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El Principio de lo Inevitable por Atlantica2782

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Notas del fanfic:

Este fic es de Kuroshitsuji (por cierto espero q si algun administrador lee esto por favor ponga la sección porq no sé como solicitarla) y la pareja es Sebastián x Pluto y Sebastian x Ciel, o algo así ^^ es un one shot, los q no conozcan a Pluto, no lo lean o puede caerles spoiler

El Principio de lo Inevitable

 

 

Era una mañana corriente en la Casa Phantomhive, si es que algo de lo que sucediera en dicha casa podía ser denominado como corriente, Sebastián había terminado la mayoría de las tareas habituales de la casa y ahora se disponía a emprender una tarea desagradable…tenía que bañar a Pluto, ese animal, no conseguía que le agradara, y eso que había hecho algún esfuerzo en nombre de la diplomacia y de su “bocchan” …en fin, no se podía evitar, mientras más rápido terminara mejor, salió al patio, se llevó los dedos a los labios y silbó limpiamente…inmediatamente apareció el demoníaco Pluto precedido de un sonido, más parecido al de una estampida que al trote de un perro, y se lanzó sobre Sebastián para restregar el hocico contra él

 

-Basta Pluto ^^ no querrás que me enoje – el perro tomo distancia de inmediato – bien, hoy vamos a darte un baño, ahora siént…

 

Pero no pudo terminar la frase, porque a pesar del apego que le tenía a Sebastián (y el miedo), el pobre perro no pudo evitar ponerse a correr cuando escuchó la palabra “baño”.

 

-Vaya...por eso odio a los perros - dijo Sebastián con el mismo tono de desaprobación alegre que utilizaba cuando alguno de sus “ayudantes” cometía alguna imprudencia. Al segundo siguiente, tomaba al perro por el collar, lo lanzaba por los aires y se disponía a efectuar un “castigo” cuando la tranquila voz de su amo lo interrumpió

 

-Qué haces? Sebastián – dijo Ciel mirándolo desde el camino de grava que daba a la casa, acababa de llegar de la sastrería y lucía un sobretodo nuevo, guantes, su sombrero y un bastón – no te entretengas con el perro, aún hay mucho que hacer

 

-Yes, mi lord ^^ - respondió el mayordomo mientras atrapaba al gigantesco Pluto en el aire y lo mantenía alzado con una mano

 

-Y no lo trates con tanta rudeza – una sonrisa maliciosa apareció en los labios del pequeño, que sabia de la aversión que Sebastián profesaba hacia el animal – es tu mascota, debes tratarlo bien y atender todas sus necesidades, es una orden, entiendes?

 

-..Lo entiendo, amo

 

Sebastián dejó a Pluto en el suelo e hizo una reverencia si bien su semblante mostraba cierto enfado…en cuanto Ciel hubo entrado en la casa, Pluto se apartó unos nueve metros del mayordomo y se acurrucó pensando sin duda que ahora lo castigarían peor que antes; sin embargo lo que sintió fue la mano enguantada de Sebastián sobre su cabeza, acariciándole tiernamente, el enorme perro se transformó en humano al instante, presa de felicidad, y alzó su rostro para lamerle la mano.

 

-Eres toda una molestia – le dijo Sebastián sin dejar de sonreírle, a continuación lo miró pensativo poniéndose el pulgar en la boca – bueno, será más fácil bañarte de ese modo

 

Una vez más, toda la alegría desapareció del rostro del bello muchacho en el que se había convertido y a punto estuvo el perro de emprender la huída por segunda vez cuando Sebastián lo tomó entre sus brazos y lo llevó al interior de la mansión, el albino aprovechó la oportunidad para restregar su rostro contra él como si estar allí fuese lo mejor del mundo; entonces entraron en uno de los lujosos baños de la casa Phantomhive y se escuchó el correr del agua al llenar la bañera, que era enorme.

 

Pluto, a la vista del agua se encaramó aún más sobre su amo y se puso a chillar como loco, Sebastián lo apartó de él, lo tomó por las muñecas y lo puso sobre la bañera ignorando sus pataleos, “Quieto” dijo al tiempo que lo soltaba y Pluto caía al agua con un chapoteo. De inmediato el pobre albino se puso a patalear y a gimotear como si se estuviera ahogando y se sintiera terrible, a pesar de que el agua debía de estar deliciosa y de que apenas le cubría la mitad del cuerpo, su amo cerró los ojos y emitió un suspiro de resignación, evidentemente, aquel perro era idiota, no servía de nada molestarse por ello.

 

- Escucha, no tengo todo el día – le dijo mientras se inclinaba en el borde de la bañera para ponerle el champú para perros…el que el perro ya no fuera un perro, sino un muchacho albino de figura escultural, le tenía sin cuidado; sin embargo este no parecía dispuesto a dejar su berrinche y apenas pudo se aferró al cuello de su amo, un momento después, Sebastián yacía en la bañera junto al perro, con el traje y los cabellos totalmente mojados y cara de querer enviarlo al otro mundo, si no hubiese venido de allí antes; en cambio, el muchacho parecía la mar de feliz de tener compañía y se olvidó de seguir chillando para lanzarse sobre él y lamerle la cara.

 

            Sebastián controló su ira lo mejor que pudo, lo apartó, cogió el champú y derramó un buen chorro sobre él antes de ponerse a frotarlo aquí y allá para limpiarle el cuerpo y el cabello, Pluto parecía muy satisfecho aunque comenzó a ponerse más y más inquieto, lo suficiente para que su fuerza demoníaca se manifestara y lograra acorralar a su amo contra el borde del jacuzzi.

 

-          Pluto deja de…-

 

En aquel momento sus manos tropezaron con algo grande y duro, justo entre sus piernas, y su mascota emitió un gemido casi humano y adelantó las caderas, Sebastián se dio cuenta entonces de porqué el perro se había puesto tan inquieto de pronto y lo miró con arrogante desdén

 

- Así que eso quieres, quieres que sea tu perra? Por eso los odio, los animales como tú son tan vulgares

 

-Arf waa ahh argg – Pluto exhibía ahora una expresión de perrito regañado que hubiera vuelto loco a más de uno, pero no podía evitar moverse para sentir las manos de su amo, le pasó los brazos al cuello gimoteando sobre su hombro y evidentemente cada vez más excitado. Sebastián frunció el ceño y sus ojos emitieron un brillo asesino, el pobre animal hubiera volado por los aires un instante luego si de pronto no hubiera recordado algo…”debes tratarlo bien y atender todas sus necesidades, es una orden, entiendes?”

 

-……Bueno, si no pudiera lidiar con algo como esto, no sería el mayordomo de la casa Phantom

 

 

En aquel momento Meirin pasaba por el pasillo quitando el polvo de los cuadros torpemente y dejando torcido más de uno, cuando escuchó el sonido del agua y un gimoteo detrás de una de las puertas.

 

-Mm? Qué será eso? – se dijo mientras pegaba la oreja a la puerta para escuchar mejor, de pronto captó un pequeño aullido y una serie de sonidos que a veces parecían gruñidos y otras eran casi humanos – Pluto? – abrió la puerta lentamente pero se detuvo paralizada al ver por la rendija- S S Sebastián! -  murmuró enrojeciendo y botando sangre por la nariz y de inmediato se escondió detrás del marco de la puerta para espiar sin que la vieran

 

Sebastián estaba en la misma posición de antes, sentado contra la pared de la bañera, con Pluto sentado sobre sus piernas y los brazos alrededor de su cuello, mientras una de las manos del mayordomo se encargaba de estimularle de una manera que hubiera hecho correrse al mismo diablo; el animal gemía de placer y se aferraba a su cuello arañando la tela de su traje por la espalda cada vez que se movía y le clavaba las uñas, su expresión era sencillamente deliciosa mientras cerraba los ojos con fuerza y dejaba ver los colmillitos todo sonrojado y respirando con dificultad.

 

-Esto es demasiado – pensó Meirin tapándose la boca y tratando de no hacer ruido mientras más y más sangre brotaba de su nariz – por qué? A Sebastián le gusta Pluto? Desde cuando están juntos? – la pobre Meirin se sentía cada vez más desdichada pero no podía evitar seguir mirando, ahora el albino estaba lamiéndole el cuello y la oreja a su amo mientras este cerraba los ojos y se mordía la boca como si estuviera conteniéndose a duras penas (Y probablemente así era y estaba aguantando las ganas de darle una paliza…)

 

-Basta, ni siquiera lo haces bien – lo detuvo el mayordomo apartándolo por el cuello con la otra mano – si te gusta verte como un humano al menos hazlo como se debe – y en ese momento Sebastián juntó bruscamente los labios con los del muchacho haciendo que este abriera los ojos sorprendido y los cerrara nuevamente como alguien que acaba de descubrir que algo es realmente bueno; Meirin ya no pudo soportarlo más y salió corriendo hecha un mar de llanto justo en el momento en que Pluto se corría en las manos de Sebastián, éste, sin inmutarse, lo apartó de inmediato, se lavó las manos a conciencia y luego terminó de lavar al perro, que estaba demasiado cansado y feliz para quejarse.

 

-Me he retrasado – se dijo sacando un reloj de su bolsillo – tendré que darme prisa.

 

Doce minutos después, aquel demonio de mayordomo tocaba puntual la puerta del despacho de su “bocchan”, totalmente seco e impecable, para llevarle el té.

 

 

            Los días siguientes Meirin estuvo más torpe que de costumbre, cosa que a muchos le hubiera parecido imposible de no presenciarlo, Finny fue el primero en darse cuenta y sugerir que tal vez le sucediera algo porque hablaba sola y empañaba sus gafas de tanto moquear, y lo que era más extraño aún, ya no mencionaba para nada a Sebastián; la situación se tornó tan grave el ultimo viernes, cuando Meirin arremetió contra la vajilla en un ataque repentino, que Ciel la llamó a su despacho para hablar con ella a solas y ver que le pasaba…

 

…Así que allí estaba, frente a la puerta del despacho, y seguramente el amo la despediría, bien, tarde o temprano tenía que suceder, ya estaba resignada y cualquier cosa sería mejor que seguir viendo a Sebastián todos los días que por cierto se mostraba mucho más cariñoso con Pluto que antes (o así le parecía a ella) estaba segura de que todo aquello pronto saldría a la luz y entonces…

 

-Piensas entrar? Te oí llegar hace diez minutos – la voz de Ciel interrumpió sus pensamientos y la pobre Meirin entró en la habitación temblando de pies a cabeza y conteniendo la respiración

 

-Bien, me han dicho que últimamente andas algo…susceptible

 

-p pues amo yo…

 

-En resumen, no estás haciendo tu trabajo y te dedicas a llorar por las esquinas – Meirin enrojeció violentamente – no me interesa cual sea la razón, olvídala y vuelve a tus tareas…el mal servicio no es propio de la casa Phantom

 

            En aquel momento, Meirin hizo lo que todo el mundo hubiera esperado que hiciera, estalló en llantos y berridos y comenzó a frotarse los ojos mientras balbuceaba palabras incoherentes, el joven amo abrió muchos los ojos (imaginamos que fueron los dos aunque nunca nos enteramos mucho de cómo van las cosas con el derecho) y cortó su discurso de inmediato, era evidente que no estaba acostumbrado a lidiar con asuntos de ese estilo, y aun estaba decidiendo que hacer cuando logró entender una frase de entre todo lo que Meirin decía: “todo es culpa de Sebastián…”  y bueno, todos sabemos lo mucho que al joven amo le interesaba todo lo relativo a Sebastián, así que ni lo pensó cuando la tomó por la muñeca y la hizo callar de una mirada

 

-De qué estás hablando? Cuéntamelo!

 

            Y claro, Meirin se lo contó…

 

 

            Ya era de noche y Ciel se encontraba en su habitación, sentado en la cama, en cualquier momento vendría Sebastián para ayudarlo a desvestirse, pero Ciel había subido antes de la hora porque necesitaba pensar…claro que las relaciones de Sebastián no eran su problema, el solo tenía que servirle bien y lo demás no le interesaba…y era lógico que, de todos, se interesara por otro demonio igual que él…aunque no fuese muy listo, pero si que era apuesto cuando quería no?... Y desde cuando aquello le importaba a Sebastián? El odiaba a los perros!

 

-Por qué tiene que molestarme tanto?! – explotó de pronto tirando una de las almohadas contra la puerta, donde, para variar, estaba Sebastián para atraparla

 

-Molestarle qué amo? ^^ Solo dé la orden y yo…

 

-Silencio, no quiero hablar ahora

 

-Muy bien ^^ - y Sebastián comenzó a desvestirlo con una de sus eternas sonrisas que parecen burlarse del mundo, sabía que su amo terminaría por hablar, aquello le divertía mucho. En efecto, Sebastián había terminado de quitarle los zapatos y comenzaba a desabrocharle la camisa cuando Ciel rompió el silencio, incapaz de contenerse

 

-Parece que has logrado llevártelas mejor con la mascota, tu aversión por los perros no debía ser tan fuerte…- dijo en tono sarcástico y de oculto reproche

 

-Fueron las órdenes de mi amo, mis sentimientos no importan en lo absoluto – respondió el mayordomo sin dejar de sonreír y mirándolo como si entendiera más de lo que se suponía

 

-Sentimientos bah, acaso tienes sentimientos? Sebastián

 

-Se sorprendería, amo – y la forma en que lo miró hizo sentir incómodo a Ciel

 

-Ya veo, entonces, sientes algo por ese perro demonio

 

-Lo desprecio profundamente amo ^^

 

            Ciel calló en aquel punto mientras desviaba la mirada, visiblemente molesto por no obtener la respuesta que buscaba aunque, y odiaba admitirlo, aliviado en el fondo.

 

-El amo no debería ser tan inseguro – le susurró el mayordomo mientras se inclinaba para desatarle el lazo del parche, de forma que cuando se separó de él pudo ver muy claramente la expresión de sorpresa y el leve sonrojo que apareció en el rostro de su dulce amo

 

-…De qué estás hablando? Cómo sucesor de la casa Phant…

 

-Mis sentimientos hacia el amo son sinceros ^^ - lo interrumpió Sebastián

 

-No te pregunté eso! – atajó Ciel terminando de ponerse colorado

 

-No quiere saber cuales son? Amo ^^ - le dijo sin dejar por un momento aquella expresión segura y satisfecha, Ciel se atragantó, literalmente hablando, y durante los próximos dos minutos, que a él le parecieron siglos, él y Sebastián se miraron a los ojos.

 

-…Dímelos

 

-Es una ordén? Bocchan – aquella sonrisa se ensanchó mientras se acercaba peligrosamente y el corazón del pequeño comenzó a latir a un ritmo más alto de lo normal

 

-..Si

 

            En aquel momento los labios de Sebastián le cortaron la respiración al juntarse con los suyos y, aunque internamente había deseado que sucediera, no estaba preparado para aquello, su primer impulso fue retroceder, pero no pudo moverse un milímetro, aquella aura infernal lo tenía hechizado y antes de darse cuenta había cerrado los ojos y se había abandonado ante el abrazo que el mayordomo había cerrado sobre él, era su primer beso, y no podía comparar…pero estaba seguro de que nadie hubiera podido hacerlo mejor, aquel demonio lo hacía todo bien…demasiado bien

 

            Sebastián comenzó a recostarlo sobre la cama y lo tomó por las manos para mirarlo con satisfacción y una pizca de burla en tributo a su rostro sonrojado, antes de comenzar a zafarle los botones de la camisa

 

-Q-qué haces?!

 

-Mi trabajo, bocchan, tiene que desvestirse y meterse a la cama ^^…a menos que quiera que siga con la demostración

 

-Urusai!

 

-Lo haré, si me lo ordena

 

            Y aquel era el problema, ordenárselo hubiera sido admitir cuanto lo deseaba, aunque…estaba seguro de que ya lo sabía, es que nunca se le escapaba nada?!

 

-…Ahora no – respondió Ciel con la garganta seca, conciente de que dejar el tema abierto para otra ocasión era casi como admitir lo que no quería admitir

 

-^^ Bien – Sebastián terminó de vestirlo para dormir, y a cada roce el pequeño se estremecía sin poder evitarlo – estaré a sus ordenes…bocchan – y al decir aquello se inclinó para besarlo de nuevo por su propia cuenta antes de desaparecer por la puerta.

 

            Ciel se quedó allí, sumido en sus pensamientos, mientras a cada segundo le parecía volver a sentir aquellos labios calidos en su boca…

 

 

            Al otro lado de la puerta, Sebastián sonreía para sí mismo, muy satisfecho por el giro que tomaban las cosas

 

-Es un contrato irrompible…me darás tu alma…no puedes escapar, Ciel…

 

Fin

 

 

Notas finales:

Bueno, he ahí el fic, plis plis, el que sepa como solicitar la nueva sección, que me lo diga, o mejor, que lo haga XD y por supuesto, dejen reviews por fa, que no cuesta nada, con solo dos líneas de crítica o reconocimiento harán feliz a una persona ^^  y yo los haré felices en otra ocasión cuando lea sus fics                                                         

                                                                      Atlantica


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