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AMISTAD ENTRE COMILLAS por ilragazzo

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Notas del fanfic:

este es el primero que lanzo, no tiene mucha accion, pero prometo que con el tiempo se pondra bien

Notas del capitulo: Nicolas encuentra un chico muy atractivo en su dormitorio, pero despues de una pequeña sonrisa vienen los conflictos
Iniciaba un nuevo año para Nicolás como universitario, un año en el que todo cambiaria; ya que al ser un alumno de excelencia en la facultad de su estado, fue enviado por la misma universidad a estudiar a la capital del país en otro estado en el cual se encontraba el plantel mas avanzado y novedoso que tenia dicha casa de estudios; el plantel contaba con todo un laboratorio muy avanzado, enormes edificios, salones muy limpios, hermosos jardines afuera del edificio de cada facultad y hasta dormitorios para los alumnos que decidieran pasar ahí el año completo. Esto para Nicolás era algo fantástico, pero al mismo tiempo algo que le causaba temor, ya que en su escuela anterior conocía a prácticamente todo el campus, y en este su tercer y último año en su carrera todo cambiaria; no conocía las instalaciones del plantel y mucho menos a alguna persona. Por otro lado sentía una angustia y melancolía enormes pues el simple hecho de separarse de sus padres y amigos era terrible ya que su padre padecía una enfermedad en el corazón, sin embargo esto era lo que le daba fuerzas Al joven universitario para seguir en este nuevo lugar, pues entre sus planes se había propuesto que en cuanto acabara su carrera conseguiría un trabajo para poder pagar la cirugía que necesitaba su padre para poder hacerle un trasplante de corazón.
- No debo rendirme, este es mi ultimo año en la universidad, además me prometí a mi mismo pagar la cirugía de papá-, pensaba Nicolás mientras seguía observando la enormidad del campus.
El era un chico de una estatura aproximada a los 1.78 m., de piel morena, de una complexión media , cabello oscuro y corto, sus ojos eran hermosos, brillaban con una emoción inminente en su ser, eran sinceros y limpios, de un color café oscuro que los hacia brillar aun más, asemejaban un par de gotas de chocolate liquido, ademas sus pestañas eran largas, sobre sus ojos utilizaba lentes de armazón ancho, lo cual hacia que sus sejas semipobladas casi ni se notaran y ese día especialmente vestía con una camisa color blanco, un suéter azul marino, pantalones color beige y zapatos café que lo hacían ver un tanto formal para la ocasión, provocándose a si mismo la sensación de que no estaba causando una buena impresión para sus compañeros en este su primer día puesto que sentía que todos los demás lo observaban de manera un tanto extraña; situacion que no sucedia, pues en realidad nadie le prestaba atencion, por si fuera poco su inseguridad crecio aun mas debido a que llevaba una maleta enorme de correa cargando en el brazo derecho y del otro lado en su mano llevaba una caja especial para mascotas.
Al poco rato Nicolás reviso un croquis del plantel que llevaba en uno de los bolsillos de su pantalón para ubicar el dormitorio que la dirección le había asignado, tanta fue su sorpresa y atonía al saber que dicho lugar se encontraba del otro lado del campus y para llegar a él tenía que caminar una gran distancia. El joven estudiante no lo pensó mas, comenzó a caminar y en poco tiempo se encontraba frente a su dormitorio, lo cual le causaba una gran satisfacción, pues durante el recorrido no hubo necesidad de pedir ayuda a otra persona y mucho menos indicaciones; era un chico muy listo y astuto.
En cuanto estuvo frente a su dormitorio supo que las sorpresas no terminarían, pues el lugar era demasiado grande y lucia bien; más que una simple habitación, parecía más bien una casa, contaba con dos pisos, una cochera y hasta un hermoso jardín delantero en el cual de lado izquierdo se encontraba un roble gigantesco que cubría las ventanas de los dos pisos de ese mismo lado de la casa. En cuanto dejo de maravillarse con tan asombrosa fachada se dirigió hacia la puerta de entrada, saco la llave de uno de sus bolsillos y abrió la perilla de la puerta para poder entrar al lugar; en cuanto estuvo ahí quedo aun mas impactado pues el lugar era hermoso y acogedor; frente a la puerta y a unos metros estaban las escaleras que conducían al segundo piso, el lugar estaba adornado con hermosos cuadros en la pared, la cual al igual que el piso eran de madera, dando así la impresión de encontrarse en una cabaña.
Después de aquel primer vistazo al lugar, Nico como era llamado en su pueblo natal aquel joven, bajo al suelo esa enorme maleta que llevaba cargando en uno de sus brazos al igual que la caja especial para mascotas
-¿Hay alguien aquí?- pregunto con un enorme grito, ante el cual de una habitación al lado izquierdo de la puerta de entrada salio un enorme perro pastor alemán el cual comenzó a ladrarle de una forma feroz.
– ¡Tranquilo perrito, buen chico, no te voy a hacer nada, tranquilo por favor! – le decía Nico, gesto ante el cual el perro parecía enfurecerse aun más e instantáneamente ladraba más fuerte. De pronto de el mimo lugar de donde había salido el animal se escucho una voz masculina un tanto seductora, - ¡Káiser, quieto! – decía la voz ante la cual el perro paro sus ladridos y se sentó meneando la cola, segundos después de ese mismo lugar salio un joven un tanto atractivo de piel morena y bien bronceada, cabello oscuro, medio largo y alborotado, cuerpo atlético y bien marcado, asemejaba al de un dios griego y a simple vista se notaba que a aquel joven le gustaba ejercitarse, daba la impresión de que practicara algún deporte en especial, su rostro era muy hermoso de labios carnosos pero no tan largos, nariz afilada, y unos hermosos ojos color miel que le deban una actitud recia, pues en ellos se notaba seriedad, pero al mismo tiempo una tristeza que aquel atractivo joven ocultaba con su cuerpo imponente; vestía un tanto liviano con una playera pegada color rojo en la cual se marcaba el abdomen bien marcado que ocultaba aquel joven, unos pants azul marino e iva descalzo cargando en su mano izquierda una soda y en en su cuello colgaba una cadena de plata que se encontraba oculta bajo la playera y que en especial había atraído la atención de Nicolás.
-Que atractivo es este chico-, pensaba el joven provinciano mientras inclinaba la cabeza para disimular el sonrojo que mostraba en sus mejillas
- eso es, buen chico, ahora vete a mi habitación que yo me encargo de todo- decía el joven de playera roja al perro mientras se inclinaba para acariciarlo
- veo que es tu perro – dijo Nicolás mientras extendía la mano hacia el joven en muestra de saludo
- así es, su nombre es káiser- respondió el chico, mientras de igual forma que Nico expendía la mano para estrecharla contra la de Nicolás y así devolver el gesto, pasaron unos segundos y se miraron fijamente a los ojos lo cual hizo que Nico se sonrojara aun más y después de inclinar una vez más la cabeza soltó de inmediato la mano de aquel joven procurando que este no notara la vergüenza que tenia
- ese es un buen nombre, solo espero que no valla a ser un problema.- dijo Nicolás algo nervioso.
- Káiser, no lo creo, el es un buen perro y muy buen guardián, hoy te ladro por que no te conoce muy bien, pero ya veras que con el tiempo te tomara confianza y dejara que lo acaricies-
- No, no es eso, ya lo creo que tu perro es un buen guardián- prosiguió Nicolás.
- Entonces, ¿Cuál es el problema? - pregunto el joven un tanto confundido,
- Ya lo veras - dijo Nicolás y de igual modo que el joven lo había hecho antes para acariciar a su perro se inclino hacia sus maletas de las cuales segundos después en la caja especial para mascotas saco un pequeño gatito, que le mostró al joven, - Su nombre es shakespeare – dijo Nico con una hermosa sonrisa en la cara mientras extendía sus brazos con el gato en las manos en señal de que quería que el joven lo tomara.
- ¡Aléjalo de mi, no me lo acerques, por favor, enciérralo otra vez! -decía el joven un tanto desesperado mientras interponía sus manos entre el y el gato para no tocarlo, ante esta reacción Nico abrazo a su gato, -que antipático, es un simple gato - pensó.
- Sabes que, creo que tienes razón, aquí habrá problemas- dijo el joven un tanto asustado
-¿No me digas que crees en esas cosas de que los gatos y los perros no se llevan bien?, ya veras, con el tiempo mi gato y tu perro serán buenos amigos-, dijo Nicolás de nuevo sonriente
-Que le causa tanta gracia-, pensaba el joven mientras observaba algo extraño la sonrisa de Nico y con temor a su gato,
- Claro que no creo en esas cosas, pero lo que pasa es que tú no entiendes-, respondió el joven aun un tanto aterrorizado
-¿entender que?-
- Si te digo prometes no burlarte
- Claro que no-
- esta bien, lo que pasa, es que… soy alérgico a los gatos- respondió el chico un poco avergonzado, ante tal situación Nicolás retuvo la enorme carcajada que quería salir de su boca mientras pensaba: - eso es todo, que tontería -, y posteriormente pregunto al apuesto joven que era lo que pensaba hacer a lo cual el joven guardando compostura y seriedad, respondió:
- por lo pronto, nos desharemos de tu gato- - A no, a Shakespeare no lo tocas me oíste, ni lo pienses – advirtió Nicolás al joven un poco exaltado
- pues si no lo sacas del dormitorio hago que káiser se trague a tu mugrosos gato-, dijo enérgico el joven
- anda, nada mas quiero ver que tu perro se acerque a mi gatito y te juro que lo mando al veterinario para que lo castre y de una vez te mando junto con el para que te hagan lo mismo - advirtió Nico un tanto sonrojado, -que tontería dije -, pensaba un tanto avergonzado mientras en el silencio que había formulado aquel comentario comenzaba a caminar hacia las escaleras frente a él
- ¿a donde vas? – Pregunto el joven algo eufórico
- a mi habitación a desempacar-, contesto Nicolás molesto
- ¡es la que esta al fondo del lado izquierdo, no te vallas a confundir que no quiero los pelos de tu mugroso animal en mi recamara!- advirtió el joven aun eufórico
- ¡ya entendí! - grito Nico quien ya estaba en el segundo piso, - con razón el perro es tan gruñón- murmuro mientras caminaba por el corredor que conducía a su cuarto
- ¿Qué dices?- grito el joven desde la planta baja y mirando hacia arriba pues al parecer se había percatado que Nicolás murmuraba algo y al escuchar que la puerta había sido azotada y que aquel muchacho que al parecer seria desde ese momento su nuevo compañero de dormitorio ya no le prestaba atencion se enfado aun mas, volvió su cara y al darse cuenta que la puerta de entrada estaba abierta y después de cerrarla grito con tono burlóny al mismo tiempo euforico:
- ¡y por favor cuando entres cierra la puerta, tal vez no lo hagan en tu pueblo, pero aquí es otra cosa, ¿entiendes pueblerino?!- y posteriormente subió las escaleras y se dirigió a su habitación que se encontraba frente a la de Nicolás, azotando de igual forma la puerta.
Notas finales: espero que les halla gustado, viene más de esto, porfavor mandenm comentarios para saber que les gusto y que no y asi mejorar los que siguen

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