Me desperté temprano, tras otra noche de precario sueño. Me levanté de la cama y miré el reloj, aún era temprano; tenía bastante tiempo antes de iniciar mi nuevo trabajo. Me duché y me vestí como lo solía hacer usualmente: unos pantalones azules gastados y una camiseta blanca de manga larga. Me miré al espejo intentando, sin mucho éxito, arreglar mi alborotado y negro cabello. Mientras me contemplaba en el espejo puse atención en mi semblante: ojeroso y desaliñado como estaba, nadie sospecharía que yo poseía una de las más brillantes mentes del mundo. Intenté, sin buenos resultados, verme un poco mejor para intentar causar una buena impresión a las personas con las que iba a comenzar a trabajar.
Sonreí sin ganas mientras pensaba “Diablos Elle, ¿como fue que llegamos a esto? Cómo pasó que quien fuera una vez el detective más famoso del mundo, tuviera que terminar dando clases a niños ricos…?” La verdad era que el ser detective privado no era mucha ganancia, mientras mi bolsillo me lo permitió, lo hice por la pura pasión de hacerlo, pero en cuando comenzaron los problemas económicos, tuve que replantearme la manera de ganarme la vida, así que opté por volverme maestro privado, así no dejaría en desuso mis vastos conocimientos y no tendría la necesidad de trabajar con muchas personas, solo con algún niño mimado y sus padres. Yo solo esperaba que el niño con en que trabajaría estuviera realmente dispuesto a aprender.
Me sacudí y traté de conectar mis pensamientos nuevamente con la realidad. Después. de un rato me dirigía la cocina y desayuné tan calmadamente como yo acostumbraba. Cuando terminé de comer me dispuse a salir de mi departamentito y dirigirme a la residencia en la que iba a comenzar a trabajar. Llegué puntualmente a las 9:00, como habíamos acordado.
Miré la residencia, era una pequeña mansión en medio de una zona que parecía un pequeño bosque. En conjunto era bastante bonita. Toqué el timbre y un momento después un hombre mayor vestido de traje negro me abrió la puerta y se me quedó mirando, esperando a que yo dijera algo.
-“Buenos días, soy Elle Lawliet; me han contratado como maestro para el joven Near….” Dije
-“Ah, pase usted, Sr. Lawliet…” dijo mientras me conducía hacia un amplio vestíbulo “Siéntese, por favor…” yo le obedecí y él se sentó frente a mí.
-“Comprendo que es usted un hombre muy inteligente e instruido,” dijo él “Por eso se le ha escogido para educar al joven Near, ya que él también posee un intelecto fuera de lo común; a pesar de tener sólo 11 años, sus conocimientos son por mucho superiores a los de varios hombres bastante cultos.” Yo sólo asentí, sin saber qué mas decir “Por eso lo hemos contratado a usted como su maestro….. Cómo usted comprenderá la educación es algo que debe impartirse las 24 horas del dia, por eso pedimos que usted venga a vivir aquí. Si acepta usted, tenemos aquí unos cuartos acondicionado como una casita en la que viviría usted, independiente de nosotros, obviamente sin pagar renta y gozando de un sueldo a parte…”
Yo no había considerado esa opción, pero me parecía bastante bien, ya que mi departamento no estaba en las mejores condiciones posibles y además me quedaba algo lejos de aquí.
-“Yo no tenía esto contemplado, pero Me parece una muy buena propuesta” dije “Solo permítame hoy retirarme a mi casa para juntar mis cosas, y si todo sale bien hoy, mañana me instalaría aqui.”
-“Me parece perfecto” dijo “Ahora, aclarado eso, quiere usted pasar a conocer al niño?”
-“claro “dije. Inmediatamente después el hombre me guió entre escaleras y corredores hasta una habitación espaciosa llena de juguetes y libros. …L paso delante de mi y dijo:
-“Near, él es el Sr. Lawliet, tu nuevo maestro”
-“Mucho gusto” dijo el niño con una pequeña reverencia. Después de esto, el hombre se fue, dejándome a solas con Near.
…l se sentó en el suelo, analizándome con la mirada, yo hice lo mismo. Near tenía una apariencia bastante peculiar, ya que era albino y además vestía ropa totalmente blanca, lo único que rompía con esa monocromática vista eran sus 2 ojos tan negros como la noche, que contrastaban con su nívea cara y sus igualmente blancos cabellos.
Nos miramos en silencio durante un buen rato, hasta que yo le dije:
-“Hola Near, ¿Cómo estas?”
-“…Bien, Sr. Lawliet, ¿y usted?”
-“Dime Elle, y por favor no me hables de a usted”
-“Elle…” repitió con cierta desconfianza “eh… lindo nombre…”
Solté una risilla el recibir ese halago por parte del pequeño.
-“Gracias, tu nombre también es lindo…”
-“Gracias….”
-“Y… ¿Qué te gusta hacer?¿En qué ocupas tu tiempo?” pregunté
-“Eh… me gusta armar puzles, y soy bueno en ello… también me gusta leer… y aprender”
-“¿Leer? Yo también leo mucho… ¿qué te gusta leer?”
-“Eh… casi todo… me gustan especialmente las novelas de detectives… Sherlock Holmes es bueno….”
-“Si… a mi también me gusta….” Dije recordando mis glorias pasadas como L, el famoso detective.
Near y yo pasamos un largo rato conversando y conociéndonos. Después traté de comenzarle a enseñar en un nivel básico superior, pero el ya lo sabía todo. Antes de darme cuenta terminé dando clases equivalentes a un nivel universitario a un niño de 11 años.
Yo me sentía completamente atraído hacia ese niño, me recordaba tanto a como era yo de pequeño y eso me encantaba. nunca había conocido a un niño así, y eso me emocionaba mucho.
Pasé todo el día enseñando a Near por medio de debates y discusiones que estarían a nivel de un muchacho universitario. A media tarde, cuando el gran reloj que estaba en el estudio marcó las 6:00, dimos por terminada la enseñanza y nos quedamos hablando. Near miró el reloj y dijo algo triste:
-“Ya son las seis…” yo no entendía por qué lo decía de esa manera, por lo que continuó “mis maestros siempre se van a las seis… y algunos no vuelven nunca…”
-“Aww, no te preocupes yo te prometo que volveré mañana y después de eso me quedaré aquí, como me lo dijeron en la mañana”
-“¿Enserio vas a volver?” preguntó emocionado, a lo que yo solo asentí. Miró alrededor del cuarto,
Buscado algo con la mirada “Ahora que terminamos las lecciones, ¿Qué vamos a hacer?”
-“Pues… ¿Qué quieres hacer?” dije. …l se encogió de hombros y se me quedó mirando. Yo miré alrededor de la habitación buscando algo en qué entretenernos; encontré un piano al otro lado del cuarto “Eh… Near ,¿Sabes tocar el piano?”
-“No…. Nunca lo he intentado realmente…. ¿Tu si?” yo asentí “Eh… ¿podrías tocar algo para mi?”
Yo asentí y caminé hacia el piano, seguido por él. Me senté y comencé a tocar algo improvisado, como si me saliera del alma; la tonada sonaba lenta y algo melancólica, peor a la vez bastante hermosa. A pesar de que me acababa de inventar la pieza, esta me sonaba muy familiar, como si fuera un pedazo de mis vivencias. Cuando terminé, Near se sonrió y dijo:
-“No me parece conocida…¿De quién es?”
-“Eh.. es que creo que la acabo de componer”
-“Wow ¿ Enserio?¿Y cómo se llama?”
-“Eh.. no se… Supongo que como la escribí para ti, podríamos llamarle “la canción de Near”” dije mientras el sonreía.
-“Wow… mi canción…. ¿Me enseñarías a tocarla?”
-“Claro, ven…”
…l se sentó en mis piernas y yo comencé a enseñarle cómo se tocaba esa pieza.
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