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Solo un instante por Terry

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Notas del fanfic:

FELIZ CUMPLEAÑOS LOBITA ESTE ES DEDICADO SOLO PARA TI

“Dicen que un Bookman no puede tener corazón, que no debe ser más que un simple espectador… se bien esa regla… aún así… aun así la estoy quebrando por completo… no solo porque me he encariñado con mis compañeros exorcistas… sino porque…”

 

 

 

Era lo que el joven Lavi pensaba mientras caminaba por los pasillos de la orden rumbo  a su recámara, las últimas misiones habían sido complicadas… pero no demasiado como para perder la cabeza.

 

 

 

Muchas dudas circulaban su cabeza… no sabía cómo darles respuesta, el viejo Bookman no decía nada, sólo que se quedara callado y observara esa guerra.

 

 

 

-Ya no puedo ser solo espectador-se dijo entrando a su recámara, mirando el tejado con pesadez, suelta un suspiro y se deja caer en la cama-Antes era más fácil.

 

 

 

Estaba comenzando a dormitar cuando tocaron suavemente a su puerta, sin siquiera moverse de ese lugar dio la autorización para que entrasen, quien penetro en esa habitación fría no fue otro más que Allen quien tenía ganas de charlar con él… contándole de lo nervioso que se sentía con su primera cita con ese chico nipón, sin duda era algo que al mismo Bookman Jr. le sorprendía el imaginar que Kanda saldría con alguien.

 

 

 

-Tranquilo, ya verás que todo saldrá bien, mmhh de algún modo se entenderán de maravilla-le animaba mientras le daba una palmadita en los hombros.

 

 

 

-Gracias, me hacía falta oírlo… es que no se… siempre hemos sido tan distintos…-dice Allen nervioso arrugando el listón de su camisa.

 

 

 

-Jajajajaja calma Allen, calma verás que tendrás como loco a Yuu-dice el pelirrojo con una carcajada.

 

 

 

-Sí, lo tendré como loco pero ¡porque me querrá hacer cubitos!-exclama antes de comenzar a reír también.

 

 

 

Después de un rato de charla el menor salió de ahí mucho más tranquilo y confiado, pues para todo esto… también era su primera cita… era primerizo en todo.

 

 

 

-“Allen, Allen, Allen, es tan fuerte y seguro cuando pelea contra los akumas… pero es tan ingenuo y temeroso cuando de algo del corazón se trata”-pensaba el ojiverde mientras de nuevo trata de conciliar el sueño, aunque había algo más que lo perturbaba… pues en la última de sus misiones… “él” se le había acercado tanto.

 

 

 

Sacudió la cabeza para que esas ideas desaparecieran de su mente, no pudo dormir, tenía que distraerse y no se le ocurrió mejor idea que salir un rato fuera de la orden; se levantó de la cama y le dijo al panda que iría a recabar información, claro, como si hacer el vago fuera eso.

 

 

 

Aún así el viejo Bookman no se opuso a que saliera, lo miró un instante en silencio aun así no dijo nada si es que de algo se dio cuenta.

 

 

 

-“Pero que desquiciante es todo esto… ya quiero obtener alguna respuesta al respecto… pero solo consigo más y más preguntas”-se decía mientras pateaba una piedra en el camino… completamente distraído, caminando sin saber a dónde iba… solo dejaba que sus pies lo guiaran.

 

 

 

Cuando se dio cuenta de su realidad fue cuando se topó de frente contra un vagabundo, de ondulado cabello alborotado, lentes de gruesa montura y un cigarrillo en la boca.

 

 

 

El ojo verde del exorcista se abrió cual grande era al verlo, dio un paso atrás, aunque agradeció que en ese instante ese hombre no se encontrara solo.

 

 

 

-¿No es ese uno de los chicos que acompañaba al peliblanco tramposo?-inquiere uno de los hombres amigos del pelinegro.

 

 

 

-Ah… sí, si es-dice marcándosele una sonrisa en los labios mientras se le acercaba de un modo bastante peligroso-¿Y a qué debemos tan grata visita? Esta vez no hemos estafado a nadie-dice Tykki con una risita acercando demasiado su rostro al del pelirrojo.

 

 

 

-Se ve algo perdido-dijo el Izzu que parecía siempre estar enfermo.

 

 

 

-¿Mmhh?­-el chico de lentes lo observa y sonríe-Sí, así parece… un chaval perdido-dice revolviéndole los cabellos de un modo muy amigable.

 

 

 

-Yo no estoy perdido, yo solo… solo…-comienza a ver disimuladamente a todos lados… era verdad, se había perdido sin darse cuenta, lo único que agradecía era que se encontraba con su golem.

 

 

 

-Mmmh bueno pero la noche esta por caer…-dice con una sonrisa el chico de nombre Tykki-¿Por qué no te quedas a pasar la noche con nosotros?-invita mirándolo a su hermoso orbe.

 

 

 

La propuesta sin duda fue toda una sorpresa… pues ambos estaban conscientes de que eran enemigos… la idea de una trampa cruzo por su mente, aunque no pudo oponerse pues el pequeño niño lo tomo de la mano y cerró los ojos como si le mostrara una sonrisa.

 

 

 

-Será divertido tener a alguien nuevo entre el grupo…-dijo el pequeño Izzu mientras lo jalaba suavemente.

 

 

 

-Brindaremos y nos divertiremos-dijeron los adultos mientras se encaminaban a una vieja posada, se sentaron en una mesa del rincón y al poco una joven camarera llego a tomar la orden de los alimentos.

 

 

 

-¡Ah! Y no olvide traer mucho licor-dijo Tykki mientras sonreía ampliamente-Y para Izzu una jarra de leche-añade mientras sonríe, se recarga en la silla y enciende un cigarro.

 

 

 

Por su parte Lavi mira con sospecha los actos del Noé, era demasiado extraño que fuera amigable con él, y las palabra licor no le daba confianza, la idea de embriagarlo para después matarlo cruzó por su mente y tragó un poco de saliva.

 

 

 

-Mmhh parece que el chico está nervioso… debe ser que no ha de saber beber-se burlo uno de los adultos mientras Tykki seguía fumando y veía la cara de enojo del pelirrojo.

 

 

 

-¡Claro que se beber!-respondió Lavi en tono ofendido siendo el primero en tomar el vaso y servirse el licor, apurando el contenido y bebiéndolo todo.

 

 

 

Las risas y los vítores no se hicieron esperar, el conejito había empezado a cavar su propia tumba… se había hundido el mismo en el futuro que le esperaba… sintió la cabeza darle una leve vuelta, claro que sabía beber, pero el hacerlo con poco alimento en el estomago y con la sangre palpitando en su cabeza solo eran indicios de que algo malo saldría.

 

 

 

Lavi comenzó a reír y a relajarse cada vez más, mientras la mirada astuta detrás de las gafas, no le perdía de vista, si se paraba Tykki le seguía con la mirada, si se caía… cualquier cosa y acto de ese exorcista era vigilado por el Noé del placer.

 

 

 

Tykki hacía la finta que bebía, mientras Lavi solo quería olvidar un instante esa confusión en su cabeza… quería poder olvidarlo todo solo un instante… poder ser realmente “Lavi” y no solo un nombre más… no solo ser una identidad más.

 

 

 

Los acompañaste del Noé pronto se quedaron dormidos sobre la mesa, mientras Izzu miraba a Tykki con carita de sueño, éste lo cargo en un brazo.

 

 

 

-Vamos, te mostrare las habitaciones, no te preocupes por esos, al rato despiertan y llegan al cuarto-dice el portugués mientras se dirigía a la habitación, recuesta al pequeño en una de las camas de esa habitación-Esta vez Izzu dormirá con uno de ellos…

 

 

 

Lavi de lo mareado que estaba no atendió a esas palabras y se recargó en la amplia espalda del mayor quien sonrió ampliamente, una parte de él, la parte oscura maquinaba como divertirse con el exorcista.

 

 

 

Lo cargó en brazos y lo llevó a la habitación donde dormirían ellos… lo recostó y miró el sonrojo típico del alcohol en sus mejillas, se relamió los labios mientras comenzó a desvestirlo, Lavi no oponía resistencia alguna por lo embotado que estaba.

 

 

 

-Tykki…-susurró el sucesor de los Bookman mientras miraba como le desvestía-Solo… solo un instante… por favor…

 

 

 

Esas palabras desconcertaron al pelinegro quien lo miró inquisitivo, acercando si rostro al del pelirrojo.

 

 

 

-¿sólo un instante?-inquirió mientras pasaba su mano por el rostro ruborizado-¿Un instante de qué?

 

 

 

-Solo por un instante… no seas mi enemigo…-dijo el Bookman Jr. quien también comenzó a acariciar el rostro del portugués.

 

 

 

Tykki iba a hacer más preguntas, pero fue callado y sorprendido por un beso en los labios, un beso tierno y a la vez necesitado… ese fue el inicio para que también él perdiera algo de razón pues comenzó a corresponder, perdiéndose en el sabor dulce de ese misterioso chico que solo miraba y callaba.

 

 

 

Lentamente el beso se fue intensificando… su lengua comenzó a lamer los labios del menor como pidiendo autorización para explorar esa cavidad, extraño, siendo que podría haberla tomado a la fuerza; el ojiverde concedió tal y separo sus labios, dejando el libre acceso a su boca.

 

 

 

Las lenguas de ambos danzaban, primero en un suave vals, para después enzarzarse en una frenética contienda… frotándose, enredándose, para al poco Tykki comenzar a succionar la lengua de su ahora acompañante; sus manos no se quedaron quietas por mucho tiempo pues comenzó a recorrer ese cuerpo que a simple vista parecía menudo y frágil, pero de eso no tenía nada… Lavi contaba con un hermoso cuerpo tonificado.

 

 

 

Unos suaves gemidos escapaban de su boca mientras que la temperatura entre ambos iba elevándose… Tykki lo miró algo jadeante… estaba demostrando algo que había logrado ocultar a la perfección durante mucho, mucho tiempo pero que ahora esos labios y ese cuerpo le hacían revelar… el simple hecho de que gustaba del ojiverde.

 

 

 

Esas palabras lo significaron todo… “solo un instante” al menos… podrían entregarse el uno al otro… pese a que el futuro les predestinara algo más… no se detuvo y su boca degustó cada milímetro del joven Bookman mientras éste a su vez memorizaba el fuerte cuerpo del Noé.

 

 

 

Ya sin ropas y con muchos deseos por delante… sus cuerpo comenzaron a frotarse, a sentirse de un modo inimaginable… el Noé no se contuvo y dejo mordidas en el moreno cuerpo, moretones… pequeños rastros de haberlo poseído.

 

 

 

-Tykki… me gustas…-susurró Lavi antes de que el mayor lo tomara de las piernas, las separara y comenzara a hurgar en su entrada, arrancándole gemidos junto con unas lágrimas, pues sabía que estaba desarmado… y sobre todo que faltaba a su deber como sucesor de Bookman.

 

 

 

-Lavi…-susurró el portugués antes de besarlo de modo ansioso y salvaje-Tú también a mí…-fue la sorpresiva respuesta que le dio al pelirrojo, quien sin duda se había creído presa de la burla.

 

 

 

Fue lo último que se dijeron esa noche para después el mayor entrar en el tembloroso cuerpo del ojiverde… volviéndose en ese momento un solo cuerpo… disfrutándose mutuamente, olvidándose del mundo exterior y de la guerra de la que eran partícipes.

 

 

 

Entre besos, caricias, miradas pasaron las horas… sintiéndose unidos de un modo inimaginable… tal vez sería la única vez que podrían estar así, entregando ese amor secreto que se tenían; pues hoy podrían amarse… tal vez mañana tendrían que matarse…

 

 

 

Solo un instante de sueños, solo un instante de delirio, solo un instante en el que fueron realmente felices… la mañana los alcanzó… descubriéndolos dormidos, Lavi recargado en el pecho de Tykki… así habían culminado, cansados por las largas horas de haber estado juntos… perlados de sudor y ambos con marcas de la noche.

 

 

 

Después de ello… un beso apasionado… una última caricia y Tykki vio como el chico que había despertado un sentimiento de amor se marchaba… de regreso a la orden oscura mientras él se quedaba con una de sus prendas y el sabor de su cuerpo en los labios.

 

 

 

-“Solo un instante me basta… solo con este momento puedo seguir andando, porque ahora se… que pese a ser el sucesor… no puedo dejar de amarlo… un amor prohibido y que sin duda no ha sido escrito… Tykki Mikk, un hombre y un demonio a la vez… humano y Noé… mi enemigo y mi amor; solo me resta… esperar a verlo… y que cuando eso sea… pueda besarlo otra vez”-se dijo cuando llegó a las amplias puertas de la orden y así volver al engaño hasta que el momento de decir la verdad llegara… claro si es que llegaba.

 

               

Notas finales:

Espero que te haya gustado linda


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