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Ángel de mi guarda por sue

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Notas del fanfic:

 

 

Los personajes de Kuroshitsuji son de su creadora Yana Toboso.

 

 

 

Notas del capitulo:

 

Ohayo minna!!! ^.^ aquí les traigo éste pequeño one shot de una de las parejas de kuro que más me encanta n///n espero que sea de su agrado, fue escrito con muchísimo cariño y amor *-* (inner: no seas cursi querida ¬¬)

 

 

 

A las afueras de una enorme y pintoresca casa, un niño de largos cabellos y piel oscura jugueteaba en los confines del basto jardín. Se deleitaba imaginando siendo mariposa, volando lejos, a un lugar en donde nadie le obligara a hacer las cosas que no deseaba.

 

 

Éste pequeño niño de tan sólo nueve años de edad, respondía al nombre de Soma Aman Gadal. Sus padres eran de auténtica sangre india, siendo Soma el menor de seis hermanos.

 

 

Vivía en una jaula de oro, en las cual tenía cubierto todos los caprichos y privilegios de un niño de su edad, más la soledad lo arraigaba casi todo el tiempo, ya que sus únicos acompañantes se reducían a sus sirvientes, teniendo como trabajo atender en su totalidad, al hijo del señor.

 

 

Más un día, el moreno decidió a ir más allá de las murallas que lo mantenían cautivo. Burló a sus cuidadores diciéndoles que iría a mirar insectos muy cerca, donde pudieran verle.

 

 

Soma sobrepasó su propiedad y se vio inmerso en un territorio inhóspito y desconocido.   

 

 

 

- ¡Ah! Hasta el aire es distinto fuera de casa – Exclamó con energía luego de dar una gran aspirada.

 

 

- Un chico como tú no debería estar fuera de casa, y mucho menos solo – Emitió aquel desconocido.

 

 

 

- ¿Quién eres tú? – Soma entrecerró los ojos al no ver con claridad la alta figura del extraño.

 

 

 

- Soy tu ángel guardián – Se presentó, colocando su mano en el pecho.

 

 

 

- ¿Ángel?

 

 

 

El niño dudaba de lo que le era confesado por el extraño, decidió entonces indagar un poco más.

 

 

- ¿Sabes mi nombre? De ser verdad lo que dices, debes de saber el nombre de la persona a la que proteges – Se cruzó de brazos con un aire victorioso.

 

 

De ser falso su alegato era imposible que adivinara, al menos no en un intento, de todos los nombres del mundo el suyo era difícil de hallar.

 

 

- Por supuesto que se tu nombre – Dio muestra de una sonrisa sincera y grata. Fue acercándose poco a poco, hasta llegar al oído del menor, quien ante el acercamiento no pudo evitar sonrojarse – Soma Asman Gadal. Ese es el nombre con el cual ha sido bendecido al nacer…

 

 

 

Soma lo miró asombrado. El niño salió de su estado, volviendo a cruzar los brazos y ésta vez inflando los cachetes de un modo infantil.

 

 

 

- Eso es muy fácil de deducir ¿Quién me asegura que no obtuviste esa información de alguna de las criadas? – Continuaba con su tono despectivo, demasiado para un infante.

 

 

 

- Je, je, eres un niño bastante peculiar – De nuevo mostró su carismática sonrisa – Si deseas verme de nuevo, no dudes en venir a éste lugar.

 

 

 

El menor permaneció pensativo, más al darse cuenta de que el hombre se alejaba, se apresuró en llamar su atención.

 

 

 

- ¿Cuál es tu nombre, extraño señor? – Preguntó tímidamente.

 

 

- Te lo diré cuando nos volvamos a ver – Junto a un agradable gesto, el hombre siguió su camino.

 

 

 

Desde lo ocurrido, Soma no pudo dejar de pensar en aquel sujeto.

 

 

 

En el camino regreso a su casa y el resto de toda la tarde, anduvo recordándolo: …

 

 

 

El hombre era muy alto, demasiado comparado con su estatura de niño, la primera impresión que le dio, fue la de ver a un árbol cercano. Su piel era morena como la suya, sus ojos delicados y su cuerpo muy bien proporcionado. Su cabello era blanco, destilando hermosos hilos de plata…

 

 

 

Mientras se encontraba en clase de piano, Soma perdió el interés por Beethoven.

 

 

- Señorito Soma. Es hora de partir – Una de las criadas lo llamaba – Al parecer su guardaespaldas también le espera – Mencionó cortésmente.

 

 

- ¿Cómo? Le he dicho muy bien a mi padre que yo puedo cuidarme solo.

 

 

- Pero señorito, es usted sólo un niño. Lo que se quiere evitar es que sea secuestrado por algún hombre malvado – Explicaba la muchacha de manera dramática.

 

 

- Tsk – Chistó al sentirse invulnerable.

 

 

Al salir de la casa, le esperaba su chofer y el nombrado guardaespaldas.

 

 

 

- Muy buenos días.

 

 

 

- Tú eres… - Asombrado ante el alto hombre de cabellos platas que estaba frente a él.

 

 

 

- Yo soy su nuevo guardaespaldas señorito – Y le ofreció una amplia sonrisa.

 

 

 

Ambos permanecieron observándose un poco más en silencio.

 

 

 

Al regresar de la ciudad y luego de realizado todos sus deberes, Soma se dirigió al lugar en donde había conocido por primera vez a su “ángel guardián”. Al llegar recostó su cuerpo de un árbol, deleitándose con las hermosas luces que se colaban entre las hojas de los robles…

 

 

 

- Sabía que lo encontraría aquí señorito – Emergió el hombre de cabellera blanca ante el menor.

 

 

 

Pues claro, tú mismo me dijiste que viniera – Soma evitaba mirarlo, ya que su sola presencia lo hacía sonrojar.

 

 

 

- ¿Yo señorito? ¿Está usted seguro? – Lo miró claramente confundido.

 

 

 

- Si, lo hiciste. Me dijiste que si quería verte viniera hasta aquí.

 

 

 

-Eso no puede ser, ya que acabo de adquirir el contrato de ser su guardaespaldas apenas ayer – Se explicó – Deduje que estaría aquí porque se ve que es usted un niño bastante risueño… fue una corazonada.

 

 

 

- “Entonces,  después de todo no es él…” – En el rostro del niño se notaba un deje de tristeza.

 

 

 

- No tiene porqué preocuparse señorito Soma, porqué a partir de ahora yo seré su ángel guardián – Confesó el alto hombre con una sonrisa.

 

 

- ¿Cuál es tu nombre? – Permaneció a la expectativa.

 

 

 

- Agni mi señorito. Me llamo Agni – Mencionó junto con el gesto de llevar la mano al corazón.

 

 

 

- Bien Agni, de ahora en adelante y pase lo que pase, no te apartes de mi.

 

 

- Lo que usted desee. Siempre lo protegeré. Lo juro.

 

 

 

Soma se sonrojó al escuchar esas palabras. Para él era bien sabido que muchas veces los humanos no son más que ángeles disfrazados, ángeles que buscan entre el mundo mortal las hermosas enseñanzas que sólo como humanos pueden  adquirir.

 

 

 

*Fin    

 

 

 

 

 

Notas finales:

 

 

 

 

Bien, a la final digamos que una parte de la esencia de Agni se presentó ante Soma antes de conocerse en persona, es algo extraño pero no imposible de que ocurra ^o^ espero que les haya gustado, estoy agradecida infinítamente de que lo hayan leído, pero si es de su agrado dejar su comentario, será recibido con la mayor de las gratitudes n.n besos y abrazos para todos!!! Bye Bye

 

 

 


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