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Bacanal por Medora

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Kyaaaaaaaaaa hola este es mi segundo fic, espero que lo lean y ya sabes la letanía ni la serie ni los personajes son míos (que más quisiera), y esto no lo hago con fin de lucrar, sino de combatir a la flojera y espantar el aburrimiento ajeno.
Déjenme sus opiniones si les gustó y sino, también.
Cuídense.
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Otro día "normal" en la guarida de los preciosos gatitos, o al menos eso parecía, ya que Youji Kudou, estaba aún en el reino de Morfeo, a pesar de que eran más de las 12:00 pasado meridiano. Y pensando en que ya era suficiente de sueño de belleza, Aya mandó al pequeño Omi a ver que pasaba con el de ojos verdes.
En cuanto a Omi muy obediente se dirigió a la habitación del bello gato durmiente y cuando estaba más que dispuesto a tocar para entrar escuchó algo que en definitiva pensó no era normal, eran gimoteos. Ni tardo ni perezoso y pensando lo peor abrió la puerta sin tocar y... no se encontró a Kudou herido, ni entablando una lucha... él estaba ... estaba... jadeando, aún dormido y con una ¡erección!. No había duda de que tenía todos los síntomas pertenecientes a un sueño húmedo, pero ese no era el problema, sino que estaba medio cubierto con la sábana y bajo ella el castaño no traía nada de nada. Esa era la cosa, que Youji por muy borracho y cansado que estuviese siempre encontraba la forma de desvestirse para dormir... pero ¡vaya manera de descubrirlo!; el pequeño gato no sabía que hacer y por si eso no fuera suficiente el soñador gimoteaba un nombre, uno muy conocido por él.
-Así.. así.. oh Aya-kun.. eres tan delicioso- decía entre sueños- Sigue, no te detengas- seguía diciendo sin importarle el testigo que lo veía incrédulo, sin tener la menor idea que hacer, más que continuar viendo, ¡se encontraba congelado de la impresión!.
Que maravilla era tener al pelirrojo entre sus garritas y ahora que era suyo no lo dejaría ir. Se encontró pensando la ya bien conocida fórmula "si es un sueño que nadie me despierte";pero la vida no es lo que se dice justa y eso que menos quería fue lo que sucedió. Una suave voz se distinguía entre los gemidos placenteros del abisinio... ¡imposible!,se trataba de... ¡¿Omi?!.
-Youji, Youji-kun- decía Omi muy quedo, sin atreverse a tocarlo, por la pena, misma que hizo que olvidara el pequeñísimo detalle de cerrar la puerta.

¡Diablos! era solo un sueño. Aun renuente se despertó. Al intentar desperezarse sacudiéndose es cabello, lo primero que vio fue su cuerpo descubierto, desnudo, con la aún erección; aunque alguien estaba allí, lentamente y repitiendo "esto no esta pasando" mentalmente, se dispuso a ver a la otra persona y pues se encontró con Omi. ¿Qué podía hacer?, ¿negarlo?,¿ignorar el hecho?, pero como diablos lo iba a hacer. Y si Omi lo escuchó jadear el nombre de... ¡NO!, eso no, por favor. Para colmo de males su miembro no parecía querer ayudar, pues aún con susto y todo seguía tan firme y rebozante de energía.
La esperanza de Kudou de que el chico no supiese nada se desvaneció al encararlo y encontrar en su rostro una malévola sonrisa. Definitivamente Bombay lo sabía todo.

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No me termina de convencer así que si quieren más díganme ¿si?

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