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Lo que pasa una vez, volverá a pasar por lightness

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Notas del fanfic:

hola, espero les guste esta nueva propuesta, que la neta, me gustó mucho escribirla para ustedes ^^

Notas del capitulo: hola, una nueva propuesta, jejeje, los personajes no me pertenecen ^O^
Capítulo 1 “De rechazo en rechazo”


Hace más de 3 años, que el joven más cotizado de Hogwarts, así es, el mismísimo Harry Potter, contrajo matrimonio con la hermana de su mejor amigo, Ronald Weasley… la pequeña Ginevra Weasley… para quienes la conocen, Ginny.

Eran los recién casados más envidiados y parecían estar toda la vida juntos… en simples apariencias.

Harry, después de la batalla final contra el Lord Oscuro, había perdido más la vista y cuando fue a visitar a su amiga Hermione, ahora convertida en toda una doctora, le dijo que jamás podría recuperarla del todo, y que en unos cuantos años, a lo sumo, quedará totalmente ciego….

Sin embargo, eso no era impedimento para que Ginny le aceptara. Habían sido largos años de espera para que el niño-que-vivió la escogiera de entre tantos pretendientes.

Ya eran tres años… le sorprendía lo rápido que pasaba el tiempo a su lado… y también quería darle una gran sorpresa…

Y en aquel Londres mágico, todo iba por buen camino.

-Despierta, cariño- dice la radiante esposa con su cabello pelirrojo tomado en una coleta y con su camisa de dormir ultra sensual para despertar.

-¿Ya es de mañana?- dice el moreno, abriendo sus verdes ojos y buscando sus lentes.

-Toma, aquí están tus lentes- se lo entrega en la mano y le besa en los labios, siendo correspondido de forma casi inmediata.

-Tengo que ir temprano al Ministerio de Magia- dice al separarse del abrazo de su esposa- va a llegar un nuevo asistente.

-¿De quién se trata?- pregunta, quedando sentada en la cama, mientras se coloca las pantuflas.

-Todavía no lo se, la verdad se me olvidó preguntar.

-Y va a hacer tu asistente, ¿cómo puedes ser tan despistado?

-Estaba pensando en otras cosas, nada más.

-¿Qué otras cosas, querido?- dice con cierto tono de mala señal femenina.

-Trabajo, nada más.

-¿Trabajo?, me parece extraño.

-Ahora soy todo un trabajólico, por eso mismo, es hora de trabajar- se levanta de la cama a toda velocidad y se encierra en el baño.

-Harry James Potter Evans, no te comportes como un niño de primaria- le reclama Ginny desde la puerta- baja a desayunar, que tengo todo listo, y más te vale no escapar- dice la pelirroja, bajando las escaleras en forma de caracol.

No podía decirle a su esposa, lo que había pasado anoche…

No era un experto mintiendo a los otros, pero sencillamente, era imposible decirle a Ginny que anoche… había ido a beber unas copas con el nuevo asistente… y que entre trago y trago, palabras y viejos rencores saliendo a flote… se habían besado.

Inconscientemente Harry se llevó sus dedos a sus labios. Nunca imaginó que los labios de su némesis fueran tan suaves y aterciopelados. Y que su lengua, fuera toda una experta para hacerle sentir en un par de segundos la fiebre y pasión momentánea que su esposa, no le podía provocar.

Cuando se trata de lo prohibido, estás más tentado a conseguirlo y sentir que estás pecando de forma culpable y tremendamente seductora.

-¿En qué momento pasó todo esto?- murmura mirando hacia su alrededor- se supone que lo tengo todo… una esposa que me ama y me cuida, una casa confortable y acogedora, comida algo extraña, pero al fin y al cabo lo es y bueno… hace mucho tiempo que no estamos juntos… en la intimidad… pero esa no es razón para besarle… ¡no puedo andar besando a otros hombres sólo porque mi esposa no se acuesta conmigo!

Tanto reclamo mental, le hizo olvidarse de lo que realmente tenía que hacer.

-¿Cuánto tiempo más vas a quedarte en el baño?- pregunta Ginny algo sulfurada- el desayuno se enfría- dice a modo de reclamo, golpeando la puerta.

-Ya voy, Ginny, espérame- dice desde la ducha y abre la llave del agua caliente.

-Ni siquiera te has duchado todavía, rayos, hombres tienen que ser…- murmura la esposa haciendo un mohín con sus labios- parece que le tuvieran miedo al agua en la mañana- vuelve a bajar al comedor.

-Mujeres tienen que ser, ¿por qué reclaman tanto?, joder…- comienza a ducharse- será mejor no pensar en nada.

-Hombres… jamás piensan en algo- reclama Ginny, mientras bebe su taza de té con naranja- parece que tu padre va a llegar tarde- dice a su vientre, mientras lo acaricia.

-Hoy es otro día, y no tiene porqué pasar lo mismo, ¿cierto?- dice el moreno al azulejo blanco, como si esperase respuesta inmediata- no volverá a pasar- cierra la llave del agua.

Se vistió, teniendo sólo esa idea en mente… esta noche sí debía dormir con Ginny. O si no, terminaría volviéndose loco por estar tan reprimido…

Bajo hacia el comedor, donde vio a una Ginny muy molesta. Se había tardado demasiado y el desayuno… estaba frío y no tenía muy buena pinta.

-Otra vez piensas escapar, ¿verdad?- alza una ceja y su bata cae hasta la altura de sus hombros, tan menudos…

Su piel, tan blanca y suave… se le hacía agua a la boca… pero debía ir a trabajar…

-En el trabajo compraré algo, ya me voy- dice Harry sacando un poco de polvos flu- ¡Ministerio de Magia!- desapareció en una llama verde.

-Hombres… nunca cambiarán- dice la pelirroja, arreglando su bata y botando el desayuno a la basura- esta noche debo decirle… hoy tiene que ser- lava la loza y se pone a ordenar y limpiar la casa.

En el Ministerio de Magia… Harry sentía la mirada inquisidora de un sujeto, clavada en su nuca.

Un par de escalofríos, le recorrió la espalda y se giró, para hacerle frente.

-Llegas tarde, cara-rajada… como siempre- resopla su nuevo asistente.

-Silencio Malfoy, te mostraré tu nueva oficina- dice evitando cualquier reclamo por parte de él- sígueme.

Caminan por un largo pasillo, hasta llegar a una puerta.

-¿Tanto así te afecto lo de anoche?- pregunta rompiendo aquel silencio que lo tenía loco, además de sumarle una tensión que fácilmente podía cortar con un hacha de dos kilos.

-Para nada- gira y se miran fijamente por unos segundos- debes estar acostumbrado a esto, ¿verdad?

-Así es- no se deja amilanar y alza una ceja- parece que te tienen el agua cortada, ¿no?- comenta con cierta ironía en la voz, mientras dejaba a su jefe contra la puerta- que ahora se venga a hacer la pura, ya me lo imaginaba- comienza a oler el cuerpo del moreno y apoya ambas manos en la puerta- eso fue lo que escogiste como esposa.

-No involucres a Ginny en todo esto- dice el pelinegro, alejándolo unos pasos- aquí está la llave de tu nueva oficina, más vale que hagas bien tu trabajo o te despediré.

-Espera, Potter- sisea su apellido, como en los viejos tiempos, abriendo la puerta y tirando del brazo de Harry, quedando dentro de la oficina- puedes escapar, si lo deseas, aunque creo que eso es de cobardes… ¿dónde quedó la valentía de un gryffindor?- pregunta, y lo bota al suelo- ¿no te sentías tan orgulloso de ser uno?

-Sólo sé que siempre has sido un verdadero cobarde, serpiente rastrera- le toma por el cuello de la camisa y lo aleja.

-Anoche no decías eso… estabas tan ebrio que ni siquiera lo recuerdas- dice el rubio, levantándose del suelo y sacudiendo sus pantalones negros- parece que tendré que emborracharte otra vez, a ver si así, recuerdas lo que pasó.

-No, gracias, ahora debo ir a trabajar- llega hasta la puerta, pero ésta se cierra de golpe y quedan encerrados con llave- abre la maldita puerta, Malfoy.

-¿Por qué tan nervioso cara-rajada?, ¿te sientes culpable de haber sido infiel a tu esposa?

-Sólo fue un beso, nada más- dice sin temor- ahora abre la puerta y ponte a trabajar.

-Que aburrido eres Potter… con razón tu esposa no te da la pasada- dice y esboza una sonrisa de burla- ahora puedes irte, no te quito tu valioso tiempo.

-Eres un… desgraciado, vete al demonio- abre la puerta y se va dando un gran portazo.

Harry estaba hecho una furia. No le gustaba que le sacaran a flote el cómo iba su relación con su esposa… pero esta noche, lo arreglaría todo…

-Hoy se resolverá todo, hay que ser optimista- piensa a modo de consuelo y se pasó todo el día, pensando en la mejor manera de cómo seducir a Ginny y que todo termine, como debería ser…

Pasó todo el día, evitando a Malfoy, y más de alguna vez, le hubiese gustado lanzarle un cruciatus; sin embargo, la recompensa de todas esas semanas sin sexo, hoy sería su fin… ¿verdad?

Llegó a su casa y, como esperaba… todo estaba a oscuras. Sólo la luz de la alcoba estaba encendida.

-Ginny- dice su nombre con tanto amor, como para derretir un trozo de mantequilla congelada a más de 0 grados Celsius.

-No quiero comer más…- murmura la pelirroja, quien estaba profundamente dormida… como todas las noches, hace dos meses…

-Ya no podré soportarlo- pensó Harry saliendo de la habitación.

Estaba harto de esa situación… él también tiene necesidades por favor…

Se fue al mismo bar de la noche pasada. Pidió el mismo trago. El mismo bartender atendía. Pero Malfoy no estaba a su lado…

Pasó alrededor de una hora y seguía mirando el vaso de licor que estaba vacío.

-¿A quién estás esperando?- pregunta la voz conocida de Draco, quien recién llegaba hacia la barra del bar.

-A alguien que me haga compañía esta noche- dice el ojiverde, mirado a su nuevo compañero.

Pasaron unos largos minutos en que no apartaron sus ojos, el uno del otro.

-Entonces… está noche tampoco obtuviste lo que querías- dice el ojigris, dando en el clavo.

-Estoy harto de todo esto- dice Harry terminando de beber su licor y dejando el vaso en la barra- me voy a mi casa.

-Entonces, espera un poco- deja dinero por el trago y se van los dos hasta el estacionamiento.

-Lo de anoche… fue un error.

-Lo sé, pero no veo que te sientas muy culpable por ello.

-No demasiado.

-Entonces… ¿quieres que vuelva a besarte?- con su dedo le recorre los labios, y se pierde en el cuello.

No puedo volver a lo mismo de anoche. Claro que no.

Ni siquiera alcanzó a pensar en nada coherente. Sus labios fueron tomados y lo sorprendente de todo ello es que le agradaba y de qué manera. Se aferraba a ese cuerpo como si se le fuese la vida en ello…

-Tomé ese silencio como un sí- dice el rubio mordiendo levemente los labios del ojiverde, sacándole un gemido que sólo pudo escuchar él.

Lo que pasa una vez, volverá a pasar…

Continuará…
Notas finales: espero sea de su agrado, me despido, besos, bye bye ^O^

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