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No estaba en mis planes por Lady_MeiKai

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Notas del fanfic:

etto.... pues soy nueva en esto... solo espero que les guste

Los personajes le perteneces a Masami Kurumada

Notas del capitulo:

intento de fic nº 1 xdddddddddddd etto.. se ve raro al principio y ademas nose como arreglar ciertas cosas

Creyó que sería tan fácil, solo debía entrar a su habitación y matarlo… Quería venganza solo eso sabía, pero nunca pensó que eso sucedería… definitivamente no estaba en sus planes…

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Habían pasado ya dos años desde la guerra santa contra Hades, el santuario estaba en reconstrucción, con todos sus santos ya que habían sido revividos por Hades que demostraba una aparente neutralidad aseverando que ya no le interesaba la Tierra y que dejaría en paz a Athena y a sus caballeros, mientras estos se mantuvieran lejos de su reino él haría lo mismo. Esta actitud había despertado cierta desconfianza en todos, incluso Athena, que tuvo que reconocer que sus palabras eran ciertas puesto que ya no hubo ningún ataque por parte del dios del inframundo.

Una calma se había vivido en el santuario durante un año donde cinco caballeros de bronce entrenaban con sus respectivos maestros para llegar a ocupar su lugar como santos dorados. Lejos estaban ellos de sospechar los planes que Hades fraguaba durante el transcurso de ese año, había planeado vengarse de todos, pero principalmente de Athena y sus cinco santos de bronce, esos chiquillos que fueron capaces de atacarlo y posteriormente vencerlo al dar su cosmos a su diosa en ese último ataque. Su odio se centraba en Seiya, aquel joven atrevido que había logrado dañarlo y Shun, su reencarnación, nunca creyó que ese inocente jovencito se revelaría ante su poder. El debió servirle y por eso decidió atacarlo primero. Constantemente vigilaba el santuario en el cual cinco de sus caballeros se marchaban, todos irían a diferentes destinos. Seiya iría al orfanato a ayudar a Miho y a los niños, Shiryu regresaría a los cinco picos con Shunrey, Hyoga se marchaba a Siberia a visitar la tumba de su madre, Ikki, solo dios sabe donde iría pues se marchaba sin avisar y Shun decidió volver a Japón, iría ala mansión Kido a descansar y a despejar la mente.

Hades se sonrió al saber esto, el destino le estaba dando la oportunidad y no la desaprovecharía. Como ya había planeado el primero sería Shun por lo que partió a Japón tras el joven Andrómeda.

Habían pasado unos días desde la legada de Shun a la mansión y tras él Hades que se mantenía oculto en las sombras vigilando la actividad diaria del peli verde preparando el momento justo para atacarlo. Su oportunidad se dio una noche de tormenta donde la mansión estaba casi vacía, solo Shun se encontraba allí ya que Tatsumi se había ido de vacaciones por una semana.

-Hoy será tu fin… Andrómeda- Dijo Hades a la vez que ingresaba a la mansión.

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Shun se sentía intranquilo, tenía un extraño presentimiento y una sensación de ser vigilado constantemente. Esa noche estaba mas tenso ya que estaba totalmente solo y además…

-Una gran tormenta se acerca… como las odio- Dijo viendo por la ventana las nubes cubriendo el cielo nocturno y vislumbrando los primeros relámpagos a distancia. Ciertamente a Shun la desagradaban las tormentas puesto que los fuertes truenos y los repentinos relámpagos aun lo atemorizaban. Ya era tarde y decidió irse a dormir sin saber que no estaba solo como él creía y menos aun lo que esa noche ocurriría.

La tormenta se habia desatado con tal fuerza que estremecia toda la estancia, mas Shun luego de un rato había podido conciliar el sueño, mientras una sombra se abría paso por la mansión en dirección a la habitación del peli verde. Sigilosamente ingreso al cuarto viendo al joven Andrómeda dormir plácidamente, decidió ser rápido. Se acercó a él, saco una daga que había llevado consigo, la llevo al cuello, pero al momento de intentar cortar su garganta… no pudo, algo en él no se lo permitía. “Ese rostro, tan bello, no puedo… pero ¿que estoy pensando? ¡Hazlo ya!” pensaba al momento de retomar la acción, más algo se lo volvio a impedir. Su mirada se cruzó con los esmeraldinos ojos de aquel joven que lo miraba entre sorprendido y asustado.

Shun habia despertado de repente para encontrarse cara a cara con Hades, quien portaba una daga la cual se situaba muy cerca de su rostro pero al notar que el dios parecía ido aprovecho ese momento para empujarlo y salir de la cama e intentar correr fuera de la habitación, pero Hades siendo más ligero lo detuvo utilizando su cosmos.

-¿Qué hace aquí? ¡Déjeme en paz!- musito el menor mas Hades no respondió. Habia algo en ese chico que le hacia sentir algo extraño, una sensación nunca antes vivida, algo que le impedía lastimar a aquella inocente criatura. Se le acerco lentamente, dejándose llevar por la extraña sensación tomo el mentón del menor y beso sus labios suavemente.

Shun estaba más que impresionado “me esta besando, pero… ¿por qué?”, sentia su sangre arremolinarse en sus mejillas “¿Por qué siento esto?”, quiso zafarse del agarre pero aun estaba bajo el poder del mayor. Lentamente y sin saber por que empezó a corresponder aquel beso, que se torno más apasionado. Al separarse por la falta de aire se sintieron tan confundidos, Shun estaba sorprendido y su corazón latía presurosamente mientras que Hades se habia dado cuenta de que sus planes habían cambiado “Ya no puedo hacerlo” pensaba. Dejándose llevar por sus sentimientos y sintiendo lejana la tormenta que crecía a cada momento, se acerco al más joven, quien en ningún momento intento alejarse, sabiéndose libre del poder que momentos antes lo habia inmovilizado, se dejo besar de nueva cuenta por el dios, al cual comenzó a rodear su cuello con sus brazos al igual que mayor que comenzaba a rodear su cintura. Tal y como la tormenta que crecía cada vez más en las afueras, en la habitación crecía la pasion y el calor de ambos cuerpos, ya no lo podían evitar, ese sentimiento que los embriagaba a ambos les hacía perder la razón. Hades condujo lentamente al menor de vuelta al lecho recostándolo suavemente sin dejar de besar esos dulces labios. Poco a poco las caricias se hicieron presentes y empezaban a sentir que la ropa les estorbaba. Despacio y delicadamente Hades comenzó a desvestir a Shun, disfrutando de la suave piel que descubría a cada paso con sus manos. Dejó de besar sus labios para descender a su cuello el cual recorrió por entero sin dejar ni un milímetro sin explorar con su boca, siguió su descenso por el pecho hasta llegar a sus tetillas las cuales una presiono con su dedo índice y la otra la metió en su boca lamiéndola, succionándola y dando una que otra mordida leve. Shun solo podia gemir ante aquel trato tan sutil y placentero, comenzó a desesperarse un poco y decidió llevar sus manos a la ropa del mayor para comenzar a quitársela. Al sentir las manos del peli verde en su cuerpo comenzó a ayudarle en su tarea y asi ambos se quedaron admirándose el uno al otro viendo sus pieles brillar producto de la luz de los relámpagos que surcaban los cielos e iluminaban la habitación. El peli negro volvio a besar sus labios antes de continuar con su descenso, llegó al vientre de este donde se entretuvo lamiendo el pequeño ombligo para luego llegar a su mimbro el cual tomo suavemente con su mano para comenzar a acariciarlo y lamerlo. Shun estaba fuera de si, era demaciado el placer que sentia, sus gemidos habían aumentado desmesuradamente cuando sintió al mayor engullir su miembro totalmente en su boca, dando un ritmo apasionado pero sutil a la vez. Las manos de Shun se dirigieron a la cabeza del mayor comenzando a acariciar sus cabellos a medida que el calor y el placer aumentaban.  Sintió los dedos de su amante en su boca, los cuales lamió como si de un caramelo se tratase, los cuales se dirigieron a su entrada. Sintió como cómo uno de esos dedos entraba moviéndose en círculos en su interior y asi sintió un segundo y tercer dedo. Sintió un leve dolor, leve pues el placer que sentía por las atenciones en su miembro mermaba el dolor. Lo sintió al fin…

-Hades… ya no… ¡Dios!- gritó al correrse el la boca del mayor, él cual saboreo por entero su esencia.

-Eres delicioso- fue lo único que dijo al ascender para besar sus labios a la vez que se situaba entre las piernas de Shun.

-Solo relájate, seré amable… lo prometo- fueron sus palabras al momento de empezar a penetrar esa cálida cavidad. El menor solo atino a gemir de dolor y abrazar muy fuerte a Hades escondiendo su rostro entre el cuello y el hombro de este mientras unas lágrimas escapaban de sus esmeraldinos ojos.

-Du… duele-  dijo en un susurro al oído de Hades.

-Pasara… solo déjate llevar- dijo el peli oscuro dando un último empujón para estar totalmente dentro de su niño. Permaneció quieto por unos instantes para que Shun se acostumbrara, al sentir que el peli verde se relajaba comenzó con un vaivén pausado al principio pero que se fue tornando cada vez más rápido a medida que crecía la exitacion en ambos. Sus gemidos se fundieron en uno y se perdieron entre los estruendos de la tormenta. Las envestidas eran cada vez más demandantes, los gemidos cada vez más altos, el calor era demencial.

Se sintieron en la gloria…

El clímax los envolvió haciendo que ambos se vinieran, uno en el interior del más joven y este entre ambos. El placer mermaba, sus respiraciones eran agitadas y el cansancio empezaba a envolverlos, pero antes de dejarse vencer por el sueño, debían decir lo que sentían muy dentro suyo.

-Hades… yo… te amo-Susurró Shun mirando los intensos ojos jade de su compañero.

-Yo también te amo- Dijo antes de darle un tierno beso. Y confesos de sus sentimientos cedieron ante Morfeo. Pero en ningún momento se dejaron de abrazar en toda la noche.

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La tormenta mermo hasta detenerse…. Su amor creció desmesuradamente… esto definitivamente no estaba en sus planes…

 

 

Notas finales:

espero les alla gustado.. gracias por leerlo.. si hay algo que no les guste me lo dicen... asi me ayudan a mejorar n_n


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