al pelirrojo- trata de aparentar que no existimos- continúa divertido Omi.
El aludido sólo hace una mueca y un gruñido de advertencia, sin dejar por ello de arreglar las flores.
-Parece que estas de mal humor, chico de hielo- le dice Yoji mientras se cruza de brazos algo molesto.
-No- responde secamente sin dejar en ningún momento su trabajo
-Ohhh, vamos Aya-kun- replica Omi- es que nada te afecta??
-No sé de que hablas- responde mirándole serio-Bueno… yo….- tartamudea ante la fría mirada del pelirrojo.
-Este…. Ya que nadie viene a comprar voy a salir- avisa Ken tomando del brazo a Omi- Ven Omi, tomémonos la tarde-dice saliendo con Omi a la rastra.
Se habían equivocado de a quién molestar y era mejor escarpar.
Aya los miró serio por un segundo antes de girarse y continuar con lo que estaba haciendo.
-Bueno- escucha decir a Yoji-es mejor que cierre.
-Aún falta- le responde sin mirarlo
-Eso no me importa- repica ya cerrando el local.
-Pues a mí, sí- le responde con tono molesto y el ceño fruncido.
-Aya- le dice en el oído- dime Aya hay algo que pueda sacarte alguna emoción diferente del enfado?
-Corta con tus juegos, Gato- le dice en un siseo y sin mirarle- si no tienes nada que hacer vete a buscar una chica.
-Vamos Aya- le dice sensualmente- se que me has visto…. O por lo menos oído.
-No sé de que hablas- le dice dejando la regadera en el suelo- si no tienes nada mejor que decir, sal de aquí.
-Sabes muy bien de lo que hablo, hombre de hielo- le dice afirmándose sobre su espalda sin dejarlo levantarse- me has oído masturbándome en mi pieza, llamándote cuando mis dedos entran en mí, deseándote… suplicándote…. No sabes cuantas veces deseé que entraras y tomaras su lugar… - le dice mientras presiona su pelvis contra el trasero de Aya- no importa cuanto te mostrara, o como gimiera… nunca entraste- le decía mientras comenzaba a frotarse contra el- Ahhhh- gimió sensualmente en su oído antes de lamerlo- se siente rico.
-Suéltame de una maldita vez- vociferó Aya, tratando de moverse de la posición en que estaba- vete a buscar una mujer.
-Que cruel eres!!!- exclamó haciendo un puchero- lo dices como si no te gustara.
-No sé de que habl…..- no pudo continuar la mano de Yoji se había dirigido a su entrepierna y le acariciaba por sobre el pantalón.
-Sabes muy bien de lo que hablo Aya- le susurra roncamente- pero no quiero que sea así, no soy yo quien entrará, Gato- murmura sensualmente.
Aya siente sus piernas ceder bajo el peso de Yoji, no ha quedado en muy buena posición y no sabe cuanto mas lo soportará.
-Si necesitas consuelo, puedes ir a buscar a quien quieras- escupe furioso- suéltame antes de que no puedas arrepentirte Yoji, ya basta de juegos
-Quien dice que estoy jugando??- le responde abriendo el cierre del pantalón de Aya y colando su mano.
-Yoj….. ah- no puede reprimir su gemido cuando le acaricia directamente- detente….- dice con cierta dificultad.
-Porque no lo entiendes Aya…. Porque no entiendes cuanto te necesito… cuanto te deseo- ronronea al tiempo que una de sus manos desabrocha su cinturón para liberar un poco su aprisionada hombría.
-Basta…- pide ya sin fuerzas-Ámame, Aya…- le pide suavemente mientras se incorpora permitiendo el movimiento del pelirrojo- aún cuando sea una mentira…
-Yoji…- Aya no puede decir más, Yoji lo está besando con fiereza, con desesperación
La mano de Aya desciende suavemente por su torso hasta llegar al miembro del rubio, suavemente sus delgados dedos comienzan a pasearse como si estuviesen simplemente jugando.
-Mmmm- ronronea abrazándolo y apoyando su cabeza en el hombro del menor
-Veo que te gusta mujeriego- le dice Aya con voz divertida
-Como que muj…. Ahhhh, por Kami- jadea cuando Aya pasa bruscamente del jugueteo a las caricias mas profundas.
-Que quieres hacer???- le pregunta sensualmente Aya a su oído.
-Te quiero dentro…. Ahhh….. ya…
-Mmmm, pides mucho muy rápido Gato- le dice mientras su otra mano se dirige a los glúteos de su compañero, masajeándolo.
-No juegues- le recrimina tirando de sus cabellos.
-Bueno… bueno- le dice mientras uno de sus dedos se cuela por la pequeña entrada- veo que estas muy ansioso, es que tus dedos ya no te dan el suficiente placer?
-Mmmmm….no sabía qu…ahhhh…. Que eras tan juguetón….AHHHH- gimotea desesperado al sentir dos dedos más de golpe en su entrada. Aya no le daba un segundo de tregua, la mano en su miembro se entretenía jugando en la cabeza para luego recorrer toda la longitud… ya no podía más
-Te veo intranquilo, chico de las flores- dijo Aya divertido- es que quieres esto??- pregunta inocentemente presionando y rozando las erecciones entre sí.
-Siiiii….. siiii… ahhh- Jadea y se queja- vamos Aya, entra, YA!!!
-MMmmmm- dice deteniendo sus movimientos- pues no… no me apetece- dice seriamente para luego soltarlo y comenzar a darse media vuelta.
-Como???- Yoji no lo puede creer- A no- le dice sujetándolo de los hombros- no te irás así como así- dice haciéndolo caer al suelo para luego ponerse a horcadas sobre el y autopenetrarse bruscamente, provocando el grito de ambos. A
ya ayuda a Yoji con los movimientos hasta que se vuelven acompasados…. Rápidos… violentos… cuando con un grito ronco ambos terminan quedando Aya tendido en el suelo con Yoji sobre el.
-Más te vale- le dice Yoji jadeando- que esto sea mas que solo por ahora.
-Más te vale- le responde Aya de la misma manera- que te des cuenta que con esto terminan tus paseos nocturnos.
-Vale la pena- responde Yoji antes de comenzar a moverse nuevamente.
Aún les queda mucha noche por delante.