Una noche oscura, apenas iluminada por la luna caía en aquella ciudad fundada ya hace tiempo, era el año de 1836, innumerables asesinatos y desapariciones se habían efectuado desde hace meses atrás y no encontraba a un posible culpable.En una enorme mansión con ventanales bastante vistosos, se podía ver a un joven de no mas de 19 años, sosteniendo en su mano una elegante copa e vino tinto, sus ropas eran un traje negro con camisa blanca y zapatos negros relucientes, su piel pálida, sus ojos negros afilados que destellaban con un tono rojizo, su pelo igual de negro cayéndole glacialmente un par de mechones en su rostro. Su nombre, Sasuke Uchiha.
-Desde cuando todo comenzó a torcerse? –Miraba la copa de una manera bastante fría- no importa cuanto beba o mate, el dolor nunca se va…
Voltea hacia atrás mirando alrededor de 6 cadáveres esparcidos por la habitación, regresa a la ventana abriéndola, era un 3er piso y sin vacilar se para en el marco y se tira, cayendo elegantemente de pie sobre el pasto de aquel hermoso jardín.
-ya esta todo listo, Sasuke-kun? –se ajusta los lentes, era un hombre un poco mas bajo que el, piel blanca, ojos negros y pelo plateado, le sonreía de manera cínica-
-si –dijo tajante mientras recibía del otro un maletín de cuero que en cuanto lo tomó se marchó.-
Siguió su camino hasta que llegó a una hermosa y gran iglesia, casi una catedral, su estilo gótico la hacia ver amenazante por la noche, casi se podría jurar que las gárgolas de la torre lo observaban con recelo, entró al santuario sin mas preámbulos, se perdió por uno de los pasillos laterales del lugar, subió unas escaleras y en la banca frente a un fino vitral se sentó abriendo el maletín, tenía 10 ampolletas de un liquido rojo oscuro, tomó una y la bebió, miró el vitral frente a el, era una mujer como si fuese un ángel, con largos cabellos rubios, sus ojos cerrados y sus manos juntas en manera de oración.
-me recuerda tanto a ti… -entrecierra los ojos con melancolía-
Las horas pasaron rápidamente, el amanecer se acercaba y el pelinegro se encaminó a una cripta desocupada debajo de la iglesia, “El es un vampiro que huye del sol, no porque le queme, sino porque sus ojos no resisten la intensidad de su luz, hay muchos mitos de ellos, pero no todos son reales”.El día pasó, las campanas de la iglesia sonaban anunciando la última misa, el cielo se cubría de matices anaranjados y rosas. Sasuke contemplaba la comunión de los seguidores desde un balcón, todo pronto terminó y la luna comenzaba a asomarse, la gente salía, el perdiéndose entre ella pudo escuchar el sollozo de un pequeño, volteó al sonido y pudo verlo, un niño de unos 5 años, rubio ojos azules que aparentemente había perdido a su madre, su corazón se aceleró, esos ojos, ese tono de pelo, era igual.
-y si… -caminó entre la multitud hasta llegar a el y justo antes de siquiera tocarlo una de las monjas lo tomó de la mano-
-vamos pequeño –dijo la monja madura de cabellos rubios, le sonrió tiernamente y el niño correspondió dejando de llorar-
Sasuke estaba ahí, pero hubiese parecido que no, ninguno de los 2 lo notó , vio como la monja lo llevaba con el padre, no escuchó muy bien por la distancia, pero al parecer el pequeño era huérfano y lo llevaron a la iglesia para que fuera criado allí ya que al parecer no tenía ningún familiar.Paseo por la cuidad después de escuchar aquello, ese rubiecito lo intrigaba, un hombre con gabardina aparece frente a el, su rostro cubierto por una bufanda, ya que eran los últimos días de otoño y el frío comenzaba a calar.
-hola… sigues trabajando con ese tipo?.. Ya escuché lo que pasó anoche en la mansión Namikaze.
-ya deja de preocuparte por mi –lo mira indiferente-
-claro que me preocupo por ti, sabes porque? –lo mira serio, mientas k Sasuke levanta una de sus cejas intrigado- ayer en aquel lugar dejaste a alguien con vida, dicen que era hijo de uno de los sirvientes, es solo un niño, pero puede haberte visto, y sabes que significa, no?
-como lo sabes? Yo no vi ningún niño..
-quizás se escondió, dicen que lo han llevado a la iglesia, lo viste?
-ese niño! –Da media vuelta y camina a toda velocidad hacia la iglesia, dejando atrás en aquel lugar a su acompañante-
Al llegar y entrar se topa con el padre que lo miró serio, era consiente de que aquel vampiro vivía ahí, pero jamás se supo que el atacara a la gente, sumando que las cruces no lo quemaban al vivir ahí y también el habito que tenía de escuchar siempre la ultima misa, aun que este fuera un peligro, simplemente no pudiera hacer nada, aun que muchas veces dudara que en verdad fuera un vampiro, pero al ver que con el paso de los años no envejecía, claramente le decía que si lo era.
-Sasuke, a donde vas? –dijo el hombre de blancos cabellos, Jiraya-
-nada, solo se me olvidó algo –siguió su paso mas calmado-
-hoy trajeron a un niño, lo viste? –el pelinegro paró- yo se que nunca le haz hecho daño a alguien, o eso quiero pensar…
- “si supiera” –pensó-
-pero no le hagas daño, no te le aparezcas, esta un poco traumatizado y viéndote entre las sobras no le ayudará a que se recupere, al parecer no recuerda nada de su pasado, ni siquiera quien es.
-ah si?... esta bien –sonrió- no me le acercaré. –siguió caminando hasta llegar a su banca preferida enfrente del vitral, al poco tiempo sintió una presencia- quien está ahí? –pregunta calmado-
Detrás de un muro aparece aquel pequeño algo temeroso.
-que pasa? No tengas miedo, que buscas? –Dice en tono amable mientras piensa- “los humanos son solo basura, te arrebataron de mí, los odio, pero este niño… se te parece tanto”
El pequeño dudó un poco pero se acercó.
-anno.. Etto.. –decía tímido y nervioso-
-como te llamas?
-Jiraya-sama me dice Naruto ttebayo –bajó su mirada-
-con que Naruto?.. Ven, siéntate conmigo –palmea un lugar vacío en la banca-
-hai!.. Etto.. Como te llamas?-disculpa, me llamo Sasuke.. –Miraba al vitral-
-y que haces aquí? Ya se fue toda la gente..
-yo vivo aquí.
-así como yo? –lo miró atentamente-
-así como tu.. Bueno Naruto, tengo que irme, te veo mañana, nee?
-pero es muy noche ttebayo!-si, pero no tardaré, anda, vete a dormir
-si, podrías llevarme? Me perdí.. –se jalaba de su pequeña polera avergonzado-
-supongo que no hay problema, sígueme…
Han pasado 12 años desde su llegada y sin querer el pelinegro se encariñó con el, mientras que el rubio era ya un adolescente-adulto y había descubierto que Sasuke no era humano.
-hoola! –Caminaba hacia la salida y se topa con el ojiazul, pero este le pasó de largo- porque me ignoras?
-porque eres un demonio que se burla de dios al vivir en su casa –lo mira con enojo-
-haa.. –suspira- como deseo a veces que regreses a ser aquel niño lindo
-lastima por ti, a veces dudo de que seas realmente un vampiro, de seguro solo eres un fanfarrón
-no me pidas que te lo demuestre o saldrás herido –estira su brazo y con un dedo le acaricia el cuello-
-no me toques!! –de un manotón se lo quita-
-no te preocupes, no me gusta la sangre humana…
-entonces de que te alimentas? –pregunta entre enfadado y curioso-
-es secreto…-baka –se da la media vuelta y regresa a su camino-
-lo que digas dobe.. –se sale de la iglesia- hoy tocará otra vez.. Donde será? –se dijo a si mismo-
-Sasuke-kun.. –lo llama desde un callejón cercano-
-mmn.. –Desaparece en la oscuridad-