*Hay cosas que yo no entiendo, como por ejemplo que alguien justifique con la palabra “amor” cada aberración por la que este pasa con su pareja…*
*Yo tengo un conocido que es homosexual, y su pareja es un monstruo… lo tortura tanto física como sicológicamente… y este conocido, no hace nada por remediarlo…*
*En un tiempo atrás, nos importaba lo que sucedía con él ¿Por qué lo soportaba? ¿Qué pasaba por su mente? ¿Hasta cuanto resistiría?
Pero con el pasar del tiempo… nos dejó de interesar…*
*No era más que un estúpido masoquista…*
- ¡DEJA DE LLORAR!-le golpeó Lex a su débil novio que sollozaba por la brusca penetración..
- Lo… siento…- realmente estaba siendo muy violento aquella noche.
- Mierda… me cortas toda la inspiración, marica llorona…
- Perdón….- susurró.
Se movía con brusquedad, casi como si pensara que su novio no sentía nada, en cambio Adán, se daba por vencido a la ególatra forma de ser de su pareja, y sólo perdía la mirada en el techo, con una respiración alterna, que iba de rápido, a muerta…dependiendo a lo que su novio le hiciese.
- ¿Por qué no gimes? ¿Acaso no te gusta?- dijo Lex entre dientes.
- Si…
- ¡MUESTRA ENTUSIASMO ENTONCES!- y le abofeteó en toda la cara.
Era la cuarta vez que lo hacía en media hora.
*¿Qué te impulsa a querer hacerte daño?*
*¿Por qué?*
*¿No es lógico que cuando amas… quieres sentirte amado y no odiado?*
*Placer por un dolor permanente… eso no es sano*
*Definitivamente Adán no es sano*
Cuando Lex se había corrido, tiró a un lado a la “cosa” que ya no le servía, y se lanzó a los brazos de la cama…
- Estuviste pésimo…- dijo este.
- Puedo mejorar…en serio…
- ¡Que mejorar, si yo hago todo el trabajo siempre, tú sólo te quedas ahí como pescado muerto! ¡Maldita sea, eres un inútil!
- Lo siento…- lo miró, sus ojos azules delinearon el cuerpo de su amado, trigueño, sudoroso y masculino, muy por el contrario de él, blanco, delgado, casi femenino…
Como amaba a ese hombre, y estaba tan agradecido de que este sujeto sólo estuviese con él…
* Es como si… fueran las peores personas del mundo, que tienen que aguantarse el dolor, de una bestia que resulta ser peor que ellos. Se dan con una piedra en el pecho porque estos sádicos hermosos se fijan en ellos y los poseen de tal forma que los hacen sentir únicos…
“poseer”… a un objeto se posee, pero… ¿Una persona?... pero que idiotez…*
- Te amo- le dijo a Lex, casi como un murmullo, colocándo su cabeza en el pecho del trigueño.
- Yo también…- dijo este acariciando su cabeza.
*Y con eso se compensaba todo*
*Mi nombre es Claudio, tengo 15 años, y llegué a un punto en el que vi a mi hermano mayor tan masoquista… que me sentí simplemente superior a él*
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