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La Venganza por kotorimoon

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Titulo: La Venganza

Mi primer fanfics Yaoi... ^^ está basado en una novela Bianca de Susan Napier...cuando la leí lo primero que pensé es Hana-Ru... (no recuerdo el nombre^^) esto es nuevo para mí, así que me encomiendo a Kamisama para que resulte (soy fanática lo admito, así que Sra. o Srta. Napier no me demande...)... los personajes no son míos... (a quien debo matar para eso????)


Capítulo N° 1: El encuentro


La alta figura del joven avanzó de forma segura a través de la habitación. Su formal traje negro de diseñador al igual que su camisa y corbata del mismo tono resaltaban perfectamente su bien formado cuerpo. Su cabello negro azabache brillante estaba sutilmente desordenado, resaltando la blancura de su piel y lo azul hielo de sus ojos... El color negro de su traje contrastaba dramáticamente con la gran cantidad de mujeres que habían asistido a la fiesta. La invitación había puesto énfasis en el lujo y el esplendor tomando el lema de fiesta arco iris.

El joven no parecía ser consciente de la atención que atraía. Mantenía la cabeza en alto y sus pálidas, calmadas y elegantes facciones eran una máscara de total tranquilidad mientras ignoraba los susurros que despertaba a su paso, con sus ojos azul hielo clavados en un grupo de hombres y mujeres importantes.

Alzó su cabeza y tenso los músculos de su cuerpo preparándose para la confrontación... fijo su atención en un grupo en particular. Se preparaba para un a lucha a muerte. Frente a él se distinguía un hombre de cabello rojo y ojos almendrados cafés que lo miraba inquisitivamente... también se preparaba para el enfrentamiento, sus facciones masculinas y duras cargaron el ambiente de antagonismo...

El joven oji azul se dirigió hacia el pelirrojo. …l sabía que acababa de cumplir los 30, pero se mantenía como de 25... maldito do’aho - pensó para sí...

El hombre de cabello rojo miró directamente a los azules del hombre que avanzaba hacía él... al tenerlo casi al frente levantó una ceja y bebió un sorbo de champaña...

- Vaya, vaya... - murmuró el pelirrojo con su profunda voz cuando el otro joven se detuvo frente a él... - ¿no es el señor Rukawa? No sabía que estuviera en mi lista de invitado. ¡Qué poco tacto de mi parte pedirle que celebre con el hombre que ha tirado por el suelo su pequeña empresa!

Kaede Rukawa levantó el rostro para colocarse a la misma altura... ambos medían cerca 1.90 mts. lo cual los hacía destacar por sobre el resto de los invitados, estaban a la misma altura y él dio gracias por que fuera así... ya era bastante con tener que enfrentarse a sus tácticas como para además luchar contra alguien más alto que él. Los dos sabían perfectamente que él no habría recibido uno de los caros balones de basketball arco iris de hermoso cristal que acompañaban las invitaciones... recuerdo del antiguo quehacer de ambos...

- A mi no me ha invitado, señor Sakuragi...

Ambos mantenían aquella parodia de cortesía con toda la fuerza del odio. Por un costado el maitre del hotel le señalaba ante uno de los invitados, un hombre alto de cabello parado con un rostro que emanaba seguridad en todas sus facciones. Kaede le reconoció como el guardaespaldas que nunca estaba muy lejos de su jefe, cuando este empezó a avanzar el pelirrojo le detuvo con una señal...

Un murmullo llenó la habitación cuando Hanamichi Sakuragi clavó la vista en el caro traje de Rukawa...

- Ah... creo que usted esta teniendo poco tacto... aunque debo decir que viste demasiado bien para alguien que declara bancarrota - dijo en tono insultante... - pensé que mis abogados harían mejor su trabajo. ese traje hubiera servido para pagar uno de los numerosos acreedores...

Sakuragi enarco las cejas con mirada maliciosa...

- ¿Ese excelente traje negro es para recalcar su estado actual?¿O hacerme sentir pena por usted?... o ¿quizás vino a mendigar las migajas de mi mesa?... cuanto lo siento, pero como podrá ver aún no hemos terminado... quizás si llama mañana a mi oficina y se comunica con mi secretaría la pueda arreglar que le manden lo que sobre... usted sabe... a caballo regalado no se le mira los dientes...

Un murmullo se levantó en la sala, pero ambos estaban demasiado concentrados en el otro como para que eso les importara...

- No he venido aquí a pedir ningún favor... - dijo fríamente... aunque sintió un vuelco en el estómago de solo pensar en mendigar algo a ese bastardo... quizás eso era lo que esperaba, verle humillado públicamente después que le quitara casi todos sus bienes materiales. El encuentro se había convertido en la oportunidad de pisotear su orgullo... si tenía que caer caería luchando...

- ¿No?... - continuo el pelirrojo frente al silencio de Rukawa - quizás vino a darme algún regalo de cumpleaños... aunque no me imagino que pueda darme que yo ya tenga... - dijo entrecerrando los ojos...

- Pues la verdad esta en lo correcto...

El hombre que parecía su guardaespaldas comenzó a acercarse y el pelirrojo solamente le miro y este se detuvo...

- ¿de verdad?... me muero de curiosidad... - dijo en un tono burlón...

El pelirrojo le miro con insolencia mientras bebía una copa la fina champaña francesa, con la imagen de un hombre seguro de la debilidad de su enemigo... - una tenue sonrisa cruzó por el rostro de Kaede Rukawa..., entonces el pelirrojo se sorprendió y se distrajo en un fatal error, no vio que Kaede había echado para atrás el hombro en la típica postura de pelea que él no pareció reconocer hasta que el puñetazo salió disparado, con todo le peso de su furia alcanzo su insolente mandíbula en un gratificante crujido... Rukawa sintió una punzada de dolor en su mano el cual fue acallado por los gritos de las mujeres... la cabeza de Sakuragi cayo hacia atrás, o cual le hizo perder su centro de gravedad... al intentar afirmarse de una mesa corrió el mantel dejando en el suelo la exquisita cristalería... ver a Sakuragi en el suelo maldiciendo como un cargador de muelles y con su postura hecha pedazos fue el mejor premio que Rukawa había recibido en su vida... se dio media vuelta y camino hacia la salida todo el mundo le hacía espacio... era bien sabido que si se apoyaba a Kaede Rukawa se tenía de seguro enemigo a Hanamichi Sakuragi y nadie en todo el sistema financiero y político quería algo así... llegó hasta la puerta de cristal y una mano le abrió la puerta... cual sería su sorpresa al ver que era el guardaespaldas de Hanamichi Sakuragi... pensó que le detendría o amenazaría, sin embargo no hizo nada de eso y solo le miro con un brillo de admiración irónica en los ojos...

Al salir de la calle la luna estaba en la cima del cielo, una suave brisa primaveral movía las hojas de algunos árboles, camino rápidamente hacía la esquina donde había estacionado su auto, un hermoso deportivo azul... entonces fue cuando siento como si estuviera cerca de brazas... antes de poder reaccionar alguien le sujeto con violencia...

- ¡Maldito kitsune!... creíste que te irías así nada más... - dijo el pelirrojo echando chispas por los ojos... - nadie me da un puñetazo y se va así como si nada...

- Maldito do’aho... - susurro al verse sujetado de la solapa del traje... la verdad se esperaba algo como eso, pero había valido la pena verle en el suelo...

La voz del pelirrojo estaba cargada de ira y Rukawa se fijo en el hilo de sangre que corría por su barbilla... durante la preparatoria Rukawa estaba acostumbrado a las peleas, pero después durante la universidad y sus años en el basketball dejó esas prácticas... desde ese entonces no había golpeado a nadie, por eso una oleada de placer le causo el ver la sangre de Sakuragi en el rostro y el tono azulino que comenzaba tomar su mandíbula...

- Y que se supone que vas a hacer al respecto do’aho... - susurro Rukawa...

- Así que crees que ya no puedes perder nada ¿cierto?... te equivocas kitsune... - entonces fue el turno de Rukawa para sorprenderse, una de las grandes manos del pelirrojo lo agarraron de la cabeza mientras que la otra lo tomo por la cintura, entonces Rukawa reaccionó e intento soltarse, pero el pelirrojo cargado con la furia del puñetazo recibido no le dejó... y acerco su cuerpo contra él... Rukawa volvió a intentar darle un puñetazo entonces Sakuragi posó sus labios sobre los de él... una extraña oleada de calor invadió al joven de ojos azules... un cosquilleo en la parte baja del vientre le hizo abrir los labios, mientras que un escalofríos recorrió su espalda desde la mano de Sakuragi en su espalda hasta su entrepierna...... sintió el mordico de los dientes del pelirrojo en su labio superior y el sabor a sangre que no supo si era de él o del pelirrojo. Mientras este continuo sin aparentar ningún tipo de pasión... era sólo un ejercicio de poder...

Hanamichi Sakuragi le soltó tan rápido como lo había tomado y Kaede balanceándose lentamente vio como unos fotógrafos disparaban sus cámaras. La mirada de diversión de Hanamichi le indicó que él sabía que los camarógrafos estaban ahí antes de atraparlo...

- ¡Maldición!... ¿Por qué has hecho eso? - jadeó llevándose la mano a su desordenado cabello...

- Para enseñarle a la ciudad que ese puñetazo no tiene nada que ver con nuestras prácticas comerciales, sino con nuestra relación íntima...

- Nosotros no tenemos ninguna relación íntima... idiota... - susurro conservando la fría postura que siempre le había caracterizado

- Vaya... si que eres difícil de derretir... díselo a ellos... - respondió Sakuragi con una sonrisa en el rostro mientras señalaba la vitrina del restaurante... - para mañana en la mañana todas las revistas publicaran la escandalosa nota de la pelea de los amantes en la calle la pregunta será... ¿serán tan apasionados en la cama como en los negocios?...

- Tu también saldrás comprometido con esto do’aho...

- Tu ya te encargaste de eso Kaede Rukawa... destrozando mi matrimonio... - dijo con claros toques de ira en su voz... - yo sólo confirmo algo que tu pusiste en boca de todos en esta ciudad... así que el daño sobre mi esta hecho... sin embargo tú... sin dinero... sin casa... sin amigos... dudo que salgas de esta...

- ¿Qué más tengo que perder?... - dijo Rukawa

- No me subestimes kitsune... siempre hay más cosas que perder... despídete de todo Kaede Rukawa... todo será muy diferente a lo que has planeado para tu vida...

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