Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Dos Palabras por mihll

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Los personajes no me pertenecen y sólo los utilizo a modo de diversión.

Notas del capitulo:

Hola

Hace mucho que hice éste one shot, he decidido compartirlo con ustedes. Espero sea de su agrado.

 

 "Dos Palabras"

Historia basada en "Slam Dunk"

por

mihll

+++ Capitulo Único+++

 

        Hacía mucho rato que estaban uno frente al otro, mirándose, como si estuvieran sumidos en un hechizo de silencio e inmovilidad. El tiempo pasaba sin sentido en esta tarde de verano. El imponente sol que había acariciado con fuerza la tierra se ocultaba en el horizonte dejando una huella de rayos y nubes anaranjados.

Lo que en algún momento le había parecido un sueño imposible, era ahora una realidad. Hanamichi se había enamorado de Kaede Rukawa y viceversa, con el pasar de años largos  en que fueron compañeros de equipo en la preparatoria y en la universidad.

Ambos corazones intentaban descifrar los sentimientos del otro, perdiéndose en lo profundo de sus ojos... , Ambos tenían la ligera sensación de que eran correspondidos, pero necesitaban saberlo; que la boca del otro se abriera y dejara salir aquellas  dos palabras que estaban grabadas en su corazones... nada rompía el mutismo que les embargaba, no movían un músculo y sólo dejaban que la brisa fría marina hiciera de las suyas ondeando sus cabellos con suavidad.

Cuando finalmente Kaede se decidió a hablar, cerró sus ojos para encontrar las palabras que le diría, pensó en soltarle de improviso que lo amaba, pensó en muchas otras cosas más. Estaba decidido a irse al día siguiente a otro rincón del mundo si esta tarde no conseguía la respuesta que venía a buscar. Había citado a Hanamichi en  la duela, en medio de ese parquecito donde tantas veces se encontraron para practicar en conjunto hasta que las fuerzas de sus cuerpos se agotaban y terminaban rendidos... De espalda contra el duro pavimento.

Hanamichi por su parte vio esto como una acción para rendirse, lo interpretó como quiso, y una sombra de desilusión se apoderó de su rostro. Hanamichi se cuestionó a sí mismo. ¡Cómo se le ocurrió siquiera pensar que Kaede podía quererlo de la misma forma como él le quería!

Hanamichi también cerró sus ojos al tiempo que echaba fuera de su boca un leve suspiro-¡que tonto!-murmuró en voz baja. No podía venir a hacerse ilusiones ahora, siempre había sido víctimas de rechazos, que había perdido la cuenta, sólo guardaba en su memoria que el de Haruko había sido la última. Sin quitar sus manos de los bolsillos, giró sobre sus talones. Arrastrando los pies comenzó un lento retiro, con pesadez, como si cargara el mundo sobre sus hombros, pues así lo sentía.

Sonrió con ironía, todos esos rechazos habían sido de chicas, entonces ¿Qué podía esperar de los hombres? ¿Qué podía esperar del zorro? Estaba muy consciente que ése chico  jamás se interesó por nadie. Él, Hanamichi, había sido el fiel testigo en estos largos años transcurridos a su lado. Creer que podía llegar a quererlo a él era una utopía, un sueño romántico sin sentido. No podía venir y decir que esa forma en que le trató era por un interés en su persona, como una muestra de "amor". No,...Había sido amistad, una simple amistad que se logró forjar en años de estar liados por una misma pasión, una amistad que pudo ser después de golpes e insultos que iban y venían...simple amistad, nada más...

Suspiró nuevamente y miró al cielo preguntándose qué vendría ahora, ¿qué sería de él y ése amor que dominaba su ser?, ¿a quién lo dirigiría esta vez?, si es que lograba dirigirlo hacia una nueva persona, lo veía difícil, muy difícil. Este amor era nuevo y único, lo sentía de una forma como nunca lo sintió por otra persona. Era amor verdadero, el amor que se siente cuando se encuentra a la persona ideal. Kaede era el dueño de este amor, desde allí no visualizaba a otro destinatario, porque simplemente creía que no habría nadie más como él...pero Kaede parecía no corresponderle, no pudo ver nada en su mirada, ningún vestigio de sentimientos compartidos, eso le estrujaba el alma de manera dolorosa.

-¡Do´aho!-

-"Sí, soy un Do´ aho"-pensó Hanamichi, creyendo que la ventisca fría lo había murmurado. Si hasta el aire parecía querer burlarse de él.

-Do´aho, ¿adónde crees que vas?

Hanamichi se detuvo, la voz había sonado muy real y autoritaria. Pero no quiso voltear, creyendo que su mente esta vez era quien le quería engañar. Sólo fue consciente de la realidad cuando unos brazos fuertes le rodearon por la espalda. Sintió el pecho de Kaede contra esta, luego su rostro apegarse contra su cuello, su aliento expulsado al respirar contra su piel descubierta...

-Te amo, do´aho-Kaede dijo en un suave murmullo-tenía que decírtelo...no podía dejarte ir hoy sin que lo supieras-

-Zorro...y-yo...-intentó hablar, más las palabras parecieron quedar atoradas en su garganta. Eso había sido inesperado, le tomó por completa sorpresa cuando creyó que todo estaba perdido

-No digas nada...sólo déjame decir lo que siento...te amo Hana, desde hace mucho que te amo-

Los brazos de Kaede se cerraron con más fuerza en torno del cuerpo de Hanamichi sin llegar a sofocarlo. Era un agarre cariñoso en que el moreno quería mostrarle la forma en que quería tocarlo.

Habían sido muchos años, días y noches solitarias en que soñó este instante. Poder decirle "te quiero" sin miedo, poder tenerlo para él como ahora lo tenía. Sueño cumplido, pero que amargamente, distaba mucho de las fantasías de su mente

Hanamichi sentía que el apego de Kaede le provocaba un escalofrío recorría cada vertebra de su espalda. Se volvió lentamente obligando al otro a distanciarse. Hanamichi miró a Kaede a los ojos sintiendo un calorcito que se dispersaba en todo su cuerpo. La mirada de Kaede quemaba, brillaba mostrando por primera vez lo que sentía por dentro.

El convencimiento total de que Kaede le amaba llegó hasta Hanamichi pero en ese mismo instante, él pareció perder toda el habla. Su boca se había abierto para decir lo mismo que él le había dicho, no obstante, ésta se cerró sin emitir un sonido.

-Te amo-repitió Kaede una vez más, con el temblor en sus labios. Con miedo  de no obtener una respuesta

-Yo...-una vez más las palabras se le atravesaron. Si era tan fácil sentir y gritar en su interior que le amaba, ¿Por qué tenía que ser tan difícil traspasarlo en palabras? Era él, Hanamichi, quien siempre tuvo el don de la palabra, era él quien simple hablaba hasta por los codos... ¿Por qué ahora no podía hablar?, si todo lo tenía muy claro...

-Yo-Repitió Hanamichi y bajó la cabeza negándose a sí mismo, a la vez que sonreía. No podía decirlo, ¡por Dios que no podía hablar!-No puedo.

-No puedes-repitió Kaede en voz baja, denotando amargura. Todo esperanza moría aquí y ahora, aplastada por la mayor de las desilusiones.

Entonces también sonrió con tristeza; su corazón dolía como nunca antes.

La brisa, que con el correr del tiempo se hacía más fría con la llegada de la noche, revolvió los cabellos de Hanamichi. Kaede no pudo resistir la tentación de tocarlos con la mano que luego descendió hasta su mejilla, alzó su rostro y le obligó a mirarle.

-No importa- susurró en un suave murmullo-Te amo de todas formas.

Un beso en la frente marcó la despedida.

Por unos momentos, la vista de un Hanamichi quedó fija en la nada. ¿Qué significaba todo esto?,...Su mano viajó hasta tocar el punto en su piel que Kaede le había besado.

-Me ama...y yo...-Se giró tan pronto como pudo hacerlo-¡Impaciente!, ¡Porqué tienes que irte sin darme tiempo de responder claramente!-gritó a todo pulmón, logrando tensar con la fuerza de su voz, cada fibra del moreno que detuvo su andar en seco.

-¡Zorro Idiota!-

-El único idiota...-se giró hacia él-eres tú, Do´aho.

Los ojos de Hanamichi se clavaron en los de Kaede, reuniendo la fuerza suficiente para expresar sus sentimientos.  Al final cerró sus ojos y se acercó lentamente, hasta alcanzar aquellos preciados labios que tomó entre los suyos con pasión y ternura, con amor, con deseo, con todo lo que tenía guardado en su corazón y que era para Kaede, sólo para él.

Al separarse lo hizo de manera lenta, abriendo sus ojos de a pocos y encontrándose con una sonrisa de Kaede, la más bella que sus ojos habían visto. Ahora si tenía valor, sabía que podía decirlo y quería intentarlo una vez más...

-Kaede yo...-

Esta vez un dedo del moreno fue lo que acalló las palabras de Hanamichi.

-No digas nada Hana-musitó Kaede, enfrentando la mirada miel de su pelirrojo-lo sé-dijo y se permitió apegar su frente contra a de él-lo sé, Hanamichi-repitió

Hanamichi desistió de su intento. No hubo más palabras entre ellos, sólo sentían la cálida respiración del otro mezclarse con la suya, como una sola. Eran locos, dos locos enamorados que sonrieron al darse cuenta que hacían.

-También te amo, Kaede-murmuró Hanamichi en un suave susurro

-Lo sé.

Kaede buscó los labios de Hana y devolvió el beso, pero Hanamichi se separó rápido. Un tanto preocupado y dijo:

- Te vas mañana a...-

-¿Irme?, ¿estás loco?-le cortó sonriente-de ninguna forma me iría dejándote solo...no ahora que confirmé que me amabas como yo a ti.

-¿Y desde cuándo me amabas?-curioseó. Kaede sólo se encogió de hombros-¡Zorro!-dijo fingiendo enojo

Kaede no hizo más que volver a besarlo profundamente. Lo amaba desde que lo conoció, por eso nunca hubo nadie más, solo él, "su do´aho"

Hanamichi respondió abrazándolo con fuerza, devolviendo la pasión entregada a él en ese contacto.

-"La vida era una completa ironía·- pensaron al unísono sin saberlo.

Quién lo dijera, fueron dos niños que casi se mataron por una supuesta rivalidad, ahora eran jóvenes que en su ida al encuentro de la madurez, encontraban el amor el uno en el otro.

Su rivalidad de antaño sería leyenda, y ese amor...también lo sería...

 

+++FIN+++

Notas finales: Espero les haya gustado. Hasta pronto. mihll

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).