Titulo: Otra vez
Resumen: Lo había vuelto a hacer. Lo había vuelto a cambiar por placer.
Pareja: Kirito x Kyo
Hay veces en que el sentimiento de vacío, de dejadez... pero principalmente, el sentirse demasiado confiado acerca de tener el control sobre algo te hace realizar cosas estúpidas. Y más, cuando es sobre alguien.
-Adelante.- Kirito sonríe amable.
Puede ser un error, podían caer y eso dolería... pero no le importaba. En ese momento, sólo había un pensamiento en su cabeza: Lo tengo controlado.
-Gracias.- timidez. Jin era tímido.
Besos, caricias, abrazos. Una, dos... tres citas, ¿qué más daba? Tenía seis meses para él solo... claro, a menos que deseara invitar a alguien.
-La pase muy bien.- sonrisa satisfecha. Ojos brillantes, chispeando y, discretamente, coqueteándole. Era un KAT-TUN, después de todo.
-Me alegra... podríamos vernos luego. Te llamare.- se despide.
-Claro, esperare su llamada.- Respeto. Alegría. Ingenuidad. Tenía que ser un Johnny, ¿no?. Raro viniendo de un KAT-TUN, eso sí.
Kirito lo sacó de su apartamento con una sonrisa amable. Nunca lo llamará, pero no se lo dirá. Una mentira no importa. Una más o una menos, que más da.
El teléfono suena, revisa el número y su expresión cambia. Kyo.
-¿Cómo estas?- preguntas, casi tierno.
-Agotado y solo.- los labios de Kyo forman una sonrisa, tentados. -No me acostumbro aún al cambio de horario. El clima es frío.-
-Lo sé, también he ido.- ríes levemente. Del otro lado también ríen.
-Claro.- Kyo cede, divertido.
-Sí mueres congelado, subastare tus DVDs de Star Wars.- bromeas, escuchando un chillido indignado del otro lado. Ríes con más fuerza. Kirito sabe que Kyo ama más esos DVDs que los suyos propios
-Si lo haces... ¡Viviré bajo tu futon!- amenaza el otro. Tú ríes, feliz.
-Viviré con el riesgo. Así me aseguro que siempre estés conmigo.-
-...-
Silencio momentáneo. Palabras demás, bromas que dejan de serlo.
-Yo estaré contigo... - verdades a medias.
-¿Siempre?- preguntas. Tanteando el terreno.
-Siempre... que no me traiciones.- responde.
Sonrisa de lado y una nueva punzada en el pecho.
-Nunca Kyo.-
-Mentiroso.- responde, con un tono malicioso. -Cínico.-
Desconcertado...
-No sé de que hablas, Kyo.- sigues negando.
-Claro.- suspira. -Debo irme, ya debe ser tarde.- te dice con cansancio.
-Sí, descansa... hablaremos mañana, ¿cierto?-
-Claro.- sonríe, y tu corazón sigue punzando.
-Te amo.-
-Kirito, otra vez, cambiaste dinero por placer, ¿cierto?-
-...-
-Yo lo sé. Yo también.-
Kirito no evita reírse, Kyo lo acompaña desde su habitación de hotel ingles.
-Te traeré algo, ahora iré a dormir.- Kyo se despide.
-Ten cuidado con la idiotez.- es tu cariñosa despedida.
Una nueva risa compartida. Se aman... se engañan tan fácilmente, pero... ¿Es un engaño si a ambos les gusta?
*-*-*-*-*-*
Kyo suspira, y sale en busca de Shinya.
-Shinya.- toca la puerta.
Pasa al cuarto, está solo. Se sienta en la cama, y el baterista lo mira fijamente.
-Otra vez...- ni si quiera es necesario que termine, él otro ya sabe a lo que se refiere.
-¿Lo amas?- pregunta Shinya, iniciando una vieja rutina.
-Sí... -
-¿Te ama?- vuelve a preguntar.
-Sí.-
-¿Entonces?-
Kyo sonríe ligero.
-Es demasiado fácil hacerlo. Practico, informal.-
Shinya forma una sonrisa, demasiado acostumbrado.
-Nunca caerás en esto, ¿cierto?- pregunta resignado.
-Nunca Kyo. Prefiero ser tu amigo a ser tu amante.- sonrisa ligera.
Comodidad, siempre hay comodidad cuando están juntos, son amigos, buenos amigos.
-Te trataría bien, serías el único.-
Shinya se ríe de forma escandalosa, Kyo lo mira extrañado.
-Tú no sabes el significado de esa palabra.-
Kyo sonríe, Shinya tiene toda la razón.
*-*-*-*-*-*
Kirito sale del departamento, aburrido, fastidiado. Aún tiene tres meses libres, sin Kyo. Sin nadie.
El clima está extraño. Llueve y él no trae paraguas, se refugia bajo el techo de una tienda, voltea y observa a alguien, sonríe.
-Kohta, creí que saldrías a una cita hoy.- murmura ligeramente divertido, mirando a su hermano menor.
-Onii-san, ah... sí, pero... al final decidí venir solo.- sonrisa de lado.
Kirito corresponde, sabe que él fue un mal ejemplo. Que Kohta sigue sus pasos, esa rutina de amantes interminables.
-Ya veo, estás buscando algo "interesante", ¿cierto?-
-Se puede decir... - Kohta guarda silencio. Mira a su hermano mayor. -¿Tú no deberías estar en casa, esperando una llamada de mi... bueno, de él?- preguntas incomodas.
Kirito sonríe, Kohta devuelve la sonrisa. Cómplices. Son hermanos, los hermanos siempre serán cómplices.
-Entiendo... - Kohta juega con el cierre de su chamarra.
-Si preguntan por mí...- dice, lanzándole su móvil a Kohta.
-No lo sé.- responde, sonriendo.
Kirito se aleja. Esa noche iba a un bar, solo. Ahora sigue caminando al bar, la lluvia paró... pero ahora está buscando compañía.
Y en su mente, siguen resonando aquellas palabras: Lo has vuelto a hacer, cambiaste el dinero por placer.
Sonríe de lado, un chico se le acerca, cuando la luz le da lo suficiente en la cara lo reconoce.
Ruki.
Luce indignado, molesto, y al verlo sonríe de lado.
-¿Compañía otra vez?- pregunta el más chico.
-Tal vez... ¿cuánto estás dispuesto a dar, Ruki-san?-
-Está noche todo.-
Kirito sonríe traviesamente, lo había vuelto a hacer. Cambiaba dinero por placer, incluso cambiaba a Kyo... y, no es que no lo amara, pero estaba demasiado lejos, y él quería divertirse. Además... Kyo seguramente, seguía su ejemplo con los mismos resultados.