El DIA QUE TE CONOCI…..
Tan solo tenia diecisiete años…..Y a los diecisiete años el mundo lo tienes en el puño de la mano o simplemente te lo comes a mordidas.
Allí estaba yo a mis diecisiete años cursando el último año antes de ir a la universidad.
Y se podía decir que yo era todo lo que un padre o en mi caso una abuela no deseaba y los padres de mis “novias” menos deseaban para sus hijas.
Si lo se era lo que se llamaría un chico problema, pero mis calificaciones no eran malas, al contrario mis notas eran bastante buenas. El problema no era el promedio, el problema solamente era Yo.
Un chico que se metía en problemas con la misma facilidad que es posible respirar.
Pero aun al más invicto le llega su Waterloo. Y yo no podía ser la excepción de la regla.
- En esa ocasión que paso?.....
- Me he metido en tantos líos que ya hasta perdí la cuenta y la causa de cada problema.
- Ya recuerdo fue aquella vez que le grite al profesor de matemáticas que pretendí corregir cuando El zopenco estaba en un error.
La verdad es que, cual puede ser el grado de dificultad en las integrales.
Lógico yo no me iba a quedar callado y solo le dije en medio de toda la clase que era un bruto y un ignorante. Y el hombre en lugar de pedirme una disculpa tuvo la osadía de llevarme ante el director.
Yo quien ha recibido toda clase de correctivos, estaba más que acostumbrado. Hasta que ese día ese hombre tras el escritorio me sonrío y relucía una mirada de satisfacción. Más que evidente.
- Al principio pensé “Vaya hasta que este hombre concuerda conmigo”.
- Pero no fue así. Sino que aprovecho la ocasión para imponerme un castigo ejemplar tenía que venir el sábado y el domingo por cuatro semanas y realizar tareas de mantenimiento, pintura y aseo a la escuela.
- Reconozco que se me cayó la mandíbula de la impresión. Y así quede designado junto con otra escoria de jovenzuelos para limpiar sus culpas.
- Y no me quedo otra más que aceptar o no obtendría mi certificado y sin certificado adiós educación universitaria lo que era igual a libertad para mí.
Y fue así como Yo Ban Mido un joven brillante con promedio de 9.8 y una conducta de cinco quede atrapado en ese trabajo social.
Capitulo 1 El PRIMER DIA DEL RESTO DE MI VIDA….
Sábado a las siete de la mañana, no había dormido más que tres horas máximo tenía una cruda de sueño, las ojeras bajo mis ojos rebelaban lo cansado que estaba.
Y era lógico me la había pasado de lujo en un Club privado de hombres.
- No me vayan a decir que no saben lo que hay en un lugar así?….MUJERES, MUJERES Y MAS MUJERES.
Luciendo sin ningún pudor esas hermosas partes de sus cuerpos mientras bailan frente a los ojos lujuriosos de muchos hombres como yo.
Ese lugar es un paraíso para varones adolescentes, lo malo es que me hubiera quedado mucho después del cierre, si no se percatan que yo era menor de edad y terminaron echándome del lugar, después que ya había pagado mi turno para un baile privado con la primorosa Srta., primavera.
Así que en la mañana, llegue más que cansado, esperaba que alguno de los chicos que hubieran sido reclutados me reconociera y me diera el lugar y respeto que merecía.
- Ah por que no les he dicho, en escuela soy un solitario, no me junto con nadie, solo algunas veces frecuento a las chicas que muchas me ven con una mirada enamorada.
- Pero en cuanto a los hombres no socializo con ninguno, sin embargo soy considerado una especie de semidios y me rinden pleitesía. Así que tengo la esperanza que algunos fieles admiradores trabaje el día de hoy por mí.
Así que ese día llegue a la escuela aun traía la ropa con la que había estado en el Club privado unos jeans, una camisa blanca sport de manga corta, bastante arrugada y una chaqueta. A pesar de lo temprano de la hora traía sobre la cara lentes oscuros en color violáceos, tratando de pasar desapercibido las ojeras y el rojo de mis ojos.
Pero triste sorpresa allí estaban algunos de los chicos que eran considerados como huesos difíciles de roer.
El líder de las panteras un grupo rebelde que se caracteriza por llegar en motocicleta cada mañana y emplear chaqueta de piel con una pantera en la espalda.
Shido Fuyuki. Un chico de un metro noventa de alto unos ochenta kilos, con un físico musculoso, por que aparte el angelito se la pasaba en un gimnasio cerca de su casa.
Lo malo es que las panteras y sobre todo su líder me aborrecían y me consideraban un chico problema que solo intentaba llamar la atención por su falta de amor.
Hasta psicólogos se creían tratando de describir mi personalidad, bola de ilusos, ignorantes y entupidos.
- Rayos. Mascullo Ban en tono muy bajo cuando paso cerca de Fuyuki.
En una Banca estaba otra pantera Juubei Kakei, para colmo no solo habia uno eran dos y ambos con el mismo repudio hacia mi persona.
Ese no era mi día y menos los siguientes cuatro fines de semana, me tendría que cuidar las espaldas además de trabajar.
Continúe mi camino para no reclamar la atención de los otros motociclistas cuando vi. Llegar uno mas, era un payaso de tercera, pero también formaba parte del grupo. Cada vez más reflexionaba sobre lo pesado del ambiente. Y la correspondiente pregunta. Que habían hecho los gatitos de la motocicleta? Para que tres de ellos estuvieran castigados cuando era un grupo de cinco?.
Los tres miembros del grupo una vez reunido empezaron a bromear y a saludarse con golpes que se daban con el puño cerrado. Era común ver los moretones en los brazos tronco y piernas, pero con la chaqueta de piel no se notaban.
Después de llegar fueron recibidos por un maestro al que era un riesgo jugarle una broma o faltarle al respeto El Profesor Akabane. Tenía fama de que era un experto en artes marciales. Además de que daba la clase de salud.
Y cualquier acción en su contra se desquitaba con calificación o lo peor con un ataque. O lo mas temible que te utilizara de sujeto de pruebas en las prácticas que se realizaban en la clase lo cual podía ser el objeto en el que practicaran como aplicar una inyección, como sacar sangre , como aplicar un vendaje o cualquier otra practica que estuviera descrita en turno en el libro del laboratorio.
Akabane paso lista al parecer faltaba una ultima victima, perdón un ultimo chico que habia sido castigado.
Akabane con los ojos en el segundero de su reloj de pulsera contaba impaciente, pobre chico si habia tenido la osadía de faltar.
- Diez, nueve….ocho……siete…..seis….. Cada segundo lo disfrutaba su voz era pausada, pero con un tono maquiavélico.
- Perdón maestro es que perdí el autobús. Y tuve que correr. Externo un chico rubio que venia todo sudoroso y despeinado.
-Pasa Amano cinco segundos mas tarde, serias conejillo de indias en la clase del lunes. Externo Koroudo con un tono de descubría su frustración mientras le recorría con la mirada .
El rubio sudo frío y trago duro. Ante la posibilidad… Pero sabia que se habia salvado.
Después de la lista Akabane nos ordeno sacar algunas cubetas de pintura blanca dos por persona y un par de brochas y ese día teníamos que dirigirnos al patio donde se practicaban deportes casuales al aire libre y pintar las paredes que rodeaban las tres canchas.
En total se día tendríamos que pintar lo que mas alcanzáramos y para eso habían mas de veinte cubetas de pintura blanca vinílica.
Unos diez minutos más tarde empezaba nuestra expiación.
Pintando al aire libre aun era temprano y el sol calido, pero no opinaría lo mismo cuando fuera el medio día.
Empecé jugueteando con la pintura sobre la pared escribiendo palabras como mi nombre y algunos adjetivos que yo mismo me imponía, para evitar dejar de sentirme un hombre importante.
El rubio estaba próximo a mí más o menos como dos metros.
Me observo por unos momentos mientras la brocha que sostenía en su mano derecha empezaba a escurrir y a pintar el piso.
- Sr. Amano si no se da prisa aunque haya llegado a tiempo, le impondré el privilegio de ser el conejillo en la práctica del lunes. Externo Akabane con un tono de sarcasmo.
- Ya voy…Y el chico empezó a imprimir velocidad en su trabajo.
- Y solo para que se anime, este lunes, vamos a realizar control de fiebre por medios físicos y el conejillo de indias recibirá un baño en una tina de hielo. Ese ultimo comentario lo externo el profesor con un tono cargado de sensualidad sobre el oído izquierdo del chico.
El chico sufrió un escalofrío pero no dejo de pintar la pared.
- Ah olvide decirle si continua pintando igual de mal, tal vez necesite de sus servicios en el laboratorio.
El pobre chico no hablo solo continuo pero yo era testigo de lo nervioso que estaba.
El profesor se alejo para ir a observar el trabajo de los inútiles mininos motociclistas.
- No dejes que note que te mueres de miedo. Comento Mido al joven que se veía pálido y con un gesto de nauseas.
- Es que …..
- Es que en verdad ese hombre me da pánico. Y no lo puedo ocultar. El tono del chico mostraba un castañeo de dientes.
- Mmm... entonces pobre de ti, si ese sujeto ya lo noto, se va a divertir mucho contigo.
- El provocar terror es una de sus aficiones. Es un enfermo.
El joven abrió los ojos como platos, era imposible ocultar cuanto le temía.- Entonces creo que Yo…
- Bah no te preocupes, me caes bien yo te protegeré de El.( Rayos que dije!) Le recrimino la lógica a Mido.
- Es verdad lo que dices?. Pregunto con un tono mas calmado.
( Ya no me puedo echar para atrás)- Si yo lo dije es verdad, no acostumbro faltar a mi palabra.
- Gracias …. Y sin más el chico se lanzo abrazándole por la cintura.
- Oye que te pasa?
- No es para tanto.! Mientras empujaba al chico para quitárselo de encima.
- Para mí si lo es…Gracias Ban…
- Y por cierto Yo soy Ginji Amano. Con una sonrisa que le ilumino el rostro le extendió la mano.
Mido quedo desconcertado un chico con una linda sonrisa y encantador le ofrecía su mano. Nunca nadie habia sido tan amable con El.
-Ban Mi..
- Ban Mido hace algún tiempo que te conozco, estamos juntos en dos clases.
- En serio? En dos clases? Pregunto asombrado, realmente nunca se habia fijado en el chico.
-Si estamos juntos en Arte, y en deportes. Externo sonriendo.
El castaño pensó que eran clases a las que rara vez se presentaba, no le gustaba pintar y odiaba sudar recorriendo de extremo a extremo una cancha, por lo que se pasaba metiendo reportes médicos y fingiendo que su salud se podía agravar si le tocaba deportes ese día.
- Y cambiando de tema, no es por molestar pero en verdad das la apariencia de ser un chico amable y tienes pinta de inocente de los que no matan ni una mosca que hiciste para recibir este castigo.?
- Yo……
- Yo….
-La verdad Yo, me enrede en la correa del bolso escolar de una chica y…..
- Y? Te enredaste con una correa por eso estas aquí?
- No veras….Estaba en clase de literatura con la maestra mas linda de la escuela.
- Ah estabas en literatura con la maestra Heven. Pero no encuentro la razón del castigo.
El chico se sonrojo.- Veras iba a leer mi ensayo sobre por que estudiar artes plásticas y al pasar me enrede en la correa de mi compañera y trastabille….
- Y que paso? Pregunto Mido con curiosidad.
- Me caí de espaldas pero eso no fue lo peor.
- Caí entre las piernas de la maestra y al ver hacia arriba vi. Lo que habia bajo su falda su ropa interior de encaje y…
Amano aun no terminaba su relato estaba demasiado apenado y no se fijo cuando su compañero cayo hacia atrás con una tremenda hemorragia nasal.
El profesor se aproximo discretamente a la pareja que socializaba.
- Sr. Amano espero que no este en coro. Externo una vez mas como un susurro el medico en el oído izquierdo del joven.
- En coro, yo no estoy en coro…
- Por que se esta ganando el conejillo de indias de oro y creo que le gustara el baño en hielo, claro después puede que se enferme y no pueda hablar, menos cantar.
El chico regreso a dedicar todo su esfuerzo en la pintura de la pared.
Mido después de aplicarse un tapón de papel higiénico en ambas narinas y detener la hemorragia. Observo la escena y esta vez no se recrimino por intentar ayudar al chico. Ignoraba la razón, pero el chico le agradaba. Era un idiota pero le agradaba.
Ese fin de semana habían terminado de pintar las paredes que rodeaban a las tres canchas para practicar juegos casuales.
Aun faltaban tres fines de semana más y quien sabe que pasaría por la cabeza enferma del director y del maestro de Salud el Dr. Akabane.
El siguiente lunes todo volvió a su rutina Mido actuaba como de costumbre con su aire de semidios que hacia que muchos de sus compañeros lo adoraran.
Además el joven nunca mencionaría que la limpieza de las paredes era en parte por su trabajo. Eso le haría caer del espacio hacia un hoyo de mina ante los ojos de sus fans.
El joven andaba con ganas de satisfacer algunos de sus instintos sexuales se encontraba en su faceta de galán con una joven, que caía mas que rendida a sus pies.
La chica de Nombre Natsumi le adoraba y el que el apuesto joven le dirigiera la palabra y más que eso, estuviera unos momentos platicando con Ella. Hacia que su corazón se acelerara.
- Natsumi tengo boletos para el cine. Te gustaría ir conmigo.
La chica sabia que le invitaba a un horario de las nueve de la noche y que su madre no lo aceptaría, pero por Mido, era capaz de escapar por la ventana de su habitación, aludiendo que tenia examen y se iba a encerrar para estudiar.
Estaba la joven valorando las posibilidades que llevaría acabo pero mañana presumiría a sus amigas y las que no eran sus amigas, que había salido con Mido, y cualquier castigo no importaba.
- Hola Ban.
- Hola Natsumi.
Saludo Amano, que se aproximo a la pareja.
- Hola Ginji respondió la joven con un tono de fastidio y helado por interrumpirla
- Ban te gustaría ir a jugar a mi casa tengo un nuevo juego para X box.
- No esta noche Ginji, hoy tengo otros planes. Esto ultimo lo externo con una voz cargada de sensualidad y mirando directamente a los ojos de la jovencita, la chica casi se desmaya.
- Ah es una lastima. Externo el rubio decepcionado.
- Por cierto Natsumi ya viste lo limpias y bien pintadas que se ven las paredes de las canchas? Externo el chico con un tono de orgullo señalando hacia el campo de juegos.
Mido al escuchar el comentario tomo al chico por la oreja derecha y lo alejo
- Idiota eso no es para estar orgulloso, es un castigo entiendes y nadie presume de sus castigos.
Natsumi les observaba desde lejos impaciente por que en tres minutos empezaba una clase a la que tenia ya dos faltas y no se podía del el lujo de una tercera o se quedaría sin derecho a examen en psicología. Pero al ver que aquellos chicos se divertían tanto como hombres que eran pues Mido le dio un golpe al rubio y este no protesto.
- Ah chicos son tan inmaduros. Y sin decir más se alejo. Ese día su madre la recogería y no había quedado en nada. Que triste ocasión para la jovencita así que desde que entro en la clase iba mas deprimida que si su perrita se hubiera muerto.
Mido la vio alejarse y todos sus deseos de besarse y si podía haber algo de manoseo de su parte hacia la joven se fue al desagüe.
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