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Ore Ni Tenshi por Karychan

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ORE NI TENSHI
Por Kary-chan



I

Visitas inesperadas.

“Aun teniendo los ojos cerrados puedo sentir a la perfección el aire helado chocando contra mi cara, revolviendo mi cabello a su ritmo, aun con los ojos cerrados se que la ciudad que esta bajo mis pies sigue su movimiento cotidiano sin detenerse.

Aun con los ojos cerrados la decisión que tome hace poco no ha cambiado, mi cabeza se echa para atrás y abro los ojos, las luces de las millones de estrellas que están sobre mi son lo primero que veo. Es algo raro que aun de que cada estrella este separada de otra estrella por algunos años luz desde aquí en la Tierra se vean tan juntas que uno llega a pensar que nunca estan solas.

Ahora mi cabeza ve hacia abajo, alla donde todos los coches pasan a gran velocidad, donde la gente camina por las transitadas avenidas, tambien alla abajo hay miles de luces, pero estas.. a pesar de lucir tan juntas y amontonadas en verdad estas solas... es ironico todo eso.. en verdad ironico.

No debo de temer, es solo un paso el que tengo que dar, es solo un paso y todo esto terminara ya... solo un paso”

El pie del chico alto y de cabellos castaños apenas se iba a mover para dar el paso final cuando una dulce y frágil voz lo detuvo.

-No!!-

Sorprendido de que hubiera alguien mas con él puesto creia estar solo ahí se dio la vuelta para mirar a la persona que según su criterio había sido tan inoportuna, al terminar de girar se encontro con una mirada aqua que lo veia preocupado.

-¿Por qué... por que querias hacer eso?- pregunto el chico que poseia esos hermosos ojos color aqua, sus ojos no dejaban de mostrar preocupación.

El muchacho que antes se creia solo miro por unos segundos al otro se fijo que extrañamente vestia de blanco, haciendole parecer como si no perteneciera a ese lugar ni a ese momento.

Despues de unos segundos de silencio dijo la respuesta -¿acaso no es algo obvio?, para morir- contesto sin que su voz demostrara emocion alguna, se podia asegurar que no sentia absolutamente nada pero sus ojos y su voz guardaban muy en el fondo un sentimiento que el pequeño rubio no supo descifrar.

El joven que se encontraba en el filo del edificio solo sonrio e hizo el ademan de dar un paso hacia atrás, sin duda el ser que tenia enfrente era solo una broma de su inconsciente que lo queria torturar aun mas haciendole el momento final mas duro.

-No lo hagas!!!...- repitio el joven rubio que había aparecido casi de la nada, su mirada era de miedo ¿o preocupación? –que no... ¿qué no tienes miedo de morir?- pregunto asustado, era evidente que estaba asustado de la fria valentia que aparentaba el joven mas alto.

El chico alto de cabellos castaños no contesto y solo se paseo por el filo de la barda con movimientos limpios, casi imitando a un gato que sabe por donde caminar sin llegar a caerse –no- contesto como la vez anterior, sin demostrar ningun sentimiento en su voz.

-Si... si mueres dejarias de existir- le dijo el pequeño.

-Yo no existo- el joven de mirada esmeralda ahora observaba al cielo atentamente.

-Pero... si existes... yo te veo... estas aquí-

-Bien... puede ser cierto... existo.. pero no vivo- contesto enfrentando la mirada aqua, toda esa conversación no llevaba nada y solo le hacia perder el tiempo, aunque no es que su tiempo fuera muy valioso que digamos, asi que ¿qué mas daba seguir con aquel tonto dialogo?.

El pequeño rubio se confundia aun mas con las palabras que decia el otro –pero.. tambien vives!... existir es vivir!!- digo frunciendo un poco el ceño tratando de entender las palabras que le había dicho el joven mas alto.

-Y limitarse a existir es desear a cada segundo la muerte... y yo solo me limito a existir- el cihco al terminar de decir esas palabras se dio la vuelta, ya no debia de hacer esperar a la muerte, era hora de que por fin diera ese paso final y acabara con todo.

El rubio movio su cabeza desesperado –no, no! no lo hagas!!- dijo corriendo hacia el filo del edicio viendo las claras intención que tenia el joven mas alto.

-Dime una razon para no hacerlo...-

-Si mueres... su mueres tus amigos y tu familia se pondran muy tristes!!!-

-¿Amigos?... ja- rio despectivamente –no tengo ningun amigo... familia... otra tontería... asi que... nadie se entristecera de mi muerte.. es mas... dudo que alguien se entere o me extrañe.- dijo, su voz esta vez si denotaba cierta tristeza que el joven de ojos aqua pudo captar a la perfeccion.

-No te creo!- dijo ya desesperado el pequeño rubio –asi como tampoco creo que no le tengas miedo a la muerte!!!-

El otro joven callo por unos instantes pero luego con voz calmada y pausada contesto sin darle la cara pues seguia viendo el firmamento –no le tengo miedo a la muerte, los que tienen miedo es por que en realidad tienen miedo a perder lo que tienen... mas yo no tengo nada... asi que tampoco le tengo miedo a morir- con esas palabras ya no dudo mas, una repentina ráfaga de viento soplo justo en esos momentos como si lo quisiera alzar aunque las intenciones del joven eran todo lo contrario, el viento quito el estorboso cabello dejando a la vista los hermosos ojos verde esmeralda que demostraban una decisión inquebrantable pero las lagrimas que lucian como pequeños diamantes en sus ojos decian que tambien sentia tristeza o miedo... aunque... lo que sentia aquel chico solamente el lo sabia.

-No! no te dejare hacerlo!!- el chico rubio jalo de la ropa al que amenazaba con saltar mas debido al jalon hizo que el otro cayera de lleno con el suelo golpeándose en la cabeza quedando inconsciente.

El mas pequeño había cerrado los ojos al jalar al otro hacia el y al abrirlos miro a su derecha encontrándose con el joven de cabellos castaños aparentemente dormido, se acerco a el en cuclillas y con su fina y blanca mano acaricio un poco del fino cabello que ahora caia sobre los ojos del otro joven.

-Será difícil- dijo el joven rubio mientras observaba con una calma sonrisa al que ahora estaba inconsciente –pero lograre mi misión, te lo aseguro Trowa...- volvio a acaricia el cabello sin dejar esa hermosa y dulce sonrisa.

El pequeño cargo con suma facilidad a Trowa hacia el departamento el cual ocupaba, al entrar no prendio ninguna luz pues no la necesitaba, era como si el cuerpo del pequeño irradiara una luz propia que era la que lo guiaba.

Coloco con cuidado a Trowa sobre la cama, ahí en la habitación era un poco mas la luz pues los rayos de la luna entraban difuminados por las cortinas. El chico de cabello rubio miro al que yacia dormido sobre la cama, increíble que momentos antes su cara luciera tan llena de dolor y ahora lucia... tan pacifica, mas en cuento termino de pensar esto el chico de cabello castaño comenzo a removerse en la cama como si algo lo perturbara en sus sueños.

El pequeño se angustio al ver eso... en los sueños... no era mucho lo que el lo podia ayudar... se acerco un poco sentándose en el borde de la cama para quedar mas cerca del joven, y sin pensarlo le dio un beso en la frente, eso el había visto hacer a las madres cuando sus hijos tenian pesadillas por las noches, por fortuna el pequeño y simple remedio funciono al acto.

“Es algo calido... algo calido que se expande por todo mi cuerpo... ya no siento frio ni miedo... ya no siento tampoco esa soledad....” Trowa entre sueños había sentido ese beso... un calido beso... despues todo fue oscuridad.

Trowa desperto lentamente. Y al abrir los ojos lo primero con lo que se encontro fueron unos hermosos e inocentes ojos color aqua mirarlo sin siquiera parpadear. Tardo unos segundos en comprender o mas bien dicho en preguntarse que era lo que hacia ese chico rubio mirándolo tan fija y atentamente.

-¿Qué haces?- pregunto sin rodeos y con ese tono indiferente en su voz que lo caracterizaba.

-Te veia dormir- contesto sonriendo el chico –te veias muy lindo- dijo como si nada y sin apenarse y claro, sin dejar de sonreir.

Las mejillas de Trowa se pintaron de un palido rosa, volteo la cara hacia otra parte haciendo como si lo que dijo el pequeño no hubiera sido nada... aunque solo se había volteado para evitar sonrojarse por completo pro el comentario recibido.

El pequeño parpadeo algo confuso, se percato casi despues de que algo malo había dicho y por lo tanto había hecho enojar a Trowa –pero... pero si te molesta lo dejo de hacer!!!- dijo algo apurado tratando de enmendar el error que había cometido.

-Haz lo que quieras- contesto Trowa mientras se levantaba de la cama y observaba la ventana, era obvio que el otoño se acercaba pues los arboles ya empezaban a cambiar de color de hojas y el sol lucia tan apagado, todo como en el dia en que ella había muerto... era tan tonto, había olvidado llevarle flores a su tumba antes de partir tambien.

Al meterse al baño, justo cuando se iba a desnudar se dio cuenta de que el pequeño continuaba siguiéndolo, y no dejaba de mirarlo con esa inocente sonrisa.

-Se puede saber.. ¿ que haces?- volvio a preguntar Trowa totalmente confundido por las acciones de su pequeña visita.

-Te sigo... dijiste que podia hacer lo que quisiera, y yo quiero estar contigo...- se explico.

-Muy bien...- dijo tranquilamente Trowa, lo tomo por los hombros mientras suspiraba tratando de no perder la calma, le dio media vuelta y lo empujo mientras lo encaminaba de vuelta a la habitación –pero al baño voy yo solo!!!- grito antes de cerrar la puerta prácticamente en plenas nariz del chico.

-Aaah!! Pero... pero.. se supone que tengo que estar contigo y no dejarte solo!!!- replico el rubio tocando la puerta como si con esto Trowa fuera a abrirle de nuevo.

-Tu te quedas alla afuera hasta que yo salga-

-Pero.. pero...- por los ojos aqua se podia divisar la aparicion de lagrimas.

-Pero nada!!!- contesto Trowa mientras templaba el agua y comenzaba a bañarse, era raro toda esa situación, el recordaba estar anoche a punto de dar el paso final... y había amanecido en su cama con ese chico mirándolo... y de todos modos, ¿cómo había podido entrar el chico al departamento si el lo había dejado cerrado? Y ¿por qué el chiquillo rubio insistia en seguirlo a todas partes?

Al salir Trowa fue recibido por los brazos del pequeño rubio –te tardaste mucho!!!- dijo algo apurado, era imaginación de Trowa o el pequeño ¿lucia realmente preocupado?.

-Solo me bañe- dijo tratando de zafarse del abrazo, cuando el pequeño lo abrazo el seguia aun humedo por la ducha, por lo que mojo tambien las ropas del chico que ya había recuperado su calma sonrisa. Trowa se seco el cabello con la toalla que llevaba en su cuello, y ya se iba a quitar la toalla que rodeaba su cintura cuando se percato que el mas pequeño aun no le quitaba la vista de encima.

-Fuera- ordeno Trowa estirando el brazo señalando la puerta.

-Eh?... pero... por que??- pregunto algo preocupado... ¿ya había hecho otra cosa mal y el no se había dado cuenta?.

-Me voy a cambiar... no quiero que me veas desnudo.- le contesto Trowa.

-No veo...- dijo poniendo sus manitas sobre sus ojos tapándoles –pero no me voy...-

Trowa suspiro, si se armaba a sacarlo capaz que el chiquillo se soltaba a llorar o algo parecido...- ya te puedes ir...- le sugirió.

-Pero no quiero...- contesto quitándose las manos de los ojos para mirar directamente a Trowa, aunque el momento fue bastante inoportuno pues era justo cuando Trowa se estaba poniendo la ropa interior.

-Que no veas!!!- grito Trowa cubriéndose rápidamente con los pantalones que previamente había colocado sobre la cama.

-Perdon perdon!!- contesto el chico volviendo a la anterior posición, sumando que dio la espalda a Trowa.

-De todas formas... ¿qué haces aquí siguiéndome?- pregunto algo molesto Trowa.

-Ya te dije... cuidarte...-

-Ya entiendo....- dijo en forma pacifica –pues vieras que ahorita no necesito niñera, gracias-

-No soy niñera... te cuido para que sigas viviendo...- dijo, su voz se denotaba alegre al decir el por que estaba ahí.

-¿Y quien se supone te dijo que yo necesitaba ser cuidado?- toda esa conversación ya le estaba molestando.

-Pues Dios- contesto el chiquillo como si esa fuera la respuesta mas evidente del mundo.

Ahora si que si Trowa creia que el joven con el que se había topado ayer por la noche estaba loco, con eso ultimo ya no lo creyo.... lo confirmo!. –Si claro...- le dijo mientras miraba a todas partes buscando su camisa encontrándola en las manos del chico quien se la tendio. –y ahora me diras que eres un ángel ¿cierto?-

-Bingo!!- dijo emocionado el chico –soy Quatre... tu ángel- dijo mirándolo fijamente.

Trowa miro en silencio a Quatre...-Genial... ya alucino con angeles- dijo secamente Trowa saliendo de la recamara y atravesando rápidamente el pequeño sala-comedor, tomo las llaves del coche, el chiquillo no perdia tiempo y aun lo seguia.

-Basta ya basta!- grito ya cansado de que pareciera que el joven rubio estuviera jugando a póngale la cola al burro y que el fuera precisamente el burro.

-Pero..- Quatre ya sabia que Trowa no creiria inmediatamente en que el estaba ahí como un angel para cuidarlo... y si el chico lo estaba corriendo todo el tiempo tampoco ayudaba mucho, pero que otra cosa podia hacer el pequeño angel si no seguirle?.

-Ya te dije que me dejes de seguir!-

-y yo ya te dije que tengo que hacerlo- dijo frunciendo el ceño mostrando algo de enojo por primera vez, y es que ese chico era tan terco!!

-En la oficina no podras acompañarme... asi que quedate aquí- le dijo de manera definitiva Trowa saliendo de departamento, miro hacia atrás, al parecer ese chico extraño le había hecho caso por primera vez.

Cuando estuvo en la tranquilidad de su auto pego la frente al volante, había dejado muchas cosas pendientes.. si hubiera dado ese paso ayer... las flores de su hermana.. y los documentos que le debia entregar a Heero y Kiri sus compañeros de oficina para que no tuviera problemas con la fecha de entrega.. sonrio irónicamente ¿desde cuando a el le preocupaba alguien?

-Te vas sin desayunar?- la voz dulce que había escuchado desde que había despertado le hablo de repente.

Trowa se sobresalto y miro el asiento del copiloto, donde estaba ya sentado Quatre.

-¿Por donde? ¿cómo... como entraste aquí?- pregunto con lo ojos abiertos por la sorpresa.

-Por la puerta- dijo tranquilamente el chico.

Claro... ¿por qué otro lugar pudo haber entrado si no por la puerta?... debio haber estado muy sumido en sus pensamientos y no escucho cuando entro...

-Mira...- Trowa no recordaba el nombre del chico, por que a decir verdad desde que escucho que el chico se autodenominaba un angel dejo de escucharlo.

-Quatre- le dijo el chico adivinando que seguramente no recordaba su nombre.

-Quatre...- un nombre que al solo pronunciarlo se podia decir que el dueño de un nombre tan dulce seria tambien encantador.

El pequeño sin dejar de mirar a Trowa y sin dejar de sonreir le dijo -¿no vas a desayunar?-

Trowa suspiro –hasta cuando me dejaras de seguir?-

-Hasta que cumpla mi misión-

-Aja... ¿y cual es tu misión precisamente?-

-Eso no te lo puedo decir- Quatre bajo la cabeza, pero despues la alzo con su clásica sonrisa –pero si te puedo decir que no fallare!!!-

-Lo que tu digas... lo que tu digas Quatre- contesto ya demas resignado Trowa.

Cuando iban subiendo el elevador al llegar al edificion donde trabajaba Trowa Quatre aun seguia a su lado, demasiado pegado a el, y no quitaba esa sonrisa tan pacifica. Trowa lo miraba de reojo de vez en cuando, era mucho mas pequeño que el por lo que tenia que mirar hacia abajo.

-Mira... todo esto es raro.. ademas ya te dije que me dejes de seguir- le dijo Trowa como por millonésima vez.

-No te sigo... solo estoy contigo.-

-Que no entiendes que quiero estar solo?- le dijo alzando un poco la voz, estaba ya desesperado, mas nunca lo hubiera hecho puesto que al solo hecho de alzar la voz los hermosos ojos de Quatre se llenaron de lagrimas.

-¡No, no, no comiences a llorar!- trato de calmar al chico, mas ya era tarde, Quatre lloraba a lagrima viva.

-¿Por qué te enojas conmigo?... yo... yo no te quiero hacer enojar...- Quatre lloraba cada vez mas fuerte mientras se restregaba los ojos.

-No, no, no, no, ya deja de llorar...- si alguien veia llorar a ese niño sin duda le echarian la culpa a el, lo cual era la verdad... el era el culpable del llanto de Quatre. –Que dejes de llorar te digo!!- ese no era el metodo mas adecuado para que Quatre dejara el llanto, pues entre mas escuchaba que Trowa se enojaba mas se ponia triste.

-ya no llores...- Trowa no encontro otro metodo para hacer que Quatre dejara de llorar que abrazarlo. Apenas le había hecho eso para ver si el lloriqueo terminaba cuando las puertas del ascensor se abrieron y un chico de cabello castaño algo alborotado y ojos azules lo vieron.

Trowa se quedo de piedra cuando vio a Heero en ese preciso momento, Heero alzo una ceja.

-¿Qué haces?... ¿practicas algo?- le dijo Heero viendo la posición que tenia Trowa, aparentando que tenia a alguien en sus brazos, un alguien que no existia.

-¿Cómo que qué...?- Trowa miro al chico, este ya había dejado de llorar mas lo miraba algo resentido, y luego cayendo en cuenta y aprovechando el instante en que Heero entro al elevador y se cerraron las puertas le susurro- dejame adivinar... solo yo te veo- dijo dejándolo de abrazar y tomando la posición de firme.

-Si- le dijo Quatre con una candida y hermosa sonrisa.

-Bien... ya estoy decidido... sufro de alucinaciones...- murmuro para si mismo.

-¿Qué dices?- pregunto Heero al chico.

-Nada...- contesto Trowa, tratando de ignorar de nuevo a Quatre, cosa imposible pues el chico estaba a su lado mirando atentamente tambien a las puertas.

-¿Por qué miran las puertas?.... ahí no hay nada...- dijo Quatre despues de un buen rato en que por mas que vio y vio y vio no encontro lo que los otros dos chicos miraban atentos.

-Por cierto Trowa... Kiri te anda buscando- le comento Heero casi al mismo tiempo en que Quatre le había hecho esa pregunta.

-Aquí traigo todos los documentos- contesto mostrando su maletin, Quatre le jalaba del saco para que le contestara cuando por segunda vez en el dia fue salvado por las puertas del ascensor que se abrieron al legar al piso especificado.

-Dudo que te busque por esos papeles ¿sabes? Creo que te quiere invitar a salir- le siguió platicando mientras iban a sus respectivas oficinas.

-Si, si! Una cita!- festejo el chico rubio que aun lo seguia como si fuera su sombra.

-Yo no voy a salir con nadie!!- le replico a Quatre en lugar que a Heero.

-Eso díselo a ella... o mas bien diria gritacelo- le contesto Heero algo molesto por el grito que aun no era para el asi se lo tomo.

-Senpai Trowa!!- lo llamo una linda chica mientras se acercaba a ellos lo mas rapido que podia intentando no tirar los montones de hojas que llevaba cargando. Al llegar la chica miro a Trowa con sus preciosos ojos violetas, y se acomodo el cabello en una ademan coqueto el cabello rojizo.

Mas cuando la chica se acerco, el entusiasmo de Quatre parecio desvanecerse, y abrazo sobre protectoramente a Trowa, este no hizo el intento de quitárselo de encima pus ya creia como lo verian si hacia eso, quitándose de encima algo que los demas no veian.

-Buenos dias Kiri... aquí estan los papeles- le dijo secamente mientras le entregaba la carpeta.

-Ah..... gracias...- la muchacha dejo de sonreir pues estaba un tanto desconcertada, aunque ¿qué le sorprendia si asi era siempre el senpai Trowa?, tomando aire y con las mejillas mas rojas se armo de valor para preguntarle -¿ira a la fiesta del viernes...?-

-Aun no lo se...- y se metio a su oficina prácticamente arrastrando al pequeño rubio pues este no lo soltaba -¿harias el favor de soltarme?- dijo cuando al fin estuvo a solas con el chico.

-¿iras a la fiesta?- pregunto jugando con unos clips de colores que inmediatamente habian llamado su atención.

-tengo mucho trabajo para pensar en eso..- dijo comenzando a teclear en la computadora.

-Deberias de ir... con la chica...- dijo frunciendo un poco los labios.

-Que no...- le contesto sin despegar la mirada del monitor y sin dejar de teclear.

-Que si..-

-Que no..-

-¡Que si!-

Trowa dio un largo suspiro y dejo de teclear... miro a Quatre –me seguiras molestando hasta que diga que si ¿cierto?

Quatre contesto con una sonrisa triunfal -¡si!-

-Lo pensare...- dijo despues de mirarlo unos minutos, para volver su mirada al monitor.

-¿Eso es un si?-

Trowa volvio a suspirar y se llevo una mano a la cabeza pasando por su cabello, ese seria un largo día... y quizas una larguísima semana si ese chiquillo no se iba.

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-¡¿ME PUEDES DEJAR SOLO AUNQUE SEA CUANDO ME BAÑO?!- se escucho el grito de Trowa resonar por todo el pequeño departamento al dia siguiente en que se había repetido la misma rutina del dia anterior al despertar.

Quatre salio de la habitación cubriéndose los oidos –soy malo en esto...- lo hago enojar mucho...- murmuro.

-Por que simplemente eres un estorbo...- le contesto una voz, alguien mas se encontraba en esa hacitacion.

-Ah!!- Quatre se sobresalto y miro a quien se había dirigido a el, un chico vestido de negro combinando con sus ojos y el liso cabello que caia suavemente llegándole hasta el menton –Me dijeron que no hablara contigo!!- dijo señalando y desapareciendo, para volver a aparecer casi al instante en la azotea.

-¿y por que no?- el otro muchacho tampoco se iba a dar porvencido y lo siguió.

-Por que eres malo... eres el diablo!!-

-No, no- contesto mientras movia el dedo indice y movia su cabeza en señal de negación- solo te quiero dar mi punto de vista- Quatre lo miro como dudando. –Y mi punto de vista es... que no sirves... deberieon mandar a otro angel.. tu... tu vas a terminar de hartarlo y haciendolo que se mate de una vez por todas- dijo con una sonrisa que denotaba satisfacción absoluta al ver la cara de tristeza que había puesto el pequeño angel.

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