"...La luna, complice de las aventuras en pareja,
oculta los más lindos secretos y provoca las masl lindas escenas".
Era de noche, ya habían pasado algunas horas desde aquella discusión que tuvieron ambos chicos, apenas unos cuantos destellos de luz plateados de la luna entraban por la ventana de la habitación de Nicolás, pues el roble que estaba frente a ella impedía que la luz entraran por completo a su recamara; la habitación era muy bella, pequeña pero muy acogedora; además se encontraba bien equipada: pegada a la pared de la puerta había un escritorio con varios cajones y una silla, encima de este se encontraba una computadora bastante buena, a su lado y de igual forma sobre el escritorio había una lámpara de estudio que iluminaba la madera del escritorio, esto era bueno para Nicolás pues a él le agradaba estudiar y ese lugar era perfecto para poder hacer las tareas que los profesores le asignaran; en la pared de enfrente se encontraba la cama en cuyo lado izquierdo había un buró con otra lámpara de mesa un tanto mas grande que la que se encontraba en el escritorio, y tanto la pared de la ventana como la que estaba frente de ella se encontraban vacías, solo se observaba la madera fina que al parecer cubría las paredes y suelos de todo el dormitorio.
Era un poco tarde y lo único que se escuchaba en toda la habitación era el sonido del teclado de la computadora ya que en ese momento Nicolás se encontraba estudiando pues no pudo aguantar las ganas y en cuanto llego encendió el aparato para investigar sobre su nuevo plantel; al entrar a la pagina de su nueva institución lo que mas llamo su atención fue que en la pagina de deportes del campus se encontraba una fotografía de su compañero de dormitorio "CRISTOBAL FUENTES DE LE”N" decía la información que se encontraba bajo la imagen, al parecer ese era su nombre, el compañero de dormitorio de Nicolás quien era alguien muy importante en el campus, ya que según lo que había leído era el máximo goleador del torneo de la temporada pasada de fútbol y capitán del equipo del plantel
-"como alguien tan antipático como él puede ser tan popular en la escuela"-, pensaba Nicolás y después de imprimir la imagen de Cristóbal además de un croquis mas moderno del plantel apago la computadora y cuando estaba a punto de acostarse su gato lo ininterrumpió pues se frotaba cariñosamente contra sus espinillas
- ¿Tienes hambre amigo? – pregunto Nico y después de un pequeño maullido lo cogio entre sus brazos y de una forma silenciosa abrió la puerta de su habitación y al notar que la puerta de enfrente la cual correspondía a la recamara de Cristóbal estaba cerrada camino por el corredor hasta las escaleras y comenzó a bajarlas cautelosamente
-solo espero que Káiser no valla a salir ladrándonos Shakespeare-, dijo Nico a su gato, en un tono de voz bajo y algo atemorizado..
Estando en la planta baja Nicolás comenzó a examinar primero volteo hacia lado derecho y observo que era la sala del dormitorio, se dirigió hacia una puerta que estaba a su mano izquierda y al abrirla noto que se trataba de la cochera puesto que en este lugar se encontraba un lujoso carro color rojo y una motocicleta muy bien cuidada,
- "donde estará la cocina"-, se preguntaba Nicolas en sus pensamientos un tanto desesperado mientras cerraba la puerta.
En ese mismo momento y sin que Nico se diera cuenta Cristóbal lo estaba observando desde las escaleras, y al observar que se dirigía hacia la cocina comenzó a perseguirlo silenciosamente; Cristóbal abrió un poco la puerta de la cocina pues en el interior ya se encontraba Nicolás con su gato, con cuidado y procurando que Nico no lo viera se propuso espiarlo, observando que le había servido un poco de leche a su gato en el plato de comida de Káiser y después de esto alcanzo a oír lo que decía,
- ¿es un lindo lugar no crees shakespeare?, al igual que Cristóbal, lastima que sea tan amargado y gruñón – decía Nico al gato pensando que Cristóbal no lo escuchaba,
- "¿Por qué dijo que soy lindo?, Será…" -, sin embargo antes de que Cristóbal acabara su pensamiento fue interrumpido por Káiser quien al bajar de la escalera a toda velocidad y correr hacia la cocina había logrado tirar a Cristóbal quien sostenía la puerta para que no se abriera completamente, de inmediato Shakespeare dejo de tomar leche y salto hacia los brazos de Nicolás
-¡ calmate Káiser, ahí esta tu plato, solo fue un poco de leche! – decía Nicolás al perro un poco asustado pero al mismo tiempo con un tono recio pues el animal le ladraba de igual forma que en la mañana. Cuando Cristóbal logro levantarse del suelo tomo a Káiser por la correa y dijo
- lo tengo, puedes irte a dormir, no dejare que te haga nada- después de esto Nico se sonrojo un poco y después de agradecer a Cristóbal agacho la cabeza y se dirigió a toda prisa hacia su recamara; poco después cuando Cristóbal escucho la puerta de la habitación cerrarse soltó a su perro y antes de decir algo estornudo muy fuerte
- estupido gato – dijo Cristóbal furioso pues al parecer había respirado uno de los pelos de la mascota de el joven proviniciano como lo había llamado en la mañana y después de asear la cocina y darle un poco de alimento a su perro se dirigió a su alcoba llevándose con el la interrogante de por que ese chico había dicho que era lindo; aun así después de meditarlo un rato antes de acostarse con esa misma seriedad que lo caracterizaba dejo de darle importancia pues no quería que nada le provocara insomnio esa noche y después de desearle dulces sueños a su mascota cerro los ojos y se dispuso a dormir observando la luna cuyos rayos iluminaban la habitación de ambos chicos.
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