Nevaba, caían los copos de nieve como gotas de lluvia gruesos y fríos pero a la vez hermosos y mágicos cubriendo toda la ciudad de esos hermosos copos haciendo que se vea más hermoso que cualquier lugar imaginado en nuestros más íntimos sueños, varias personas transitan por la hermosa ciudad de nieve algunas sonriendo por la blancura perfecta y otras renegando y maldiciéndola.
Atardecía y la ciudad cobraba aún más vida gracias a la pequeña celebración que iba haber por el aniversario de la villa, un mundo de colores, gente riendo, juegos, atracciones y personas llenas de felicidad comenzaba a descongelar el duro corazón de algunos que se atrevían a acercarse y entrar al carnaval, los niños jalando a sus madres para subirse a los juegos, las parejas caminando tomadas de las manos comiendo dulces y sonriéndose como si no importara nada excepto ellos.
Entre tantas parejas caminaba un azabache intentando no golpearse entre toda la muchedumbre, se alejó a un lado y comenzó a intentar ver o más bien, encontrar a su hermano que se había alejado con su novio, suspiró pensando que tal vez fue a propósito.
Suspiró tratando de calentar sus manos mientras miraba como la mayoría sonreía feliz, bueno él también lo haría si conociera a alguien, hace un mes se había mudado a Konoha y hasta ahora su único amigo era su sombra, su hermano y su futuro cuñado.
Sonrió triste pensando que lo mejor sería volver a su casa, pero recordó que no había nadie, pensándolo bien era mejor estar allí que solo, de nuevo.
Se comenzó a meter entre las personas para poder encontrar un lugar tranquilo donde estar hasta que acabara todo esto pero mientras caminaba pensativo sintió como golpeaba por error a alguien, volvió su rostro asustado, listo para disculparse pero al ver a quien había empujado tembló
_ Idiota – gritó un chico pelirrojo mientras miraba lo que había tirado - ¿Qué te crees Uchiha?
_ L-lo siento – dijo intentando alejarse, después de todo ese chico había sido quien le había roto sus lentes, definitivamente no pensaba ser él lo próximo que rompiera – n-no t-te vi…
_ Pues definitivamente ahora si vas a recordarme – dijo intentando golpearlo pero alguien se interpuso y empujó al de cabellos de fuego alejándolo de un tembloroso azabache que se había cubierto los ojos esperando el golpe, pero al ver que no vino se descubrió y vio como frente a él estaba un rubio y no cualquier rubio sino Naruto Uzumaki.
_ Gaara cálmate fue un error ¿si? – dijo serio cruzando los brazos y mirando fijamente a su amigo
_ Deja de proteger a ese mocoso… MIRA LO QUE HIZO
_ Si lo que quieres es dinero entonces te lo doy pero no permitiré que lo lastimes – dijo sacando unos cuantos billetes y tirándolos a la nieve – ahora lárgate
_ Naruto – dijo suavemente el azabache, no comprendía, supuestamente el pelirrojo era el mejor amigo del rubio, entonces ¿Por qué le estaba hablando así? Seguro era por su culpa pero ¿desde cuando el rubio sabia que él existía? Desde lo recordaba jamás habían hablado, bueno sí pero para pedirle que le pasara lo que quedaban de sus lentes el día que el pelirrojo los había roto, inclusive el rubio se había reído junto con toda la clase donde estaban
_ Como quieras – dijo el pelirrojo cogiendo el dinero y yéndose mirando fulminantemente al rubio y luego al azabache
_ Nee… ¿estas bien? – dijo volviéndose y sonriéndole
_ S-si –ruborizándose, le estaba hablando
_ Me gustaría disculparme contigo por Gaara es que él no es malo solo…
_ Fue mi cul-pa… es que como no tengo mis lentes… pues y-yo… yo no veo muy bien – dijo bajando su rostro y ocultándolo tras sus flaquillo
_ Ah – dijo sonriéndole tranquilamente - ¿a donde ibas?
_ No sé… s-solo buscaba… buscaba un lugar donde quedarme hasta…
_ ¡Ya sé! – dijo acercándose entusiasta - ¡buscabas un lugar desde donde poder ver los juegos artificiales! ¿verdad?
_ Eh – dijo intentado contradecirle pero no podía, posó su mano sobre su pecho mientras sentía como los latidos aumentaban a mil por hora
_ Ven… yo conozco uno perfecto – dijo tomándolo de la mano y comenzando a jalarlo por entre todas la personas, mientras el azabache simplemente se dejaba sin poder decir nada ni para negarse ni para aceptar.
Después de correr mucho entre la nieve y las personas, llegaron a la escuela que estaba abierta y adentro habían algunas personas tomando cosas calientes, que buen negocio era el colegio de noche.
Subieron las escaleras hasta la terraza y fue recién allí cuando el rubio soltó la mano del azabache y sonrió al poder estar tan cerca del cielo negro estrellado y sentir la fría brisa nocturna que calaba hasta los huesos pero refrescaba mucho.
El azabache simplemente acarició su mano tontamente pensando que la había tomado el rubio, suspiró ruborizándose mientras se sentaba en el suelo y abrazaba sus rodillas viendo el firmamento, recordaba que su madre le había dicho una vez que las estrellas eran las personas que había fallecido, sonrió tristemente pensando en cuál sería su madre.
_ Desde aquí se ven geniales los juegos artificiales ¡de veras! – dijo entusiasmado viéndolo fijamente – jeje – se comenzó a reír
_ ¿Hum? – dijo desconcertado
_ Tienes un poco de nieve – dijo acariciando sus cabellos negros y quitando la nieve – mejor
_ Gra-gracias – dijo mientras sus mejillas se teñían de rosa por el simple contacto
_ Sasuke… ¿de donde vienes? – dijo sentándose a su lado
_ Kyoto – dijo mientras se ruborizaba más por la cercanía “que torpe soy” se dijo ocultando su rostro con su flequillo “pero… pero sabe mi nombre”
_ Hum…
Fue lo último que dijo antes de que un silencio sepulcral los tomó como prisioneros, el rubio solo miraba el cielo y el azabache solo cerraba los ojos intentando pensar que decir o que hacer para no molestar al rubio, no quería que ese momento se acabara, quería estar cerca del rubio si era posible siempre, estaba enamorado y cuando uno lo estaba era capaz de todo.
_ Oye discúlpame – dijo tranquilo mientras volteaba a verlo directamente con cierta tristeza
_ ¿Po-por qué? – dijo parpadeando al verlo tan cerca y ruborizándose aún más si era posible
_ Por lo de tus lentes ttebayo – dijo mientras metía una de sus manos en el bolsillo de su casaca y sacaba un pequeño paquetito mal forrado con papel de regalo
_ Ah por eso – dijo sonriendo suavemente pero con cierta tristeza – tú no… n-no… hi…hiciste nada – dijo tembloroso, no quería acusar al pelirrojo
_ Fue Gaara lo sé pero yo no lo detuve y podía hacerlo – dijo tristemente tomando el paquete entre sus manos –sé que no debí haberme reído pero… me dolió verte llorar…
_ Hum – dijo mientras el carmín de sus mejillas se hacía evidente, el rubio lo había visto llorar ¡genial!
_ Por eso te traje esto… - dijo dándole el paquete – espero que lo recompense
El azabache tomó el paquete mientras sus ojos negros brillaban al verlo, el rubio del que estaba enamorado le había traído un regalo, era irreal – n-no te hubieras... mo-molestado
_ No fue molestia y espero que tú no te molestes
_ ¿Por qué? – dijo mientras comenzaba a abrirlo delicadamente para no romper el papel de regalo
_ Porque cuando lo veas te darás cuenta de que te espío – dijo sonriendo zorrunamente
El azabache terminó de abrirlo y vio que era una cajita larga, la abrió y encontró allí, adentro sobre una tela de seda sus lentes como nuevos, brillantes y sin los cristales, ni la montura rota como lo recordaba
_ M-mis lentes – dijo tomándolos y mirándolos bien de cerca, pues su visión no era perfecta en esos momentos.
_ Si… y bueno espero que no te haya molestado que los recogiera de la basura después que tú los tiraras pero – dijo ruborizándose – esa era la única forma que supiera tu medida… lo siento
_ Gracias – dijo tomándolo tímidamente la mano y con los ojos llorosos, era la primera vez que alguien hacía algo tan hermosos como eso
El rubio volvió su rostro y lo miró, con las mejillas carmín, los labios sonrosados y los ojos brillándole como nunca lo había visto, estaba más que hermoso, se veía realmente inocente y… muy irresistible
_ De nada – dijo algo aturdido por la hermosa imagen que estaba viendo
_ Lo siento – dijo alejando su mano tembloroso “soy un completo idiota” – no… n-no quise mo-molestar
_ No me molesta – dijo dulcemente tomando su mano – me gusta sentirte cerca
El ojinegro simplemente sonrió con inocencia mientras se dejaba tomar la mano y se perdía en los hermosos ojos azules del rubio, comprendiendo que estaba enamorado como idiota de ese Uzumaki
_ Eres diferente Sasuke – dijo sin soltarlo y acariciando su mano – no te conozco… no sé lo que te gusta… no sé lo que odias… no sé nada de ti
_ Hum – dijo bajando la mirada, era cierto, él era tan sociable como una cebolla y tan alegre como una noche lluviosa y el color negro
_ Pero… - tomándolo del mentón para que lo viera directamente a los ojos – pero aunque no tenga la menor idea de quién eres aparte de tu nombre… me gustas…
_ ¿Eh? – dijo mientras alejaba su mano al instante y lo veía confundido ¿era verdad? O solo era una mentira cruel
_ Jé sé que no me crees pero si… me gusta tu forma de ser, eras tan callado que a veces yo desearía ser alguno de tus pensamientos, eres tan dulce cuando quieres serlo… en la clase la mayoría te molesta por los lentes – dijo tomándolos y poniéndoselos con delicadeza – pero a mi me gustan mucho como se te ven… ME GUSTAS MUCHO CON LOS LENTES O SIN ELLOS – gritó parándose frente a él y en medio de la terraza - ¿ME ESCUCHAS KONOHA? AMO A SASUKE UCHIHA CON O SIN LENTES – gritó mientras el azabache se ruborizaba a mil y sus labios temblaban, no comprendía, era un sueño, pero si así lo fuera pensaba dormir por siempre
_ Naruto nos van escuchar – dijo tímidamente aún sentado
_ ¿Y? – dijo tomándolo de las manos y parándolo - ¿TE MOLESTA QUE GRITE QUE TE AMO?
_ Pues – dijo ruborizándose tanto como un tomate
_ PUES NADA… - acercándose a la baranda de la terraza – PUES TE AMO SASUKE UCHIHA YO NARUTO UZUMAKI
_ Naruto no – dijo acercándose y tapándole la boca totalmente rojo, si su hermano escuchaba eso el rubio era hombre muerto – ya… t-te creo… ¿feliz?
_ No – dijo soltándose y tomándolo de las manos – no seré feliz hasta que aceptes que salgamos juntos… quiero tener una cita contigo, conocerte y pues si tu quieres… ser mi novio – dijo ruborizándose mientras acariciaba la mejilla del azabache
_ Yo… - dijo perdiéndose en los ojos azules, estaba por negar pero algo le decía que no podía mentirle, que esos ojos azules cual cielo mismo no mentían – si… - dijo sonriendo tontamente
_ ¿A qué? ¿a salir conmigo? O ¿a ser mi novio? – dijo pícaramente mientras le quitaba los lentes
_ A ambos – dijo tomando sus lentes y viendo directamente al rubio – a ambos
El rubio lo miró de nuevo y sin pensarlo dos veces comenzó a acercarse lentamente a sus labios hasta unirlos en una tierna caricia que fue respondida con la misma ternura, rodeó su cintura mientras el azabache rodeaba su cuello y se dejaba llevar por lo labios del rubio y sin comprender, terminó soltando los lentes sin importarle si se rompían o no, pues en esos instantes solo él y su nuevo novio importaban, nada más.
Al instante en que sus bocas se encontraron los juegos artificiales comenzaron a estrellarse en el cielo infinito haciendo gala de los hermosos colores y sonidos que destruían el silencio creado por ellos, como celebrando su unión.
_ Ya comenzaron – dijo el rubio terminando el beso y abrazándolo contra su pecho mientras el azabache se dejaba, se soltó por un instante para recoger lo que había botado y que por suerte no se había roto.
_ Que suerte –se dijo mientras se los ponía para poder ver bien el juego de luces mientras el rubio lo volvía abrazar en señal de protección y ambos miraban los juegos que estaban celebrando su amor, el rubio lo besó de nuevo suavemente para luego susurrarle bajito
_ Te amo
_ Yo también te amo – respondió el azabache sonriendo mientras se volvían a aferrar el uno al otro compartiendo así su calor y ese nuevo sentimiento que comenzaba a inundar su ser…
El amor…
Su amor…
El amor de ambos….
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