Estaba todo en calma, ese día su oba-chan se había atrevido a darle una misión de rango D, por Dios si el era el próximo Hokage, el tenia que hacer misión de rango S como mínimo, pero no, la maldita vieja lo había enviado a una misión, a una cochina aldea, donde seguro no se asomaba ni el aire, ah, pero los aldeanos tenían que exagerar y pedir un guardia para que revisara los alrededores, esa era su emociónate misión, además la dichosa aldea estaba a cinco días de camino, pero bueno ya ni quejarse era bueno.
Así fue como un rubio de hermosos ojos azules, piel trigueña y tres graciosas marquitas en cada mejilla que le daban la apariencia de un zorrito, saltaba de árbol en árbol atravesando un espeso bosque, llevaba una cara de enojo que hasta los pobres animalitos se alejaban de su camino.
Pero por otra parte agradecía estar tiempo fuera de la aldea, ya que desde que la había salvado de Akatsuki, todos los aldeanos se desvivan por hacerles saber su gratitud, el hecho de que tuviera a Kyubi dentro ya no les importaba. Por fin había logrado su objetivo de ganarse el respeto de los aldeanos y de sus compañeros shinobis, ahora se podía decir que era feliz, ya no había un grupo de locos que lo seguían, de cierta manera el demonio que residía en su interior se había resignado a no poder destruir Konoha y había recuperado un poco de su cordura, hasta llegar al punto en que Naruto lo dejaba salir de su cuerpo por cierta cantidad de tiempo y paseaba junto a el.
Lo único que aun opacaba su felicidad era no poder haber regresado a Sasuke a su lado, se había enterado de que cumplió uno de sus objetivos, su tan ansiada venganza, así es, había asesinado a Itachi junto con Orochimaru y aun así no había vuelto a la aldea y Naruto se canso de rogarle, se canso de implorarle que volviese.
Por eso decidió dejar su búsqueda, ya no más, no más gastar su tiempo en algo inútil, no más desperdiciar su vida por una causa perdida, tenia verdaderos amigo por quien luchar.
Sakura le había hecho desistir de su promesa, ahora si no había nada que le atara al último Uchiha y ya lo había aceptado, ahora solo tenía un objetivo que cumplir... ser Hokage y tenia el apoyo de todos los de su generación.
Por fin ya estaba en la dichosa aldea, con paso calmado se dirigió a la posada, Tsunade en una acto de caridad le había dicho que si todo estaba en orden tenia quedarse cinco días a fuerza y mandarle el informe por vía aérea (nxs: lease por medio del pajarito que sale en casi todos los capis del anime), después de alquilar una habitación, se dispuso a revisar la aldea y sus alrededores para asegurarse de que ningún peligro la acechara.
Después de asegurarse, que como el lo había predijo... a esa aldea no la volteaban a ver ni las moscas, se regreso a la posada y como castigo a la vieja se quedaría las pequeñas vacaciones, sumado a los cinco días de camino serian diez días más sin el en Konoha; y vaya que aprovecharía estas tan merecidas vacaciones, aunque pensando lo bien esto era un plan con maña, pues desde hace días le habían dicho que necesitaba tomar vacaciones, ahora lo entendía, no existía la dichosa misioncita, ya se las pagarían cuando regresara.
¿Y ahora que hago? - dijo, dejándose caer con las piernas cruzadas, era el cuarto día en la aldea y ya no tenia nada que hacer, había decidido caminar hasta un pequeño lago y descansar, estaba totalmente aburrido, sin darse cuenta se empezó aquedar dormido, cuando de pronto... sintió cuatro poderosos chakras rodeándole.
En el acto se levanto alarmado y con kunai en mano viendo para todas partes, más grande fue su sorpresa al ver que el enemigo ni siquiera se tomaba la molestia de esconderse, su kunai resbalo de su mano al ver de quien se trataba.
Veo que han mejorado tus reflejos, dobe -dijo el dueño de unos ojos negros como la noche, piel albina que contrastaba con el color de su cabello negro azulado, su altura sobrepasaba la del rubio con creces y esa sonrisa de prepotencia que adornaba su rostro.
Sasuke - fue todo lo que dijo el rubito, viéndolo directamente a los ojos y sosteniéndole la mirada, así se quedaron mirando largo rato hasta que el rubio desvió la mirada y se agacho a tomar el kunai que se le había caído.
Como siempre pierdes ante mi usuratonkachi - dijo el moreno burlándose y esperando una respuesta ofensiva pero no recibió nada, ni una mirada del zorrito - ¡¿Que dobe, te comió la lengua el zorro?!
Ante este comentario el rubio lo volteo a mirar desafiante como antaño, con esa fiereza en esos ojos azules, Juugo, Karin y Suiguetsu se sorprendieron de que tan bello ser pudiera demostrar tal valentía y fiereza.
Naruto guardo su arma y sin decir nada más les dio la espalda para empezar a caminar hacia el pueblo, ya era tarde y mañana partiría a Konoha, quería estar descansado para el camino, de repente escucho el filo de un arma rompiendo el aire, ladeo un poco la cabeza y vio un shuriken firmemente clavado en un árbol que estaba un poco delante de el.
Agacho la cabeza y dio un largo suspiro, suponía lo que pasaría a continuación y paso, mierda que si ponía su local como adivino le iría de las mil maravillas, tal como suponía el Uchiha y su orgullo jamás permitirían que se les diera la espalda y ahora estaba ahí frente a el mirándole con furia, el kitsune volvió a suspirar.
¡Podrías moverte Uchiha!, tengo prisa - jamás lo había llamado por su apellido siempre era Sasuke, teme o baka, pero ya no era lo mismo, el teme que conoció se quedo en el valle del fin.
Vaya, vaya así que, ¿por fin te rendiste dobe?, quien lo diría y ¡¿así quieres llegar a hokage?! - El azabache quería sacarle de sus casillas, ver a aquel rubio revoltoso que conoció años atrás -te volví a vencer Naruto, yo volví a ganar.
Te equivocas yo no me rendí, la aldea lo hizo, yo, simplemente te olvide, te deje en el pasado, para mi, tú, no eres mas que un efímero recuerdo de lo que fue una hermosa y extraña amistad, no mas, dices que yo perdí, permíteme corregirte pero no, yo gane, gane mi libertad, mi felicidad, en cambio tú si eres un perdedor, perdiste todo, amigos, familia, hogar todo absolutamente todo, yo tengo un futuro hermoso, el tuyo no creo que lo sea, acéptalo esta vez, tu perdiste Uchiha - dijo el rubio con voz calmada, sabiendo que había dado en lo mas hondo del alma del heredero.
Por su parte el poseedor del sharingan estaba furico, como se atrevía ese a decirle perdedor.
¿No pudiste encontrar una manera más patética de tratar de devolverme a la aldea?, oh, ¿no me digas que viniste hasta aquí por una misión?, si aquí no pasa nada, ¡eres patético Uzumaki! - siseo con veneno el oji-negro.
Jajaja - soltó una risa sincera el rubio - aunque lo dudes Uchiha, no eres el centro del universo, y acertaste estoy aquí por ordenes de la vieja Tsunade, de saber que estabas aquí, créeme que ni me acerco, entiéndelo para mi ya no eres nada, para mi tu eres como una simple hoja que el viento se llevo, acéptalo ya te olvide.
El Uchiha no podía permitir eso, a él nadie lo olvidaba y se lo demostraría en ese instante.
Entonces dobe, te daré una razón para que me recuerdes por siempre - y sin darle tiempo a nada se abalanzo sobre el, tumbándolo al piso y besándole con fiereza, el rubio por su parte había quedado en shock.
En un instante recupero la cordura y golpeo al moreno quien salió despedido, el rubio se levanto en el acto poniéndose en posición de batalla.
¡¿Qué demonios te pasa ahora Uchiha ?!, tanto tiempo con la culebra pedófila te afecto el cerebro... ¿no? - Dijo limpiándose la boca con el dorso de la mano - veo que ni siquiera as mejorado tus besos, hay perdonas que besan mucho mejor que tu.
Ok, eso si había hecho enfurecer al moreno.
¿¡Has besado a alguien más que a mí?! - mas que pregunta, fue una orden.
¡Eso es algo que a ti no te importa, Uchiha! - dijo el rubio con una sonrisa.
Pero el Uchiha desapareció en un instante de su vista, apareció frente a el y junto chakra en las yemas de los dedos para después golpear su estomago y aventarlo a varios metros y volvió a desaparecer, trato de localizarlo, pero fue muy tarde, el moreno ya estaba detrás de el y sin delicadeza lo empujo hasta aprisionarlo contra un árbol, dejando su cara pegada al tronco.
¡Veras todo lo que Orochimaru-sensei me enseño! (nxs: lo mato, pero no le quita lo sensei)- dijo soplando en la oreja del rubio, quien solo atino a estremecerse.
Su...!suéltame! - tartamudeaba el jinchuriki.
¡No!, Naruto -recalco bien su nombre con voz ronca.
De pronto... el de las marquitas sintió unos labios posarse en su cuello y que empezaban a succionar, eso seguro dejaría una marca, sus brazos fueron obligados a abrazar el tronco y sus manos fueron amaradas con una rapidez impresionante, estaba inmovilizado.
Se maldecía a si mismo por ser tan débil y dejarse atrapar por el Uchiha.
Sintió que una mano se colaba por debajo de su camiseta y avanzaba hasta llegar a su vientre i era abrazado con posesividad.
Te voy a enseñar que nadie más debe de tocarte, voy a marcarte como mi propiedad - dijo bajando una mano hasta el miembro del rubio, este dio un respingo.
¡¿Qué demonios?! aleja...- pero una tela fue puesta en su boca para callarle - mfmfmfmf.
Ya veras que te gustara - el rubio sintió algo helado en su espalda y después escucho como su ropa era desgarrada y su espalda quedaba al descubierto, la mano del moreno le recorrió desde la nuca hasta el inicio del pantalón, donde metió dos de sus dedos.
El moreno se acerco haciendo chocar su aliento contra la nuca del rubio, a este le recorrió un escalofrió por todo el cuerpo, sintió los labios en su cuello, para empezar a bajar por toda su espalda cada rincón de piel descubierto era acaparado por los labios del moreno.
Mmm - no pudo reprimir el gemido al sentir la mano de su ex compañero de equipo acariciando su entre pierna por encima de la tela.
¿Lo ves? - con destreza desabrocho la cremallera del pantalón y de un solo jalón los bajo hasta que quedaron a la altura de los tobillos, el rubio abrió enormemente los ojos y trato de empezar a retorcerse, pero el amarre era bastante fuerte y ni siquiera eso le permitía.
Sintió las manos del moreno en sus glúteos y como los separaba con delicadeza, el pánico acudió a él cuando la lengua del moreno empezó a pasarse por sus redondeadas y bien proporcionadas nalgas, para después dirigirse a su entrada, fue ahí cuando todo su ser tembló.
"Mierda se siente tan bien" - pensó contrariado el rubito - mmmmm
El azabache seguía en su labor de dilatar al moreno, ahora no había momentos para preliminares, esto no lo hacia por amor, lo hacia para que ese rubio inútil jamás lo olvidara, cuando acordó que ya estaba lo suficientemente dilatado, se incorporo y se situó detrás de el, poco a poco se fue quitando cada prenda de ropa, cuando ya estuvo totalmente desnudo, se pego totalmente al cuerpo que estaba amarrado, lo tomo de las caderas y sin compasión lo penetro.
¡MMMMM!- fue el único ruido que rompió el silencio del bosque.
El moreno tuvo la consideración de esperar a que aquel apretado orificio se acostumbrara a su miembro.
Cuando considero que era tiempo suficiente empezó a entrar y salir lentamente, dando pequeñas pero firmes embestidas.
Por su parte, el rubio se había tensado sobre manera al sentir la brusca penetración, cuando Sasuke empezó a moverse aun tenia cierta molestia, pero esta iba siendo sustituida por un inmenso placer.
¡Mmm mmm mm mm!- trataba de gemir el rubio pero la mordaza no lo dejaba, el Uchiha al notar esto con una mano la desato.
De..desa...ah...tammme - pidió el rubito, en el acto los hilos de chackra que lo ataban desaparecieron.
El mayor salió del interior del rubio y en un rápido movimiento lo volteo, sin darle tiempo a nada, lo tomo por debajo de los glúteos y lo levanto para volver a penetrarlo con más fuerza.
¡¡Aaaahhhh!! -gimió el rubio ante la nueva intromisión.
Eres tan mm estrecho aa Naruto - hablo esta ves el oji-negro.
Poco a poco el ritmo de las embestidas fue aumentando de velocidad hasta llegar al salvajismo.
¡¡Aha aha aha aha!! - el rubio no podía coordinar sus pensamientos.
Ssss, ¡oh si! - decía el moreno.
¡Ya!, ¡ya no puedo maaas!- y sin poder hacer nada mas se derramo entre ambos vientres, gracias a la presión que ejerció sobre el miembro de Sasuke, este tampoco pudo contenerse y se corrió en su interior.
Poco a poco se fueron dejando caer en el suelo, el moreno aun en el interior del rubio, por primera vez lo miro a la cara y no pudo evitar excitarse de nueva cuenta, ahí estaba, con una capa de sudor cubriendo su cuerpo, su pecho manchado de semen, las mejillas coloradas por el esfuerzo, su respiración agitada y sus ojos entrecerrados, todo eso lo puso a mil de nueva cuenta y sin delicadeza tomo a Naruto por la espalda y lo acosto en el suelo.
El rubio se sorprendió al sentir como era recostado de manera brusca.
¡¿Qué?! ¡aaaahhh! - Sasuke había salido completamente del rubio y dio una fiera embestida para comenzar a embestir de nuevo, con más pasión que antes, volvió a salir del rubio y lo puso en cuatro penetrándolo una y otra vez tocando el punto de placer del menor.
Durante toda esa noche lo tomo de una y mil maneras sin decirle ni la mas mínima oración, a menos que se tratara de palabras obscenas.
La última vez que lo tomo lo tenía de espaldas al suelo y cuando por última vez se corrió en su interior salió por fin y se dejo caer a un lado, sin poder resistir mas se quedo profundamente dormido.
Naruto por su parte aun tenía la suficiente fuerza, gracias a Kyubi, el Uchiha no había podido sellar su chackra, no era lo suficientemente poderoso como para hacerlo.
El rubio se levanto y tomo lo que quedo de su ropa, se acerco al cuerpo dormido y con ternura infinita beso sus labios.
Tienes razón Sasuke-teme, jamás te voy a olvidar, pero me queda la satisfacción de que tú tampoco me podrás olvidar - se quito un fleco de cabello que estaba en la frente y con dificultad se empezó a encaminar a la aldea, hoy tendría que regresar a Konoha.
Ya había amanecido, el Sol le pegaba de lleno en la cara, estaba desnudo podía, sentir la brisa en su cuerpo, abrió los ojos esperando ver al rubio acurrucado a su lado, pero se encontró con que estaba solo, de Naruto ni rastro, ni su ropa, ni su presencia.
Mejor para mi, pensó - y se comenzó a vestir, pero algo estaba mal, no podía sacar de su cabeza la imagen de Naruto, quería hacerlo pero no podía.
Fin.