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You guess is as good as mine por Kiatala

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Notas del fanfic:

Bueno esta vez me dieron ganas de escribir un one-shot...finalmente lo logre, uhhhh!!! al fin pude escribir algo corto seeeeeee....(un momento, quíen dijo que puedo escribir??) Bueno hago el intento, jeje.

Notas del capitulo:

Ohayoooo!! De nuevo yo, si me odian pues se aguantan XD....sólo bromeo.

 

Es uno de esos momentos en los que "supongo" la gente piensa, analiza, relfexiona, filosofa etc. sobre el hecho de estar enamorado, "supongo" porque creanlo o no, yo jamás lo he estado *o*, entonces el buen Ichigo se sube al tren y se da cuenta de lo que pasa por las mentes de una bola de gente a su alrededor y lo compara con lo que pasa por su cabeza, concluyendo que nada es tan bueno como lo que el esta viviendo.

Un poco basado en la canción de Cold Play "God put a small upon your face".

 

 

El tren de las 18:30 acababa de ser anunciado por el alta voz de la estación. La gente comenzaba a aglomerarse en el andén 9 a espera del próximo arribo del tren con rumbo a la ciudad de Karakura. En una aparente homogeneidad de personas, entre las que figuraban uniformes escolares, trajes, ropa común y una que otra cabellera teñida al últimos grito de la moda urbana entre jóvenes nipones, resaltaba un joven de no más de 17 años. Formaba parte de esa tendencia de los teñidos, pero se rumoraba que el color naranja de su cabello se originaba a su nacimiento.

18:30 en punto. Bajó y subió la gente. El vagón que abordo el pelinaranja no se lleno como normalmente suele hacerlo, hasta le toco la bendita suerte de encontrar asientos vacíos y elegir en cual sentarse. Asiento individual, justo enfrente de la puerta y con vista panorámica del vagón, fue el lugar que eligió para postrarse.

Sus marrones ojos dieron una rápida mirada por todo el lugar, a fin de observar que tantas personas iban ahí. Dos señoras de unos 40 años de edad con bolsas del centro comercial, tres chicas de instituto con uniforme formal sentadas juntas, hablando y riendo discretamente, un hombre de edad media leyendo un periódico, una mujer con dos niños de entre 7 y 9 años, y un hombre de traje y maletín hablando por celular, eso fue lo que pudo observar en un precipitado revirar. En total eran 11 personas, contando al pelinaranja, las que viajaban en el  vagón 5 del tren.

"Nada sin importancia"

Pensó el chico, mientras bajaba el cierre de su sudadera y suspiraba en forma de pereza que le era causada por el calor que comenzaba a sentirse en el lugar. Coloco sus manos sobre su cabeza y las recargo en el cristal de la ventana. Sus ojos se notaban un tanto cansados, así que los cerró e intento descansarlos mientras llegaba a su destino; intento calmar sus pensamientos y relajarse un poco, pero una charla, al principio banal, le hizo entre abrir la mirada.

- Era eso de las 10 de la noche. Midori-san había salido a tirar la basura de la cocina, cuando de repente apareció un hombre enfrente de ella, ocultando su cara detrás de una mascara de carnaval y con un cuchillo en su mano derecha - relataba una de las mujeres sentadas a la derecha del chico y quienes cargaban bolsas de alimentos - al parecer, intentaba asaltarla, pero gracias a Dios el hijo mayor de Midori-san salio a tiempo de la casa y logro ahuyentar al hombre -

- Que alivio, no imagino que hubiera pasado si ese hombre hubiera cumplido su cometido - comentaba la segunda mujer - gracias al cielo...es tan bueno que Midori-san haya sido así de agraciada

El joven nuevamente suspiro tras escuchar las expresiones de alivio de las mujeres y se reacomodo en su asiento.

"Es tan bueno que haya sido agraciada?"

Pensaba, en lo que otra conversación lo interrumpió. Esta vez eran las chicas de instituto que iban sentadas casi frente a él. Las tres aparentaban alrededor de 16 años, cerca de su edad, pero con ideología muy diferente a la suya,  pensaba él por su apariencia.

- Takuya-kun le dijo a Chihiro que lo pensaría y que se lo diría el próximo lunes en la tarde - comentaba una de las chicas al resto -

- No puedo creerlo!! Cómo pudo declarársele en plena clase a Takuya-kun??!! Y él, cómo pudo decirle que lo pensaría??!! No creen que eso significa que si esta interesado y que tal vez sea un si?!!! - preguntaba otra de las chicas -

- Yo creo que sí. Definitivamente creo que le va a decir que si. Que suerte no??!! Es tan bueno lo que le ha pasado a Chihiro que la envidio!! - decía la ultima chica -

- Absolutamente - afirmaba la primera - Chihiro tiene mucha suerte, a Takuya-kun Dios le ha otorgado gracia y estilo-

- Claro que si jajajaja!!! - reían todas -

"Gracia y estilo...es tan bueno lo que le ha pasado?"

Se preguntaba el pelinaranja mientras veía de reojo la simpleza con que las chicas hablaban del tema y se reían sin preocupación.

"RING...RING....RING..."

El timbre de un celular sonó, y una voz masculina se escucho por todo el vagón. El chico dirigió su mirada hacia la voz, era el hombre de traje y maletín que anteriormente hablaba por teléfono.

- Sorata-san!! Que bueno que me llamas tengo algo importante que contarte!!! - decía el hombre al teléfono - eh?? No, no es nada de eso....no, tampoco de eso. Es de el ascenso que te había platicado, lo recuerdas??....si, ese mismo. Pues sucede que hable con el jefe y le dije mi situación, le conté del embarazo de Hinata y lo del hospital...no por supuesto que no le dije que es mi tercer hijo...no tampoco le dije eso. Sólo le dije que necesitaba un aumento y como si nada dijo que sí!!...jaja...en verdad créelo...si ya sé en verdad es tan bueno que no puedo quitar la sonrisa de mi rostro...-

"Otra vez...es tan bueno que no puede quitar la sonrisa de su rostro?"

El pelinaranja suspiraba una y otra vez, pensativo y rascando su cabeza de vez en cuando. Su rostro se mostraba inquieto, como con ganas de reírse o de decir algo, sin embargo, se contenía y seguía escuchando, hasta que se topo con la conversación de la mujer y los niños.

- Mamy...mamy!! Hiraku-chan se cayó de la resbaladilla hoy en el área de juegos!! - gritaba el niño de unos 9 años de edad -

- Oh es verdad eso Hira-chan?? - preguntaba la madre al niño pequeño -

- wuaaa lo siento mamy!! - llorando en sus brazos-

- Mira, mira...se hizo un raspón en su rodilla izquierda. Pero Yukino sensei le puso una bandita - decía el hermano mayor- verdad que ya no le va a doler?? Y ya no tiene que llorar??

- Así es Kentaro. No te preocupes Hira-chan estará bien con esa bandita que su maestra le puso, ya no le dolerá y no llorará más, no es así Hira-chan??-

- Ehhh?? Mamy!! Y Hira-chan jugara de nuevo mañana y se reirá con nosotros??

- Claro que si, porque sabes algo?? Cuando un niño llora por algo, Dios lo ve y se encarga de ponerle una sonrisa sobre su rostro, no importa lo que pase, los niños siempre sonreirán.

- Wowww mamy!! Eso es muy bueno - gritaba el niño -

" Dios pone una sonrisa sobre sus rostros?"

Finalmente el tren llego a su destino, todos los ahí presentes se levantaron de sus asientos, se encaminaron hasta la puerta y esperaron a que se abriera. En la espera el hombre que leía el periódico dijo entre dientes:

- Ahhh que bueno que llegamos...trabaje demasiado, es agotadora la vida últimamente. Nada tan bueno como un descanso al final del día!!!- doblando su periódico y saliendo del vagón - buenas noches a todos!!!

Ese último comentario hizo que una sonrisa de oreja a oreja apareciera en el rostro del pelinaranja, se levanto rápidamente de su asiento y dejo el vagón. Camino rumbo a las escaleras de salida y de reojo observo como los pasajeros con quienes había viajado se dispersaban por diferentes salidas. Se detuvo un momento en las escaleras y los vio hasta que se perdieron entre la multitud. Sus castaños ojos reflejaban un peculiar brillo, su rostro lucia relajado y complacido, la sonrisa volvió a aparecer, se dio la media vuelta, metió las manos en los bolsillos de su sudadera y continúo con su camino.

En el camino pensaba que había escuchado muchas cosas en ese viaje de tan sólo 20 minutos, todo era tan bueno para las personas del vagón, pero nada se comparaba con lo que para él era realmente bueno. Pensaba en lo bueno que era estar cerca de él, en lo bueno que era tocar y jugar con sus negros cabellos, en lo hermoso de su pálida piel, en la maravillosa profundidad de su mirar, lo bueno que era perderse en esos ojos azules por más de un instante. De verdad se sentía agraciado, por estar a lado de un chico como ese, con carácter inigualable, belleza incomparable, estilo definido y sentimientos puros.

"Habrá muchas cosas buenas, pero nada tan bueno como eso"

Decía el chico mientras caminaba apresuradamente por las calles de la ciudad de Karakura, la sonrisa aun habitaba su rostro, y como evitarla si desde aquel día que conoció al ojiazul esa sonrisa se había apoderado de él, era algo simplemente inevitable.

"Dios puso una sonrisa en mi rostro??"

                           

"Realmente creen que lo suyo es tan bueno como lo mío??"

" Crees que es tan bueno como lo mío??"

"No lo creo. Esto es tan bueno...y es sólo mío..."

"Sólo mío....sólo mío"

Los pasos apresurados al fin se detuvieron.  Esa caminata que parecía no ir a ningún lugar en especial, resultó tener un objetivo. Ahí, en una banca del parque central de la ciudad, sentada, se distinguía una silueta masculina. Tenía los brazos cruzados y veía constantemente su reloj. El pelinaranja volvió a caminar lentamente, pero algo en sus emociones le obligo a correr hasta llegar a donde estaba esa persona.

"Sólo mío..."

- Kurosaki te demoraste demasiado. He estado aquí por más de 10 minutos. Si te hubieras tardado dos minutos más no me habrías encontrado - replicaba un joven delgado, piel pálida, cabello negro azulado y ojos azules mientras se acomodaba sus anteojos en forma de disgusto -

"Así es...realmente me has concedido gracia y has puesto una sonrisa sobre mi rostro...y eso es sólo mío...mí Quincy...mí Ishida...mí Uryuu...mí todo."

- Oe Kurosaki!! Te sucede algo??

- Nada. Nada en absoluto. Sólo pensaba en lo bueno que es todo esto. - sonriendo amablemente -

- Ehh?? De que hablas?? Como sea vamos, de prisa o llegaremos tarde y todos se molestara de nuevo - tomando la mano del pelinaranja - la próxima vez no vendré a recogerte si te demoras tanto...

- Oe Ishida - deteniendo la marcha aún con sus manos juntas - sabes que es tan bueno amarte....

- Queee!!! - sonrojándose y acomodando sus anteojos - Kurosaki...eres un idota - sujetando fuerte la mano del pelinaranja y continuando su camino -

"No ha sido Dios...has sido tú"

Cosas buenas pasan a diario, pero tan buenas como enamorarse, no siempre.

FIN.

Notas finales:

Comentarios, buenos, malos, muy malos....todo se acepta.

PD. Kiatala si esta enamorada, pero de Cristiano Ronaldo Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh....en pocas palabras, sigue en las mismas.

Saludos

Kiatala(Asto-Hwang-Ti)


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