Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Awaken por windgates

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo: Pequeño one-shot que escribí hace tiempo y el cual encontré el otro día rebuscando entre documentos xD

Es bastante corto y melosito, pero espero que os guste ^^

Sanzo x Goku.
Noto el sol incidiendo sobre mi cara, depertándome. Vuelvo a la realidad y me doy cuenta de que estoy tumbado en una cama. ¿Ya es de día...? Sin abrir aún los ojos, me desperezo, notando como rozo contra algo cálido a mi izquierda. Finalmente abro los ojos: efectivamente, estoy en mi cama, en mi habitación del templo Kizan, pero a mi lado te encuentro a tí, Sanzo, durmiendo plácidamente. Sonrío, por un momento había olvidado esta nueva costumbre. Hacía mucho que no te veía a dormir ¡Siempre te levantas antes que yo...! Pero una cosa te diré, tienes una cara preciosa cuando duermes. El flequillo te cae, indomable, sobre los ojos, y aunque parezca raro no tienes el ceño fruncido. Tu expresión es tranquila, aunque me gusta más tu cara normal, porque así no puedo ver tus ojos morados ni tu expresión de mal humor. Realmente, no pareces el Sanzo que conozco. Me acerco a tu mejilla y te doy un pequeño beso. No te despiertas, pero frunces el ceño, murmuras algo y te das la vuelta, siguiendo profundamente dormido. Ya te vas pareciendo más al Sanzo de siempre. De repente te das la vuelta, y te quedas tal y como estabas antes. Yo me apoyo sobre mi codo y te observo con una enorme sonrisa en el rostro, pero sin apenas moverme y sin hacer ruido, para no despertarte. Pasan los minutos... no me canso de mirarte... mi sol... mi Sanzo... sin poder contenerme por más tiempo, acerco una mano despacio hasta tu flequillo, acariciándolo suavemente. Vuelves a fruncir el ceño... y comienzas a abrir tus ojos violáceos. Por tercera vez sonrío al verte, más tú solo frunces más el ceño, te colocas boca arriba y te pones una mano sobre los ojos: no tienes muy buen despertar. Tras unos minutos en esa posición, después de acostumbrarte a la luz y haberte despertado del todo, te giras hacia mí y me preguntas con tu tono de siempre:

-¿Qué coño pasa? ¿Por qué sonríes tanto?

Y no se que contestarte. Demasiadas cosas cruzan mi mente, demasiadas razones para sonreír como para decírtelas todas. Me sacaste de la cueva Sanzo, estuve 500 años solo y entonces tu viniste y simplemente me sacaste de allí... pero no solo eso, me llevaste contigo, me diste un hogar... y aunque te cueste admitirlo también me diste tu cariño... y me lo sigues dando. Una respuesta más simple podría ser... que el solo hecho de despertar a tu lado ya es para mí un motivo para sonreír. Porque te quiero, te quiero más de lo que te puedes imaginar, y sé que en el fondo tu también te sientes así, aunque tu orgullo te impida muchas veces decírmelo... lo sé. Y me gustas así, Sanzo. Recuerdo una vez que me preguntaste como eras realmente. Sigo manteniendo mi respuesta, mi Sanzo es el que me pega con el harisen, el que me grita y me dice mono idiota, el que odia la lluvia y a los monjes, el que blasfema constantemente y fuma como un carretero... sí, puede no parecer bueno, pero es el Sanzo al que yo conozco y al que yo quiero.

-No lo sé... simplemente me he despertado contento- termino por contestar, sonriendo más ampliamente.

Te me quedas mirando, pareces incluso estar dudando de algo, pero finalmente te acercas y me besas en el puente de la nariz. Esto yo se que quiere decir "lo siento", siempre lo haces después de ser brusco conmigo. Luego me abrazas suavemente, que en tu lenguaje de gestos es "te quiero". Se que nunca lo dirás directamente, eres así, pero no me importa.
Es curioso lo mucho que puede llegar a cambiar el punto de vista hacia alguien. Cuando me sacaste de la cueva... yo te veía como alguien a quien seguir, porque realmente no tenía a nadie más. Fuiste brusco y borde conmigo, pero aún así tú me sacaste de allí. Después te conocí mejor... y te consideré algo así como un padre, alguien que me protegía, pero el tiempo pasó...y acabamos como estamos ahora. Eres Sanzo, mi Sanzo, y te quiero así. No sé como acabará todo esto, no sé lo que nos pasará de ahora en adelante.
Últimamente me da por pensar. Sé que una posible respuesta tuya sería "¿Pero tu piensas, mono?" Pues sí, de vez en cuando sí. Y bueno, debo admitir que tengo miedo, miedo de que todo esto se acabe, de que ocurra algo que nos separe. Y ciertamente me aterra, me asusta más que cuando estaba en la cueva. Allí dentro... fue horrible, ciertamente, esa blanca soledad habría vuelto loco a cualquiera, aunque yo no desfallecí porque sabía que, algún día, alguien vendría. Puede parecer una tontería, pero creo que pensar eso era lo único que me quedaba allí dentro. Y ahora, ahora que estoy fuera... no creo que resistiera el que me separaran de ti. No, creo que definitivamente, no lo soportaría.

-Eh mono, ¿Me estás escuchando?- dices de repente, cortando mi hilo de pensamientos- ¿Qué coño te pasa hoy? Estás más raro que de costumbre.

-No es nada, Sanzo- te contesto, tratando de alejar de mi mente todos esos pensamientos- es solo que he estado pensando más de la cuenta.

-Ah, pero... ¿Tú piensas?

¿Ves? Sabía que dirías eso. Pero a pesar de tu tono mordaz, creo que estás un poco preocupado. Claramente, nunca lo dirás directamente, pero te lo noto.

-Si, Sanzo, sí, de vez en cuando sí.- contesto con una sonrisa- ya se me pasará, no te preocupes.

-¡Tsé! ¿Quién te ha dicho que esté preocupado?- dices mientras miras giras la cara con un leve sonrojo.

Ante esto no puedo evitar que mi sonrisa se amplíe. Me acercó un poco más a ti, y te doy un beso en la mejilla, pero tú rápidamente te giras y capturas mis labios con los tuyos, dándome un muy cariñoso beso. Cuando te separas de mí, te abrazo, apoyando mi cabeza en tu hombro, acariciando levemente tu cuello con mi nariz. Los pensamientos no se han ido y me están angustiando, más todo parece desaparecer cuando te oigo susurrarme.

-Sea lo que sea lo que te preocupa, quiero que lo olvides, porque no pienso permitir que te ocurra nada ¿De acuerdo, mono tonto?

Te miro con algo de extrañeza, es muy raro que me hables de este modo, pero aún así no puedo evitar que una sonrisa aflore en mi rostro, asintiendo con la cabeza y acurrucándome aún más junto a ti, mientras noto como pasas los brazos a mi alrededor.

Ciertamente, no sé que nos deparará el futuro ni como acabará esta lucha, pero lo único que me importa en este momento es que estás a mi lado, y no quiero que sea de otra manera.
Notas finales: Gracias por leer :D

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).