Los Dictados del Corazon por anniiee

Diario del día                                           Londres

EL GRAN ESCRITOR YUKI EIRI OPINA SOBRE LAS CANCIONES DEL NUEVO CANTANTE SOLISTA SHINDOU SHUICHI:

Creo que sus canciones no tienen sentido alguno, esperemos que en un futuro mejore porque no creo que en este momento triunfe, es una lastima, hay chicos que creo lo harían mejor

Dos días después

Diario del día                                           Londres

LA CARRERA COMO SOLISTA DE SHINDOU SHUICHI CAE DESPUES DEL DURO COMENTARIO DEL ESCRITOR YUKI EIRI

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8 años después

  -          Shuichi, ven a sentarte a mi lado – Tohma acerco una silla a la enorme mesa de caoba y el sonrio, agradecido, sabiendo que en aquella fiesta seguramente no conoceria a nadie mas que a los anfitriones Tohma y su mujer Mika.

  Aunque estaba acostumbrado a hablar con extraños en su trabajo como diseñador de interiors, las reuniones sociales eran otra cuestion y siempre le rezaba a su angel de la guarda para que le hechara la mano.Aquella iba a ser una cena muy sofisticada, con todos los invitados de etiqueta, pero el ambiente era informal y la charla y las risas llenaban la espaciosa habitación. Era un alivio estar sentado y no tener que sujetar la copa de vino y el plato a la vez, eso era detestable. Además ya empezaba a sentirse adolorido de los pies.

 -          En caso de que alguien se lo pregunte – empezó a decir Mika, dirigiéndose a los invitados – tenemos a alguien haciendo los honores esta noche, así que no tienen que preguntarme como consigo dar de cenar a treinta personas y cuidar de una niña de dos años al mismo tiempo.

  Shuichi y Mika se miraron con una sonrisa de complicidad. En las pocas ocasiones que había llevado a su hija Yumi con ella a su gran casa durante las tareas de decoración, el trabajo había sido mas difícil. Pero al fin había terminado y estaban en esa cena celebrando el resultado.La silla que estaba a la derecha de Shuichi se encontraba desocupada, de modo que alguien tenia que haber cancelado de ultima hora.Tohma rió.

  - ¿En que proyecto estas trabajando? – le pregunto mientras llenaba su copa - ¿Sigues tan ocupado como siempre? 

 -  Nada tan grande como esta casa – sonrió Shuichi – algunos retoques a una que ya había terminado y algún presupuesto.

  La remodelación de esa casa había costado una fortuna, había sido uno de sus proyectos mas importantes. Mika pareció sentirse aliviada cuando Shuichi tomo la iniciativa para remodelar la gran casa. Desde su primer encuentro se habían caído bien.Cuando la joven camarera empezaba a servir el primer plato se oyó un portazo y Mika soltó su tenedor, fingiéndose indignada

  - Desde luego… los hermanos son los invitados mas desconsiderados. Le dije que no llegara tarde y me prometió que seria bueno.  Todos parecían conocer al recién llegado y hubo ruido en general de bienvenida, pero el hombre fue directo hacia Mika y le dio un abrazo de oso.

  -   Lo siento Mika… Tohma – su profunda voz sonó por toda la habitación – me retuvieron, no fue culpa mía, enserio.

  -  Nunca es culpa tuya ¿Verdad Yuki? – sonrio Mika – ven, siéntate a lado de Shuichi y muéstrate sociable por una vez en tu vida.

  De modo que la silla vacía que había a su lado era para Yuki, pensó Shuichi

  -  Hola, soy Yuki. Y creo que tu eres el chico del momento ¿Shindou Shuichi?

  - No, soy Shu – lo corrigió el sintiendose de repente nervioso. Debía ser porque últimamente no tenia mucha costumbre de ir a fiestas. Por no decir que ya había bebido dos copas de vino con el estomago vació. Y seguramente por eso le tembló un poco la mano al tomar su copa.

  Yuki, era un hombre alto, Shuichi lo miro con curiosidad. De modo que aquel era el hermano de Mika. No había ningún parecido entre ellos… Mika nunca lo había mencionado. Tenia el cabello rubio con un peinado rebelde amenazando con tapar sus bien definidas cejas. Cuando lo miro, Shuichi se puso colorado, sus ojos amatistas chocaron con la dorada mirada de aquel hombre.

  - He oído hablar mucho de ti. Mi hermana parece tu Relaciones Publicas – Yuki abrió su servilleta y la coloco sobre sus piernas – por lo que me ah dicho, te has hecho cargo de todo – tenia una sonrisa de dientes muy blancos y pálida piel, pero a Shuichi le costo trabajo devolverle la sonrisa.

  Había algo en la actitud de ese hombre que resultaba superior, una cualidad que a el no le gustaba nada. Aparecer tan tarde, cuando los invitados ya estaban a punto de comenzar a cenar, era imperdonable. Y entrar dando un portazo había sido como un redoble de tambores.Se sentía incomodo a su lado, Yuki tenia una expresión decidida que lo hacia sentirse extraño. Era una pena que fuese el hombre mas guapo de la fiesta. Aunque a el le daba igual 

-          Por nosotros – dijo Yuki antes de tomar un trago.

 Luego se quedo mirando a Shuichi. Estudiando su rostro. Estaba más bien serio, pensó, su cabello rosa y esos ojos amatistas que lo hacían ser tan especial.

  -  ¿Te gustan las reuniones? – le pregunto – yo las odio

  -   Pero si Mika es tu hermana...  

  -  Si, Mika y Tohma son los únicos a los que me alegra ver – Yuki tomo cuchillo y tenedor – y tu te ves muy bien hoy.

  Shuichi lo miro, atónito. Debería de sentirse halagado por el cumplido pero, por alguna razón, no era así. Después de todo, apenas se conocían. Shuichi se encogió en la silla avergonzado, aquel hombre parecía estar desnudándolo mentalmente.Tohma se volvió hacia el con una sonrisa.

  - Espero Yuki no te este molestando. Es un cínico pero no te dejes intimidar.

  Shuichi sonrió  

  -  No creo que yo sea de su gusto. Y no te preocupes, soy perfectamente capaz de cuidar de mi mismo

  -  Seguro que si – Tohma se volvió hacia Yuki - ¿Por qué no has venido con Ella? Mika me dijo que no vendría esta noche

  -  Bueno, ya conoces a Ella. Tiene por costumbre hacerme saber cuando se ah artado de mi compañía. Se ah ido a pasar unos días con Hiro y Suguru porque estaba cansada de Londres. Les pido unas disculpas en su nombre.

  Después de eso ayudados por una buena cena y el mejor vino, la conversación fluyo con facilidad. Aunque Yuki tenia la costumbre de hacer girar la conversación en torno a Shuichi y a su vida sin revelar nada sobre si mismo. Lo único evidente era que adoraba a su hermana y a su sobrina.

  - Siempre eh sido muy protector con Mika – admitió – Es menor que yo, debe de ser por eso. Pero estaba en el instituto cuando nuestros padres murieron inesperadamente, uno después del otro, y fue un momento muy difícil para ella.

  Debían de haber sido una familia muy unida, pensó Shuichi mientras miraba el rostro entristecido de Yuki

  -  Yo todavía tengo a mi padre, por suerte. Y viviendo en nuestra casa de toda la vida

  -  ¿y donde es eso?

  -  En un pueblo pequeñito, esta en el sur de aquí – sonrió Shuichi – Mi madre murió cuando yo tenia diez años y mi padre nunca pudo recuperarse. Yo intente animarlo y me quede en casa durante un tiempo después de terminar los estudios, pero sabia que, si quería encontrar trabajo, tenia que venir a Londres… aquí es donde esta el dinero. Y creo que ah sido lo mejor para los dos. Mi padre ah hecho esfuerzo para rehacer su vida… sale mucho mas que antes. Y como ahora es mas independiente, me siento mas tranquilo. Aunque hablamos por teléfono y voy a visitarlo tantas veces como puedo.

  - ¿Dónde vives y con quien?

  Esa pregunta agarro a Shuichi por sorpresa. Que hombre tan grosero. ¿Seria abogado? ¿Alguien acostumbrado a interrogar gente? Desde luego, era de los que iban al grano

  - En un edificio a las afueras de Londres… y no vivo con nadie

  Se había separado de Ryuchi hace seis meses. Había sido su pareja durante un año y la ruptura seguía doliéndole. Y no quería recordarla

  - Ah, que pena. Deberia de haber alguien para ayudarte a vestirte – dijo Yuki con una sonrisa burlona

  - Soy perfectamente capaz de  hacerlo solo – respondió Shu con la cara completamente colorada.

  Hacer que se avergonzara era algo que a Yuki se le daba bien.

  La cena había terminado y todos los invitados se levantaron de la mesa. Los que no habían visto la casa habían tenido oportunidad de hacerlo. Algunos llevaron a Shuichi aparte para preguntarle donde había conseguido algunas cosas que les agradaban como las cortinas tan originales. Incluso le pidieron que fuera a un par de casas para hacer sugerencias. Mika tenía razón cuando le dijo que muchas personas iban a querer contratarlo. Shu había aprendido mucho sobre la naturaleza humana y lo mas normal era que se echaran para atrás después de saber los precios de los arreglos. En cualquier caso, estaba encantado de contestar sus preguntas.

 En un momento miro alrededor y se dio cuenta de que la habitación había quedado prácticamente desierta y su compañero de mesa no estaba por ninguna parte. Tohma lo había descrito como un cínico y Shuichi imaginaba que no era la clase de hombres que soportaba tonterías fácilmente.

Después de un rato se aparto del pequeño grupo con el que estaba hablando y se acerco al estudio de Tohma que, seguramente, estaría vacío. Necesitaba un descanso. Le faltaba práctica en ese tipo de reuniones, pensó. ¿Por qué no estaba en su casa bajo su sabana tan suavecita?Cerro la puerta del estudio y, sin encender la luz, se acerco al enorme sillón de Tohma frente a la ventana. Pero de repente…

  -          Ah, ¿Tu también querías escapar? Tu perfume te ha delatado, Shuichi. Ven, hay lugar para los dos  Shu se puso nervioso

  -          Lo siento... no sabia… quería estar solo un momento…  

-          La misma idea que yo – Yuki se levanto inmediatamente – Es tu turno. Es el mejor sillón de la casa y yo llevo aquí media hora – dijo jalando a Shu para obligarlo a sentarse

  -          Estoy muerto de cansancio – antes de que Shuichi pudiera apoyarse en el respaldo del sillón sintió las manos de Yuki masajeando su espalda – Que maravilla – dijo dejando que le siguiera dando el masaje durante unos minutos, sentía sus largos dedos sobre su espalda y se sentía muy bien. – ¡Hay! – Shu dejo escapar un grito de dolor al sentir que Yuki presionaba con fuerza un lugar de su espalda  

  -          Discúlpame ¿Te hice daño?

  -          No, no, la verdad me resulta muy agradable

  De repente el dejo de hacer lo que estaba haciendo y se levanto para mirar por la ventana con las manos en los bolsillos  

-          Le envidio esta casa a mi hermana, es un sitio perfecto para tener una familia

  Shuichi lo miro, preguntándose que clase de mujer era su esposa. Por el comentario que había hecho Tohma antes, Ella debía de ser una mujer de carácter.

De repente se abrió la puerta y Tohma entro en el estudio.  

-          ¡Eiri! Aquí estas. Me preguntaba donde demonios te habías metido – entonces se fijo en Shuichi – Ah, Shuichi. Espero que Yuki haya cuidado de ti. Vamos, están sirviendo el coñac…

  Pero Shuichi estaba perplejo, incapaz de moverse. ¿Cómo había llamado a su cuñado? ¿Eiri? ¿Era el Yuki Eiri que odiaba recordar? Sus pensamientos explotaban en su cabeza como fuegos artificiales uno tras otro.Si… ahora por fin reconocía el rostro de Yuki; un rostro que aparecía en su columna del periódico.

Era Yuki Eiri, famoso escritor y critico, cuya madre antes que el había sido una autora de biografías y novelas históricas.

Shuichi se preguntaba como iba a poder soportar el resto de la velada. En un segundo todo había cambiado… a peor. Y su único pensamiento era salir de allí.