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El Verdadero Sabor de la Venganza por libel

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Notas del fanfic:

Espero lo disfruten...

Notas del capitulo:

Es algo lento pero espero que se animen a seguir leyendo, es un poco largo porque explica mas o menos la situacion por la que el prota ira pasando...

 

Un hermoso rubio contemplaba con sumo aburrimiento el jardín de la mansión, a pesar de la oscuridad podía distinguir el intrincado laberinto y en el centro del mismo un kiosco blanco lleno de hermosas rosas rojas, suspiro, ese lugar le traía muchos recuerdos.
En la mansión otra cena de negocios se llevaba a cabo, a la cual para su mala suerte tenía que asistir acompañando a su padre y en esta ocasión a su abuela, bueno la que decía ser su abuela, pero que solo había traído sufrimiento a su vida.

La luna parecía tan triste como él, era tan pálida esa noche dándole al ambiente algo de melancolía, otro suspiro escapo de sus labios; solo penas había acarreado su regreso a Japón, ¿porque mejor no se había quedado allá? Y no tener que pasar por lo mismo todos los días; las horribles reuniones de negocios, incluida la presente, sentándose junto a su padre solo para ser un cero a la izquierdo, las criticas constantes de su abuela a su aspecto, que si su cara era más parecida a la de una chica, si el cabello estaba demasiado largo, demasiado rubio, que ninguna mujer se casaría con él, que era mejor casarlo con un hombre que si reportara algún honor a la familia Suou. Además a todo esto estaba el dolor por la muerte de Haruhi, el desprecio de sus amigos, bueno ahora ex amigos, el odio de Hikaru, pero sobre todo…

-Deberías prestar más atención muchachito insolente- le decía cariñosamente su abuela-ya vamos a pasar al comedor, no tenemos el tiempo de esperarte, engendro- soltó ya dirigiéndose hacia el comedor; esa era otra cosa que no había cambiado tenía 25 años y seguía siendo para su abuela un muchacho o niñato, el error de su padre, pero Noel adulto que ya se consideraba. Con un suspiro enorme Tamaki se dirigió a la cena. El comedor de la familia Suou era bellísimo, digno de una antigua y prestigiosa familia como esta, kilométrico ideal para las 30 personas que ocupaban sus asientos de madera de caoba, ovalado decorado con vaporoso mantel artesanal blanco; ya se encontraba puesta la vajilla de plata, en el centro de la mesa los exquisitos platillos aguardaban a ser degustados por los comensales que ya dispuestos en sus lugares aguardaban solo la presencia del encantador rubio. Los más importantes hombres de negocios de todo Japón le miraban y muchas de esas miradas le desagradaban, sobre todos los que recorrían su cuerpo sin ningún recato y pudor.

-Tamaki, siéntate te esperábamos

-claro padre, lamento el retraso-una sonrisa radiante fue lo que dirigió a todos los presentes, muchos de estos hombres aun con sus esposas al lado, devoraron la sonrisa de Tamaki sin vergüenza, la abuela Suou miro con cierta curiosidad el efecto de su nieto en esos hombres, sonrío para sí, mientras una idea cruzaba por su mente.

-hace tiempo Tamaki-susurro alguien cerca de su oído, sobresaltándolo regreso a ver a la única persona que pudiera importarle en ese lugar.

-Kyouya-sonrío aun mas radiante que antes-me da gusto verte, tienes razón hace tiempo, ¿Cómo has estado?-termino nervioso, se notaba emocionado, Kyouya no le dirigía la palabra desde antes que Tamaki se fuera a E.U.A.

-Bueno trabajando, Tamaki-kun, uno que tiene talento debe aprovecharlo-sonrío despectivo, haciéndole notar a Tamaki que aun no lo perdonaba, que aun no aceptaba su amistad de nuevo, correspondió a su sonrisa con tristeza-pero cambia esa cara que dirán los presentes si no pueden admirar tu belleza-termino burlonamente.

-Arigato Gozaimasu Kyouya-kun-sonrío

-¿Por qué?- perplejo por la sonrisa que le era dirigida

-Bueno, porque sé que tú también la admiras y desearías poseerla pero claro eso nunca sucederá-la mirada petulante que le dirigía no le permitió ver claramente el brillo en los ojos de Ootori-kun.

Tamaki no se imaginaba cuanto le iban a costar esas palabras y lo mucho que desearía no haberlas pronunciado, ya que Kyouya las tomo como un reto, que debía cumplir a toda costa, ya que Tamaki era deseado por muchos y muchas como el mismísimo Ootori-kun sabía. Los días posteriores a la cena todo fue un mar de confusión y miseria.
Eran adultos ahora, desde los días del Host Club al presente habían pasado 8años, todos había hecho lo propio para ser los heredero ideales de sus respectivas familias, por lo mismo las normas exigían un matrimonio para asegurar el nacimiento de un heredero y así seguir la sucesión de sus familias. Tamaki era consciente de esto y por lo tanto debía empezar a buscar prometida o prometido, al fin que había hombres fértiles los cueles le darían el ansiado heredero y vendrían bien a sus gustos; pero aun en estos momentos él solo podía pensar en Kyouya y en cómo años atrás soñaban con estar juntos y el amor que veía en sus ojos ahora era odio, pero aunque lo que más lo extrañaba era que ni su padre ni su abuela lo presionaban al respecto.

Días después cuando ya faltaba un mes para la fecha en que se realizaban las peticiones de los compromisos matrimoniales, Suou-sama enfermo, en realidad como se entero Tamaki después según el informe médico su padre tenía mucho tiempo enfermo y no tardaría muchos meses con vida, por lo que casarse y conseguir un heredero era prioridad, pero por el momento debía esperar a que su padre se recuperara un poco, aunque la abuela Suou parecía despreocupada al respecto.

Durante la estancia de Suou-sama en el hospital le llegaron noticas de los compromisos matrimoniales efectuados; Mori y Honey se habían comprometido, se alegro por ellos aunque estos ya no le dirigieran la palabra. Hikaru seguía sin hablarle, se acordaba perfectamente que cuando trato de hablar con él para explicarle lo sucedido y pedirle perdón, él le dejo claro que no deseaba su presencia en este mundo, la última vez que se habían visto era en el funeral de Haruhi.

El mes paso rápido y Suou-sama lucia ya recuperado del ataque de su enfermedad, fue uno de estos días que Kyouya se presento en la mansión. Secretamente Tamaki esperaba que su visita fuera para él, pero se llevo una gran decepción al comprobar que era una visita para su padre, seguramente por lo de su enfermedad. Se encerraron en el estudio y tardaron horas, posteriormente la abuela Suou también fue requerida y una hora más tarde el padre de Kyouya llegó. Tamaki lo vio pasar delante mientras el bajaba de las escaleras, Ootori-sama le dirigió una mirada desagradable como quien codicia algo y sabe que va a obtenerlo.

Mucho rato después Kyouya salió del estudio para buscar a Tamaki.

Lo encontró frente al piano, se detuvo observándole siempre había admirado a Tamaki por esa capacidad de transmitir con la música, cuando tocaba lo transportaba a otro mundo, lo hacía soñar, un recuerdo se hizo presente en su mente  y toda la admiración se torno en rabia, Tamaki era un vendedor de sueños e ilusiones pero solo eso nada más y debía recordarlo. –Tamaki quieres acompañarme, te requerimos- la melodía quedo inconclusa lentamente se retiro del piano, Kyouya lo esperaba en la puerta, busco sus ojos esos que podía leer también, pero solo encontró vacio, desprecio, rehuyó su mirada, era mejor dejar de ver esos sentimientos que tanto le herían.
Procuro salir lo mas a prisa posible de la habitación, fue Kyouya quien lo retuvo al colocar su mano en el arco de la puerta impidiéndole salir, Tamaki lo miro desconcertado –Esas manos son admirables-dijo tomándolas entre sus manos –lo más valioso que tienes Tamaki –acaricio suavemente el dorso de una de ellas- me pregunto si servirán para algo mas-termino mirándolo lascivamente, para Tamaki fue como una bofetada, acostumbrado a ver esa mirada detestable en los hombres de negocio que conocía, se sintió rebajado por la persona que amaba.

-Creía que me llamaban Ootori-kun- dijo tratando de soltar sus manos del agarre de Kyouya-además pensé que siempre seguías las normas.

-Ahora soy Ootori-kun, antes era Kyouya, okasan  o mon amour- sonrio soltándolo por fin, Tamaki sobo sus muñecas a pesar de no haber sido con fuerza lo lastimo un poco.

-Bueno pareces odiarme y no me diriges la palabra si no es necesario, ¿Por qué habría yo de seguirte tratando como mi amigo?

-Creo Tamachan-jalandolo hacia el par acercar sus rostros- que en realidad no me interesa serlo- paso su lengua por sus labios, provocando un sonrojo en Tamaki. Kyouya sabía que su comentario lo habían perturbado, pero era satisfactorio comprobar n su rostro que así era. Lo soltó y paso de largo, mientras el rubio quedaba fijo al suelo sorprendido por su actitud.

-Deberías darte prisa no tenemos todo el día- la burla bailo en sus palabras, mientras desaparecía por la puerta del estudio. Y él solo pudo rumiar el berrinche que en ese momento deseaba hacer.

Al entrar al estudio una sensación de temor lo invadió, presentía algo malo, lo que confirmo al oír a su abuela pedirle amablemente que se sentara, lo cual era seña de un próximo apocalipsis. Vio a los presentes queriendo hacerse  una idea de que hacían ahí, tal vez un negocio que involucrara a ambas familias, lo cual no estaba tan lejos de la realidad, para empezar la disposición de los asientos ya era rara.

El estudio siempre había sido el lugar donde su padre trabajaba, era así desde que él vivía en la segunda mansión Suou, incluso en ella su padre cuando le visitaba usaba el estudio para continuar con los negocios.

Predominando la madera, todo al estilo americano, constaba de un escritorio enorme detrás del cual se encontraba un sillón giratorio impresionante que en estos momentos ocupaba su abuela, lo cual era extraño no solo porque ahí se sentaba su padre usualmente sino porque era el lugar que ocupaba el cabeza de familia y en ese título lo ostentaba su padre que el supiera. Al frente del escritorio se encontraban 2 sillas de madera forradas en cuero negro ocupadas por su padre y el padre de Kyouya, al lado del escritorio y próximo a este un sofá era donde tranquilamente le esperaba Kyouya.

-Tranquilo no muerdo- comento este mientras tomaba asiento, lo miro con incomodidad.

-Tamaki-comenzó su abuela, ¿de cuándo acá, soy Tamaki? Pensó este- se te ha requerido para informarte que en breve se dará el anuncio de tu compromiso con Ootori-kun-Tamaki solo escucho algo de un anuncio pero lo demás era estática, y no creía haber escuchado bien, seguramente no.
-disculpa, creo que no la escuche bien Obausan- perplejidad en su voz.

-Insolente, será anunciado el futuro enlace de nuestras familias. He recibido una petición formal para un compromiso matrimonial de parte de la familia Ootori y la he aceptado- Tamaki tenía la boca abierta debido a la incredulidad, fue Kyouya quien se la cerró, poso su vista en él quien le sonreía cínicamente.

-Eso no es posible obausan, en primer lugar solo la cabeza de familia puede determinar esos compromisos, en segundo lugar solo se le impone el compromiso a las mujeres y los varones fértiles y este no es el caso y  en tercer lugar y más importante yo no deseo casarme con Ootori-Kun.

-Creo que no comprendes no te lo estoy pidiendo esto es una orden-dijo la abuela con los puños apretados por el coraje que su nieto le hacía pasar al negarse de esa forma frente a los Ootori.

-Otousan quieres explicarme-  Miro con ansias a su padre en espera de una respuesta.

-Tamaki debes hacerle caso a tu abuela, el compromiso es una realidad- la cara de Tamaki fue un poema al oír a su padre pronunciando lo siguiente- además es a ella a quien le corresponde ahora estas decisiones.

-¡Qué! ¿Cómo? Explícate Otousan ¿Qué es todo esto?-

-No hay nada que explicar Tamaki-Kun

-Kyouya esto no te atañe- la desesperación lo invadía como era posible que su abuela estuviera permitiendo esto, bueno no era de extrañarse lo pensó mejor.

-claro que si, acaso no es nuestra boda de lo que estamos hablando-sonreía, mientras él quería partirle la cara.

-Obausan tú no puedes hacerme esto, no tienes derecho-

-Basta ya Tamaki guarda silencio- por la cara de Tamaki pasaron muchas emociones instalándose en la ira-¿Cómo te atreves a insultar de esta manera a los Ootori?

-No-la sorpresa invadió a su abuela- no lo voy a hacer, no lo voy a permitir, mi padre tal vez sea un títere que has movido siempre a tu antojo, pero yo no lo soy.

-Tamaki cállate

-No, no voy a callarme-lagrimas de rabia en sus ojos, su tez enrojecida producto del intenso coraje que lo invadía.

-Tamaki-kun no es el modo de hablar a tus mayores, menos a tu abuela que es la cabeza de esta familia.

-Eso no es cierto, Otousan es el dirigente de esta familia y Ootori-sama le respeto muchísimo pero me permito recordarle que Kyouya-kun es su hijo no yo- no lo sintió venir cuando la mano de su padre lo abofeteo, las lagrimas antes contenidas se derramaron por sus mejillas. Salió corriendo de ahí dando un portazo al salir.

-Tamaki espera- Yuzuru-sama lucia desesperado, aun convaleciente el esfuerzo de parar a Tamaki le había provocado nuevamente un leve sofocamiento, la abuela de Tamaki socorrió a su hijo, mirando apenada a los Ootori.

-Permítame Suou-sama, hablaré con él.

Notas finales:

Espero haya sido de su agrado, actualizare pronto, se agradecen rewvies...

Un beso bye...


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