REQUIEM
La batalla de las 12 casa había terminado, varios caballeros habían muerto…pero ninguna perdida era tan terrible como la de Milo que había perdido a su amado Camus. Y lo peor de todo es que se había marchado sin que Milo se pudiese despedir, sin un último beso, sin decirle cuanto lo amaba.
“Ahora que ya tú no estás aquí
siento que no te di
Lo que esperabas de mí”
-Pude haberlo evitado - se repetía- Si no hubiese permitido a ese caballero de bronce pasar por mi templo, Camus aún viviría, ¡¡maldito seas Hyoga!!!
“Ahora que ya todo terminó
a quien de mí te alejó
yo le quisiera pedir.
Que me dejé solo un día más
para poder hablar
de lo que eras para mí”
Su orgullo le había impedido decirle a Camus que lo amaba de verdad, que era su razón de ser, que era su dueño…ahora jamás tendría la oportunidad de hacerlo.
“Que me deje disfrutar
de tu voz y contemplar
tus ojos una vez más”
No quería pasar por acuario, cada rincón era parte de sus recuerdos, incluso aún sentía su aura. Ni siquiera en su propio templo podía dejar de sentir la esencia de Camus impregnada en cada rincón, si hasta le parecía oír su voz y su risa haciendo eco en las paredes.
“Echo de menos
el llegar y oír tu voz
Echo de menos
no tener tu apoyo ¡no!”
- Por qué lo hiciste Camus?, sabias que esto pasaría, sabías que ibas a morir, no me dijiste nada….no te despediste…..no dejaste ni un recado…simplemente me dejaste aquí...solo
[
i]“No creo en el más allá
no sé donde buscarte
y aquí no estás
No creo en la eternidad
necesito encontrarte
y estar en paz”
¿Por qué será que justo cuando uno piensa que todo está bien, algo malo ocurre para recordarnos que el paraíso no existe?...no en la tierra. No hay peor tortura que visitar el cielo…y caer a tierra de golpe
“Necesito terminar
lo que un día empezamos
a planear
Lo que quiero es tenerte
y no recordar”
Sin embargo, la vida debe continuar…a Milo le costó mucho entender esto, pero al final logró resignarse, de todas maneras, le quedaba la esperanza de que algún día volvería a reunirse con Camus.
“Espera donde estés
pues tengo que vivir
Y cuando muera iré
a charlar junto a ti”
Sin embargo aún le quedaba la culpa de no haberle confesado a Camus cuánto lo había amado y necesitado, y esa culpa lo perseguiría por el resto de su vida, ¿Por qué será que es necesario perder algo para valorarlo de verdad?
“No he apreciado
lo que he tenido
No lo he apreciado
hasta que lo he perdido”
Por otro lado…... ¿quien sabe?, quizás algún milagro pudiese ocurrir…quizás Camus podría revivir….o quizás podrían comunicarse en sueños...o quizás no faltaba mucho para que Milo fuera a hacerle compañía…o quizás…..quien sabe….
“Y si la fortuna o el azar
me dan la oportunidad
de volvernos a ver.
Juro que jamás te ocultaré
lo que hay dentro de mi ser”
Entonces Milo podría decirle aquello que tanto tiempo había evitado: TE AMO
“Te abriré mi corazón”
Milo nunca podría olvidar a Camus, invocaba su nombre día y noche, pero se consolaba con la seguridad de que no faltaba mucho para encontrarlo nuevamente y entonces ya nunca más se separarían.
“Te echo de menos
Un beso, adiós, cuídate
No nos olvides, muy pronto
nos volveremos a ver”
El corazón de Milo le pertenecía al señor de los hielos, a Camus de acuario, y así sería para siempre
“Ahora que ya tu no estas aquí…”
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