Amigos desde la infancia, recuerdo desde que te conocí en aquel baile de sociedad. Siempre he anhelado el estar a tu lado siempre sin importar como, ser parte tanto de tu pasado, presente y futuro, es así como hasta hoy sigo a tu lado para ayudar a cumplir tus ideales, pero quizás esas sean solo excusas… eso lo note luego de aquella conversación en una de mis tantas visitas a tu mansión durante vacaciones, después de todo siempre odie estar en mi hogar desde que me separaron de mi hermana y tu hogar paso a ser mi refugio.
- Tu esgrima no esta nada mal Ed, pero procura concéntrate más, el rasguño de tu brazo pudo ser más grave, lo siento - me dice Ophe luego de tomar nuestras chaquetas y espadas para dirigirnos camino a la mansión luego de nuestro entrenamiento en la terraza.
- Descuida Orphe, después de todo solo me distraigo en estas circunstancias y procurare que no se repita, aparte no fue nada grave, tranquilo – le digo mientras intento coger mi chaqueta del brazo de Orphe.
Entramos a la mansión y Orphe ordeno a una sirvienta el subir a su habitación en busca de desinfectante y vendas para tratar mi herida, a lo que la sirvienta se asusto un poco pero yo le explique que se trataba solo de una exageración de parte de Orphe, solo era un pequeño rasguño. Subimos las escaleras hasta su habitación, la que tantas veces he visitado y conozco casi por inercia, entramos, me senté en uno de los sitiales que rodeaban la mesa a un lado de un gran ventanal principal, un lado estaba la cama de Orphe tan pulcra y perfecta que deban ganas de lanzarse a desordenarla, jajaja, que pensamiento tan infantil, pero más de alguna vez entre nuestras travesuras paso el saltar sobre la cama… unos golpes en la mesa me desconcentraron de mis divagaciones, era la sirvienta a quien Orphe atendió recibiendo una caja con los utensilios y despidiéndose cortésmente de la joven.
- Ed, ¿escuchaste lo que te dije anteriormente?, parece que estas en las nuves, ¿me contaras por fin que te pasa? – me pregunta luego de acomodar la caja en la mesa y abrirla, asi se acerco a mi dedicandose a atender mi herida.
- ¡auch!, lo siento – le respondo ante el pequeño descosor de la herida.
- ¿y…? – me pregunta Orphe fijando su mirada en mis ojos mientras vendaba mi brazo.
- ¿y…?, ¿ah?… - le digo algo nervioso y distraido.
- ¿No me dirás lo que te pasa?, ¡esta listo! – insiste mientras fija su mirada en el vendaje nuevamente.
- no, no es nada Orphe, descuida, gracias – agrego mientras reviso mi brazo.
- no cambias, bueno cambiando de tema, ¿y ya acordaste con quien ir al baile de esta noche? – me pregunta mientras guarda los utensilios.
- ¡el baile?!, ¡lo olvide! – le digo algo sorprendido por mi olvido.
- bueno creo que hasta el momento solo iré contigo, aparte soy un mero acompañante solamente – agrego para volver a acomodarme en el asiento.
- Ed, ya sabes lo que pienso… es solo protocolo conocer a esa chica y acceder a la petición que le hicieron a tu padre el vizconde para que la chica me conozca. – me dice en tono calmo y sin mayor importancia, eso lo noto, pero…
- en verdad no entiendo, el sabe muy bien que sobre estos temas de aristocracia no dictan más que de molestias y muchas veces se alejan bastante de la felicidad, yo veo eso día a día – agregé con un toque de incomodidad.
- bueno eso es un punto de vista que me toca educadamente planteárselo, aparte no perderé nada en conocerla, es posible que sea una chica interesante también, aunque preferiría conocerla en base a sus meritos personales y no sociales. – me responde Orphe, sin notar mi impotencia al no poder escapar del compromiso.
- lo que tú digas, pero no me pidas gran ánimo de mi parte en la fiesta, sabes que estas reuniones me aburren – le advierto algo divertido.
- ¿y si esta señorita no tendra alguna amiga para presentarte?... es broma – agregó con un muy buen humor que no lo caracteriza.
- ¡Orphe!, no molestes, prefiero salir a cabalgar que mirar todos esos arrugados rostros y caras bonitas sin voz, ni ideas propias, aunque pensándolo bien quizás tambien asistan caras conocidas… - hago memoria de mis compañeros de academia.
- Ludwig según se esta de viaje, pero Camus y Naoji es posible que asistan, después de todo hace bastante no nos vemos, casi dos meses… - agrega mientras pasa a su armario a elegir su atuendo.
- ah, esta bien, entonces buscare una tenida formal, pero si esta muy tediosa la fiesta me iré a cabalgar… - así me retiro a mi habitación de huésped a asearme y alistarme con un traje de chaqueta larga azul, pantalones del mismo tono, con camisa blanca, un pañuelo azulino, algo bastante simple y sobrio, así me dirijo nuevamente a la habitación de Orphe por si necesita ayuda, suponiendo que ya esta casi listo.