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You Have A New Message por Jane Star Kage

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Notas del fanfic:

Aadaptación de Rabbit Doubt, una adaptación de verdad, no simple copy-paste.

¿Soy la única que AMA las buenas cosas de horror, misterio y drama? Espero no estar sola.

Notas del capitulo: Notas: Agradecimientos a Ana, beta y en algunos momentos co-autora de esta obra. La cantidad de errores que encontró es tan ridículamente grande que no puedo hacer menos que agradecerle el no haberme enviado el texto de vuelta con un letrerito de “Vete al carajo”.

Iré poniendo la advertencias pertinentes conforme avance el fanfic.





—Eh? Cmo que no puedes venir a mi casa hoy? —estall Eiji, captando la atencin de varios estudiantes que an estaban saliendo de la escuela. No tardaron mucho en volver a sus propias conversaciones, despus de todo, era conocida la facilidad con la que el pelirrojo se exaltaba— Habamos quedado en que probaramos mi nuevo videojuego luego de las prcticas! Recuerdas? —le reproch.

—Lo siento —se disculp Fuji mientras buscaba el mvil en su bolsillo. Una sonrisa calmada adornaba su rostro, como de costumbre—, surgi algo —fue su primera explicacin, a la que Kikumaru respondi con una mirada incrdula.

—No entiendo, qu podra ser ms importante que…? —Eiji se interrumpi a s mismo al ver la pantalla iluminada del celular de Fuji, quien se lo haba puesto enfrente. Entrecerr los ojos para poder observar mejor la letra pequea.

—Te invitamos a un juego, ve a las canchas callejeras. Por favor, no faltes? —recit Kikumaru en voz alta, arqueando una ceja ante lo ltimo. Y es que por ms que lo lea y relea, segua parecindole un psimo intento de chiste—. Qu horror! Acabamos de salir de las prcticas —lanz indignado.

—S, pero sera grosero no asistir —dijo Fuji, guardando su celular en el bolsillo del pantaln, para luego soltar la verdadera razn que tena para ir— adems, suena interesante.

—Quin te envi eso? —pregunt Eiji, que haba empezado a caminar junto a su compaero.

—No lo s —respondi Fuji, agrandando un poco su sonrisa.

—No lo sabes? Y an as vas a ir? —cuestion Eiji, desconfiado. Aunque no supo ni para qu preguntaba, si ya saba que ese tipo de cosas atraan a su amigo como la miel a las moscas. Por algo le resultaba tan atrayente

—Podra ser cualquier persona, no es emocionante? —le expres mientras giraba el rostro a verlo. Con la mirada pareca querer transmitirle a su compaero lo mucho que aquel encuentro le estimulaba.

—Supongo que s —respondi Eiji mientras llevaba sus manos detrs de su cabeza—. Ni hablar, entonces voy contigo. Ser tu animador —agreg divertido mientras colocaba las manos alrededor de su boca para simular un megfono—: Eso Fuji, eres el mejor, quiero un hijo tuyo! Te secuestrar en la salida y vender tu ropa interior por Internet!

Fuji se tap la boca con su mano y ri por lo bajo, a consecuencia de aquellas porras. Y conociendo a Eiji, bien podra decirlas a voz en cuello. Las reacciones que eso causara seran dignas de ver.

—Oigan, esperen! —se dej or apurado, a pesar de que sus compaeros no haban recorrido una distancia importante.

Ambos voltearon al escuchar aquella voz familiar —y agitada— tras ellos. Kawamura los alcanz casi de inmediato, y en ese momento, pudieron notar que llevaba rato corriendo.

—Te estuve… buscando, Fuji —dijo hablando entre respiros, bastante sudado—. Quera que…

—Lo siento Kawamura, llegaste tarde —habl Eiji negando con la cabeza—. Este chico ya tiene sus planes —explic volteando a ver a Syusuke, esperando a que ste apoyase sus palabras, lo cual hizo asintiendo con la cabeza.

—Eh? –Kawamura se vio confundido y en efecto, lo estaba. Mir a ambos chicos y esper una explicacin.

—Tengo una cita —respondi Fuji de forma simple—, y por eso debemos irnos de inmediato –agreg mirando a Eiji y tomndole de la mano.

— Una cita?! —repiti Kawamura boquiabierto. Y Fuji asinti, disfrutando de la estupefaccin de su amigo.

Eiji lanz una carcajada ante aquel rostro desencajado. Pens que seguramente Kawamura se fue por el lado romntico del asunto o peor, rememor aquella “legendaria” cita entre Momoshiro, Ryoma y la hermanita de Tachibana. Pero el encuentro de Fuji tendra de sentimental lo mismo que lo tendra ordear una vaca.

—Tranquilo Kawamura, no es lo que crees —empez a decir Eiji— el tipo tiene una cita a ciegas con el tenis.

—Ah? —Kawamura lade el rostro, obviamente ms confundido.

—Te lo explicaremos luego —indic Kikumaru, restndole importancia al asunto.

Kawamura opt por cortar por lo sano y no preguntar ms. Entones record la razn por la que estaba all. Procedi a preguntarle al castao sobre un libro de matemticas bastante costoso que necesitara usar un par de das.

Fuji se sorprendi de s mismo. Se acord que su amigo se lo haba pedido hacia cosa de dos das y el prometi conferrselo, justo ese da. Lo haba guardado en su mochila durante la noche para no olvidarlo. Lo que si se le fue de la mente, fue entregrselo. Vaya torpeza de su parte.


—Lo siento mucho Kawamura —empez a hablar mientras lo buscaba en su bulto. —. Aqu est

— Muchas gracias, Fuji! —dijo Kawamura radiante, para luego prometer solemnemente que lo devolvera en buen estado. Introdujo el libro en su bolso, y su cara adquiri una expresin de confusin.

—Sucede algo, Kawamura? —pregunt Fuji al verlo urgar en su mochila ms de lo necesario.

—Creo que…, creo que olvid mi celular en los vestuarios —dijo mientras sonrea a manera de excusa mientras volva a asegurar los libros.

Eiji ri un poco ante el pequeo inconveniente de su amigo.

—Eso me pasa todo el tiempo! —Agreg divertido, acercndose a Kawamura y colgando su brazo alrededor del cuello de su compaero—. Una vez lo dej en las duchas y pas all toda la noche. Nunca volvi a ser el mismo.

—Ir a buscarlo antes de que Inui se vaya —habl, para luego despedirse con un rpido saludo al aire. Dio media vuelta y se alej corriendo para alcanzar a su analtico compaero que haba dejado atrs. Ya le pareca ver a Inui sentado en un banquillo, escribiendo como poseso y ajustndose los lentes cada tanto para sonrer de forma algo perturbante.

—Ja! Aun sin la raqueta, tiene mucha energa —declar Eiji—. Slo mira cmo corre!

—La energa de Kawamura es admirable —expres Fuji con tono suave mientras se daba media vuelta—Vamos Eiji, todava debo hacer una parada antes de ir hacia las canchas.
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Solamente despus de haberse vestido con su uniforme escolar, Kirihara se dign a revisar el nuevo mensaje que tena en el mvil. No pudo reprimir una mueca de disgusto al leerlo, le record demasiado a cierta broma que Niou le haba jugado haca cosa de meses: “Te espero en el saln de clases”, le indic aquella vez y l fue y cay tal cual. El tpico cubo de agua, su superior haba dicho que quera restaurar un clsico. “Jaja”, se haba redo todo el regreso a casa —s, como no— pens....

Pero el mensaje en esta ocasin era distinto. Y el lugar era fuera del colegio. Saba dnde estaban esas canchas callejeras, las haba visitado con anterioridad, aunque no en busca de partidos, precisamente. Esta sera su primera vez.

—Je, te aplastar — mascull con cierta sorna.

—Decas algo, Akaya? —Yanagi, a pesar de estar a varios metros de l, pudo escuchar su murmullo.

Kirihara levant el rostro para verlo. Su compaero acababa de salir de las duchas, con una toalla ajustada en sus caderas.

—Es un desafo —explic Kirihara mientras depositaba su telfono en el bolsillo de su camisa, y luego proceda a guardar su raqueta en el estuche, ahora ms rpido que antes-. Alguien me reta a un juego en las canchas callejeras.

—Ya veo —fue lo nico que dijo Renji, para luego empezar a vestirse.

—Ja! Terminar en menos de lo que me toma llegar al arcade —alarde Kirihara mientras se diriga a la salida de los vestuarios. Y vaya que crea sus propias palabras.
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—Hmp —fue lo nico que lanz al ver la pantalla de su celular. Un mensaje como el que acababa de leer, bien podra haber sido Inui el que lo hubiese enviado. Era directo, pero educado. Haca unos das que no lo vea, no desde las nacionales para ser ms preciso.

Quedando satisfecho con ese corto razonamiento, se volvi para encarar a Yuuta, quien le haba preguntado si ocurra algo.

—Ir a recolectar datos —fue lo que le contest al girarse a ver a su joven aprendiz. Porque Yuuta era su discpulo, claro estaba—. Yuuta, regresar en unos momentos. Por favor, comienza con el entrenamiento de pesas.

—Pero Mizuki… Es tarde! —se quej el muchacho, exasperado ante los extremos a los que su manager siempre quera llevarlo. Entrenar despus de entrenar? Haba algo desquiciado en ese asunto.

—Nada de peros —le reprendi el otro chico, mientras pensaba que a lo mejor deba cambiarse de ropa para acudir al llamado—. Recuerda el fin de este entrenamiento: mejorar la fuerza de tu brazo. Con el adiestramiento adecuado, utilizar “esa tcnica” ser posible sin ninguna consecuencia drstica. Ya me lo agradecers. Sers mi mejor logro —mencion Mizuki con satisfaccin.

Yuuta quiso decir algo, pero Mizuki habl de nuevo antes de que pudiera hacer ms que abrir la boca.

—De hecho, mrate ahora. Eres mucho ms fuerte, rpido y gil. Estoy seguro de que puedes hacer esos ejercicios sin esfuerzo alguno.

Yuuta lo mir con sospecha durante unos segundos antes de rendirse en medio de un suspiro. Mascull algo parecido a una palabrota antes de colocarse debajo de las pesas.

Mizuki calcul mentalmente que le tomara quince minutos prepararse y otros quince para estar en las canchas callejeras. Si se daba prisa.

Al verlo abandonar la estancia, Yuuta pens en su mochila, repleta de dulces, que haba dejado en el cuarto. Se dara cuenta Mizuki —de nuevo— si se saltaba uno que otro ejercicio? Slo haba una forma de averiguarlo.
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Ryoma estaba muy concentrado viendo hacia la nada por la ventana del establecimiento de comida rpida, como para darse cuenta del sonido caracterstico de su telfono mvil al recibir un nuevo mensaje.

—Echizen, tu celular —fue Momoshiro quien le hizo notar aquel sonido, antes de volver a hendirle los dientes a su hamburguesa. Ese da su compaero haba estado absorto en sus pensamientos casi por completo. Era tal su enajenacin que haba hecho preguntarse a Takeshi ms de una vez en ese da, qu ocupaba su mente. Conocindolo, el tenis. Si es que no saba pensar en otra cosa.

—Uh? —Ryoma, que pareca despertar de un trance, busc su mvil, revis el mensaje recin llegado y volvi a guardar el aparato, sin el ms mnimo inters. Si no saba contra quin podra jugar, no le interesaba en lo absoluto.

Su mente ahora viaj a los recuerdos de las nacionales, suceso que haba ocurrido apenas unos das atrs. Ah lo haba dado todo por el todo, y haba llevado a su escuela a la victoria. Ahora tena un curioso sentimiento de realizacin, estaba satisfecho consigo mismo y con su equipo.

No tard mucho antes de que su mente volviese a volar a donde estaba antes del mensaje: El tenis.

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Colg su celular luego de enviar el ltimo mensaje. Se qued mirando la pantalla del mvil unos segundos antes de iniciar la marcha hacia el punto de encuentro. Qu tan interesante sera este juego?


Juguete con el llavero que colgaba de su celular mientras se pona en camino al punto de encuentro. Ni siquiera se molest en buscar su raqueta, l no iba a jugar tenis.
Notas finales: ¿Quién está reuniendo a los jugadores? ¿Qué les espera a los chicos? Eso lo veremos más adelante.

Besos

PD: Siempre se agradecen las opiniones. Y si alguien por aquí me ha dejado uno antes, que sepa que he contestado la mayoría de ellos, espero terminar de contestarlos pronto :)

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