Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Dejame Ver Tu Alma por loca_cool

[Reviews - 12]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

NARUTO PERTENCE A MASASHI KISHIMOTHO SU CREADOR

Notas del capitulo: ESPERO QUE LES GUSTEN!!!

Yo siempre supe que esto estaba mal, siempre supe que caer ante la divina y desquiciante tentación carnal que siempre me corroe como a un imbécil masoquista, estaba mal, siempre supe que dejarme perder en sus ojos rojos como la sangre de los guerreros, en esa iris escarlata burlona y vil, estaba mal, siempre supe que dejarme llevar por sus labios dulces y pecaminosos, estaba mal, siempre supe que permitirme unirme con su alma en este juego ardiente y por más placentero, sofocante, enloquecedor  y  magnifico…estaba mal.

Entonces ¿Por qué lo sigo asiendo?

Porque me dejo perder en él, porque dejo que juegue con migo… ¿Por qué juegas con migo? Sabiendo que aunque sea el líder de esta pútrida organización, aunque sea llamado y marcado como un dios, aunque sea  fuerte y resistente ante los golpes, sabes que soy débil y tonto ante tus palabras, sabes que me dejo fundir si me permites, sabes que me dejo caer si me sueltas, sabes que muero si rompes mi corazón.

Y sufro una agonía pues me lo rompes cada noche.

Desde el primer día que mire sus ojos rojos y brillantes que mostraban que habías sufrido y mas fuerte te había vuelto tu dolor, tu ojos que me miraron fijamente y no me bajaron la mirada como muchos hacen y fuiste el primero que me sostuvo la mirada, pues ni lo mas volátiles hombres lo habían logrado.

Recuerdo aun ese día, recuerdo aun la esencia de ese momento y tus primeras palabras asía mí.

-¿Qué haces acá?-te pregunte esa vez, habías matado a toda tu familia, tenias 13 o 14 años de edad. Un niño, un pequeño frágil, indolente niño convertido en un moustro por el mundo que nos ha pisoteado como insectos-¿Por qué has venido a mi organización-sé que mis palabras eran bruscas y un poco crueles pero si te trataba con mas dulzura todos los criminales verían un trato más especial asía  ti.

-eh venido acá-en ese instante en el que hablabas note algo diferente. No sé si fue obra de mis ojos activos o de mi experiencia, pero pude ver que detrás de esa coraza de antipatía y distancia que portabas, me di cuenta que eras, muy en el fondo de ti, un pequeño desolado que buscaba desesperadamente una cama donde dormir y un hombro para depositar su cabeza-porque…no tengo casa ni hogar, no tengo amigos, no tengo una madre o un padre. Yo no tengo nada-me estremecí, ante palabras tan realistas que ni yo mismo me permitirá decir, porque la verdad es que ninguno de nosotros dos tenemos nada pero esa es la diferencia entre tú y yo, tu lo aceptas… yo no puedo-asi que como no tengo nada, no tengo nada que perder y solo me queda ganar-

Tan pequeño, tan solo, tan dócil, tan débil y sin embargo tan sabio y poderoso.

Y asi, como ese pequeño que no tiene nada, asi como te vi te seguí viendo y desee desde ese día hacerte feliz, quería ver más de ti, no lo puedo negar pero tú eras especial completamente, era tan divergente a todos los demás, siempre tan distante mi pequeño Itachi, siempre tan simple y neutro.

Siempre  guardando todas las flores y cantares de ángeles en el fondo de tu alma, sin mostrarlas por temor a que las rompiesen nuevamente.

Temes a que te hagan daño y por eso te muestras tan simple, como si no tuvieras puntos débiles, como si no te rompieras con nada, pero todos se rompen y todos somos débiles mi dulce niño, todos somos autodestructivos.

Por eso es que yo desee acobijarte bajo mi manto y te protegí de todos aquellos que desearan herirte por motivos de envidia o simple y grotesco odio.

Porque me enamore de ti como un adolecente sin sentido  ni razonamiento,  mi corazón te lo regale y tú te lo quedaste como tu juguete personal, te regale mis más puros sentimientos, te regale hasta mis sonrisas, te regale incluso mi alma pero más importante que todo esto, mas importante que mi alma o mi cuerpo y mente, tú me distes algo que jamás sentí ni con mi propia madre.

Pero no me has dejado ni ver una sonrisa en tu rostro o una lagrima en tus ojos.

Nunca me has permitido ver completamente tu ser, no  importa que te de toda mi carne o alma, so importa cuántas lagrimas derrame en mi soledad nunca me dejaras ver tu corazón como realmente es.

Siempre h deseado verte como realmente eres, pero porque nunca me dejas…porque Itachi.

Tal vez  realmente si tengas algo que perder.

++++++++++

Esa noche lo espere a que llegase de su misión y cuando llego lo tome bruscamente de la capa ante la mirada atónita de todos y con brusquedad lo lleve a mi habitación. Curiosamente el no peleo, creo que estaba impresionado pues nunca había tenido  un trato tirano de mi parte, pero yo ya estaba arto de que nunca me mostrara ni una pizca de sentimiento.

Lo lance a mi cama de sabanas blancas haciendo que su cabeza se golpeara contra la cabecera de esta y una pequeñísima gota de sangre cayese de su frente pero el no se quejo y yo no me detuve. Me monte encima de él, de tal forma que el mismo se sintió intimidado aunque más de una vez habíamos estado en tan comprometedora posición.

El Sharingan vislumbro en sus ordes.

-aléjate de mi-me ordeno aquel retoño de 16 años de edad, como si un niño que apenas había alcanzado la pubertad pudiese obligarme a algo. Esta vez yo seré el que mande en esto, esta vez le mostrare que estoy arto que juegue con migo.

-solo quiero saber algo antes de partir tu hermoso culito en dos-ante palabras tan vergonzosas el se mostro mas intimidado y yo no pude evitar avergonzarme de mi mismo pero no lo demostré-¿Por qué juegas con migo?-le dije furico  y tome el cuelo de su camisa-¿Crees que es divertido jugar con alguien mayor y más poderoso que tú?-no me resistí y  abrí de par en par la capa.

El solo me miro, sin expresión y de repente el rojo de sus ojos desapareció para convertirse en un opaco negro. No hubo expresión, ni por mas atemorizantes que fueran mi palabras, ni por mas bruscas que fuese mi voz, no le dio miedo. Me sentí tan humillado, de no poder ya ni siquiera tener respeto por él, ni siquiera el típico miedo que espero en la mirada de mis súbditos.

Espere una respuesta pero nada, ni siquiera una palabra, solo me miro directamente a los ojos, como tantas veces lo había hecho, sus hermosos ojos negros me miraban fijamente, sin miedo o vergüenza, aun sabiendo que me iba a acostar con el y pudiese ser caracterizado como violación, pues es que no podre ser tierno.

-te hice una pregunta-dije buscando una respuesta, pero nada, solo me seguía mirando, entonces sin previo aviso el animal que llevo dentro salió convertido en bestia. Le golpe el rostro, con tanta brusquedad que su boca sangro y un le moretón quedo en su mejilla, le había golpeado por primera vez en toda mi vida, sentí entonces un remordimiento espantoso, pero no me detuve ni mostré sorna en mis movimientos-¡Responde puta de mierda!-le obligue tomando dolorosamente su rostro ladeado para que me mirara fijamente.

Un silencio enorme hubo en esa habitación, un silencio similar a los que hay en los cementerios.

-…-abrió sus labios, mirándome-¿Crees que acostándote con migo te ganaras la dicha de saber cómo soy yo realmente?-me indigne con sus palabras, pues era la maldita verdad, era la maldita verdad, pero ya no me quedaba nada, el capricho por ver como era su alma era demasiado tentador como para dejarme rectificar mis errores.

Me aire, y comencé a desnudarle completamente, con brusquedad sin amor, sin sentimientos. Le quite la camisa de red y con ella me lleve la capa que estaba plenamente abierta, lo denude de cintura para arriba y una vez hecho comencé a morder y besar su pecho. Lamiendo  el desquiciante y dulce cáliz de su piel blanca, tomando aquello que siempre me ha pertenecido.

Mordí sus pezones y lo lamí, recorriendo con  mi lengua aquellos pequeños pedazos de carne que tanto me atontaban hasta dejarlos endurecidos y erectos. Luego los chupe sin piedad y el jadeo un poco adolorido por mi rustica boca.

-agh-fue el mínimo gemido  de dolor que se escapo de sus dulces labios, pero no entiendo porque no se defendía solo se dejaba hacer dócilmente, pero no por eso me detendría.

Baje mis salvajes labios por su estomago, lamiendo cada pedazo de piel con sumo antojo desquiciante, besando sus músculos y acariciando sus piernas  de arriaba a abajo, actuando como un completo depravado sin sentido.

-Itachi-jade su nombre perdiéndome en los besos que le daba-¿Por qué tan callado?- le pregunte en un susurro mientras lamia su ombligo y esta pequeña acción le hiso temblar de placer, bueno, al menso eso creo yo-tengo tantas ganas de oír tus gritos-al mencionar estas palabras el volvió a temblar.

Puede que tenga un poco de miedo.

No tuve respuesta alguna y eso solo me dejo con más ganas de seguir tocando su cuerpo de Adonis, tanto deseo de apoderarme de su ser, tantas ganas de domar a esta fiera mil veces peor que Fernin, tantas ganas de poder poseerlo y por una vez ser superior a él, pues de una u otra manera quería humillarlo para dejar de ser yo el humillado.

Abrí con toda malicia sus pantalones y él me miro nuevamente, sabiendo es su interior que le iría a hacer o que se imaginaba que el haría a su cuerpo y detallo como yo le bajaba los pantalones junto con la divina ropa interior blanca que ocultaba su sexo prominente de buen tamaño y digno de todo un hombre viril.

-mmm… algo me dice que no disfrutas de esto-le dije con seria molestia al ver que no tenia erección, no disfrutaba de mi toque y no me importaba en lo absoluto, pues solo deseaba demostrarle quien mandaba acá, quien era el verdadero líder-no te preocupes niño, dejare que sientas un poco de placer de un verdadero hombre-sé que mis palabras lo humillaron un poco, pero no se sonrojo, no se movió, no hiso nada.

Lleve mis manos hasta su miembro y comencé a tomarlo, le di un leve masajeo con mi mano derecha y el jadeo suavemente. Sonreí, esto me está gustando. Seguí tocando su sexo que poco a poco tenía una grata erección y no paraba de tocar ese pedazo de carne, con una de mis manos agarrando sensualmente la bese de su miembro mientras que la otra se entretenía dando movimientos circulares a la punta de este.

-ahh-comenzaba a excitarse realmente, cada vez su sexo estaba mas endurecido, cada vez el temblaba mas y jadeaba con el doble de brusquedad y mis manos complacidas aumentaron el movimiento, ahora estimulaba todo su sexo-ah…líder-por fin menciono algo alusivo a mi nombre y dejo de tutearme.

El leve sudor  perlaba su divina piel y yo con gula besaba sus caderas y entre piernas, soltando la base de su miembro para tocar su torso y desnudo cuerpo, electrizándolo más de esta desmesurada sensación.

-¿Quieres que me la coma?-le pregunte lujurioso pero el solo gemía bajito sin mirarme, sin decirme nada, completamente sumergido en el mar de éxtasis que le proporcionaba- eso es un sí-volví a preguntarle dejando de frotar su miembro y sin poder evitarlo subí para besarlo por primera vez en esa noche pero cuando me dispuesto a besar su boca el ladeo su rostro evitando que lo besara.

Nuevamente me enfurecí y tomando bruscamente su rostro le obligue a besarme, pegando mis labios a los suyos y apoderándome de esa dulce boquita que no me correspondía en lo más mínimo, mas solo se dejaba hacer.

No entiendo, no entiendo, porque permites que te haga daño…

Levemente sus manos se posaron en mis hombros, sabía que no disfrutaba del beso y so que estaba excitado y dispuesto por el placer, pero creo que solo era su cuerpo que aceptaba mis caricias mas no su mente sensata. Me di cuenta que realmente aborrecía mi tacto y solo respondía fisiológicamente ante las acciones.

-mmm- parecido a un gruñidito me dio cuando moví cruelmente mis labios obligándole a abrir su boca y lentamente la abrió para mi, allí cole mi lengua y toque la suya que no me daba respuesta alguna.

Molesto e insatisfecho por la poca participación de él, me separe de sus labios finos insatisfecho al no tener los voraces besos que siempre obtenía. Le mire un poco marginado ante tal indiferencia pero al darme cuenta del leve rubor que aparecía en sus mejillas me sentí reconfortado.

Con suma brusquedad separe sus piernas, ya que la idea de hacerle sexo oral había perdido brillo, ahora solo deseaba gratificación para mí. Me cole en ellas asi como mi lengua  se coló en su boca y el mansamente flexiono sus piernas, dejándome ver su cuerpo en tan deseoso estado de sumisión.

Lentamente quite mi capa que estaba medio abierta y la saque, lo mismo con la camisa, realmente el calor me estaba asfixiando, baje mis pantalones y saque de él mi firme erección que tenía desde hace rato.

-no lo disfrutaras-le advertí y vi la leve preocupación que rodo por sus ojos en ese instante-porque no eres más mi niño adorado,  ahora eres un simple súbdito mas-de repente vi como sus ojos mostraron un mirar doloroso, lleno de miseria total, un haz de tristeza profunda llenaron el vacio de su mirar.

Sus ojos, sus ojos que nunca me mostraron su alma, ahora me la mostraban totalmente, pero más que su alma, me mostro lo que sentía…y yo lo ignore.

Entre en el, lentamente sin prepararlo o lubricarlo, oí el quejido largo y prolongado que dio mientras lo penetraba sin consentimiento alguno, le comenzaba a destrozar y a herir su cuerpo, pero no me importaba, ni por sus quejidos que eran como largos gritos ni por la sangre que le hacía derramar.

-ahh…Pein-de repente mientras se quejaba mi nombre rodo por su boca de la que un hilito de saliva se escurría por tanto dolor insoportable-ya…paaraa-no pudo evitar apretar sus puño cuando iniciaba las embestidas sin piedad y sus lagrimas se derramaban de tan lindos ojitos, como un demonios sin piedad…asi actuaba yo.

Cada vez entraba más en su cuerpo, llenándome de placer ante el calor desquiciante que atrapaba mi sexo, ante el apretado y divino interior que se contraía con cada gritito que dejaba escapar de su boca o con cada lamento de dolor que le proporcionaba mi sadismo enfermo.

-Itachi-gemí su nombre y cerré un instante mis ojos para perderme en su cuerpo y con mis ojos cerrados podía oír mejor sus quejidos y suplicas, sentía mejor esa estreches que me mataba, olía mejor el delicioso aroma de su piel y degustaba aun el beso que le había robado.

De repente sentí una mano empujar mi pecho y otra que me empujaba por el hombro, no tuve que abrir mis ojos para darme cuenta que trataba de apartarme de su cuerpo, decidí mirarlo y ver la muequita de dolor que tenía su rostro: un ojo cerrado y su boca temblando por este largo mártir.

Sonreí y tome sus manos para empujarlas al colchón, apresándolas a las mías totalmente y el no pudo evitar revolverse cuando yo aprese sus muñecas, evitando cualquier posibilidad de huir del delicioso placer  me provocaba o de la dolorosa sensación que le hacía sentir en su cuerpo, mas no me importaba.

-basta… ¡ahh!...basta-me rogo, pero no me detuve. No hasta que por inercia sus piernas se pegaron a mi caderas, como buscando forma de cerrarlas para evitar las embestidas mas solo logro que mi miembro se apretara más en su entrada y mas placer me provocase.

-ah-gemí mientras luchaba por tener abiertos mi ojos y mirarle-acerque mi cuerpo al suyo, casi pegados, mi torso se tocaba con el suyo por nuestra cercanía, cada vez era mejor, cada vez era mas excitante, cada vez hacia más calor, cada vez todo era más rápido, cada vez decía mas mi nombre y gritaba-¡arhh!-acabe en su  interior, llenándolo de mi esencia y el grito nuevamente al sentir mi esencia recorrerle que de seguro le debió arder en las heridas que le había marcado e su entrada.

Me detuve, mientras jadeaba brutalmente, presa de tal orgasmo, Salí exhausto de él, dejando que el semen y la sangre cayeran de su entrada.

Entonces, me di cuenta del gran error que había hecho

Fue cuando vi que Itachi llevo una de sus manos hacia sus ojitos que lloraban sin piedad, lloraba, Itachi lloraba. Los sollozos comenzaron a escaparse de sus labios mientras luchaba con todas sus fuerzas para no verse tan débil.

Temblé, sentí como la culpa me arrojo su jugarreta mas grande, me separe de su cuerpo, sin poder dejar de mirarle, sin poder dejar de ver como lloraba por mi culpa, lo había hecho derramar lagrimas, yo, la persona que más lo amaba. ¿Por qué demonios lo hice? ¿Por qué tuve que hacerle daño? Solo por mi maldito capricho de ver sus sentimientos.

-¡¿Por qué demonios dejaste que lo hiciera?!-le grite con mi voz cargada de desesperación y lastima-¡Puedes detenerme con un dedo si te da la gana! ¡¿Por qué no lo hiciste?!-le grite lleno de culpa, sin saber cómo sacarla.

-¡me sentía culpable, me sentía mal por no… por no poder decirte que te amo como tú lo haces, me sentía mal y… me lo merecía!-dijo con los sollozos que evitaban que hablara bien plenamente, haciendo que mi alma se quebrara en dos al ver la razón de su sumisión cuando yo, yo lo violaba.

-¿Qué dices maldita sea?- le pregunte sintiendo esta vez como mis ojos comenzaban a humedecerse.

-que te amo, pero nunca te lo dije por miedo, por miedo a que terminaras hiriéndome, nunca jugué…contigo, pero no quiera que me hicieras daño, no quiero, no quiero…perderte-esas palabritas, tan dulces y débiles, me hicieron a mi derramar lagrimas, sí, yo el sádico Pein, líder de Akatsuki, lloraba, comencé a llorar al darme cuenta del error que cometí-no me dejes…por favor- no pude mas, no  pude aguantar mas esto.

-perdóname… perdóname-lo abrase y lo pegue a mi cuerpo, sollozando como un imbécil, como un loco que no sabe qué hacer-perdóname Itachi-llore y llore, refugiando mi rostro en su hombro y él me devolvió el abrazo-perdóname-no sabía que decir, no sabía cómo reaccionar, pero solo podía perdí perdón, mis labios no me permitían decir otra palabra.

Y lo bese, lo bese con toda la dulzura que puede haber en mi corazón adolorido, lo bese y lo abrase, dejándolo retenido en mis brazos, pues son deseaba perderlo y por mas errores que cometiera yo esa noche, por mas estupideces que hiciera yo en mi vida, por mas tono que pareciera, sabía que siempre estaría el ahí.

-está bien-dijo más calmado, dejando de derramar lagrimas-no me importa que me hagas, pero por favor nunca me dejes…porque tú eres lo único que he ganado desde que llegue acá, si te vas lo volveré a perder todo-me confeso, dejándome ver por primera vez su alma y espíritu.

-nunca te dejare-le pronuncie plantando un beso no a sus labios carnales, sino a su alma que me hablaba sin temor o remordimientos…

FIN

 

 

 

 

Notas finales: WAAAE UN MISERO REV POR FAVRO xDDD

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).