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EL PERVERTIDO por Alhen Lawliet

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Notas del fanfic:

Espero que les guste, jejeje me tarde casi todo lo que restó del día y parte de la noche para terminarlo jjeje.

Notas del capitulo:

Espero ke les guste, inicie el fic a las 6 de la tarde y ahora son las 11:07 ya tengo ojeras, pero valió la pena ^^

El cabello negro se elevaba con el viento, sus ojos de igual color, mmiraban al mar, sus pensamientos se vieron interrumpidos al escuchar la voz de su amigo y compañero. Zoro lo miraba, una linda e inocente sonrisa se dejó ver. Luffy estaba muy feliz ese día, estaban en una hermosa isla y pordrían descansar en aquel bellízimo lugar.

En el pueblo, todos parecían muy felices, pues hoy parecía que había fiesta. No muy lejos de ahí, un apuesto joven manoseaba a las jovencitas que veía pasar, claro, llevandose un insulto o un golpe por parde de aquellas muchachas manoseadas. Se acercó a la pelirroja, Nami, que se encontraba con Sanji viendo algunas cosas, como collares y ropa.

El mano alegre del chico, no se resistió a la tentación y manoseo a la chica, logrando con ello que recibiera un puñetazo por parte de la pelirroja, Sanji no se quedó atrás tampoco, dando tambien un puñetazo al hombre mientras soltaba un insulto.

- La próximas vez no dejare que te vayas sin antes cortarte las manos.
- Cochino.

Ambos se fueron muy molestos con aquel sujeto. Éste, se sobó las mejillas donde había recibido el impacto del golpe, dando poca importancia a los que se habían retitrado, desidió buscar a otras chicas, pero luego, vió algo que le llamó la atención. Un muchacho de cabellos cual negra noche sin estrellas, piel morena como un dulce de canela, vestía un chaleco rojo y unos pantalones cortos de azul grisaceo.

Quedó cautivado por aquel chiquillo, que tenía una mirada de angel. Sus ojitos reflejaban toda la inocencia que pudiera haber imaginado en un sueño. Se estaba acercando con aquel bello y delicado joven,con claras intensiones de cortejarlo.

- Hola.

Dijo poniendose en una pase muy galante, recargardose en una pared. Miraba al pelinegro, este tenía una clara confundida pero aún así correspondio al saludo con una enorme sonrisa.

- Hola.
- ¿Cuál es tu nombre?
- Luffy, Monkey D. Luffy.
- Bonito nombre, el mio es Khael.
- Mucho gusto, Khael, pero debo regresar con mis compañeros.
- Ah! no vienes solo.
- No.

Dijo con otra hermosa sonrisa. El hombre vió hacia todas partes y no vió a nadie que pudiera estar acompañando al chico, pero para estar muy bien seguro, le pregunto a Luffy.

- Oye, Luffy.
- Si?
- ¿No estas acompañado de alguien en este momento?
- Nop.

La respuesta del joven pelinegro animó al otro. Con una mirada maliciosa, se acercó al chico y colocó su brazo alrededor de los hombros del más joven. Se acercó peligrosamente a Luffy, este lo miraba sin comprender la situación, no entendía a que se debía tanta confiaanza entre ellos si apenas se conocían.

- Disculpa...
- Si?
- ¿Por qué me pegas tanto a tí?
- Ah... pués, es por que me agradas.
- Ah... Es eso, no tenía idea.

Tan ingenuo, tan inocente y lindo, ni siquiera tenía idea de las verdaderas intenciones de aquel "Don juan". Zoro, que se había perdido tratando de encontrar a Sanji, pués deseaba reclamarle por algo, vió de casualidad a Luffy, y de aquel sujeto que lo tenía rodeado con sus tentaculos y pegado a él de manera muy sospechosa. Con claro enojo en su mirada, se acercó a el par y con su voz, hizo que el otro notara su presencia.

- Oye Luffy, ¿te está molestando?
- No, descuida.
- Vamos, es hora de regresar.
- Si.

Dijo feliz el mucacho que ni enterado de las intenciones de aquel mañoso. El espadachín miró a aquel sujeto y con la mirada más fría que poseía, le advirtió.

- Ni intentes acercartele otra vez, por que si te vuelvo a pescar con tus tentaculos encima de mi compañero te haré picadillo, ¿entendiste?
- Si, señor.

Dijo muy temeroso. Al estar ya en el barco, Luffy se fue por ahí, a jugar con Usopp o Tony, el adorable renito. Al estar solos, los demás escucharon a Zoro que les quería comentar un detallito.

- Haber, marinero de pacotilla, habla.
- Bien, pero despues te la cobro esa, cheff de cuarta.

Tras decir aquello, todos pusieron especial atención a lo que diria el peliverde. Éste habló.

- Pués, resulta que a nuestro capitan ya lo estaban acosando.

Todos habrieron los ojos ante eso, Nami quería preguntar, pero antes de que alguno de ellos dijera pio, una voz los interrumpio. Se trataba de Ace, el hermano mayor de Luffy.

- ¿Que mi hermano qué?
- Era acosado, un sujeto de cabellos castaños oscuros, mirada de zopilote y ojos de ágila llanera. Lo tenía muy pegado a su cerpo y vi claramente las nada sanas intenciones de aquel infeliz.
- Ahora que lo mencionas, un imbécil parecido manoseo a mi linda pelirroja.

Ace miró a todas partes, buscaba a su hermanito, pués al escuchar que un asalta cunas lo perseguía debía estar ahí para protegerlo. Su corazón latió lleno de felicidad al ver a su hermano pequeño, se acercaba a ellos y al ver a su hermano mayor, con una gran sonrisa corrió a abrazarlo, dejandose caer de lleno en el cuerpo del mayor, éste, con una sonrisa igual de enorme en su rostro, conrrespondió al abrazo del menor y lo estrechó contra su cuerpo, casi como si fuera un osito de peluche.

Escuchó entonces la voz de su hermanito.

- Ace, hermano, no me dejas respirar, jejeje, yo tambien te quiero y te he extrañado mucho mucho, muchísimo.
- Yo tambien, Luffy.

Ambos estaban muy felices de estar juntos tras mucho tiempo de no estarlo, era una escena muy conmovedora. Luffy entonces se soltó de su querido hermano mayor, con una gran sonrisa miró al mayor y dijó muy alegre.

- He escuchado que hoy en la noche, habrá una celebración y dicen que será espectacular. ¿Podemos ir? di que si, ¿si?

Dijo con su cara más tierna para conmover al chico. Miró a todos con igual cara, sus ojitos mostraban ilución, en verdad deseaba ir a esa celebración. Todos se miraron, no era mala idea, pero después de escuchar que un hombre quizo pasarse de listo con el, dudaron. Ace, habló.

- Claro, pero la única condición es que no te separes de nosotros ni por un segundo, ¿entendido?
- No comprendo por que, pero si es para poder asistir... Esta bien, además estarás conmigo, ¿verdad?
- Claro, de eso ni dudas tengas.

Ambos hermanos se sonrieron. Algunos no estaban muy convencidos. Zoro lo miró con reproche, pués no estaba seguro de aqueño, no quería arriesgar a su despistado capitan, era una pressa facil, era demasiado inocente como para notar si quiera que alguien tenía intenciones sucias para con el.

La noche se acercaba, todos se arreglaban para la ocasión. Luffy estaba tan emocionado que ya se había arreglado desde antes para estar listo y no perder tiempo en verse bien. Al salir, todos se sorprendieron, estaba vestido de manera que ninguna mirada pudiera evirtar estar centrada en su bella persona. Tenía una camisa azul pálido, de manga larga pero fresca, halgo holgada pero definiendo su figura delgada, unos pantalones azúl oscuro, y unos tenis, regalo de su hermano, que siempre se imagino a el chico usando eso, lo único que aún conserbaba era su sombrero.

Todos estaban maravillados, sobre todo algunos hombres, como Zoro, Sanji tambien, por increible que pareciera, no podía evitar pensar que el chico de goma lucia muy lindo. Ace núnca imagino que su hermanito poseyera belleza semejante. Con una sonrisa burlona se acercó al menor.

- Hermanito, luces muy bien, deverías vestirte así más seguido.
- Ja!, gracias pero me gusta más mi ropa de siempre.
- Je! típico de tí.

Dijo despeinando los arreglados cabellos del muchacho. Todos se encaminaron al pueblo. Al estar ahí, Luffy miraba maravillado el lugar, tantos colores y luces, todo era muy bonito, sus ojos brillaban de manera especial.

- ¿Ace?
- ¿Si?
- No se por qué, pero por alguna razón esto me recuerda a mamá.

Su sonrisa fue nostalgica. Ace lo miró entre enternecido y triste, su hermano era muy fragil en algunos aspectos, pese a que era muy fuerte a la hora de la batalla, su corazón era algo que tenía que proteger, si había algo que odiara mucho era ver a su hermano herido, no solo en lo físico, si no en lo emocional, pués era como un niño, uno que se resistía a crecer, conservando esa pureza digna solo de un niño como lo era él.

- Luffy...

Lo abrazó, El chico correspondió al abrazo.

No muy lejos de donde se encontraban los dos pelinegros, el chico mano larga estaba caminando, biendo a cada chica bonita que veía, hasta que vio al lindo angel, como lo había bautizado, cerca de su camino. No estaba solo, eso era algo malo, pero quizas los podría separar. Se acercó con cautela y entonces aprovechó la oportunidad. Un grupo de gente, grito algo que hizo que todos corrieran asustados.

- ¡Cuidado! ¡un animal salvaje se acerca!

Eso provocó que los hermanos se separaran a causa de la multitud que corria despavorida. Ace se asustó al ver que su pequeño hermano era alejado de el y con mirada preocupada trató de tomar su mano, pero la gente se amontonaba y perdió de vista al chico.

- Luffy!, ¡NO!
- Ace, ¿dónde estás? ¡ACE!

El chico de goma miró a todas partes, no sabía a donde habia dado a parar, no estaba su hermano por ninguna parte, comenzaba a asustarse, sabía que la condición para estar en aquel evento era estar al lado de sus amigos o con Ace.

Antes de desesperarse y hacer un berrinche de niño de Kinder, aquel extraño sujeto apareció, con una sonrisa enorme.

- Hola, que alegria volver a verte, ¿Estás solo?
- Ahora si, se supone que debía estar con mi hermano para poder estar aquí, HO! y yo que me arregle para poder asistir y esto pasa, ahora me buscarán y me obligarán a regresar y yo sin haber podido disfrutar nada.
- No te preocupes, si estar acompañado es lo que necesitas yo me ofresco.
- Pero... Se supone que tenían que ser mis amigos.
- ¿Entonces no me consideras un amigo?

Dijo fingiendo tristeza, cosa que logró su cometido, hacer que el lindo ágel se sintiera mal y aceptara su invitación.

- Lo siento, claro que te considero mi amigo, ok, acepto tu invitación.

El pobre chico no sabía que había aceptado estar con la persona que todos su amigos y su hermano, deseaban que estuviera alejado de su persona. El pervertido lo conducía a un lugar casi vacio, donde la gente no pasaba. El chico de goma se sorprendió por eso.

- Oye, ¿Por qué me llevas aquí? Yo creí que iriamos a alguno de los espectaculos, que ganas tengo de verlos.
- Oh, no te preocupes, la diverción siempre aparece en los lugares que menos te los imagines.
- Ho! ¿Enserio?
- Si.

Dijo con una cínica sonrisa.

- Bien.

El pequeño caminaba confiando en aquel hombre, pero sus planes se frustraron al ver que un hombre, muy apuesto, de cabellos rojos, gritaba el nombre de aquel chiquillo, dandose vuelta para ver con toda alegria a su gran amigo e inspiración, Shanks.

- ¡Shanks! que alegría verte aquí, pero...
- Andaba por aquí, aprobeche que zarpamos por aquí, que coincidencia verte aquí a tí tambien.
- Si.

Su sonrisa desapareció al ver al desconocido, por alguna razón no le agradaba.

- ¿Quién es el?
- Pués lo conicí esta tarde, jeje, como estoy solito me hace conpañía.
- Eh? y ¿esde cuando te da miedo estar solo?
- No, lo que pasa es que me dieron ganas de venir a disfrutar de este festival y no me dejaban a menos que alguien me acompañara, pero hace rato una multitud de gente me separo de Ace.
- Ah... ya entiendo. ¿Entonces el joven te acompaña?
- Sip.

Dijo muy feliz y despreocupado. El mano alegre se veía nervioso, por lo cual Shanks activó sus alarmas de "Padre sobreprotector de Luffy". Entonces se le ocurrió una idea para tener seguro a su "hijo". Sonrio y miró a Luffy con sus ojos cerrados y mostrando sus dientes.

- Luffy, ¿te gustaría ver un espectaculo musical?
- Eh? Si!
- Bien, vamos.

Así lo hicieron, Estaban en lo que parecía un concurso de canto, pués el letrero decía eso. Una chica cantaba esplendidamente, la canción se llamaba White Flag*. Todos parecían esperar su turno. Khael miraba resentido al pelirrojo. A Luffy le parecia muy emocionante que le dieron ganas de cantar tambien.

- Shanks, yo tambien quiero intentarlo.
- Eh? ¿Qué cosa?
- Cantar, ¿puedo?
- Claro, ¿por qué no?
- Siiii.

Dijo emocionado el chico de goma, tenía tantas ganas de intentar aquello, núnca había cantado, bueno, no de forma seria, pues siempre cantaba a modo de juego, esta sería la primera vez que cantaba con sentimiento.

Mientras, Ace estaba desesperado por encontrar a su hermano, se encontró con los amigos del chico y preguntó si de casualidad estaría con ellos, la negativa fue aterradora para el chico, preocupado por su pequeño hermano, tan despistado que seguro confiaría en cualquiera que le quisiese "ayudar". Todos lo buscaron con gran desesperación.

Mientras, el turno de el pequeño pelinegro llegó, su tema se llamaría El templo del adiós*. Su voz era hermosa, con tanto sentimiento, la letra bellízima y los acordes de la guitarra con los violines hacía que se escuchara como una verdaderacanción épica, cada palabra.

Cuentan que estando cerca del final de su viaje, vio llegar a una silueta que con el sol su armadura hacía brillar.
Cuentan que su rostro núnca vió pero su voz anunció "Soy el caballera de la blanca luna y a vos he venido a buscar."
Todo lo que empieza tiene un fin, todo lo que empieza tiene un fin, y es la razón de la vida, todo lo que has aprendido
de amistad y amor, en tu alma quedará.

Cada palabra era hermosa, saliendo de aquellos labios. Al escuchar el canto, Zoro y los demás supieron que esa voz era de Luffy, pero eramuy diferente, cantaba maravillosamente.

Al estar en aquel lugar el pelinegro ya estaba por la mitad de la canción.

Todo está hecho y ahora te aguarda mi reino: Duerme, duerme. Monta a Rocinante y emprended camino hacia la luz
Hacia el templo del Adiós.

Al terminar la canción, el pequeño pelinegro sonrió con satisfacción. Al ver a sus amigos bajó corriendo muy feliz y sonriendo enormemente. Ace, muy preocupado corrió hacía el chico y lo abrazó efusivamente.

- ¿Se puede saber qué hacías?
- Cantar, Shanks me dió permiso.
- ¿Shanks? ¿Él está aquí?
- Si, ahí, junto a Khael.

El mayor fijó su vista hasta donde se encontraban ambos hombres. Zoro al ver al sujeto quíso romperle la cara a golpes, igual fue para Nami al recordar su mano traviesa y Sanji pensó igual, aparte de que debía proteger a su capitan.

Durante todo el recorrido no apartaron la mirada del depravado que no dejaba de ver a Luffy de forma indecente. Todos, sin ecepción, cuidaban del pequeño. Parecían sus perros guardianes.

Después de un rato, a Khael se le ocurrió una nueva idea para tener al ángel pelinegro para él solito. aún seguían en el festival. El castaño se acercó prudente al muchacho, le sonrió.

- Eres muy lindo.
- Eh... gracias, supongo.

Dijo medio apenado y desconcertado por aquella afirmación. El muchacho no se quedó solo con decirselo, acercó su manita y tocoó la save piel del niño, era tan suave y tersa que le entraban ganas de dejarle alguna marca. La tentación por bajar su linda mano hasta el trasero del chico fue enorme, iba deslizando lentamente hasta que escuchó una voz algo agresiva.

Luffy no entendía por qué aqueñ sujeto lo tocaba de esa forma, pero no le gustaba para nada, le hacía sentirse incomodo. Ace y Shanks habían llegado para salvarlo.

- Oye! ¿que le haces a mi hermano?
- Aleja tus manitas de mi "hijo".

El chico retiró la mano algo asustado, aquellos sujetos le daban miedito. Zoro y Sanji llegaron tambien y lo miraron de mala manera, se acercarón a su despistado amigo y lo alejaron de aquel sujeto, en una especie de abrazo sobreprotector, Ambos no mantenían literalmente, encerrado entre aquellos brazos.

- Donde te vuelvas a acercar a Luffy te mato.
- Estoy muy deacuerdo con el bobo marinero.

Todos lo veían de forma asesina, pero entonces hizo que su plan diera marcha. El sujeto gritó entonces.

- ¡UN ANIMAL SALVAJE!

Todos gritaron y corrieron, eso provocó que de nuevo, el pelinegro se separara de sus compañeros y se perdiera entre la multitud, Khael lo atrajó con sigo y se lo llevó, estando al fin lejos de todos, arrojó al joven contra la pared, provocando con ello que gimiera de dolor. Entonces comprendió que aquel sujeto quería hacerle daño. Se acercó más a el y con una mirada lujuriosa observó con más detalle el cuerpo delgado y fragil de Luffy, que ahora más que núnca, lucia muy encantador. Estaba asustado, temía por su integridad, deseaba que lo sacaran de aquella incomoda situación.

- Dejeme, por favor.
- No.
- ¿Por qué?
- Por que eres muy lindo y quiero besarte, tocarte y...
- NO!, dejeme o ya verá.

La amenaza fue en vano, pués aquel sujeto lo aprisionó con sus manos, apretando sus hombros y para luego callarlo con un beso, el pobre niño sentía mucho miedo, no sabía que debía hacer. Cerró sus ojos con desesperación, sintiendo como aquel hombre trataba de arrancarle la ropa, pero de pronto, sintió que era liberado, abrió sus ojos y vió a Shanks, había golpeado al hombre pervertido que de paso quería pevertirlo a él. Le sonrió agradecido y tomando su mano slaió corriendo de aquel sucio y oscuro callejón.

Al estar con los demás, Ace lo abrazó con sobreprotección. El chico correspondióa al albrazo de su hermano sobreprotector.

- Luffy, que preocupado me tenías.
- Lo siento.

Todos se tranquilizaron al ver al pelirrojo llegar con el pelinegro a salvo. Claro, nadie se quedó con las ganas y golpearon a aquel pervertidor de menores en masa y lo dejaron como costal de papas destrozado. Luffy sonrió al ver como todos se preocupaban por el y lo sobreprotegian de aquella manera, pues para muchos era como un hermanito menor. El pequeño al que debían proteger.

Antes de irse, escuchó una voz que lo llamaba, viendo a todas partes, los de canto habían anunciado que el ganador había sido el chico de goma, contento fue a recibir el premio, un curioso disco de oro en miniatura con su nombre grabado en él y la canción que lo hizo el ganador. Regresó al barco con los demás y colocó el disquito en un lugar especial.

Antes de irse Shanks y Ace a sus respectivos barcos, se despidiero y encargaron mucho el cuidado del despistado jovencito. Todos sonrieron por aquello, todos se preocupaban por él, pués era un inocentón de primera. Zoro y Sanji lo quería mucho, más de lo que imaginaban. A partir de ese momento, el rubio cocinero y el peliverde espadachín, se convirtieron en los guardianes oficiciales del pequeño para evitar que en un futuro, otro mano larga quisiera aprovecharse del niño.

Notas finales:

Espero ke lo hayan disfrutado como yo ^___^ dejen reviews plis *o*


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