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Los ebrios siempre dicen la verdad por mitko_kitsune

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Notas del capitulo:

Ya saben, los personajes le pertenecen a Takehiko Inoue

Es un intento de fic gracioso xD no sé si me sale bien :B

Espero que les guste. Voy a intentar actualizar lo más pronto posible.

Disfruten (:


Un grupo de chicos corría atolondrado, levantando polvo a su paso. La gente se espantaba por el alboroto, además de que esos chicos ya eran bien conocidos por allí.

El primero de la fila era un chico moreno que, mientras corría, enumeraba una serie de cosas, a lo que los otros tres le respondían afirmativamente.

"Okusu, ¿la pancarta?"

"¡SII!"

"Noma, ¿las serpentinas?"

"¡Por supuesto!"

"Takamiya, ¿los chocolates?"

"....."

"TAKAMIYA....DIME QUE TRAJISTE LOS CHOCOLATES" - decía el moreno con una vena en la sien y con el puño levantado.

"Si..si, por algún lado tienen que estar..por aquí" - respondía el gordito revisando sus ropas. Finalmente, sacó una caja bastante aplastada.

"¡Gordo, eres un idiota! ¡Arruinaste los chocolates!" - decía Okusu pegándose en la frente con la mano y suspirando.

"Bueno, no importa. Tenemos que seguir o llegaremos tarde a la escuela" - sentenció Noma frenando la segura pelea que se avecinaba.

Por otro lado, por las calles de Kanagawa iba un pelirrojo cantando alegremente:

"SOOOOY UN TENSAAAAI CUMPLEAÑEROOOO..."

Hanamichi llegaba a la preparatoria de Shohoku con una sonrisa gigante. Le encantaba cumplir años. A lo lejos, vio a su Gundam parado en la puerta de la escuela. Iba a acercarse a ellos, si no fuera porque, repentinamente, se vio en el suelo.

"Maldito zorro, ¿me tienes que atropellar todos los días? Podrías haber hecho una excepción el día de mi cumpleaños" - decía Hana, puchereando.

El chico zorruno apenas estaba despertando de su sueño. Abrió sus ojitos, para encontrarse con la imagen de todos los días. Había atropellado al torpe y éste le estaba haciendo berrinche. Tenía un imán con ese pelirrojo. Su bicicleta amaba atropellarlo.

"Torpe, deberías fijarte por dónde caminas"

"Ah no, zorrito. Hoy no me arruinas el día. Tú deberías dejar de dormirte en cualquier lado. Algún día te vas a hacer daño"

Kaede, que estaba muy interesado en mirar una mancha en el piso, miró al pelirrojo de repente. ¿Qué había dicho el torpe?. ¿Se preocupaba por él?. No se dio cuenta que lo estaba mirando fijo, hasta que notó la incomodidad en la cara de Hana.

"¿Qué pasa, zorro? ¿Tengo monos en la cara, o qué?"

"Torpe" - y así nomás, levantó su bicicleta y se fue caminando de lo más tranquilo. Aunque, internamente, se estaba haciendo muchas preguntas.

Unos segundos después estalló el griterío. Todos los alumnos voltearon a ver como Hanamichi era sepultado bajo diez kilos de serpentina y confeti. Las cornetas y los matasuegras dejaron aturdido a más de uno. Y se abrió la pancarta que decía: "¡Por un año más para romper tu récord de rechazos!". Por supuesto que los cuatro chicos terminaron con cabezasos mortales y chichones humeantes. Justo antes de que Hana se fuera, murmurando maldiciones a sus "amiguitos", Takamiya estiró su mano con los chocolates. El pelirrojo los tomó bruscamente y luego se fue hacia su salón.

Se sentó en su silla y se dispuso a abrir la caja toda aplastujada. "Encima no tienen la decencia de regalarme algo que esté sano... estos idiotas, ya verán". Se dispuso a comer de los chocolates. Tenían un sabor un tanto extraño. No eran de los que solía comer, pero estaban deliciosos. Así, se devoró la caja entera en segundos. No supo por qué pero se empezó a reír por lo bajo. A medida que su risa aumentaba, sus compañeros empezaron a mirarlo.

"Hana, ¿estás bien?" - Preguntaba Yohei un poco alarmado de que su amigo se hubiera vuelto loco definitivamente.

"Shiii shooheei, eshtoy perrr...perrrfecto jejejeje..un poquito mareado, tal vez jejejeje" - contestaba Hana bamboleándose de lado a lado y todavía riendo.

El moreno miró a Takamiya ya imaginándose que era su culpa, como siempre.

"Gordo, ¿qué tenían los chocolates?"

"N-n-nada...no tenían nada" - contestaba el gordito con las manos en alto, intentando justificarse.

"Takamiya, ¿qué demonios tenían esos chocolates?"

"B-b-bueno eh..."

En la escuela Shohoku se escuchó el grito de un chico.

"¡¡¿¿LICOOOOR??!!"

El profesor levantó la vista ante semejante grito. Yohei se disculpó, para luego hablarle por lo bajo al gordito, al momento que miraba a Hana de reojo, que entrelazaba sus dedos tarareando una canción y seguía bamboleándose.

"Pero eres idiota, ¿o qué?. ¿Cómo le vas a comprar bombones de licor? Maldita sea, Takamiya. Sabes que Hanamichi se pone ebrio hasta con agua"

"Lo sientooo - respondía el gordito llorando - pensé que sería divertido" - Yohei rodó los ojos. Ese chico no tenía arreglo. Siempre se tenía que mandar alguna de las suyas. Sin embargo, se quedó helado cuando escuchó la voz del profesor.

"Hanamichi Sakuragi, haga el favor de decirme la capital de España"

Todos miraron expectantes a que el pelirrojo dijera "no sé", pero no se esperaron su respuesta.

"La capitaaal...sho eshta la sheee jejeje... espere profesorcito, sha le digo. Emmm.. ah shii...esto...Mandril"

Todos cayeron de sus sillas, incluido el profesor, que se levantó lentamente con una gran gota detrás de la cabeza. Yohei sabía que tenía que evitar que el profe se diera cuenta que Hana estaba ebrio así que rápidamente dijo:

"Profesor, discúlpelo. No se siente muy bien"

El profesor no muy contento con la excusa, pero atado a las formalidades, tuvo que mandar a Hanamichi a la enfermería.

"Creo que sería mejor si yo lo acompaño" - replicó el moreno.

"No, Mito. Creo que él ya está bastante grandecito para cuidarse sólo" - Ante este comentario, todos sus compañeros se rieron de él y acabó sentándose bastante furioso con ese viejo.

Hana, que sólo había entendido que salía de clases antes, fue a cualquier lado menos a la enfermería. Iba tambaleándose por los pasillos de Shohoku hasta que se topó con la salida a la terraza de primero. El airecito que se colaba por la puerta lo invitaba a salir, así que, como pudo, subió las escaleras y el sol lo recibió cálido.

"AHHHH, qué lindo eshhh cumplir añooos" - dijo mientras abría los brazos y sonreía. Un sonido detrás suyo lo hizo voltearse.

"Zorritooooo" - murmuró, empezando a acercase al moreno, lentamente.

Se agachó a la altura del chico, que dormía sentado contra la pared. Se acercó hasta su rostro, inspeccionando las facciones del chico zorruno que dormía plácidamente. Lo único que hacía Hana era repetir la misma palabra una y otra vez.

"Zo-rri-to...zooo-rri-tooo"

Kaede sentía, desde su sueño, que alguien lo llamaba. Acabó despertándose poco a poco. Comenzó a abrir sus ojos y lo que vio fue: Hanamichi Sakuragi agachado peligrosamente encima de él, con cara de embobado y repitiendo la palara "zo-rri-to", separando muy bien cada sílaba. No pudo evitar lo que sucedió después.

"¡WAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!" - el moreno gritó al mismo tiempo que daba un brinco, haciendo que el pelirrojo cayera hacia atrás, sobre su trasero.

"Ay, eso dolió" - escuchó que decía el torpe, sobándose el trasero. Kaede no podía articular palabra. Simplemente, no entendía lo que estaba pasando. Finalmente, se volteó y vio que el pelirrojo intentaba, vanamente, levantarse del piso.

"Zorrito, ¿me ayudas?. No me puedo levantar, jejeje"

El moreno se acercó lentamente a Hana, preguntándose seriamente si debía ayudarlo. El torpe siempre lo andaba molestando, pero tampoco era para no darle una mano. Algo extraño le pasaba al do´aho. Estaba demasiado...¿contento?. Agarró a Hana de las axilas y con un impulso fuerte, logró levantarlo. En segundos, se encontró con el pelirrojo abrazado a él. Se quedó estático.

"Ay gracias, zorrito. Eres muy gentil" - le dijo Hana, abrazándolo más fuerte. Poco a poco se separó de Kaede. Dio dos pasos hacia atrás y se tambaleó.

"Es que todo se está moviendo mucho, ¿no, zorro?" - el moreno lo miró levantando una ceja, en señal de interrogación.

"No, torpe. Nada se está moviendo. ¿Qué te pasa?"

"Es que no sé. Estaba en clase y me comí unos chocolates y me empecé a reír y todo empezó a dar vueltas y terminé aquí" - enumeró el pelirrojo, con cara de borrego abandonado. A Kaede no le costó demasiado entender lo que pasaba. Hana decía haber comido unos chocolates, estaba mareado, todo se le movía y lo trataba demasiado bien.

"Zorro, ¿qué me pasa?"-Preguntó de repente el pelirrojo preocupado.

"Ehhh...torpe...estás ebrio"

Notas finales:

Ya saben, reviews bla bla bla xD peticiones, quejas, lo que ustedes quieran

Espero que les guste hasta ahora

Un beso gigante para todos!!! (:


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