Capítulo único Trampas que Atrapan
Pudo tener el mundo en sus manos y lo dejó ir. Se convirtió en un prisionero de su propio reino de justicia y cedió ante lo emocional.
Por más que la razón dominara todo su ser, seguía siendo humano.
La idea de convertirse en un dios justo, era la sombra de una larga lista de muertos corruptos y malvados.
En fin, su instrumento olvidado, estaba dentro de una bolsa café.
Ahora sólo dependía de él, aceptar o simplemente vivir alguna fantasía loca y descabellada junto con su amado carcelero.
No podemos olvidar quiénes somos… a veces tan frágiles y llenos de poder… tan miserables y penosos.
La vaga fantasía de dejarse arrastrar por una fuerza mayor que nosotros y que algunas veces nos domina tanto que levanta castillos de ilusiones que jamás podrían concretarse.
Así estaba Light Yagami. Entre sus dos mundos que hablaban y discutían internamente.
-¿Qué haré?... éste no soy yo…- pensó el castaño mientras se veía frente al espejo.
¿Qué fue lo que nos pasó?, me preguntaste… mientras ambos estábamos desnudos, en la cama.
No lo sé… respondí. Aunque sabía en el fondo la respuesta. Sólo fingía que no la escuchaba dentro de mí.
La efímera luz parpadea mientras la hora va fluyendo
Creyendo que este mundo recuerda como marcar el camino hacía la seguridad
Nadie más pudo ver el sueño que yo vi
Sólo hay algo que puedo hacer… algo que sólo yo puedo hacer…
-L- dice el castaño, acariciando la mejilla del pelinegro- lo que sea que nos pasó… ambos caímos en la misma trampa, ¿no te parece?
-Sólo sé que no puedo ignorar mis sospechas, Yagami-kun- dice el detective sin mucha expresión.
-¿No te basta con lo que tenemos?- pregunta Light, separándose de L.
-¿Lo que tenemos?...- repite el pelinegro, quien se sienta en la cama y se queda pensativo- no tenemos nada- dice y toma su camiseta, se la coloca y luego todo el resto de la ropa. Por último, sale de su habitación.
Light se quedó a medio vestir y algo pasmado. ¿Cómo decía que no había nada?...
-¿Crees que con habernos acostado, es algo?- pregunta L con la antigua esposa policial en su mano.
Al abandonar todo lo necesario
No puedo llevar los deseos y guardarlos en mi corazón
Aún en el intervalo entre la realidad y lo ideal
Llevo mis pies atados como víctima en un sacrificio
Demasiada es la presión y hacen desbordar mis impulsos
Por que mi corazón lo desea con toda sus fuerzas
Me quedó allí, de pie. Viéndole. Analizando cada una de sus palabras, mientras que la melodía incesante de mis pensamientos van de un lado al otro. Enfrentándose en la batalla del dominio.
-Es más fácil ignorar que enfrentar… ¿eso es lo que propones?- dice el castaño, quien se había arreglado. Puesto el pantalón y sin camisa.
-Yagami-kun- dice L, quien se acerca hasta su deseado prisionero- hay trampas que liberan y otras que atrapan y no puedes escapar, por más que lo desees.
-¿No lo puedes ver?...- toma el rostro del pelinegro entre sus manos- no hay forma de liberarse de la trampa que ambos creamos.
-Sí la hay- dice L, separándose- no nos veamos más.
Mentira, miedo, ostentación, tristeza
Es mucha negatividad
Soy capturado sin delicadeza
Por ser un mentiroso que desconoce la soledad
-¿Qué pasará con la investigación?- dice a modo de defensa el prisionero.
-Ha de concluir tarde o temprano… ¿tantas ganas tienes de estar esposado a mí?
-No olvides una cosa, L- le toma por las muñecas y lo estampa contra la pared- yo soy la justicia, quieras o no.
-Eso está por verse… mi prisionero…
El deseo brotaba de sus poros. El sólo mirarse el uno al otro, ya era una invitación al mundo donde sólo sus ideales, sostenían sus teorías.
Lo que simplemente comenzó con un beso de fiebre… poco a poco, fue creciendo. Tomando fuerzas, elevándose.
Alcanzando un punto, donde no había regreso…
Ya no podían negarlo más…
Volvieron a la cama, entre pasos que sólo ellos conocían. La ropa, volvió a su lugar… al suelo.
Los caminos de sus cuerpos que ya conocían, fueron nuevamente explorados y explotados. Gemidos que desgarraban sus gargantas, caricias que encendían sus sentidos, besos que desgastaban sus labios…
Palabras que sobraban en el ambiente… todo lo que necesitaban eran mirarse y sentirse valiosos. Nada de sueños que sólo pasan en la realidad…
“La verdadera justicia”… pensar que esa frase, fue la que me brindó los segundos más extasiados de mi vida…
Un grupo de construcciones perforan en el cielo nocturno
Donde vi estrellas y ya no las veo
Me pregunto si acaso “¿no estaré dudando?”
Las manchas inundan por completo las cosas de esta ciudad
Pues la realidad no omite nada
Podía ver su rostro… sí, aquel que sólo recordé en un breve sueño…
Alcanzando un infinito de estrellas, me rendí entre sus brazos… si es él, ya no hay nada que pueda hacer… no tengo las fuerzas para seguir huyendo de mi mismo, ya no.
Mañana en el fin del camino se unirán
Esta mano con las cosas que vio sostener
-Estamos atrapados…- dice L, cerrando sus ojos por el cansancio- ya no quiero ser libre.
Cierro los ojos y mis sentimientos flotan en un mar
En el que imaginé como una mano dibujaba días ideales
-Entonces sólo quédate…- dice Light, quien también sucumbió al cansancio y se quedó dormido profundamente.
El límite de la “verdad” está en la aprobación de la sociedad
Que se marchita en una estúpida igualdad
Las cosas que no puedo conseguir las guardaré como cualquier otro
…Trampas que atrapan…
Se cristaliza mi nombre al decir “yo mismo”
…Trampas que atrapan…
Continúo avanzando con las cosas hermosas
Hasta que algún día la realidad cambie
Continúa obstinado con mi esperanza
Es solo mi fe. La verdad obsoleta
-Yo soy la verdadera justicia…- pensaron ambos al mismo tiempo…
Uno que mantiene la cadena de un lado… el otro que sujeta, estira y afloja… prisionero y carcelero… la magia de lo prohibido, el placer que nubla la razón… lo que el corazón esconde, el cuerpo lo expresa… lo vive, lo vibra… porque somos humanos, podemos amar… ¿acaso es demasiado pedir… un final feliz?...
La efímera luz parpadea mientras la hora va fluyendo
Creyendo que este mundo recuerda como marcar le camino hacia la seguridad.
La noche cayó y sus cuerpos seguían entrelazados el uno con el otro, esperando el amanecer que siempre llega.
La luz y la oscuridad van juntas. Esperando que no fuese la última noche… ni el último día.
Ryuk apareció en el departamento. Tomó la death note y se fue volando… sólo era una tregua, ya que él sería quien terminase con la vida del genocida más peligroso de la historia policial. Aunque no lo haría en esos momentos… después de todo, buscaría un sustituto para seguirse divirtiendo.
-Tarde o temprano, Kira renacerá… sencillamente, no puedes doblegar por completo la ambición de poder que llevas dentro… Light.
FIN
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