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Efectos y Causas de una Gordura por may_tsunade8

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Notas del fanfic:

Declaimer: The GazettE no me pertenece, sino que tomo prestadas sus vidas para jugar un rato en forma sana n.n

Efectos y causas de una gordura.

 

La noche oscurecía la ciudad y como la luna, los edificios hacían de estrellas que iluminaban la gran ciudad, que bajo la espesura de la sombra, cualquier tema inmerso en ello se escondía…

Una bella noche intima…

 

Los besos se esparcían, se repartían...

Las manos se encontraban, jugaban y brindaban placer ante cada caricia recibida… 

Las miradas jugaban con la infinidad de brillos en sus ojos, de quien más intensos o embelezados del más puro placer se encontraban….

Y al igual que todo aquello, no solo sus cuerpos se unían y formaban uno, sino que también la plenitud de sus almas, correspondiendo hermosos sentimientos de por medio…

¿Qué más se necesitaba?

 

Siendo sinceros, algo de confianza y una pizca de seguridad, pero no lo que corresponde al otro, sino a uno mismo.

 

-No me-me toques. Quiero…dormir.

 

El cuerpo a su lado se voltio de inmediato, se arropo hasta la cabeza con las sabanas y antes de cumplir aquella pensada fantasía, para después al otro día sentirse pleno… parecía que hoy no se vería cumplida su necesidad que debería brindarle su pareja.

 

-Taka…

 

Murmuro nuevamente inmerso en sus pensamientos, recordando la noche pasada, que como otras anteriores, el vocalista de la banda había rehuido de sus cariños, abrazos y besos…

¿Pensaría en dejarlo? –Pensó con temor, mirando nuevamente su bajo en mano, aunque la verdad no lo hacía, ya que era una simple reacción de su cuerpo. Cosas extrañas e inexplicables hasta para el propio dueño.

 

-¿Reita, ocurre algo?

 

-¿Eh?... Ahh, ¿Qué pasa Aoi? –Hizo el amago de sonreír, aunque algo estupido, al ver los ojos del moreno puestos en él, como indagando en su aspecto y que lo delatara. -¿Aoi?

 

-¿Seguro? –Inquirió el moreno, dejando de estar en cuclillas al lado del bajista para observarlo desde arriba, con ceja alzada. –Sabes que puedes confiar en mi ¿ok?

 

-Claro, no hay problema. –Rió y paso despreocupadamente su mano hacia atrás de su nuca, sin tener en cuenta que el moreno lo conocía como la palma de su mano, como para entender ante sus delatadoras acciones, que él mentía.

 

-Eso espero, eres mi amigo… -comento, sentándose en el sillón junto a él, para pescar su guitarra, (ya que estaban en grabación y ellos aun no les tocaba su turno, pudiéndose apreciar al vocalista al otro lado de la sala, con audífonos y micrófono en mano.) – y si son problemas, con tu ya sabes quien… - haciendo una seña con cabeza, apuntando al vocal al otro lado – es mejor que lo hablen, sea cual sea el problema.

 

Pero antes de que Reita lograra decir algo más, se les unió a la conversa el segundo en guitarra, abrazando a Yuu por detrás del sillón.

 

-Si, escúchalo, por algo es el más viejo jeje… -Ante ello, Reita ríe -Has caso de Papá Yuu~ 

 

-¡Ya deja!-Exclamo entre molesto y divertido, por las cosquillas que le daba el castaño- ¡No recuerdo que te quejaras cuando andabas conmigo!

 

-¡Pero ya no lo estoy! –Profundizando su acción, dejando sin aire casi al guitarrista con tanta cosquilla. –Ahora yo tengo una ardilla~

 

-Dejen eso chicos o mami Kai los regañara. –Se unió a la diversión el rubio, olvidando un poco y ayudando a Yuu de las manos del primero en guitarra.-¡Shima déjalo, que capaz le de algo!

 

-Es verdad, mejor lo dejo… ¿Estas bien Aoi? –Pregunto, escondido detrás de Reita, que suspiraba nervioso ante la mirada del moreno.

 

-No estoy viejo, estoy más que mejor y…deja tus comentarios de pedofilía a un lado. –Asalto ahora él en contra del castaño, que con seño fruncido, se sentó enfrente de él y en un combate de chispas en los ojos, parecían arder en Troya.   

 

-No me vengas con cosas, no soy el único… -moviendo sus cejas de arriba hacia abajo- ¿o no, Kazamasa Yuu?

 

-¿Y eso qué tiene, Ogata Kouyou?

 

Kai que escucha la conversación a un lado, dicto por lo mejor y se fue donde estos, quedando enfrente de ambos y mirándolos con total seriedad, en tanto el bajista reía.   

 

-Chicos dejen eso, que ambos son pedofilos por donde lo veamos… ¿o no Akira? –Por ello, para mal de los dos guitarristas, recibió una aprobación. –Así que, ahora se me alistan, que lo de Ruki ya termina.

 

Y para que decir, que también termino la risa del bajista, que al escuchar al nombrado y verlo salir del estudio, sus miradas se encontraron y como muchas veces, Ruki las desvanecía mirando hacia otro lado.

¿Por qué su Taka lo esquivaba hasta sus miradas?

El ya no me ama-era una de las cosas que menos quería pensar.

 

Luego de todo el trabajo y todo lo que acarreo el día con lo de la banda, cada uno se disponía a irse a por su rumbo a casa u otra parte, donde en el trayecto hacia la salida, entre risas y bromas, ambos guitarristas se despidieron con sus respectivas parejas y una vez el Yukata se hubo ido en su auto, los dos por fin quedaron solos.

 

-Takanori, creo que debemos hablar. –Dijo severo el bajista, y antes de poder escuchar alguna palabra del vocalista, fueron interrumpidos por el manager.

 

-¡Ruki-san, debo hablar con usted!

 

Y sin que nadie lograra dar alguna queja, el bajista solo y molesto, no tuvo más que resignarse a volver a casa y a esperar que su novio llegase temprano. Esta era la segunda vez en la semana que el manager parecía pendiente con Ruki… y por lo que sabía, ni Kai estaba enterado de ello, pero le pidió calma, que eran cosas de la banda y capaz necesitaba ayuda, ya que Ruki era como jefe de imagen de the GazettE.

 

Sin embargo la duda y la desconfianza hacían mella en su cerebro y corazón, haciendo dudar su juicio con lo que respecta al vocalista.

 

¿Qué haría si Taka lo dejaba?

 

¿Qué pasaría con él después?

 

Tanto tiempo con él, no era para menos que decir que, ya estaba tan acostumbrado al menor, que lo amaba y gustaba de estar con él, como sus atenciones hacia su persona… a tal punto que ahora estaba tan convencido, que tenía en claro que nadie lograría hacerlo sentir de tal manera como el más bajo; al llegar a casa, bromear con él, comer de sus platos y sentirse querido como lo hacía con esté.

 

-Akira llegue.

 

Se escucho la voz del menor desde la entrada al departamento, haciendo reaccionar al mayor, que se limpio las lagrimas y se levanto de la cama para recibirlo, encontrando a un cohibido, incomodo y algo nervioso Matsumoto. 

 

-¿Hay algo que deba saber?

 

Preguntó, al ver como esté se acercaba casi con miedo y lo abrazaba, pasando sus brazos por su cintura y ocultar su rostro en su pecho.

 

-Yo…Akira, yo… -Levanto su mirada el menor ante la confundida mirada del bajista, que pronto se vio guiado por su mano, intentando no ser tan humillante y largarse a llorar. Porque si algo tenía claro y eso era que, no debía escapar, debía enfrentar sus miedos… aun si es que Akira lo seguía queriendo.

 

-Tranquilo, habla, yo te escucho. –Comento el mayor, aunque sus palabras eran contradictorias a lo que sentía.

 

-Lo que pasa, es que… bueno… tú sabes que he estado esquivo, pero no es tú culpa ¡soy yo!

 

-Creí que no te habías dado cuenta… -comento con sarcasmo Reita, esperando lo peor, aquello no parecía pintar bien.

 

-Así es… -Suspiro, haciendo una pausa y continuar- Lo que ocurre… es que creo que si ahora me llegases a tocar… ¿Tú no me has visto como… he engordado? ¿Acaso no te daría asco? ¡Mírame!

 

-¿Eh? –Ok… Eso estaba fuera de contexto, pero si encajabas piensas y todo eso… ¡Demonios ¿como no se había dado cuenta?! –Me estas diciendo…que tú falta de afecto hacia mi era por… porque estas… -¿como decirlo? Quería reír por lo tonto que era en pensar que el vocal no gustara de él, pero prefirió callar por el otro, capaz se lo tomaba a mal.

 

-¡Dilo, dilo! ¡Estoy hecho una vaca, un cerdo, un elefante…!¡Mierda, me llego a dar vergüenza! –Exclamo abatido el menor, hundiéndose en el sillón y taparse los ojos con ambas manos… -Gomen… engorde sin querer y ahora tú…

 

-Jajajajaja… -El aguante no era lo suyo y siendo que intento retenerlo, la carcajada salio pura, inconcientemente.

 

-¿De que te ríes? –Mascullo mal humorado el menor.

 

-¡No, no, nada! –Se apresuro a negar, al ver la molestia y tristeza del menor, acercándose y abrazarlo, provocando un saltito en el otro. –Taka no lo tomes a mal…solo… -escondió su cabeza en su cuello, aspirando su aroma… -es una risa de felicidad, creí que… ya no me querías.

 

-¿Cómo puedes pensar eso? –Inquirió el menor sorprendido y buscando la mirada de su bajista.

 

-Como lo hiciste tú…creo que al pensar que yo me he fijado en tú figura.

 

-¿Y no… te diste cuenta de ello?-Hablo sonrojado.

 

-No, para nada… bueno, un poco-sonrío, besando a Ruki en el proceso y acomodándose en el sillón del living. –pero no creí que eso te afectara como para alejarte de mi.

 

-Soy un tonto, perdona Akira.

 

-No, ese soy yo, perdóname tú a mí.

 

-No, tú a mí.

 

-Al contrario, tú a mí.

 

-¿Cómo? Claro que no.

 

-Ruki…

 

Después de eso rieron, ambos se debían una disculpa y en una entrega de pequeñas caricias y besos, sabían que era mucho para darse una ¿segunda oportunidad? La verdad no les molestaba, les agradaba y se amaban por ello.

 

-Parecemos tontos, ¿no crees?-Hablo Reita, rompiendo el silencio.

 

-Así parece, pero… ¡ya veras como recupero mi cuerpo nuevamente!-exclamo animado el menor. –Además que he pedido ayuda a nuestro manager… y creo que exagero.

 

-¿Exagero? –Dijo curioso, pensando que tanto podía exagerar. Como él, que ya creía que su pareja estaba con ese tipo a escondidas.

 

-Si… le pedí una dieta y me dio un listado entero, pero… ¡es que llevo un mes haciéndolas y nada! contando que ahora… -calló de momento, haciendo entrar en la curiosidad al rubio que lo observaba penetrante al no acabar con su discurso. –bueno eso…

 

-Habla Matsumoto Takanori. –Con acento severo, el nombrado no pudo más que reír nervioso, alguien lo iba a matar.

 

-Bueno… me he sentido… algo mal y vomito de vez en cuando. –Termino diciendo lo último en un murmullo, pero bien claro para al agudo oído del bajista, que asevero más su mirada si se podía.- ¡Pero ya paso, ahora solo tengo extraños mareos y nada más!

 

El menor confundido, vio como su pareja de mal humor se colocaba la chaqueta de antes, gruñendo de vez en cuando… ¿qué pensaba hacer?

 

-¿Reita?

 

-Ruki, arréglate, vamos donde ese viejo… ¡Por mi puedes estar así, no me molesta! –Hablo casi a grito, sorprendiendo al vocal que no atino a preguntar más, al ver como le pasaba su chaqueta. –Le voy a hacer tragar sus dietas por donde le quepan.

 

-¡Cálmate, no es para tanto!

 

-¡¿Cómo que no lo es?! –Le recrimino el mayor. –Un día te vi raro, pero nunca creí que era por las dietas… y si es por ellas –mirándolo fijamente a los ojos-prefiero que no la hagas y estés bien ¡Y por eso él me va a escuchar!

 

-¡Tranquilo! –Volvió a gritar. –No hace falta, él también se preocupo por ello y hoy fui al medico ¿si? –Lo abrazo fuertemente para que no saliera hecho furia por la puerta, aunque le gustaba esa actitud hacia su persona. –Así que no te preocupes, me hice los exámenes pertinentes y mañana sabré que ocurre… ¿Acaso no piensas que él esta pendiente del bienestar de toda la banda?

 

-Pero…

 

-Así que ¿cómo crees que piensa hacerme un mal? Tranquilo, ¿ya? –Se coloco en puntillas y lo beso, profundizando el abrazo hasta sentir que el mayor se relajaba, y el cual resulto, escuchando un suspiro de rendición en su oído.

 

-Ok, pero mañana cuando veamos los resultados… -pesco su cabeza entre sus manos y lo acerco hasta quedar ambas caras junta a la otra –igual hablare con él… Porque si piensa hacer algo para que bajes de peso, quiero saber de que trata antes que todo.

 

-Está bien, así se hará. –Respondió, sonriendo ante su posesivo novio y acortar distancia, donde el beso poco a poco se volvió profundo y demandante, provocando que sus sentidos se dispararan para todos lados y caminaran a tientas como a ciegas, a su cama, en busca de aquella intimidad perdida.

 

Al otro día, como había demandado el bajista, ahí se encontraban los tres dentro del cuarto junto a doctora, que hacía minutos, había dado los resultados de los dichosos exámenes.

 

-Doctora debe estar bromeando. –Mascullo el manager con cierto tic en el ojo, como queriéndose desmayar, y sosteniéndose de la camilla a un lado.

 

La doctora seguía impasible y neutra como antes de dar los resultados.

 

-Voy, voy… ¿Cómo? Me lo repite. –El bajista ni para que decir, que era el más conmocionado… que de momento a otro, mirada de reojo a su pareja.

 

-Como dije, el señor Matsumoto por su estado, aunque quiera hacer las mil dietas que quiera ninguna resultara, porque de por si es necesario que tenga una contextura algo robusta por su estatura y para poder engendrar.

 

-¿Engendrar? –Repitió la última palabra Reita, sin creer lo que le decía, aunque poco entendía.

 

-Entonces mi estado físico es producto de mi ¿embarazo? Wooow –sonrío divertido, ya que ahora entendía sus raros síntomas, y sonrojándose al acariciar su vientre. –Ya decía yo que era algo duro para ser… un rollito.

 

-Si, un rollito… -Comento sin creer lo que pasaba, para después reír…

 

Iba a ser papá, junto a  la persona que más amaba y… con el que su gordura nunca fue gordura, sino algo que parecía querer esconderse de ellos.

No obstante, por dentro se sentía feliz ¿qué más podía pedir?

 

 

END

 

 

Notas finales:

Espero les haya gustado.

Y les confesare que en un inicio este solo era un one-shost, sin embargo sigo escribiéndola de vez en cuando, teniendo continuación, aunque estoy dudosa de continuarlo...

¿Quieren leer más?

Hagamos algo... Lo continuare si los reviews o comentarios pasan de los 15 y me demuestran que les ha gustado, para asi animarme lo que tengo guardado.

¿No estan muy conformes? Bueno, entonces les doy este mini spoiler, aunque solo ustedes depende de que sea un spoiler y la historia siga:

En un comienzo lo que más tenía era miedo, ya que nunca antes había pasado por ello o que me iba a pasar, porque lo inesperado ocurrió y debía estar listo para cuando naciera mi hijo… Akira.

-¡¡Wuaaaaaaagg…!!¡¡wuaaaaaaaa…!!

-¿Qué…? –Apenas despertó, casi por instinto, cuando escucho aquel llanto que parecía llamarlo y sonrío, más despierto ya, cuando comprendía a que se debía tanto escándalo.

-Felicidades ¡Es un niño!

-Mi… hijo. –Sonrío embobado, en ello que le pasaban aquel pequeño cuerpo para tomarlo entre sus brazos y analizarlo con mayor claridad, sin tomar en cuenta las risas y felicitaciones por parte de los médicos como la puerta al abrirse, donde otro individuo de bata verde se acercaba a gran velocidad y torpeza, en que el blondo mohicano se miraba cómico por bajo el gorro. -¿A…Reita?

Fin del Spoiler xD

¿Nos leeremos nuevamente?

 


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