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Time Long por Neon_Milliond

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Notas del fanfic:

Hola aquí volviendo a las andadas por estos lados después de meses de desaparición de mi parte, eh ante ustedes un nuevo fic que hice en el verano.

Dedicado especialmente a mi mejor amiga Gravisan, quién siempre me alienta y me da ánimos de continuar...

 

Notas del capitulo:

Este fic está hecho con todo mi amor, sonó bastante gay XD pero es así, me gustó mucho el resultado, espero que les guste, así que nada disfruten de la lectura.

Capitulo Único: A pesar del Transcurso del Tiempo, Los sentimientos no se borran.

 

Al principio no entendía nada, por alguna extraña razón el primer choque de luz solar con sus orbes zafiros le quemó como si sus ojos en mucho tiempo no hubiesen sido expuestos a  los rayos del sol, quiso entender dónde se encontraba.

Oía la voces de infantes riendo por todos lados, por la posición del sol se atrevería a decir que era de mañana no más allá de las diez y era un día de primavera lo podía sentir en el aire, el choque de la fresca y dulzona brisa a su cabello rostro era como un bálsamo por alguna razón, había tanta paz alrededor que no comprendía.

Se vio a sí mismo por un instante comprendiendo todo en el momento, estaba sentado en un columpio de un parque que él conocía muy bien, ya que sus tíos lo llevaban bastante ahí para que jugara cuando era un niño, habían multi-canchas en donde él pasaba horas enteras practicando su juego favorito.

Sonrió al ver el color de las cadenas del columpio eran rojas gastadas en algunos eslabones ya no quedaba rastro de pintura.

Una pequeña risilla le llamó la atención giro su cabeza curioso entonces se encontró con un chico de cabellos rojizos y ojos almendrados, el muchacho le sonrió tranquilo, era una sonrisa tan hermosa y sintió su corazón encogerse cuando lo vio por completo, él lo conocía pero no sabía cómo ni de dónde.

Quería hablar, decir algo pero no sabía qué, trataba de sonreír pero no podía, quería entender que estaba sucediendo.

-Si las cosas hubieran sido diferentes, si tan solo esto fuera verdad-Dijo el otro muchacho con la mirada baja, él solo pudo observarlo y esperar que continuara por qué no comprendía nada.

-Kaede si tan solo estuvieras a mi lado un día más un instante el dolor que siento no sería tan profundo, quizás no lo entiendas pero yo te amaba como a nadie, nunca fui capaz de decírtelo por mi estúpida soberbia y miedo a mostrar debilidad con ello-

-De qué hablas Hanamichi-Su reacción fue instantánea, no supo cómo conocía a ese chico ni su nombre pero su alma le gritaba que debía parar el dolor que experimentaba.

-Sabes de lo que hablo, de ti de mí de que ya no poder estar juntos, Kaede es mi culpa que estemos aquí, que estés aquí no te dejo descansar en paz quizás-Hanamichi tenía los ojos cristalizados.

-Por qué iba a ser tu culpa el que esté aquí, es un parque siempre paseamos aquí, estás raro Hanamichi-Dijo tranquilo un tanto descolocado por las preguntas de su amado.

-Zorro taimado es un sueño, un sueño, mi sueño tanto es mi desespero por que estés vivo que te llamo a esto con desesperación, que voy hacer con este sentimiento, no sé vivir sin ti-Confesó mientras se tomaba de sus cabellos.

Un nudo se apodero de su garganta de que estaba hablando ese mono pelirrojo, por qué percibía que algo no andaba bien, por qué su cuerpo y alma dolía quería comprender.

-Torpe si no dices que pasa no puedo comprender de que hablas, dímelo-Llevo una de sus manos a un hombro de Hanamichi el contacto fue tan calido que su palma le dio una picazón.

-Maldita sea Rukawa hablo de ti del accidente de tu muerte de mi duelo, ya no puedo con esto siento que moriré e iré a tu siga, me hundo en lo profundo de la fría oscuridad y no estás para salvarme-Confesó con sumo dolor.

Muerto, él estaba muerto, era un choque para sus nervios pero por una extraña razón no sentía que estuviera muerto y un profundo deber para con el pelirrojo se instalo en su alma, debía salvarlo de alguna manera.

-Quién eres, tú no eres mi Do'aho, él es un guerrero un luchador no caería a un pozo del cual no pudiera salir, dónde está mi Hanamichi-Rugió seguro de sus palabras.

-Soy yo, soy tu torpe-Dijo abriendo sus ojos-So lo que ya no soy el mismo no puedo vivir sin ti, no sé hacerlo-Susurró.

-No, No, tú si sabes hacerlo, puedes vivir, tienes que vivir por ti y por mí, estoy aquí, mírame a los ojos tócame Hanamichi, soy yo el zorro taimado, el maldito Rukawa...¡Demonios Tócame!-Ordeno al borde de la desesperación mientras tomaba una de las manos de Hanamichi entre las suyas y la llevaba a su rostro-Soy yo, vas a vivir por que yo lo quiero, estoy a tu lado siempre de día de noche en tus sueños, estoy contigo como desde la primera vez, soy tu bastón, siempre y en todo lugar estaré contigo solo no me olvides, sonreí como solo tú sabes hacerlo, te amo, quiero estar a tu lado, yo tampoco sé vivir sin ti-Acerco sus labios a los del más grande.

Un beso un dulce y casto beso lleno de emociones, cargado de sentimientos, lentamente la caricia comenzó a profundizarse, cerro los ojos disfrutando del momento, era tan real que no podía creer que estuviera muerto, no podía ser posible no quería separarse de la persona que tanto amaba, Hanamichi le abrazó con tanta fuerza, se hizo de todo su ser y él solo dejo.

La separación fue lenta, sus respiraciones eran irregulares, sus miradas eran cristalinas ninguno quería decir adiós, pero sentían que el momento estaba cerca.

-Es hora de despertar-Susurro Hanamichi-Quizás tú también deberías despertar de esté sueño al fin, quizás talvez solo así realmente podamos estar juntos, debes hacerlo Rukawa debes descansar y yo también, no dejes que te olvides-Antes de poder emitir alguna palabra Hanamichi se había alejado corriendo, solo quedaba la estela de su fuerza en un columpió verde que se mecía hacía adelante y atrás con movimientos irregulares.

-Despertar-Se dijo así mismo-Quizás ya es hora de hacerlo, quiero hacerlo quiero despertar-Su corazón comenzó a latir con tanta fuerza que sentía que le daría un paro, todo su cuerpo comenzó a dolor irremediablemente, como pudo se sostuvo de las cadenas pero poco a poco crecía  su dolor de cabeza, sentía que todo su ser iba a estallar, de pronto todo fue oscuridad.

Abrió sus ojos lentamente, observo hacía todos lados, un sueño se repitió, un sueño con un chico de ojos almendrados, dónde estoy, cabellos de sangre, y u garganta quemaba, el sonido del marcapasos lo hizo salir de sus desordenados pensamientos, una clínica se dijo a si mismo, por qué estoy en un hospital, trato de levantarse pero no pudo su cuerpo no le respondía el susto invadió su ser, gritó fuerte su garganta dolió aún más al gritar.

Una enfermera llegó corriendo al escuchar el estridente grito.

-Joven Rukawa despertó-Dijo la joven sonriéndole-Llamaré al doctor y en su familia estarán feliz de saber que ha despertado-

¿Rukawa? ¿Aquello era su nombre? ¿Por qué no lo asimilaba? ¿Dios por qué no se acordaba de su nombre?, El muchacho trato de hacer memoria sobre más cosas pero nada al parecer su mente era como un lienzo en blanco.

-Sucede algo-Preguntó curiosa la enfermera quien no se había ido al ver el bello rostro compungido del muchacho.

-Qué hora es-Preguntó, ya qué no sabía qué decir.

-Emmm a ver-La muchacha sacó del bolsillo de su uniforme un reloj-Las cuatro y media de la madrugada-

-Mhm-Musitó-Por qué estoy aquí, qué me ha pasado-Quiso saber.

-Tuviste un accidente ibas en tu bicicleta cuando te dirigías a tu casa, un automóvil te arrolló, fue muy fuerte el impacto el conductor del auto se había pasado dos luz rojas, estuviste en coma casi siete meses-La chica-La verdad los doctores temían que no despertaras de hecho-La chica se mordió el labio meditando si era correcto de su parte revelar lo aquello o sería muy confianzudo de su parte y por lo demás poco ético.

-Qué pasa, que hubiera pasado si no despertaba-Pregunto el joven de ojos azules, un tanto aturdido por todo, todavía su mente trataba de hallar un punto negro en el gran lienzo blanco que era su mente.

-Este, bueno si no despertaba lo más seguro es que los médicos le hubieran dicho a su familia que le desconectaran de hecho ellos lo propusieron la primera semana que ingresaste a la clínica-Confeso la chica con timidez, Kaede pudo ver el nerviosismo en aquellos ojos grises grandes y dulces-Pero si te sirve de algo yo siempre tuve la esperanza de que despertaras, no podía creer que un chico que quedo vivo después de tan grave accidente y su cuerpo y alma resistieran cada intervención no despertara-Dijo sonriendo-Eres fuerte-Agrego.

-Gracias, y si vale que alguien haya tenido la esperanza en que despertara-Kaede estaba sorprendido, al parecer aquella muchacha de cuerpo pequeño de cabellos castaños y ojos grises y brillantes había creído siempre en él y por una extraña razón agradeció la fe que ella tenía puesta en él, suspiro tranquilo lo mejor era confiar en ella-Disculpa pero me podrías decir quién soy, esto es bastante embarazoso pero no recuerdo quién soy, ni quién es mi familia ni nada de mi vida-Dijo ruborizando-Tan grave fue el accidente que estuve siete meses en coma-Lo dijo más para él que para la chica y ella lo noto.

-Bueno tu nombre es Kaede Rukawa tienes veintiún años, eres japonés, vives aquí en los Estados Unidos hace cuatro años, estudias en la universidad de culumbia, estás de cumpleaños el primero de enero, juegas basketball de la niñez-La chica se sonrojo cuando se fijo en que Kaede la miraba sorprendido por la cantidad de datos que ella manejaba sobre su persona-Bueno esto debo llamar al médico de turno para que te revise y además de llamar a tu familia, esté yo sé tanto de ti por que soy la enfermera a cargo de ti y tu padre me habla mucho de ti, estará contento de que hayas despertado-Dijo sonriendo saliendo del lugar sin darle tiempo a Rukawa que preguntara o dijera algo más.

En la cabeza del morocho era un completo caos, no podía creer que hubiese estado más de medio año en coma y lo más frustrante es que no podía saber nada de él si contar que su cuerpo no le respondía, una angustia lo inundó por qué diablos no podía recordar nada, a pesar de que ya sabía su nombre, su nacionalidad, su fecha de nacimiento, sus hobbies y que tenía por lo menos un padre, se le hacía tan extraño.

Cerro sus ojos cansado tratando de encontrar una salida al laberinto que había en su mente, unos ojos almendrados llenaron todo su cerebro, una sonrisa, la voz grave e infantil de alguien llamándole Zorro, por qué demonios el nombre de un animal se le hacía más familiar que el suyo mismo, por qué su mente le regalaba relámpagos de recuerdos, por que no nada concreto, quién era ese chico, maldita sea, se dijo internamente, tenía tantos porqué en su cabeza y ninguna endemoniada respuesta, aquello solo agrandaba el nudo en su garganta y las ansías de llorar de desesperación le embargaba el alma.

Estaba en eso cuando llego el médico quien le examino arduamente antes dejarlo tranquilo, le dijo que tenía que estar tranquilo que la serie de golpes que sufrió en la cabeza y los meses en coma eran los responsables de su amnesia que quizás con el tiempo aquello pasaría o quizás nunca podría recordar el pasado, pero le calma que lo más seguro como en otros casos recobrara su pasado con el pasar el tiempo.

A los minutos que el médico se había marchado, dejando en claro que estaba todo bien en Kaede y que era un milagro que hubiera despertado que solo necesitaría unos meses de terapia para volver a caminar y volver a dominar su cuerpo, su padre había ingresado en la habitación con una gran sonrisa, Kaede pudo notar el gran alivio y la inmensa felicidad que representaba para él que su hijo estuviera despertado, y se lo hizo saber abrazándole con cariño.

El tiempo transcurría velozmente y Kaede aún no se acostumbraba a nada, las sesiones de rehabilitación eran duras pero el daba lo mejor de sí mismo para salir adelante increíblemente recordaba todo el material de estudio de su carrera estaba estudiando periodismo y al parecer por que le habían informado sus profesores el pretendía especializarse en deportes, se las apaño para estudiar dar los exámenes que la universidad le impuso para ver si podía estar a la par con su clase o debía perder el año, al tener la mente vacía, según Kaede, se le había hecho más fácil salir adelante.

La primera vez que tuvo un balón de basketball en las manos le fue glorioso, a pesar que su mente no recordaba nada, todo su cuerpo si, se vio a si mismo correr en medio de la cancha, hacer fintas, pases a si mismo, canastas, correr con el balón mientras esté daba botes, era vertiginoso y supo que aquello era su vida, no sabía cómo pero lo amaba, el entrenado de la universidad le dijo que podía volver a unirse a las practicas y con el tiempo volver a jugar como titular, que lo suyo era el basketball que había nacido con ello por eso con o sin memoria su don en la cancha era innato.

Al parecer poco a poco su vida volvía a normalidad pero sentía que algo muy grande faltaba para estar completa, cada vez que le preguntaba a su padre sobre su pasado este le contestaba tranquilo todo lo que él sabia acerca de ello, más que por mucho tiempo estuvieron separados ya que su madre había muerto cuando Kaede tenía doce años de edad y él trabajaba mucho creando una compañía de telecomunicaciones por lo que apenas estaba en caso por lo que muy a su pesar decidió dejar a su pequeño hijo al cuidado de su hermano y su esposa en Japón, por ello estaba sumamente feliz cuando un nervioso Kaede le había pedido ir vivir con él, también le contó lo reversado que era, lo introspectivo que podía llegar a ser que siempre prefería andar solo o si no con ese amigo suyo pelirrojo que tenía, y que su padre dijo en más de una ocasión que ese chico rebelde era un muy mal amigo por no haber ido siquiera una sola vez a verle a la clínica, pero siempre que el preguntaba el nombre de su amigo tanto su madrastra como su hermanastra se ponían tensas abogando que no tenía para que saber nombre de malos agradecidos que lo habían abandonado cuando más lo necesitaba y su padre les encontraba la razón.

-Desde que volvió a Japón hace unos meses parece un zombi-Dijo Okus en voz baja al gundam y todos asentían con la cabeza en la cafetería de la pequeña universidad de Kanagawa, de alguna forma los cuatro vagos del gundam de Hanamichi se las habían arreglado para entrar en la universidad , a pesar de no ser los mejores de sus carreras por lo menos sus calificaciones eran dignas sobretodo tratándose de ellos, mas los malos hábitos de apostar y meterse en problemas, pelear algunas veces y vagar en los momentos libres nunca cesaron como tampoco en el inmiscuirse en la vida de su líder.

-Yo pensé que Hanamichi estaría muy feliz allá en América, realmente me sorprendió verlo llegar-Confesó en voz bajita Takamiya-Quizás sea por Ru...-Pero antes de poder continuar sus tres amigos se habían lanzando sobre él para acallarlo.

-Cállate imbesil quieres que nos mate o peor que él se mate-Siseo Noma nervioso al oído del gordo mientras los demás asentían-Habíamos quedado de acuerdo que jamás le nombraríamos ni siquiera para torturarle-Dijo solemne-Ya sabes que Zorro Apestoso o Kaede Rukawa es tabú por que al nombrarlo Hanamichi se vuelve aún más zombi-Grito.

-¡Noma!-Gritaron sus amigos, ya era demasiado tarde Hanamichi los había oído.

-Demonios, son todos una tropa de idiotas-Se quejo Yohei golpeándose la frente.

Hanamichi observo el espectáculo que sus amigos estaban dando en medio del comedor de la universidad, dejo escapar el aire de sus pulmones, realmente debía tener preocupado a sus amigos lo podía ver en rostro de todos ellos, realmente parecía un zombi  si ánimos de nada.

-Vamos que les pasa-Hanamichi sonrió con sorna ocultando perfectamente bien cualquier dolor que el nombre de Rukawa provocaba en él-Desde cuando tan preocupados por mí, voy a creer que están pensando que me voy a tirar a un puente cada vez que nombren al...al....al Zo...Zorro-Dijo al fin maldiciéndose internamente por titubear-A Rukawa, eso ya pasó chicos es hora de hacer mi vida, los muerto muertos están verdad-Les sonrió-Vamos ya levántense de ahí que dan pena-Se acerco a ellos ayudándolos a ponerse de pies-Bueno me voy al entrenamiento, nos vemos-Dijo desapareciendo en las narices de sus amigos que se miraron en silencio con profunda preocupación en la mirada, mas nadie dijo nada.

Hanamichi les mintió no iba al entrenamiento, de hecho ese día no había ya que había una reunión programada con los jefes de cada equipo, camino por las instalaciones de la universidad sin ganas de hacer nada.

Con honestidad ya no se aguantaba a si mismo cada vez estaba peor lo que necesitaba era salir de la prisión que sus sentimientos se estaban convirtiendo, tenía que salir adelante se lo había prometido al zorro en ese extraño sueño que había tenido casi cuatro meses atrás, un mes atrás Kaede había cumplido un año muerto y Hanamichi apenas podía soportarlo.

Suspiro resignado por más que lamentara la muerte de la persona que amaba ya no podía seguir cayendo en ese abismo sin esperanza, no era bueno para su salud metal ni física, apenas comía, no dormía y cuando lo hacía era gracias a las grageas que el médico de la universidad le recomendó para sus desveladas, su vida ya no era eso, mas bien parecía una tortura.

Miro por las ventanas del gran corredor de la universidad que a esas horas estaba vació, miró a través de los cristales más allá de los cerezos en flor, analizando su vida desde que había llegado a Japón poco menos de un año, con suerte veía a sus amigos, jugaba basketball más que nada por compromiso pero ya no sentía la pasión de antes de hecho le resultaba doloroso tomar el balón para practicar, estudiaba para tener algo que hacer sus calificaciones estaban por los aires ya que no hacía otra cosa además de estudiar, siempre se la pasaba solo alejando a todos de su lado, por estúpido que se sintiera no deseaba sentirse feliz ni acompañado, y honestamente la idea de lanzarse por un puente le era tentadora pero para su desgracia tenía una madre que lo amaba por que él no sería capaz de cometer semejante acto egoísta solamente por calmar su dolor y provocarle a su madre el mismo sentimiento agónico que él experimentaba.

Afirmo su espalda en la pared blanca paralela a la de las grandes ventanas, se de caer lentamente se sentía tan cansado todos se daban cuenta de lo que sucedía con él pero nadie se acercaba y trataba de ayudarlo y sus fuerzas no eran las suficientes para hacerlo solo, sentía que su alma se marchitaba y lo abandonaba dejando a su cuerpo como un recipiente vació y roto.

Por qué de todas las personas en este mundo él debió enamorarse de Kaede Rukawa ese Zorro Taimado que en un principio la sola presencia del ex jugador numero once de Shohoku lo sacaba de sus casillas, cómo pasó, en qué sus sentimientos de odio se volvieron amor, quizás fue cuando Kaede se le declaro aquella tarde en la azotea de una manera tan nerviosa, Hanamichi sonrió al recordar aquella escena estaba seguro que él era el primero en ver el rostro sonrojado de Kaede la voz tiritona y tartamuda cuando dijo que le quería, todo había sido tan extraño.

Estaban en segundo, los dos eternos enemigos compartían clase para el miedo de todo la preparatoria, más el Profesor Ansai persistía firmemente en la idea de que tanto Kaede como Hanamichi debían acercarse él uno al otro y así ser la dupla de ensueño de Shohoku, de hecho el gordito de le dijo a Hanamichi que la condición para volver a jugar era que se llevara bien con Rukawa una tarea titánica para el número diez, ya que cuando se enteró que Rukawa estaba en la selección juvenil de Japón los celos despertaron con más fuerzas en él sobretodo cuando estaba hecho una piltrafa gracias a su lesión y las continuas cartas de Haruko en donde solo hablaba de lo maravilloso que era Rukawa no ayudaba.

Por eso los primeros días después que se volvieran a encontrar fueron insufribles para todos pero para nadie como para el mismo Rukawa ya que Hanamichi bordeaba en la crueldad con sus comentarios y burlas para con el chico zorruno, hasta que un día la aparente indiferencia de Kaede acabo, le grito en medio del salón de clase lanzando su pupitre a un lugar lejano y lanzando libros en dirección de un divertido Hanamichi, le grito que esperaba no verlo nunca más, que se fuera al infierno que en donde debía estar por la crueldad de sus palabras que solo alguien sin corazón sería capaz de tratar a otra persona de la forma en que Hanamichi lo hacía para con él, para salir del salón hecho una fiera en medio del silencio de todos, pero Hanamichi no se quedo tranquilo con ello, ya que deseaba pelear con Rukawa llegar a los golpes hacerle comer cemento al zorro.

Lo siguió hasta la azotea, Rukawa estaba alterado y cuando sintió la puerta cerrarse con fuerza se giro para lanzar un bufido al ver a su tormento personal ahí.

-Vete-Gritó con los ojos cristalinos-Vete-Pidió-Qué demonios quieres, ver si mis lágrimas se convierten en nieve como soy un maldito cubo de hielo que no siento nada que ni madre me debía querer, que seguro murió de hipotermia al darme a luz, que soy tan insensible que por eso nadie podría estar a mi lado por que más calienta una roca que yo y lo único bueno en mí es que juego baloncesto pero que no me debo confiar por que una lesión podría acabar mi futuro, verdad-Dijo intranquilo-Tu serías feliz si yo muriera o lo que es peor si lo único que me da un poco de vida ya no lo tuviera, qué demonios te hice para que me odiaras tanto, por que eres tan cruel conmigo, no te das cuenta que me lastimas-Dijo en tono bajo mientras se dejaba caer.

Hanamichi en su vida se había sentido más azorado que esa vez, del puro nerviosismo tenías ganas de reír pero no le pareció adecuando quizás solo empeoraría la situación, y analizando rápidamente todo, era verdad no tenía fundamentos de pesos para odiar al zorro y Haruko no era una razón de peso para hacerlo, de hecho con las cartas él había terminado de entender que para Haruko solo existiría Kaede Rukawa su amor platónico.

-Yo...Yo..Yo bueno esto-Balbuceo Hanamichi mientras se acercaba a Rukawa-Lo siento-Dijo bajito pero conciente que Kaede lo había escuchado, se agacho quedando a la altura del moreno-Yo de verdad lo lamento pero cuando se trata de ti me descoloco y siempre termino haciendo y diciendo cosas para molestarte pero de verdad me enerva tu mirada y poso de superioridad como si nadie estuviese a la altura tuya, como si nadie valiera la pena en esta vida-Dijo sincero-Como si fueras incapaz de tener un amigo o alguien a quien amar-Susurro.

-Pues yo ya amo a alguien-Dijo sonrojándose, Hanamichi levanto una ceja-Do'aho, solo que nadie se ha dado cuenta, pero supongo que es mejor así nunca habría futuro para algo así quizás solo en mis sueños-Sonrió melancólico y   Sakuragi le pareció ver el gesto más doloroso en una persona que aquel.

-mmm-Musitó el chico de cabellos rojizos-Tan malo es-Preguntó interesado, el zorrito asintió muerto de vergüenza-Yo creo que deberías luchar por ella, tú de todos eres él que tiene más posibilidades de que  una linda chica acepte como novio-Hanamichi miro a su compañero como negaba con la cabeza-Vamos Zorro Taimado, si estás bueno-Kaede levanto la mirada sus ojos zafiros se toparon con los almendrados de Hanamichi y éste se fijo en la sorpresa del número once para con sus palabras-Este yo...hablaba de que estás bueno por que este si lo estás bueno para una chica, tú eres lindo para ellas-Dijo sonrojándose y trabando su luenga-Ah tú entiendes-Dijo al final.

-Solo para un chica-Preguntó dudoso y los ojos de Hanamichi le dijeron a Kaede que el tonto mono salvaje no entendía-Me gusta un hombre Sakuragi soy gay-Esperaba que Hanamichi lo golpeara y le gritara de mil formas cerro sus ojos instintivamente, pero los golpes jamás llegaron, si siquiera entendía por qué estaba siendo franco con él.

-Eso si está complicado-silbo Hanamichi tranquilo-Sabes zorro, oye mírame-Le dijo mientras lo zarandeaba un poco-Eso es mírame-Felicitó a Rukawa por obedecerle-Ahora entiendo por que miras a todas las chicas así, jajaja-Se reía a carcajada limpia se sentía un idiota por haber sentido celos de un gay.

-Que bueno que mi condición sexual sea gracioso para ti, pero estoy seguro que  muchos me odiarían-Dijo mordaz sintiéndose tan humillado por la risa de Hanamichi.

-No este lo siento no tiene que ver con que seas gay, bueno si pero no-Confeso el pelirrojo-Sucede que yo me enamore de Haruko nuestra manager cuando recién entre a Shohoku, pero ella lo estaba loca por ti por eso te odiaba, me han rechazado cincuenta mujeres en el pasado y la chica que yo quería deseba a otro y lo peor es que éste la trato como basura enfrente de mis narices sé que es idiota mi manera de pensar y que te he hecho daño con mis actitudes yo de verdad lo siento más ahora que te he tratado así por nada, lo lamento-Se disculpo sincero.

-No te molesta ningún poco el que sea gay-Pregunto Kaede y Hana negó con la cabeza-Dios, creo en tus palabras, si es así espero que no me odies de nuevo por lo siguiente-Dijo decidido.

-Eh de que hablas-Pregunto Hanamichi, viendo el sonrojo nuevamente en las mejillas de Kaede y lo encontró adorable.

-Por que yo, este, yo...bueno veras, a mi, tu  y  yo, bueno-Balbuceaba con voz tiritona-tu, tu, me...me...me...g...g...gu...s...tas, no más...más...qu...que...es...eso, yoteamo-Termino muerto de la vergüenza, con la mirada fija en el suelo.

-Estás diciendo que Kaede Rukawa, el idol numero en la preparatoria y quizás en Kanagawa, el más popular de Shohoku está enamorado de este tensai-Hanamichi volvió a reir nervioso pero divertido por lo acontecido-El mundo está loco, Zorro-Dijo divertido.

-No te enojas, no me vas a golpear-Preguntó dudoso el súper rookie-Cómo diablos funciona tu cabeza Do'aho-Dijo más para sí que para Hanamichi.

-Sabes que muchas personas me han preguntado lo mismo, y te respondo lo mismo que a ellos, no tengo idea supongo que soy un Tensai incomprendido-Dijo nuevamente riendo y pasando uno de sus brazos por los hombros de Rukawa quien se tensó al sentirlo-Vamos tranquilo si no te voy a golpear, no podría hacerlo y menos a la primera persona que se enamora de mí y se me confiesa-Habló en tono serio-Yo ya pensaba que había algo malo en mí y por eso no podía llegar al corazón de nadie-

-Como ves te equivocaste por que yo te quiero-Dijo en un murmullo-Pero sé que tú no a mí, mas no podía seguir ocultando todo esto y por lo menos pudiéramos ser amigos quizás yo con el tiempo podría olvidarte y simplemente ser tu amigo-

-No creo que tú te conformes con eso, tú no juegas a perder Zorro-Hanamichi tenía el ceño fruncido, de pronto cambio la expresión de su rostro y encogió los hombros-Bueno y por que no intentamos pasar tiempo junto, al parecer yo jamás tendré la oportunidad de estar con una chica así que por qué no intentarlo con un chico-Dijo resuelto.

-Estás hablando en serio o estás buscando la mejor manera de reírte de mí-Preguntó el Zorrito desconfiado de las palabras de Hanamichi-Dudo que pueda soportar un broma así-

-Ahh, Zorro Taimado-Se quejo el más alto-Deja la estupidez, claro que estoy hablando en serio, crees que solo estaría contigo para reírme no soy tan idiota como para hacer algo así jamás jugaría con los sentimientos de las personas eso es algo que yo respeto mucho-Dijo serio al tiempo que se levantaba-Y ahora cambia la cara y vamos a entrenar-Finalizó la charla mientras jalaba a Rukawa hacia él.

Los días que vinieron después de eso fue de antología, nadie entendía como dos rivales a muertes comenzaban a llevarse bien, ver a reír a Rukawa había hecho que la mitad de sus fans terminaran en el enfermería, el colapso que le dio a sus compañeros fue tremendo cuando ellos comenzaron a jugar como una dupla destructiva, pero con el tiempo se acostumbraron a ello, Rukawa había comenzado a tener cambios en su carácter ya no era tan reservado ni frío  quedaba con los del equipo para salir los fin de semanas o ir a jugar basketball , también  salir con el Ejercito de Hanamichi a vagar.

Entre ellos cada vez había un vínculo más fuerte y poderoso, eran más que amigos y muchos como Ryota, Ayako y Yohei se habían percatado de aquello incluso Sendoh y Kyota se dieron cuenta, aunque este último decía a todos que entendía muy aquello por ese par de idiotas eran tal para cual y se reía, Sendoh por su parte que ya a esas alturas era amigo de Hanamichi y un tanto cercano a Kaede estaba contento de la relación de su amigo, al gundam casi le da un infarto cuando lo supieron pero apoyaron a su amigo a pesar de no entender que encontraba Hanamichi el estar con otro hombre, pero Yohei había dicho que una persona tan compleja como su amigo necesitaba de alguien igual de complejo y que si lo veían fuera del cuadro se podrían percatar que no había mejor persona en el mundo que Rukawa que era todo lo contrario al torpe e impulsivo amigo. Ryota solo subió y dejo caer los hombros tranquilo después que Mitsui y Kogure hicieran publica su relación ya nada le sorprendía y además si aquello les ayudaba a conseguir el campeonato nacional no estaría en contra de la pareja.

Claro que hubo personas que los humillaran y les hiciera pasar un mal rato, pero para un Tensai como Hanamichi y un indiferente rey del hielo aquello apenas les había importado lo único importante entre ellos era que se amaban.

Cuando les ofrecieron una beca a los dos juntos para ir a estudiar y jugar a los Estados Unidos se tomaron su tiempo de pensarlo sobretodo por que el padre de Kaede vivía en aquel país por que era obvio que el Zorrito tendría que ir a vivir con él un tiempo y la madre de Hanamichi quien estaba sola en el mundo le dijo a su hijo que si se iba a los Estados Unidos iría con ellos.

Y así fue como habían partido al país en donde supuestamente los sueños se hacen realidad, Hanamichi recordaba muy bien como a su madre le disgustaba que el estuviera de novio con Kaede ya que ella siempre soñaba con tener nietos pero gracias a ese mocoso de Rukawa sus sueños se habían caído, para Hanamichi algunas veces su madre se le hacía imposible siempre criticando todo y teniendo palabras mordaces e hirientes para con su zorro y él terminaba peleando con su madre por ello, solo Kaede podía calmarlo.

Un día su madre se enfermo y no pudo pasar a recoger a Kaede para ir juntos a la universidad, lo llamo por teléfono rogándole que se cuidara y no fuera durmiendo en su bicicleta, a Hanamichi se le partían los nervios cada vez que su Zorrito salía en la dichosa bicicleta, fue entonces cuando el padre de Kaede le llamo para informarle que Kaede estaba grave en la clínica por un accidente.

Sintió que su corazón se partía en pedazos, su madre le acompaño un tanto mejor de sus desmayos, jaquecas y bajas a la presión,, cuando llegaron a la clínica el padre de Kaede se llevo a Hanamichi a un lado para hablar con él acerca del estado de su hijo mientras que su madre se había quedado con la esposa y la hermanastra de su Zorrito.

Se quedo toda la noche ahí esperando noticias sobre la condición de su amado pero todo lo que los médicos decían que estaban haciendo el mayor esfuerzo por salvarlo, al padre de Kaede se le encogía el alma al ver el estado de Hanamichi aunque Kaede jamás le explico que era exactamente lo que tenía con ese chico no había que ser un genio para darse cuenta que solo existía amor entre ellos, tenía miedo que su hijo no resistiera y perdiera la batalla que sería de ese pobre muchacho si su hijo moría no lo quería ni pensar.

Por órdenes de su madre abogando que se sentía muy cansada y que ella también necesitaba de él se lo llevo a la casa entre protestas de Hanamichi, solo transcurrieron una pocas horas cuando la madrastra de Kaede llamo para avisarle que el zorrito había perdido la batalla.

Un ataque de nervios lo inundo no sabía dónde estaba parado ni que lo que debía hacer, solo recordaba haber salido corriendo de su casa hacía el hospital pidiendo verlo, pero tanto  la mujer como su hija se habían negado a que lo viera, que no era prudente, la muchacha de nombre Alice le reprocho que todo el accidente había su sido su culpa que hubiese sido mejor que él hubiera muerto en lugar de Kaede que él era el responsable de todo, la mujer lo golpeo y lo hecho de ahí.

Las fuerzas lo abandonaron y todo fue negro por bastante tiempo, no tenía idea de cómo había llegado a su casa, ni como subió las escaleras para encerrarse en su habitación y no hacer caso de las demandas de su caprichosa madre por volver a Japón que ya no valía la pena estar en América y que lo mejor era volver a su país natal, después de estar dos semanas encerrado apenas probando bocado y durmiendo, decidió hacerle caso a su madre y volver a Kanagawa.

Al volver todos le preguntaban por Kaede pero él no tenía intenciones de hablar ya que se negaba a creer que su Zorro Apestoso estuviese muerto, era un zombi no hablaba con nadie y echaba a todos de su lado después que un furioso Yohei Mitto con el resto del ejercito  le sacaran la verdad a tirabuzón les contó todo, dejando escapar más llanto de su adolorida alma.

Sus amigos hacían de todo para mantenerlo distraído y que no pensara en Kaede, lo agradecía pero apenas tenía intimidad ya que nunca lo dejaban solo por miedo a que cometiera una estupidez y no los culpaba puesto que un día lo descubrieron bebiendo alcohol junto con psicotrópicos, en tanto su madre lo acosaba y lo agobiaba para que conociera chica que quizás la muerte de Kaede era un castigo de Dios por ir en contra de la naturaleza humana que era el momento de enmendar el camino y casarse con una dulce niña y darle nietos, de hecho ella misma mucha veces invitaba a su casa a sus amigas con sus hijas para que conocieran a Hanamichi, cada día para el Rey de los Rebotes le era más insoportable vivir con su madre, cada día se daba cuenta de lo manipuladora y reina del drama que era.

Ya estaba arto deseaba abandonarla, dejar a todos e irse al último país del mundo lejos de todo, quizás hasta en el polo sur, lejos de su madre de sus protectores amigos y del fantasma de Kaede que ni en sueño lo dejaba tranquilo aunque era el único momento de paz que tenía cuando lo veía, sin pensarlo una lágrima cayó por sus mejillas.

Nobunaga Kyota quien pasaba por ahí suspiro al ver a Hanamichi, era un piltrafa humana y no lo aguantaba, Hanamichi era su amigo su eterno rival y verlo así le dolía, camino hacía él sentándose a su lado.

-Ya estás pensando en él verdad-Dijo en tono conciliador-Para qué te torturas Hanamichi, Rukawa ya no va a volver debes tratar de soportar la verdad por muy dolorosa que sea no creo que él le gustara verte así hecho una piltrafa donde quiera que esté estoy seguro que no está tranquilo al verte en este estado, dónde quedo el talentoso Sakuragi aniñado atolondrado bocón e inmaduro que no dejaba en paz a nadie-Pregunto mientras le daba unos golpecitos en el hombro-Vamos hombre ya no te tortures te invito a comer-Se levanto.

-Eres un metiche mono salvaje-Dijo Hanamichi más repuesto después de las palabras de su amigo se incorporó y lo siguió.

Kyota tenía razón ya no podía seguir lamentándose por la muerte de su amado tenía que salir a delante de alguna manera se lo había prometido a Kaede lo mejor era cerrar el capítulo y seguir con su vida con el recuerdo de su gran y primer amor. Hanamichi estaba resuelto a decirle a adiós a Kaede Rukawa el Zorro Apestoso.

Kaede llevaba más de un año en plena agonía, a pesar de llevar su vida casi igual a la de antes en no saber de su pasado lo estaba matando y ya no aguantaba tener su mente en blanco, los relámpagos y fragmentos de recuerdos eran del pan de cada día pero todo era tan vago y sin sentido, tenía miedo de dormir pero también se esperanzaba de saber al fin quien era la persona que necesitaba recordar, lo gritos de ese chico que rogaba por él le partían en el alma quería recordarlo pero su mente se negaba a cooperar y cuando hacía el esfuerzo su cabeza dolía a punto de estallar.

Su padre al ver que cada día que pasaba era peor para Kaede decidió resuelto hacer lo que mucho antes debió haber hecho y no haber aceptado la loca idea de su esposa y la madre de Sakuragi, estaba completamente arrepentido de haberlo hecho.

Así que una tarde que ni su esposa ni su hija estaban fue a la habitación de su hijo con una caja en mano, llamo a la puerta pero no paso nada, quizás su hijo estaba dormido, entro a la alcoba resuelto a terminar con toda esa farsa esa misma tarde.

Cuando abrió la puerta suspiro intranquilo, su hijo no estaba dormido como pensó si no sollozando escondiendo su rostro entre las almohadas, parecía un chiquillo desamparado, pero debía serlo, él mismo pensaba que no aguantaría estar sin memoria solo confiando en las palabras de los demás.

-Kaede hijo-Dijo mientras se sentaba en la cama haciendo que ésta se moviese por el peso extra, su padre acarició la espalda de su hijo con profundo cariño-Necesito hablar contigo contarte algo de tu pasado, quizás debir decirtelo antes pero necesito que comprendas que en ese momento cuando pensé que ibas a morir era lo mejor, yo jamás pensé que aceptar la tonta y loca idea de tu madre y de la madre de Hanamichi iba tener consecuencias tan doloras-Confeso.

Como un balazo directo a sus sienes, el nombre Hanamichi le taladro la cabeza, ese nombre se le hacía tan familiar, tan suyo, un dejo de esperanza se colaba en su corazón conocía al dueño de ese nombre la imagen de un chico pelirrojo de ojos almendrados mientras le gritaba zorro apestoso inundo su mente, era el chico de sus sueño, con lentitud se incorporo para darle la cara a su padre, limpió su rostro de cualquier rastro de llanto

-Que me han escondido, que era Hanamichi para mí-Pregunto dudoso y tenso.

-Tu mejor amigo-Contesto su padre-O bueno eso decías tú pero yo creo que él era algo más que tu amigo, me entiendes verdad-Dijo un tanto azorado por la situación.

-Entiendo y si es así por que él no está aquí a mi lado, acaso me abandono pensando en que sería un vegetal toda la vida-Sin tener idea de por que aquello le dolía no pudo contener un torrente de llanto doloroso-Tan poco valía para él acaso yo no le importaba quiere decir que nunca me amo-Dijo lleno de dolor.

Su padre cerró los ojos nervioso sabía que se iba a ganar el odio de su hijo y no lo culpaba pero también era conciente que la única manera de redimirse y esperar que algún día su amado hijo le perdonase era diciendo la verdad.

-No Kaede, no fue por que no te amara, de hecho el día del accidente estuvo todo el tiempo a tu lado-Dijo decido a llegar hasta las ultimas consecuencias-De hecho Sakuragi no deseaba marcharse pero su madre y la tuya lo obligaron a marcharse, fue ahí cuando tu madre me contó la idea de Rumiko-San la madre de tu adorado pelirrojo-Confeso-Ten esté es tu amado Hanamichi Sakuragi-Le paso una fotografía en donde los salían abrazados junto un balón de basketball parecía haber sido tomado hace bastante tiempo.

Kaede quedo en silencio un momento, entonces estaba en lo correcto el chico pelirrojo era su novio era a él que debía recordar, su corazón latía con fuerza y rapidez al ver la imagen de su novio era tal cual a quien lo acosaba en los sueños, la persona que amaba, tenía miedo de escuchar lo siguiente, presentía que nada bueno sería.

-Rumiko jamás acepto que tú tuvieras un idilio con su hijo según ellas, eras tú el culpable de que Hanamichi se volviera un desviado que ella no te quería cerca de su hijo, que soñaba con tener nietos una vejez feliz al lado de su hijo y una dulce chica-Explicó el padre de Kaede-Cuando le pregunte a Hanamichi si era verdad que tú eras quien se le había declaro el contesto con una sonrisa que así fue, y que nunca fue más feliz que aquella vez nunca espero que tú lo estuvieras de él, así que decidió darte una oportunidad contesto que nunca en su vida había estado más feliz que cuando tú comenzaste a estar a su lado por eso él no sabría que hacer si tu no resistías las operaciones-

-Cuál fue la idea de esa mujer-Pregunto con frialdad.

-Tu casi mueres en la segunda intervención que hacían, los médicos no sabían si podrías  salir del coma en el que estabas, ni si había daño cerebral como si podrías volver a caminar, todos pensaban que serías parapléjico y con deficiencias mental-Informo con angustía-Por el amor que ese chico te profesaba estaba seguro que no le importaría haber perdido su vida al lado de un discapacitado, pero entonces Rumiko dijo que jamás iba aceptar que su hijo fuera el enfermero de un desecho humano, que su hijo merecía tener la oportunidad de hacer su vida lejos de ti, volver a ser normal conocer a una chica bonita que le pudiera brindar un futuro que tú nunca le darías ni siquiera con tus cinco sentidos, yo estaba mal, y tú madrastra odio a esa mujer en el momento en que habló mal de ti, así que acepto decirle a Hanamichi que tú estabas muerto-Al fin había dicho la verdad que tanto lo agobiaba.

Kaede abrió los ojos más no poder le habían dicho a la persona que amaba que estaba muerto, la angustia lo inundo y un tremendo dolor de cabeza llego, comenzó a recordar el sueño, el sueño que tuvo al despertar del que tanto deseaba acordarse.

...Maldita sea Rukawa hablo de ti del accidente de tu muerte de mi duelo, ya no puedo con esto siento que moriré e iré a tu siga, me hundo en lo profundo de la fría oscuridad y no estás para salvarme...

Recordó el sueño por completo y entonces fue como si el gran telón blanco en su cabeza cayera para dar un paso a un sinfín de recuerdos, todo daba vuelta y su cabeza dolía como los demonios, se tuvo que tomar de la mano de su padre para aguatar todo aquello, después una profunda oscuridad.

Al despertar lo primero que se encontró fue con el rostro culpable de su hermanastra, sus ojos verdes y cabello negro de figura delicada y frágil podían engañar a cualquier persona puesto que el verdadero carácter de la chica era de fuego.

-Alice que  pasó-Pregunto un tanto atontado todavía recuperándose de al fin haber recordado todo.

 -Tu viste un colapso por el choque emocional que sufriste, el médico dijo que es solo algo pasajero que pronto estarás bien, recuerdas todo verdad-Kaede movió la cabeza afirmativamente-Yo entonces te debo una disculpa, está bien si ya no quieres hablar más conmigo, lo comprendo-Dijo nerviosa ante el silencio de su hermano continuó su monologo-Está bien si no quieres hablarme, pero como estoy segura de que iras en su búsqueda dile que yo realmente me siento mal por todo lo que le dije en la clínica y a pesar que todo es culpa de las palabras desdeñosas de su madre no es justificación para mi trato para con él, espero que sean felices al fin-Finalizó saliendo de la habitación.

Kaede observo el techo, su mente estaba con Hanamichi, se preguntaba que sería de él si le había olvidado, suspiró derrotado, claro que iría a buscarle a tratar de hablar con él, pero que iba a pasar si Hanamichi estaba con una mujer cumpliendo el sueño de esa mujer insidiosa, el no podría soportarlo, mas debía confiar en su amor y en él mismo debía ir a buscar a Hanamichi.

Se levantó resuelto, bajo a la primera planta en busca de su familia para terminar de entender todo lo que había sucedido mientras estaba en coma y en dónde estaba su monito salvaje.

Hanamichi por enésima vez salía hecho furia de su casa, su madre era un demonio, a pesar de sentirse culpable por la muerte de su padre eso no le daba derecho a su madre a refregárselo a la cara cada vez que podía solo para hacerlo sentir culpable y así hacerle participe de sus juegos de casamentera, estaba que explotaba cómo su madre no podía comprender que no quería a ninguna mujer a su lado que por mucho que las respetara y fuera amable como ellas, tuviera amigas como Ayako o la misma Haruko no significaba  que amara a todas las mujeres, aunque tampoco le interesaban los hombres, durante los últimos seis meses había salido con unos cuantos pero cada vez que llegaba la hora del sexo él se congelaba no quería estar nadie que no fuera su zorro.

Se obligo a dejar de pensar en el tema, ya estaba cansado de pensar en Kaede, quizás ya era hora de aceptar la beca de Inglaterra, además tenía que reconocer que allá podría especializarse en Kinesiología, además tenían una buena liga de basketball nunca tan competitiva ni buena como la de los Estados Unidos pero era respetable y podría jugar a gusto y aprender de los mejores, resuelto con su decisión mañana iría donde el rector de la universidad a comunicarle su respuesta y de lo que también estaba seguro era que se marcharía solo dejando a su madre puesto que ya era mucho él no era un santo lo que es más jamás llegaría hacerlo.

Caminaba sin rumbo fijo por las desoladas calles de Kanagawa con su móvil en mano pensando si lo mejor sería llamar a Yohei o Kyota para ir dormir a su casa, con éste último se habían vuelto muy cercanos, sospechaba que las intenciones de Kyota era amorosas más no tenía intenciones de hacerle saber que él ya era conciente de sus sentimientos, lo mejor sería estar solo un poco más, quizás en Inglaterra podría conocer al segundo amor de su vida.

Ya más tranquilo con sus pensamientos ordenados se sentó en un columpio en un parque, un grupo de muchachos jugaban basketball y Hanamichi los observaba con interés, dejando que su cabeza se perdiera en las jugadas analizando cada movimiento que hacían los muchachos.

Disfrutando de una noche calida, la brisa era suave y fresca sin llegar a ser fría, el cielo estaba estrellado y la luna menguaba rodeaba de una luz doraba, era una bonita noche para estar solas, Hanamichi sonrió fue junto a una maquina de bebidas escogió una lata de café con cacao, la tomo entre sus manos estaba tibia, se giro para volver a sentarse pero su columpio ya estaba siendo ocupado por la sombra de otra persona

 

Hanamichi se resigno tendría que buscar otro lugar odiaba tener que estar cerca de desconocidos, se iba a dar vuelta cuando algo lo hizo detenerse, giro su cabeza para volver a ver la silueta de esa personas, su corazón parecía a punto de estallar .

El aire le faltaba, sus manos comenzaron a sudar, se pregunto si quizás estaba soñando y todo aquello era producto de sus más anhelados sueños, camino despacio para ir junto a la persona que estaba sentado en uno de los dos columpios.

Su lata cayó al piso y soltó un jadeo al ver a Kaede sentando en el columpio rojo, cerro los ojos y parpadeo pensando que era una ilusión, pero al volver a enfocar su vista el chico zorruno seguía ahí mirándolo como si fuera la primera vez que lo hacía.

-No, no, no me estoy volviendo loco-Se quejó en voz alta-Anda Hanamichi despierta ya basta de sueños idiota-Dijo mientras se golpeaba con fuerza una de sus mejilla.

-Do'aho-Musito Kaede al ver la expresión de dolor en el rostro de su querido pelirrojo.

-Esto no es verdad cierto-Pregunto con hilo de voz.

-Me temo que si es verdad Hanamichi-Contesto tranquilo Kaede levantándose de su asiento para tomar la lata de café que Sakuragi dejo caer-Esto es verdad, estoy vivo Hanamichi-Dijo sin peder la calma más su estomago era un manojo de nudos, tenía miedo que Hanamichi no le creyese.

-No, no, no-Negó con la cabeza-Tú estás muerto, demonios, no, kaede estás muerto tu madre me lo dijo, no puede ser verdad-Dijo a sus pulmones les faltaba aire y sus ojos comenzaron arder.

-Quieres que esté muerto-Pregunto dolido Kaede al ver la negación en Hanamichi.

-Qué idiotez es eso-Protestó con ira el más alto-No tienes ni la puta idea de cuanto he sufrido ni cuanto le he pedido a Dios que estés vivo, es eso que no tienes ni idea del infierno que sufrido desde que estás muerto-Dijo al borde del colapso.

-Mírame Hanamichi, soy yo el Zorro apestoso, el taimado-Pidió suplicante-Estoy vivo, vivo, tampoco sabes por lo que he pasado claro que no se compara con el hecho que te hayan dicho que estaba muerto-

Hanamichi cayó de rodillas al suelo superado por todo, Kaede fue hasta él y lo abrazo, tuvo que reprimir los gemidos de dolor y felicidad por estar nuevamente entre los fuertes brazos de Hanamichi, quien lo rodeo y lo asió más junto a él, respirando el aroma de los cabellos ébanos del más pequeño.

-Dios mío, qué demonios es todo esto-Cuestiono Hanamichi sin soltar un ápice a su amado, las lágrimas corrían solas el abrazar a Kaede le sabía a gloria, pero también en su cabeza comenzaba hacerse un lío lleno de preguntas sin ser contestadas, necesitaba saber que pasaba y así se lo hizo saber a Kaede.

Rukawa tomo aire un par de veces antes de contarle todo lo que había pasado desde el momento del accidente hasta llegar en su encuentro, le contó sobre como había despertado el sueño y se sorprendió cuando Hanamichi también le dijo que había soñado lo mismo y que despertó a las cuatro y media de la madrugada.

Le dijo que no entendía nada cuando despertó que no sabía ni su nombre y que a pesar de tratar de averiguar de su pasado si existía alguien especial su familia siempre cambiaba el tema o no les contestaban, y con el tiempo comenzó a ser su vida casi normal pero siempre teniendo presente que algo le faltaba entonces cuando a su padre todo se le hizo inaguantable le contó la verdad.

Verdad que compartió con Hanamichi, cuando éste se vio con toda los hechos, quiso gritar de ira y dolor las ganas de matar a su madre no le faltaban, pero fue Kaede quien lo tranquilizo con su besos y caricias.

Por el momento Hanamichi dejo de pensar en el tema, dejándose llevar por el amor y la necesidad que Kaede provocaba en él.

-Estoy quedando en un hotel-Informo Kaede con los ojos llenos de pasión y deseo por su Do'aho-Vamos-Los dos se incorporaron, tomados de la mano se echaron a correr hasta llegar al hotel en donde se estaba hospedando el zorrito.

Al llegar subieron rápidamente por las escaleras no querían esperar para amarse, Kaede abrió la puerta como pudo, por que Hanamichi lo abrazaba y lo manoseaba como queria.

Entraron y se dejaron llevar por el frenesís de sentir al otro, piel con piel, labios con labios, ser uno solo, no saber de comenzaba uno y terminaba el otro.

Se desvistieron sin importar romper sus ropas en el acto, deseaba tocar y ser tocados, las manos de ambos eran lava marcando cada pedazo piel bajo ellas cayeron a la cama, Hanamichi sobre Kaede, se besaron inagotables veces dejando sus labios hinchados y rojos y delicados pero a ninguno le importo.

Solo existían ellos dos, después de meses de dolor y soledad, en donde los dos conocieron la oscuridad y el desamparo de estar lejos de la persona que se aman, hundidos en la desesperanza de volver a unir sus vida uno por no recordar y otro por creerle muerto,

Se amaron de todas las maneras aquellas noches, llegando al extasíes del placer, lagrimas de felicidad soltaron ambos por estar nuevamente en brazos del otro, cada uno se entrego al otro, en una noche de eterno amor, caricias y palabras cargadas de sentimiento y cariño.

A la mañana siguiente se despertaron abrazados sin querer separarse, Kaede quien fue el primero en despertar esbozo una sonrisa de paz y tranquilad le era maravilloso volver a estar junto a su Do'aho, era como un sueño o mejor que eso era la realidad.

Cuando trato de moverse Hanamichi gruño mientras lo abrazaba posesivo, sonriendo de miedo lado abriendo un ojo.

-Buenos días osito panda-Dijo Hanamichi a Kaede-Cuanto hemos dormido zorrito dormilón-con una de sus manos atrajo la cabeza de Rukawa hacia él para besarla.

-Buenos días-Saludo el Zorrito después de ser liberado de su exquisita presión, se acomodo en el pecho de Hanamichi quien lo acogió gustoso-No sé que hora es, importa acaso-Pregunto sin la menor intención de levantarse y Hanamichi lo noto.

-No, la verdad no-Respondió pensativo-Todavía creo que esto es un sueño-Le confió a su amado-Sabes que hoy iba hablar con el decano para aceptar la beca de la Universidad Estatal de Inglaterra, lo más seguro es que me hubiese ido lo más pronto posible-

-De verdad, entonces hice bien en venir inmediatamente que recobré la memoria aquí-Besó los dedos de Hanamichi-Todos me pidieron que esperara un poco pero no podía, sabía que debías estar sufriendo yo en tu lugar hubiese muerto-Confesó con dolor-No aguantaría estar lejos de ti y menos pensando que estás muerto no lo soportaría a pesar de estar con amnesia no era feliz por que estaba seguro de que tú me hacías falta, nunca más quiero estar lejos de ti-Dijo sollozando y eso conmovió a Hanamichi.

-Y ya no lo estaremos, pero debemos pensar en que hacer de ahora en adelante-Dijo besando los cabellos de su Zorrito-Supongo que todavía quieres ser el mejor jugador del mundo y yo quiero pasar a la historia junto a ti como la mejor dupla si quisiera podría volver América en la universidad me dijeron que con solo pedirlo podría volver-

Kaede negó con la cabeza antes de hablar-Después del accidente prefiero quedarme en Japón forjar carrera aquí y llevar a Japón a la elite junto a ti, además mi estado deportivo todavía no es el más optimo  y quiero estar aquí junto a ti, junto a mis amigos-

Hanamichi sonrió-Si es lo que deseas lo haremos a tu manera, pero yo no quiero estar ni cerca de de mi madre-Pidió-Ni quiero que este cerca de ti, ella esta mal de la cabeza, es la única explicación lógica que puedo encontrar para hacer tantas idioteces-

-Bueno entonces está decidido nos quedaremos aquí hoy verdad y mañana hablaremos con tu madre y los demás. Por el momento quiero a mi Do'aho solo para mí-Con un movimiento rápido estuvo arriba de Hanamichi rozando sus partes nobles provocativamente.

Su piel blanca como la porcelana quedo al descubierta, Hanamichi lo tomo de las caderas, ya muy excitado, Kaede se levanto tan solo un poco para acomodarse sobre el miembro caliente y palpitante de su amado para que lo inundara y lo poseyera nuevamente, dejo escapar un jadeo de placer y dolor al sentir  al intruso en su interior comenzó un vaivén suave y lento llevando a Hanamichi al borde de la locura.

Para Hanamichi no había imagen más erótica que ver a su zorrito  sobre él, moviéndose en busca del placer mientras jadeaba y gemía su nombre.

Amaba a ese hombre y por él sería capaz de cualquier cosa incluso desangrarse y darle su sangre como alimento si Kaede lo necesitara, no podía vivir sin él, era como una adicción  a sus sentidos necesitaba tenerlo cerca, sentirlo suyo que solo él valía la pena, lo beso y lo abrazo ayudando a su amante a llevarlos al borde del extasíes y el amor.

-Te amo Kaede Rukawa, no sabes cuanto te amo mi amado zorro apestoso-Susurro al oído de su amante mientras besaba su lóbulo con devoción-Eres mío, solo mío y ya nadie te alejara de mí, estaré siempre a tu lado-Juro antes de llegar al clímax del placer y gritar el nombre de quien tanto adoraba.

-Yo tampoco pienso dejarte ir de mi lado Do'aho-Dijo rendido sin despegarse de su monito pelirrojo se dejó caer sobre el pecho protector de su amado Hanamichi quien lo abrazo y acomodo sobre él-Te amo, te amo, te amo...-Susurro hasta volver a quedarse dormido en los brazos de Hanamichi.

Al día siguiente la pelea con su madre fue estruendosa, la encaro y al no ser capaz de mentir, Hanamichi solo rectifico lo que ya sabía que su zorrito decía la verdad, fue a su habitación en busca de todas sus cosas, el gundam estaba ahí, el día anterior en la tarde Hanamichi los llamo para que  se encontraran y hacerlos participe de su alegría, ellos le ayudaron a cambiar su cosas.

Su madre quedo llorando en medio del salón sola por primera vez en la vida, llorando por sus pecados que no tenían justificación, abandonada por el hijo que tanto amaba y sabía que todo se lo merecía por mentirosa y manipuladora, tan solo ahora en el momento en que su hijo le grito sus diez verdades al ver el sufrimiento de ambos muchacho reacciono sobre sus hechos pero ya era demasiado tarde pedir misericordia y perdón ya no valían para Hanamichi el dolor que le había provocado su actuar le era imperdonable.

La puerta se cerró con fuerza indicándole que estaba sola y desamparada que su hijo jamás volvería a buscarla, ahora era ella quien conocía lo que más le aterraba en el mundo la soledad...

Todo el mundo estaba sorprendido por la llegada de Kaede pero igualmente felices, la vida nuevamente había tomado su curso, volviendo hacer la pareja explosiva que en antaño fueron, llevaron a su universidad al mejor estatus, fueron reconocidos profesionales en sus campos laborales.

Con el pasar del tiempo, Hanamichi pudo perdonar a su madre como Kaede a su padre y su familia, olvidando viejas heridas del pasado, construyendo su futuro y su presente bajo cimientos fuertes que habían superado la más dolorosa prueba, la perdida de quien se ama.

Dios les había dado un regalo aquella madrugaba cuando despertaron de aquel sueño, les había otorgado una segunda oportunidad para ser doblemente felices y ya nunca más estar separados, por que ellos se habían ganado el derecho de ser felices a pesar de las pruebas que la vida les pusieran en el camino, las firmes cadenas invisibles que les unían eran fuertes e irrompibles por ello juntos eran capaces de cualquier cosa.

Ellos se amaban.

 

Notas finales:

Gracias por leer, ¿Algún comentario? ya saben cómo, un beso nos vemos en otro fic.


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