Busco minúsculas imperfecciones en el cielo raso de mi habitación mientras me pregunto: ¿Cuánto tiempo he estado aquí, incapacitada de poder levantarme de mi cama y enfrentarme al día que ya termina?
Hace mucho rato que dejé atrás la conciencia para entregarme al vacío y a las penumbras que oscurecen mi vida. Siento que no tengo nada y no soy nada.
Cuántas veces he dicho que soy patética, las mismas veces lo has oído de mi boca y me contradices...Siempre lo haces.
Eres especial y única.
Eres la persona que jamás imaginé hallar en este mundo.
No te quiero conmigo pero te necesito tanto como la peor de las drogas que envician hasta la locura...Te necesito para vivir porque si ti no sólo existo
Una noche cualquiera nos encontramos a mitad de una calle, fue hace más de seis meses pero lo recuerdo como si fuera ayer; esa noche me besaste; esa noche pude ver la súplica en tu mirada; esa noche supe quién eras en verdad...Desde esa noche mi vida se volvió un tormento...
Aún me pregunto porqué no evité tu contacto, porqué no dije nada...Si bien sabía que vendría después...
Pero todo tormento desencadenado después de esa noche ha valido la pena porque hasta entonces no sabía lo que era diferenciar un sentimiento de otro. Hasta entonces para mí, la ira, la pena y hasta el amor eran la misma cosa. Sí, una simple cosa que no tenía valor en este mundo. Hoy sé que esas emociones son muy distintas aun cuando estén relacionados el uno con el otro.
Sé ahora qué es el amor, pero saberme enamorada duele tanto que se hace insoportable, porque no te tengo a mi lado cuando al fin me doy cuenta.
Me río de mi misma mientras mi corazón no deja de decirme que fui tonta y que aún lo sigo siendo, por el simple hecho de no poder mover un músculo de mi cuerpo, levantarme e ir por ti cuando más te necesito, más mi mente, esa que busca la razón y la lógica, la parte de mi que siempre está calculando cosas estúpidas, me dice que mi tiempo pasó, que ya no se puede volver atrás, que esa noche perdí y que tal vez tú, en este preciso momento, hayas entregado tu corazón a otra que no soy yo...
Eres una bruja que sólo necesita una mirada y un simple toque para hechizar, y bien que me hechizaste lanzando contra mi cabeza una gran maldición.
Estoy con alguien y tú lo sabes, y a ése alguien temo destruirlo al decirle que ya no lo amo. Pero por más que quiera decirlo no puedo, mis palabras se atascan en mi garganta cada vez que quiero hablar...
¿Te das cuenta cuán tonta soy?
Creo que cuando él venga a verme volveré a intentarlo, más sé que como ayer, anteayer, como hace una semana atrás, un mes, dos meses,... callaré y sólo lo abrazaré, susurrándole al oído que estoy deprimida porque no puedo conseguir algo... ¿qué cosa?...siempre una mentira diferente, objetos sin un valor real, que distan mucho de lo que quiero en realidad. Él entonces me dirá que lo conseguirá para mí, que su amor es tan grande que no hay imposibles cuando de una petición mía se trata. Dice que si yo quiero una estrella, me lo conseguirá con tal de que yo sea feliz.
Sé que él me ama con toda su alma y esa es la razón por la que no quiero dañarlo de esta forma.
Él dice que me ama sin saber cuánto daño me hace con eso.
Él me dice que me ama y yo sólo quiero que se desenamore de mí.
Él dice que me ama pero quiero que seas tú quien me lo diga, que seas tú quien me abrace, bese y toque como él...Te quiero a ti, ya no puedo mentirme más, ya no puedo...
Tú ganaste y no fue hoy, ni ayer...fue aquella noche. Tú ganaste y yo pierdo como la más miserable de las perdedoras si ya elegiste a alguien más. No obstante, así como mi mente calcula posibilidades, y muy a pesar que de que me ha dado pronósticos desfavorables, acaba de decirme que las posibilidades de perder una esperanza, por muy pequeña que sea, es relativamente imposible, y bajo esa esperanza, al fin me levanto de la cama después de haber mirado el techo durante 12 horas seguidas, o quizás más...
Si te hablo y me dices que aún me quieres, dejaré todo para irme contigo, sé que entonces tendré el valor para enfrentarlo, y que pase lo que tenga que pasar...
Si tú aún me quieres, todo puede ser muy distinto...