Titulo: Lunel soul “Alma solitaria”
Autor: blaze
Genero: yaoi
1
Prologo
Despertó en un lugar diferente al donde alguna vez creyó estar, no supo cuanto tiempo estuvo vagando en la oscuridad, todo a su alrededor parecía estar distante a su existencia, “quizá las cosas no cambian del todo” fue lo que pensó
-Cuando estás muerto, dejas de sentir la noción del tiempo, pierdes conciencia de ti, de tu identidad, eres como una maquina vacía sin información-
Sus ojos negros se fijaron en la mujer que le hablaba desde el pórtico de una mansión en ruinas –soy yue-
El solo atino a mirarla, estaba confundido desde que podía recordar nadie había hablado con el –debe ser un poco confuso para ti, lamento decirte esto pero estas muerto-
Guardo silencio, su rostro no mostro una expresión –¿si estoy muerto por que sigo en la tierra?
-no lo se, necesitaras un lugar donde puedas quedarte si vagas por ahí solo entonces solo encontraras problemas, pequeño – la mujer coloco su nívea mano en los cabellos negros del menor, aquel gesto había sido el primero con el cual le demostraban cariño
-¿cuál es tu nombre?-
El dudo en responder –¿no puedes recordarlo?
-Uchiha Sasuke- dijo mientras mirando hacia otro lado
-Sasuke es un lindo nombre- yue solo sonrió dulcemente
°º¤ø,¸¸,ø¤º°`°º¤ø,¸sasunaru °º¤ø,¸¸,ø¤º°`°º¤ø,¸
Su corazón se sintió abatido, la incesante sensación era cada vez menos soportable, sus ojos ardían, los tallo con fuerza enrojeciéndolos, no era necesario dejar de respirar para dejar de sentir que el aire le faltaba, era como morir lentamente, movió su cabeza de un lado a otro debía dejar de pensar, debía dejar de sentir
Las sabanas blancas cubrían su cuerpo levemente, sus ojos estaban hinchados, había estado llorando, se removió suavemente en la cama, cubrió sus ojos con sus brazos, las mangas largas y negras del traje lo envolvieron aun más en la oscuridad
-madre, te extraño-alejo sus brazos de su rostro, fijo su vista en el retrato de una mujer pelirroja al lado de un niño rubio
Su madre había muerto el día de su cumpleaños hacia ya un mes, el 10 de octubre había dejado de ser su día preferido, ya no había más hot cakes en forma de estrella ni grandes y jugosas fresas alrededor para el desayuno, su madre no volvería a mirarle, ni a sonreírle, estaba solo..
-joven Naruto- el hombre de cabello gris le miro con tristeza –ya casi es hora ¿está usted listo? – El rubio levanto su vista hacia el hombre recargado en la puerta –kakashi no estoy para tus bromas- el ojinegro solo sonrió, a paso lento camino hasta la amplia cama donde se encontraba el menor –Naruto – susurro para pasar su mano sobre la cabeza rubia
-¿la mano por qué? – Pregunto mientras trataba de sonar frio, el peliblanco cerro sus ojos y curvo una leve sonrisa apenas perceptible por la bufanda negra que llevaba, escondiendo así gran parte de su rostro – por nada en especial –volvió a sonreír – se que eres un chico fuerte Naruto, sin embargo el casamiento de Minato-sensei es demasiado para ti, tu madre acaba de morir -
Aquello provoco un vuelco en su corazón, y un gran sentimiento de odio –hasta tu puedes comprenderlo, no entiendo el afán de Minato en casarse después de la muerte de mi madre- el ojinegro lo miro con ojos inquisidores –el es tu padre, no deberías hablar de él con tanto resentimiento - los ojos azules se centraron en el pálido rostro del peliplata, aquellos ojos azules que alguna vez solo reflejaron alegría, ahora solo podían verse llenos de una tristeza infinita, llenos de odio hacia su progenitor – ese hombre no merece ser llamado padre, iruka-sensei es mas padre que él y todo mundo lo sabe-
El peliplata guardo silencio, el mejor que nadie había podido ver el rechazo que tenia Minato hacia su hijo, el rubio mayor siempre estaba ocupado para jugar o hablar con Naruto nunca había tiempo para él o su esposa, la mujer solía llorar en las noches en el jardín junto a las rosas hasta que enfermo, los doctores nunca supieron cual era aquella enfermedad que ataco a la hermosa mujer, sin embargo los empleados de la mansión la conocían, kushina de Namizake había muerto de tristeza..
Las campanas sonaron y Naruto se abrazo a kakashi –odio el sonido de las campanas-llevo sus manos a sus oídos, debía mitigar el sonido de las campanas al agitarse
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-si sigues haciendo tanto ruido nos descubrirán- sus ojos color escarlata se fijaron en la chica sentada en diván color marrón con la cuerda de las campanas en sus manos
-vamos, solo estoy jugando un rato, para tener la apariencia de un quinceañero te comportas como un aciano – el pelinegro guardo silencio, si existía alguien que podía sacarlo de quicio sin duda algunas era una mujer, una tormentosa mujer como la que tenía enfrente –yue, tu llevas más tiempo aquí no se supone que deberías ser un poco mas silenciosa -
-tu lo has dicho, se supone, es de sabios suponer dime niño ¿tu eres un sabio?- el níveo rostro del pelinegro se arrugo –deja de decir estupideces
Una sonrisa prepotente se formo en su rostro –sasu-chan se ha quedado sin palabras- tomo las suaves manos del menor y comenzó a danzar con el dejando que el viento meciera su larga cabellera ondulada y grisácea, sus ojos purpura se fijaron en los ahora negros ojos del menor –Sasuke por que no puedes sonreír, estando muertos no hay mas preocupaciones-
-si no las hubiera, hace mucho que estaríamos en el infierno yue- dijo serenamente Sasuke para soltar sus manos de las de la chica
-Sasuke,¿ por qué crees que nos iremos al infierno? Con lo buena que he sido no creo ir a ese lugar – el ojinegro no dijo nada, la ojipurpura solía mirar la luna con anhelo, siempre podía encontrarla frente al viejo ventanal de la mansión en ruinas
-se que puedes ver la luz- dijo el con tono calmado
Ella se sorprendió sin embargo una sonrisa dulce se formo en sus delgados labios –nunca he sido buena para mentir-
-y nunca lo serás-