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Desesperadamente por kitsune gin

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Notas del fanfic:

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Es mi primer rpf fic. Por qué saltar del slash al animé y viceversa? Por el tipo y la forma de la escritura. Por qué estudiar tantos fic en inglés? Porque no hay suficiente calidad en español, con el perdón de tod@s quienes escribimos aquí. O sube hasta las nubes o cae decae terriblemente.

Dedicado de manera especialísima a Djeri-chan, con quien comparto la misma enfermedad y religión trekkie y posiblemente, un katra gemelo.

Dedicado a Kianspo, 1297 y Maxer-kun, pese a que él detesta el yaoi/slash, nunca deja de hacerme observaciones y comentarios. Se fija en cómo escribo y en que haga efecto.

Notas del capitulo:

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Música usada? "Endlessly", de Muse

http://www.youtube.com/watch?v=FdRUMGDe7ko

Imágenes de base? Casi toda la obra fotográfica de Leonard, sobre todo, "Seres Íntimos"

http://www.leonardnimoyphotography.com/9identity.htm

 

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“There's a part of me you'll never know
The only thing I'll never show

Hopelessly I'll love you endlessly
Hopelessly I'll give you everything
But I won't give you up
I won't let you down
And I won't leave you falling
If the moment ever comes”

 

Matthew Bellamy, Muse.

 

 

Frío, la temperatura era molesta contra su piel

 

-Me gusta este enfoque. Aunque el filtro no me convence…

 

-¿Estás seguro?

 

Leonard ajustó impecablemente las lentes de la Nikkon y leyó la luz. Podía hacerlo. Sesenta años de fotografía no pasan en sesenta segundos. Podía ver claramente cómo la luz tocaba el cuerpo de Zach, desvaneciéndose como acuarela, pincelando la partes justas, trazando las sombras precisas, resaltando la belleza del hombre desnudo frente a él.

 

Se llevó una mano a la barbilla, pensando por fin, cómo ajustaría el fondo. Mates claros? No, la piel de Zach era blanquísima, impecable. Perfecta. Se desvanecería sobre un fondo así, como un fantasma. Nieve pura

 

-¿Por qué no usas verde? –sonrió Zach, en un escalofrío. Leonard lo miró sobre sus anteojos. Era de esperarse; Zachary tenía ya una hora desnudo y aunque Lenny llevaba ya más de cien tomas, no terminaban de convencerlo. Leonard tomó el control remoto del calefactor y aumentó la temperatura un par de grados, lo que hizo al joven suspirar de alivio

 

-No me interesa que parezcas un maldito vulcano. Eres de una belleza demasiado extraña para volverte un alien, de nuevo…

 

Zach elevó una ceja y Leonard tuvo que sonreír. Sabía que, en cualquier momento, Zach haría algún gesto horrendo con sus ojos o una mueca graciosa y eso, rompería el encanto. Carajo. No tomaban su concentración en serio. Cambió los filtros una vez más y luego, el tono de la luz, hasta lograr un marrón rojizo. Mate. Anaranjado. Vulcano. Como su “planeta natal”. Leonard simplemente asintió y Zach saltó en el aire.

 

Una dos tres cuatro cinco tomas seguidas. Nuevo asentimiento y la pose de caída fue la de un gato

-Eso es, suéltate. Quiero que el viento te lleve. Despeina tus cabellos. Vuela. Eres un gato, flexible, perfecto…

 

-Un gato en celo- dijo Zach, amenazadoramente

 

Sensualmente.

 

Leonard negó con la cabeza, mientras capturaba cada instante, moviéndose alrededor de Zach, los filtros obedeciendo, resaltando como pinceles finísimos cada trozo de piel, cada vello en su cuerpo, cada cabello despeinado cayendo hacia un lado de su rostro, la boca entreabierta, los ojos enormes, el trasfondo chocolate en ellos, volviéndolo una criatura salvaje, capturando su esencia misma, su increíbleincreíble sensualidad, resaltando la belleza dispareja entre su torso, el plano abdomen, el compacto trasero y sus esbeltas y largas piernas.

 

Nueve saltos después y ambos estaban temblando: Zachary, agotado por el esfuerzo y Leonard, por la intensidad de cada toma. Nimoy alzó la mano, basta, suficiente. Zachary, arrodillado en el piso y jadeante, se levantó, tembloroso y fue a la silla, por la toalla.

 

Y en ese instante, Leonard comprendió que no podía detenerse; la toalla deslizándose sobre el cuerpo de Zach, secando el sudor brillante a la luz de las lámparas, Zach bebiendo agua; el zoom amplificando, borrando el rostro, el agua goteando de su barbilla, sobre su pecho, esa gota resbalando entre el vello que lo cubría, rogando por ser besada, lamida; la mirada de sorpresa, las manos tan expertas en sacar el alma misma en cada imagen, firmes siempre, firmes, temblando ahora, reteniendo el suspiro de quien las controlaba, la cámara recuperando su don, la mirada tras ella, conmovida hasta lo íntimo…

 

Leonard se dejó caer pesadamente sobre el sillón, jadeando como si hubiera corrido la milla, la cámara aún sujeta en su mano derecha. Se sacó los lentes y se frotó los ojos, despacio, agotado de mirar, embebido en el particular orgasmo de cada fotógrafo, cuando sabe que ha capturado algo histórico.

 

Zach no lo iba a dejar solo, en su momento, no. No le iba a permitir tamaño egoísmo; en dos pasos cruzó el estudio y saltó como un gato, cayendo en el regazo de Leonard, montándose en sus muslos vestidos impecablemente de casimir, cálidos contra su piel desnuda. Leonard lo miró, asombrado en el primer  momento: Zach no dudó. Atrapó el rostro del hombre mayor en sus manos y lo besó, despacio. Al principio.

 

Leonard no supo cómo reaccionar al ataque: no era joven ya, de cualquier manera. Y no esperaba semejante reacción. Al joven no le importó; mordió despacio los delgados labios hasta hacerlo abrir la boca y hundió su lengua, girando el rostro para poder penetrarlo mejor, untándose a su cuerpo. Leonard respondiendo al beso, sus enormes manos acariciando su espalda, sujetando sus caderas luego, la erección de Zach atrapada entre ambos, el joven frotándose despacio contra el mayor…

 

El beso, hiriente y violento al principio, volviéndose lánguido y erótico, el mayor lamiendo los labios del joven, cambiando el equilibrio del dominio, haciendo a Zach desear más y más…

 

No no te separes, más, estoy desesperado por ti, de ti y lo sé y lo sabes y no quiero que acabe ni que avance y no me importa mi edad ni tu edad sólo sé que eres perfecto perfecto perfecto que tengo sed de ti de ser lo que eres de ser de ti de perderme en ti de no perderte jamasjamás por incomprensible que parezca hierático hermoso tan hermoso que nadie puede entenderlo y no soy mas que un idiota de treintaydos años que ha perdido el control y el corazón y todo por ti y no podias ser mejor y no te quiero más joven ni menos viejo y sabes a caramelos de menta y tu perfume es el de los libros viejos, las páginas acariciadas tantas veces y así, déjame sentir tu piel a través de la ropa, el roce áspero de tu lengua, tus manos, tan grandes y tan frágiles y tan fuertes, sosténme en ellas y no me dejes ir jamás y no creas que soy un niño estúpido porque soy un hombre y sé muy bien lo que estoy haciendo no me subestimes, dijiste que soy un genio, que nadie mejor que yo para quedarse con el papel de Spock y ¿es esto un incesto? que lo sea entonces; eres mi gemelo mayor me rindo a ti a tu piel a tu perfume desértico déjame derramarme en ti en cascadas que para eso soy joven y tu, el lecho del lago donde debo ir a parar, déjame ser tuyo hasta no quedar nada de ninguno déjame olvidarme de los límites, oscuridad cerniéndose a 16 años luz y ¿Por qué carajos tengo que pensar en Eridani40 ahora? ¿Por qué te gusta la astronomía y la fotografía y los libros y la ciencia, como a mí? ¿Por qué los dos somos unos nerds tarados? Así, tus manos en mi espalda, en mis caderas, en toda mi piel, en el borde de mi rostro, sujetando mi nuca contra tu boca perfectaperfecta, tuyo, soy tuyo, desesperadamente tuyo, más allá de toda admiración, solo rojo muriente, anaranjado vulcano, aunque apenas sea un recién nacido en la nebulosa de Orión…no, márcame con tus dedos, araña mi piel, por favor, soy  tu gato en celo, no me dejes ir jamás no te vayas nunca ¿Es esto amor? No, como dijo Maxer “Si no nace de la admiración, no tiene justificación” y te admiro al grado de perderme en ti...

 

Universos implosionando en cada roce entre sus lenguas, los ojos cerrados, la realidad borrada. Borrada.

 

Susie eligió ese momento para entrar. Pero no fueron sus pasos los que los volvieron al piso, a la realidad del estudio, a las cuatro paredes sólidas, no. Fue la serie de flashes.

 

Zach no comprendió. Leonard, sí; un fotógrafo NUNCA desperdicia un instante y Susie estaba haciendo lo que debía, capturar ese cuanto infinito, íntimo, absolutamente dulce y sensual, al mismo tiempo.

 

El más joven ocultó el rostro en el cuello del mayor, aterrado, los labios aún hinchados, las manos en los costados, todo su cuerpo sobre él, como corriente de agua. Susie silbó

 

-Son inhumanamente perfectos…

 

Leonard asintió, sonriendo y guiñó un ojo, dulcemente, a su esposa. Zach volvió la vista, asombrado. Susie sonreía, mientras revisaba las fotos en la Sony digital

 

-Me pagarían una fortuna por esto

 

Leonard tomó sus anteojos y se los caló, nuevamente

-Por eso las publicarás cuando yo haya muerto, querida

 

Ella se acercó, besó la arrugada mejilla y despeinó a un perturbado y aterido Zach, refugiado todavía en el cálido abrazo del mayor

 

-No te asustes, cariño. Entre ustedes dos, era de esperarse ¿Necesitas algo, Len?

 

Una sonrisa y una negativa

 

-Bill llamó. Nos veremos para cenar el sábado; Zoe trajo un café riquísimo

 

La invitación fue implícita. Leonard miró a Zach y éste asintió

-Creo que dos tazas sería lo aceptable

 

La tensión se rompió y los tres se rieron; era Spock quien había contestado y no Leonard. Susie salió, dejando la cámara sobre la mesa de trabajo. Zach miró a Leonard, los brazos aún en sus hombros, los ojos caminando por su rostro, una de sus manos subiendo hasta acariciar la oreja. Redonda. Humana. Extrañamente humana. No, Zachary no podía permitirse nada. NADA.

 

Adrenalina y testosterona, seguramente. Por dos instantes y nada más

 

-Leo…

 

No terminó de hablar. El beso lo silenció de nuevo, hasta dejarlo sin aire. El mayor lo separó de sí. La orden fue amable, pero firme

 

-Vístete, Zach…

 

El joven obedeció, sin añadir palabra.

 

El resto de la tarde, en la enorme sala con la chimenea al fondo, el café de Zoé, el vino tinto –un excelente beaujolais nouveau, porque Zach no podía dejar atrás ciertas debilidades- la risa de Susie y de Leonard y la llegada imprevista de Chris y de Karl y la pantalla gigante con “La Ira de Khan” y Zach, sin quererlo, llorando en la semioscuridad al ver la muerte de Spock en la pantalla y Chris devorándolo con los ojos llenos de sospecha, desde el sillón de enfrente, hasta la caída de la noche y el regreso de todos a casa.

 

Zach iba en un perfecto silencio. Karl le dio un codazo a Chris

 

-¿Todo bien, hermano?

 

Zach asintió. Karl puso ojos de espiral; el kiwi tenía el mismo despiadado talento de McCoy, ser irritante y enterarse de TODO sin que le dijesen nada.

 

-Recupérate. Sólo son fotografías – se rió- me recuerdas a nuestros maoríes del fondo de Rangaratoa. Creen que les robas el alma si los fotografías.

 

Los tres rieron. Dos de ellos, intentando romper la tensión y el tercero, usando toda su habilidad de actor. La noche caía despacio, las estrellas iluminando el camino. Zach abrió al ventana, aspirando el aire del desierto, los ojos cerrados, las lágrimas causadas por el viento perdiéndose en sus mejillas, dejando huellas húmedas. Karl guardó silencio. Chris se había dormido

 

El destello anaranjado sobre Cygnus fue un mero guiño. Lo devolvió a la realidad. No existía nada fuera de esa luz.

 

Nunca habrá nada entre nosotros, estamos demasiado distantes en el tiempo…maldiciónmaldiciónmaldición

 

Zach cerró los ojos. Y pidió un deseo. Absurdo, multíparo, insondable.

Tal vez, en alguna rama del árbol cuántico…

 

Cerró la ventanilla. Las luces de Los Angeles terminaron por dispersar las estrellas.

 

 

Notas finales:

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Posiblemente este rollo sea incomprensible y rayano en el asco para algun@s; quizá mis sentidos de la belleza física están alterados en grado sumo. A mi edad, puedo decir que un ser humano jamás la pierde, pero que eso, no es fácil de percibir...

De mi trabajo como trekkie y de mis slash, generalmente obtengo el genial número de ocho a diez lecturas y con suerte, una review. Es notorio que ésto ocurre mientras más erótico y menos pornográfico es mi trabajo. Y, lo que he hecho en el animé, al lado de estos slash, es divertido. Nada más. Este, es un trabajo en serio. Me encantó hacerlo. No tiene un principio ni un fin ni una moraleja ni intenta enseñar nada. Respeta el acrónimo "yaoi" -sin principio, sin enmedio, sin fin-

Espero, muy sinceramente, que os agrade.

Namasté de corazón y mil gracias infinitas por sus lecturas y reviews.

Kitsune Gin.


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