Capitulo 1
-Me hiciste pasar vergüenza de nuevo!!- gritó Hanamichi Sakuragi, un joven alto con el pelo rojo y los ojos castaño miel, entrando en el carruaje de alquiler.- No puedo creer que me hayas vuelto hacer lo mismo..- añadió furioso.
-Que fue lo que hice??-preguntó un joven con el pelo negro largo en una coleta y los ojos azules..- Solo estaba..
-Es cierto lo que acabas de decir??- interrumpió el pelirrojo mirándole a los ojos.- Realmente solo te casaste conmigo por interés??Que me engañas con cientos de mujeres??
-Porque te lo tomas en serio, conoces perfectamente la respuestas...
-No lo sé Rukawa...pero te lo advierto, si un día te pillo poniéndome los cuernos, te mató- replicó el ojimiel serio.
-Ja..Ja...Ja..Ja.. Tu no serías capaz de hacerme daño, me quieres demasiado...
-Pon me a prueba y lo verás...
-Toma.- dijo el pelinegro entregándole una mini pistola.- Iré a por la chica..- agregó sonriendo..
-Rukawa... te lo advierto, no dudaré en dispararte...- comentó el pelirrojo furiosísimo apuntándole con el arma.
-Ja..Ja..Ja...Mejor pediré al cochero , él traerá a la chica y lue...- PUUMM – Hana me has disparado..?!- añadió agarrándose el estomago mientras caía en el suelo.
-Lo siento Kaoru, no quería dispararte pero me presionaste demasiado...- dijo el ojimiel rascándose la cabeza con demasiada fuerza, se tapó el rostro con las dos manos nervioso y volvió a mirar el pelinegro.- Tengo que pedir ayuda... No... Tenemos que ir al hospital urgentemente...- balbuceó arrodillándose junto al ojiazul
-Hana... Cof..Cof..Ah...Cof...Ah...
-No te esfuerces Kaoru.- pidió el pelirrojo limpiándole la sangre que le salía por la boca.- Cochero llevanos a un hospital.- gritó
-Mi hermano... cof..cof..
-No digas nada... Solo aguanta .. Si mueres no me lo perdonaré en lo que me queda de vida...
-Te .. cof...cof.. perdon...cof..ah... perdono... Aaah...Aaaaaah...Uhmmm...
-Kaoru ? Kaoru Rukawa??No te duermas, sí?! Si mueres no podré perdonarme... Por favor , abre los ojos.. Yo no quería matarte...Iremos al hospital, allí te salvaran seguro; no te preocupes...- comentó Hanamichi presionando la herida con una mano y con la otra quitándole la corbata. - Aún no hemos llegado??- preguntó al conductor mientras abrazaba el pelinegro.
-Señor hemos llegado.- avisó el cochero abriendo la puerta.-Que ha pasado?- preguntó impactado.
-Lo he disparado sin querer.- respondió el ojimiel sin mirarle.- Ayudame a llevarlo dentro del hospital....
-Señor, creo que está muerto... Debería llamar a la policía..
-Esta muerto, verdad?! Yo le maté... Igualmente llevémosle al hospital , seguro que pueden salvarlo... Yo no puedo matarle, entiendes?? Él es el amor de mi vida... Es imposible que le haga daño; ayudame a llevarlo dentro, si no quieres lo hago yo solo...
-Señor, éste hombre está muerto!!
-Entiende que yo no pude haberlo matado.- dijo el pelirrojo mordiéndose los labios hasta sangrar.- Llama a un médico..
-Llamaré a la policía..Señor..
-Realmente lo he matado.- dijo el ojimiel soltando al pelinegro y limpiándose la sangre de la mano en su pantalón.- Mi lugar es la cárcel , he matado a un ser humano..- añadió con lagrimas en los ojos..
-Señor...
-Llama a la policía y a los médicos- ordenó mirando al pelinegro.- Te he matado Kaoru.- agregó golpeando la cabeza con mucha fuerza contra el carruaje.
-Señor Hanamichi Sakuragi te condenamos a veinte años de cárcel por el asesinato del señor Kaoru Rukawa. Como es un asesinato premeditado, te prohibimos la condicional. Si quieres decir algo, te escuchamos?
-Es una condena bien merecida, y quiero pedirles si es posible, que me condenen a cadena perpetua ; no merezco vivir después de lo que hice pero realmente no quería matarlo. Eso es todo.
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-Señor Akagi, tengo que decirle algo que seguro no le va gustar pero fue una promesa que hice y debo cumplirla..
-Rukawa no te andes por la rama, hace más de tres años que trabajas para mí, si es por mi hermana, conozco la situación así que simplemente dime lo que tengas que decirme..
-Señor Akagi hace dos años recibí una carta que me comunicaba la muerte de mi hermano mayor, como empezaba mi carrera como abogado en su bufete decidí no hacer nada y pedí que investigasen por mí..
-Y??
-Hace una semana recibí una carta, necesito ausentarme para aclarar todo lo relacionado con su muerte...
-Y mi hermana?!
-Ya hablé ayer con Haruko, hemos decidido cancelar el compromiso y terminar con nuestra relación... Quería decírtelo yo...
-Porqué canceláis el compromiso?! Estoy seguro de que mi hermana te esperara si se lo pides..
-No sé cuanto tiempo me llevará pero además hay otros motivos.- contestó Rukawa con un suspiro.- Gracias por todo lo que has hecho por mí, me animaste a terminar mi carrera y me apoyaste siempre que lo he necesitado; gracias.
-No tienes que dármela..Fue un placer trabajar contigo Kaede Rukawa y si necesitas mi ayuda, enviame una nota y estaré allí...
-Qué!! Ni se te ocurra volver a los chándales y al pelo despeinado y mal cortado.
-Ahora ya no eres mi jefe.- dijo el pelinegro mientras se despedía “ Lo primero es lo primero, y lo primero es sacar a Hanamichi Sakuragi de la cárcel.”
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-Sakuragi tienes visita!!- avisó uno de los carceleros.- Sígueme..
-Si es mi amigo Yohei, dile que no quiero ver a nadie...
-No soy tu recadero pero no es tu amigo Yohei, esta vez es otro...
-Si es mi pandilla diles que tampoco quiero verlos....
-Tampoco es tu pandilla, el chico se llama Kaede Rukawa, es el hermano del hombre que asesinaste; de tu ex marido...
-Porque andas tan lento?! Llevame inmediatamente con él.- dijo Hana andando rápido- Abre la puerta de una vez...
-Si vuelves a gritar no te permitiré hablar con él...
-Perdón...
-Pasa, te está esperando en esa sala privada...
-Gracias...- dijo el ojimiel entrando en la habitación.- Kaoru??- llamó mirando al joven con el pelo negro mal cortado y los ojos azules medio oculto por el flequillo.
-Te equivocas, soy Kaede Rukawa, hermano pequeño de Kaoru.- replicó el ojiazul con frialdad.
-Ah...Sí...- contestó Hana aún impresionado por el parecido que tenía con su ex marido. Contó hasta diez mentalmente y le sonrió antes de abrazarle.- Lo siento Kaoru... No quise matarte...- añadió con los ojos llenos de lagrimas.
-Así que es cierto, tu mataste a mi hermano!?- comentó el pelinegro aún más gélido, el pelirrojo se apartó de él y le miró a los ojos.-Tu lo mataste!?- insistió..
-Maté...al...amor...de mi...vida..-respondió el ojimiel dejando caer las lagrimas. Rukawa lo miró sorprendido y lo abrazó fuertemente.- Perdoname...
-Estas perdonado, por eso voy a sacarte de aquí..
-No quiero.- afirmó el pelirrojo tajante.- Merezco estar aquí...ahora vete.- agregó limpiándose las lagrimas.
-La próxima vez que venga será para llevarte conmigo, tu no mereces estar aquí- dijo antes de marcharse. “ Tendré que mover ciertos hilos pero será pan comido”