Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Despertar por Hali

[Reviews - 11]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Es un one-shot dedicado especialmente para Jessi quien me ánimo a hacerlo, muchas gracias por tu apoyo y espero que este fic sea de tu agrado n_n

Aquella semana había sido muy pesada para Ritsuka, por … bueno ya había perdido la cuenta, ya para que contarlas, que Yuiko le dijera que lo quería, que le gustaría que fueran algo más que amigos, y por más que él le respondiera que solo podían ser amigos, ella continuaba insistiendo, debía admitir que la niña era persistente, sin embargo aquel juego le había cansado, deseaba decirle a Yuiko que el amaba a Soubi, pero tenía miedo, ¿de qué?, ni él podía explicárselo, Soubi siempre le decía que lo amaba, que lo quería, pero sus palabras sonaban tan vacías, deseaba poder mostrarle a Yuiko que ellos dos se amaban pero, temía que Soubi se negara a besarlo frente a ella, a pesar de llevar 4 años conviviendo con él, aun no lo conocía, no podía saber cómo reaccionaría el rubio o que respondería, expulso un largo suspiro mientras caminaba rumbo a su casa, aquel día no habían tenido la última hora y pudo salir temprano.


Cuando estaba en la puerta de su hogar, miro la puerta muy concentrado, decidió que no deseaba estar en aquel lugar, de hecho comenzaba a odiar ese lugar, lo único que ocurría pasando esa puerta, eran golpes, gritos y llanto, ya no podía soportar más a su madre, aquella mujer que le dio la vida, ahora lo repudiaba, lo insultaba, lo golpeaba y hasta le decía que se muriera, aquellos pensamientos sumieron en la tristeza a Ritsuka, camino sin rumbo por un rato, cuando llegó al distrito comercial, entro a cada una de las tiendas, deseaba hacer todo el tiempo posible para llegar lo más tarde a su casa, con la esperanza de que su madre ya se encontrara dormida.


Cuando el sol comenzó a ocultarse Ritsuka decidió que era hora de volver, se encontraba agotado y lo único que quería era encerrarse en su cuarto y dormir, si cerrar sus ojos y olvidarse de todo, cuando llegó a su hogar, el manto nocturno ya cubría por completo el cielo, abrió la puerta con cuidado tratando de no hacer ningún ruido para no despertar a su madre, estaba caminando sigilosamente dirigiéndose a las escaleras cuando algo golpeo su rostro, aquello lo sorprendió, pero no identifico de donde venía, no hasta que escucho los gritos de su madre


-QUIEN ERES, LARGATE DE AQUÍ, DEJANOS EN PAZ- con cada palabra lanzaba un nuevo objeto a Ritsuka, el neko solo podía encogerse con cada nuevo golpe, con la oscuridad de la casa no podía ver donde se escondía su madre, se acercó tratando de esquivar los objetos al apagador, cuando lo encendió, lo que vio lo aterro, todo en la planta baja de la casa estaba destrozado, la vajilla hecha pedazos a los pies de su madre, los muebles presentaban rasgaduras, pero lo que realmente asusto a Ritsuka fue la expresión que tenía en el rostro su madre, sus ojos estaban completamente abiertos y desenfocados su cabello estaba tuzado, su ropa estaba manchada de comida, su aspecto era deplorable, Ritsuka sintió un gran dolor en su pecho al ver así a su madre, lo que lo trajo de vuelta a la realidad fueron los gritos de esta.


-TU MALDITO, TU ME HAS ROBADO A MI HIJO, DEVUELVEME A MI RITSUKA, ¿DÓNDE ESTA MI RITSUKA?-


-Madre tranquila, ya estoy aquí, yo soy Ritsuka, me recuerdas- trataba de calmarla


-MIENTES, TRATAS DE ENGAÑARME, MI RITSUKA ES PEQUEÑO, TU NO ERES ÉL- Ritsuka sintió como si un balde de agua fría cayera sobre él, su madre estaba buscando al Ritsuka de 11 años ahora él tenía 15 y no lo reconocía, es verdad que era más alto y sus músculos habían crecido un poco, pero todos le decían que no había cambiado nada, esperaba que tu vieran razón y su madre lo reconociera, pero veía que no era así, un nuevo golpe en su rostro lo hizo reaccionar, aquel jarrón que le había aventado le había cortado la mejilla, la mujer al ver que aquel hombre no se movía ni le devolvía a su hijo entro en desesperación y pánico


-TE MATARE SI NO ME DEVUELVES A MI HIJO-


-Yo soy tu hijo, pero no puedo volver a tener  11 años- habló bajito, la mujer no lo escucho, sumida en su desesperación tomo un cuchillo que tenía cerca y ataco al neko, Ritsuka no pensó que su madre llegaría a tanto, cuando sintió el corte en el pecho, sus ojos se abrieron sorprendidos, la mujer al ver que no reaccionaba tomo valor y lo atacó nuevamente, pero esta vez Ritsuka reacciono a tiempo y se cubrió con el brazo provocándole un profundo corte, al ver la expresión demente de su madre la empujo con todas sus fuerzas y salió corriendo con todas sus fuerzas, aquella imagen de su madre lo perseguiría por siempre, corrió hasta llegar al parque donde formo recuerdos con Soubi, ahí se sentó en uno de los columpios apretando su brazo tratando así de detener el sangrado, pero era inútil, no le dio mucha importancia, pues se encontraba tan cansado y  triste.


Que en aquel tranquilo lugar comenzó a sumirse en sus pensamientos, dejando de lado la herida. Deseaba poder decirle todas sus dudas, y temores a Soubi al igual de decirle lo que sentía por él, deseaba que Yuiko dejara de acosarlo y le hiciera caso a  Yayoi quien se moría por ella, deseaba poder detener a su madre que dejara de atacarlo y volviera a como era anteriormente, deseaba tantas cosas pero no podía cambiar ninguna de ellas, pues todo lo que deseaba dependía de otras personas, lo único que él podía hacer era decirle todo lo que sentia a Soubi, pero no podía hacer nada porque este le correspondiera, deseaba que le dijera un te amo sincero, deseaba creer en esas palabras añoraba escucharlas con cariño, afecto, amor, no como un autómata, o acaso el problema era él, acaso era verdad que él era Loveless y nadie podía amarlo y él no amar a nadie?


No aquello no era verdad Yuiko lo amaba, muchas veces se lo había dicho, Soubi lo amaba, o eso es lo que decía, el no era Loveless, no podía serlo porque él amaba a Soubi.


En aquel lugar comenzó a adormecerse, la pérdida de sangre le estaba afectando, sin darse cuenta sus parpados se cerraron y cayó de espaldas del columpio, aquel fuerte golpe no fue escuchado por nadie en aquel vació lugar.


No sabía cuánto tiempo había pasado, comenzó a recobrar la consciencia, pero sentía sus parpados tan pesados, no deseaba despertar, solo 5 minutos más pensaba, lanzó un largo suspiro y cayo inconsciente nuevamente.


&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&


Soubi estaba preocupado por su pequeño, últimamente se veía tan decaído, trataba de animarlo pero nada funcionaba, incluso de decía más seguido “Te amo” para tratar de molestar al pequeño y que lo regañara, pero no obtuvo la reacción que esperaba, por el contrario sus ojos se llenaban de tristeza, no decía nada y se alejaba de él cabizbajo, el rubio no sabía que es lo que estaba pasando con el pequeño , lo único que deseaba es que Ritsuka fuera feliz a su lado, pero sabía que el neko no confiaba en él, no podía hacerlo hasta que le dijera toda la verdad, sabía que si le contaba todo a Ritsuka este se enfadaría con él y posiblemente lo alejara de su lado, pero que más podía hacer, no dicen que la base de toda relación es la confianza, así que tomó una decisión aquella noche le contaría todo a Ritsuka aunque lo despreciara y lo rechazara seguiría a su lado porque lo amaba, ya vería como se las arreglaría para que lo perdonara.


Una vez decidido se dirigió a su casa para preparar todo, aquella iba a ser una noche muy larga y conociendo a Ritsuka de seguro se disgustaría mucho, aunque últimamente el neko había cambiado mucho, lo mejor era que estuvieran en un lugar donde nadie pudiera interrumpirlos.


Una vez que termino de arreglar rodo fue a buscar a Ritsuka, lo espero como era su costumbre en la puerta de su instituto, ahí espero hasta que todos los alumnos salieron, al darse cuenta que Ritsuka no había salido ni ninguno de sus amigos tampoco se sintió decepcionado


“Tal vez salieron temprano” suspiro pesadamente “Me gustaba más cuando estaba en la primaria” un tanto alicaído se dirigió a la casa de Ritsuka, lo más seguro es que ahí estuviera, además había esperado tanto que ya comenzaba a anochecer, lo más seguro es que llegara cuando Ritsuka se estuviera disponiendo a dormir, aquel pensamiento lo hizo sonreír, recordaba cuantas veces había ido a la casa de Ritsuka solo para verlo dormir, le encantaba ver su semblante tranquilo, respirando acompasadamente, se acercaba a él para poder tocar su suave cabello, como amaba aquella sensación en sus dedos, recorría su rostro con sus largos dedos memorizando cada nuevo cambio en aquel rostro, con ese pensamiento se introdujo al cuarto de Ristuka, pero se sorprendió al no verlo, no se encontraban ni sus cosas de la escuela aquello lo preocupo.


“Acaso le paso algo en el camino” con sumo cuidado bajo las escaleras, lo más seguro es que la madre de Ritsuka ya se encontrara durmiendo, y lo último que quería era despertarla y provocarle un ataque, al llegar abajo lo que vio lo hizo estremecerse, el comedor y la sala estaban desechas, había trastos y otras cosas rotas por todo el piso, los cojines estaban rotos y su relleno estaba disperso por todos lados,, los sillones tenían rajadas, pero lo que lo hizo entrar en pánico fue el rastro de sangre que se extendía desde la mitad de la sala hasta la entrada, miró el rastro aterrorizado, y ahí en la entrada se encontraba el arma con el que la madre de Ritsuka lo había atacado, Soubi no pudo más salió de ahí corriendo buscando desesperado el rastro de sangre, le costó un poco encontrarlo pues se encontraba muy alterado, corría lo más rápido que podía sin tratar de perder el rastro, este le llevó hasta el parque donde había formado recuerdos con el Ritsuka, de inmediato se dirigió a la banca donde beso por primera vez al neko pero no lo encontró, recorría el parque comenzando a desesperarse, con duda se dirigió al área de juegos, y ahí lo encontró tendido en el piso, corrió hasta donde se encontraba y lo tomo en brazos, lo primero que vio fue su rostro pálido y su ropa empapada de sangre sin dudarlo se dirigió al hospital más cercano, una vez que llegaron los atendieron inmediatamente.


Ritsuka había perdido mucha sangre, el corto en su pecho no era tan profundo pero debía tener cuidado pues la herida podría abrirse nuevamente, el corte de su brazo era de consideración tuvieron que suturarlo pues el corte era profundo.


Soubi se encontraba hecho un manojo de nervios caminaba de un lado a otro sin dejarse de preguntarse cómo se encontraría su niño, se tranquilizó cuando le informaron que el neko ya no corría peligro, sin embargo tendría que quedarse esa noche para observación, Soubi asintió y siguió a la enfermera hasta el cuarto del pequeño para hacerle compañía, cuando se quedaron solos, Soubi tomo con delicadeza y con infinita ternura la mano de Ritsuka y la estrecho entre las suyas


-No vuelvas a asustarme así, ok, no sabes el miedo que tuve al ver esa escena- una rebelde lagrima escapo de su hermosos zafiros, el sueño lo venció pero en ningún momento soltó la mano del pequeño, por la mañana una enfermera lo despertó


-Disculpe-


-Eh, si ¿qué pasa?,¿ Ritsuka, está bien?-


-Si, el doctor quiere hablar con usted- Soubi se puso de pie para saludar al doctor


-Buenos días-


-¿Doctor Ritsuka se pondrá bien?-


-Si, sin embargo debe permanecer en reposo por lo menos por dos semanas, o sino la herida  de su pecho podría abrirse nuevamente-


-Pero aun no despierta eso es normal-


-Sí, su cuerpo está cansado, es normal que duerma para que recupere su energía- en ese momento Ritsuka exhalo un largo suspiro y volvió a dormir profundamente, el semblante de Soubi mostro su desilusión, esperaba que el pequeño hubiera podido escucharlo y estuviera despierto, el doctor noto esto y trato de tranquilizarlo.


-No se preocupe en unos días el recobrara el conocimiento- Soubi asintió agradeció toda la atención al doctor, y traslado a Ritsuka con sumo cuidado a su departamento, y lo deposito en la cama, miro embelesado su semblante, deposito un beso en su frente.


Así transcurrió la noche, Soubi no pudo dormir bien preocupado porque su pequeño despertara, por la mañana miro preocupado a Ritsuka –Por favor despierta, dame el gusto de ver tus hermosas amatistas una vez más, por favor, dame la oportunidad de ser sincero contigo y decirte todo, dame la oportunidad de decirte una vez más te amo- Soubi acarició los azabaches de Ritsuka y se levanto dirigiéndose al baño.


Ritsuka comenzó a recobrar la conciencia, se sentía cómodo en aquel lugar, y poco a poco comenzó a abrir lentamente los ojos, espero a que su vista se acostumbrara, y entonces reconoció de inmediato el departamento de Soubi, una cálida sensación inundo su pecho, y una dulce sonrisa ilumino su rostro.


“Él me encontró… él… se preocupa por mi” se sentó con dificultad en la cama y entonces se percato de que su brazo estaba completamente vendado “todo lo contrario a mi madre” pensó tristemente “Soubi es… como mi ángel… guardián” estaba tan conmovido y tan feliz que comenzó a llorar


-Ritsuka?- escucho que Soubi lo llamaba y al verlo su semblante le mostro la más hermosa sonrisa que el rubio jamás había visto, aquella visión del pequeño sentado en su cama con sus ojos llenos de lagrimas y con una hermosa sonrisa hizo que una sensación cálida se extendiera por todo su pecho, corrió hasta Ritsuka sentándose junto a él y lo abrazó protectoramente


-Me asuste mucho, tenía tanto miedo de perderte-


-Yo también tenía miedo de no verte nuevamente, lo único en lo que podía pensar era en ti-


-Ritsuka quédate a vivir conmigo, no quiero que algo así vuelva a pasar-


-…Gracias Soubi- el rubio se separo de él y lo miro sorprendido, Ritsuka le sonrió y deposito un tierno beso en los labios de Soubi, el mayor no podía estar más sorprendido


-¿Rit?-


-Soubi… te amo- habló bajito, mirándolo a los ojos y con un tierno sonrojo en sus mejillas, el rubio se sonrojo y tuvo sentimientos encontrados, por un lado estaba tan feliz de que al fin su niño le dijera lo que tanto anhelaba oír, pero se sentía tan culpable por todo lo que le había ocultado y que ahora le debía decir, Soubi suspiro tratando de calmarse


-Ritsuka, antes debo decirte algo- su semblante se lleno de tristeza, el pequeño lo noto


-¿Es sobre la misión que te dejo mi hermano?- Soubi no se atrevió a contestar, ni a mirar al neko –Eso lo tomare como un si-


-Ritsuka debes saber…-


-No quiero saberlo- lo interrumpió el pequeño


-Pero Ritsuka, es importante, yo deseo que comprendas mis sentimientos-


-Pero si me lo cuentas, ¿me lastimaras?- el rubio asintió con infinita tristeza


-No quiero saberlo Soubi, eso ya es parte del pasado, ahora estamos aquí y al fin entiendo tus sentimientos… y los míos, me has demostrado que te preocupas por mí, fuiste capaz de encontrarme cuando había huido de casa, y sobre todo me ayudaste cuando más lo necesitaba, no puedo estar más agradecido contigo, lamento haber sido tan necio y ciego como para no darme cuenta de tus sentimientos - poso su frente sobre el pecho desnudo de Soubi y su mano, Soubi se sintió tan conmovido, y tan aliviado de que su niño le perdonara y le aceptara, jugó con los mechones de Ritsuka.


-No tienes nada porque disculparte, yo tampoco deseo hablar de eso, que ya es parte del pasado ahora estamos juntos, y disfrutaremos cada momento que estemos juntos- Ritsuka asintió satisfecho, permanecieron en silencio y Rituka comenzó a formar círculos en la piel desnuda de Soubi y fue cuando se percato de que Soubi solo vestía una toalla.


-Soubi, ¿por qué no estás vestido?- se separo de él para mirarlo.


-Ah bueno, me estaba bañando y cuando salí y te vi despierto no pude hacer otra cosa que abrazarte-


-¿Y no piensas vestirte?-


-Mmmm, la verdad estoy muy cómodo así- Ritsuka sonrió, nunca se le iba a quitar lo hentai a su novio, miro con infinito amor al rubio, y lentamente se fue acercando a él hasta juntar sus labios en un casto beso, Soubi se sorprendió ante la acción del pequeño, y al mismo tiempo se sintió tan feliz, Ritsuka, le había confesado sus sentimientos y ahora se entregaba a él, Soubi no podría resistir más si continuaban con eso, se separo lentamente de Ritsuka y lo miró a los ojos.


-Amor, si continuamos, después no podre controlarme-


-… No quiero que te controles- aquello provoco un fuerte estremecimiento en el rubio, no aguanto más y beso con más pasión al pequeño,  Ritsuka abrió sus labios para dar paso a la demandante lengua de Soubi, mientras las manos del rubio recorrían su torso y cintura.


-Ahhh… Ritsuka, ¿estás seguro de esto?, ¿me entregaras tu orejas?-


-No solo mis orejas, Soubi  quiero entregarte mi cuerpo y mi alma- el rubio se sintió conmovido besó en la frente al neko y con sumo cuidado lo recostó en la cama besó sus labios para ir bajando por su cuello, leves suspiros escapaban de los labios de Ritsuka, Soubi paso su mano por el miembro de Ritsuka, esto provoco un temblor en el cuerpo del pequeño.


-Tranquilo, pequeño – Soubi siguió recorriendo el cuerpo de Ritsuka, se detuvo cuando se encontró con el vendaje que cubría su torso –Lamento no haber estado contigo en el momento que todo paso, por favor discúlpame-


-Tranquilo… sabes, me alegro que pasara-


-Pero que estás diciendo-


-Fue gracias a mi madre, que tuve el valor de decirte mis sentimientos, fue gracias a ella que pude darme cuenta de cuánto me quieres y de cuanto te necesito-


-Lamento que haya tenido que haber pasado esto  para que te dieras cuenta de cuánto te amo-


-Siempre eh sido un necio, necesitaba de algo que me despertara, y fue el miedo a morir lo que me hizo reaccionar- Soubi se dio nuevamente a la tarea de besar el torso de Ritsuka, ya no estaba satisfecho solo con besar la parte de su torso que dejaba al descubierto la pijama así que la fue desabrochando poco a poco, sabía que debía ser cuidadoso para que la herida no se abriera nuevamente, con suma delicadeza acaricio todo el pecho del pequeño, Ritsuka disfruto de la caricia y curvo la espalda deseando sentir más, esto le provoco un gran dolor en el pecho y que la herida nuevamente se abriera, las vendas pronto comenzaron a teñirse de carmín, esto alarmo a Soubi, quien de inmediato se puso de pie y fue por lo necesario para curar a Ritsuka, él neko se lamento por preocupar a Soubi.


-Lo siento- fue lo primero que dijo cuando vio regresar al rubio.


-No tienes porque disculparte fue mi  culpa por no controlarme- Ritsuka tembló cuando su pecho quedo desnudo


-No te preocupes, no haré nada, solo te curare- Ritsuka sonrió al ver que su koi había mal interpretado su temblor.


-Lo sé y es una lástima, lamento que todo haya terminado así- Soubi le sonrió para tranquilizarlo


-Es mejor que esperemos a que te recuperes-


-Es lo mejor- acepto resignado el menor.


Una vez que Soubi termino de curar a Ritsuka lo arropo nuevamente y se recostó juntó a él


-Buenas noches pequeño-


-Buenas noches Soubi-


-Mañana comenzaremos una nueva vida juntos-


-Estoy ansioso por despertar en tus brazos-


-Mañana y siempre-


Después de un breve silencio Ritsuka se removió inquieto


-Soubi- llamó al rubio


-¿No puedes dormir? ¿Te duele la herida?-


-No, no es eso, solo quería saber algo-


-Dime-


- ¿Me besarías frente a Yuiko?-


-Ehhh, si tu lo deseas así lo hare, te besare frente a quien tú quieras-  Ritsuka sonrió por la sinceridad de Soubi


-Entonces lo harás cuando regrese a la escuela-


-Claro, pero ¿por qué quieres que te bese frente a Yuiko?-


-Para que le quede claro que solo soy tuyo- Ritsuka se encontraba tan cansado que se quedo profundamente dormido


-Eh, Ritsuka ¿por qué?, ¿Yuiko te ha hecho algo, te ha besado?, Rit- pero no obtuvo respuesta, el rubio lanzó un largo suspiro frustrado.


-Supongo que tendré que esperar hasta mañana para que me respondas-


Soubi acomodó al neko entre sus brazos, y mirando el rostro tranquilo de Ritsuka se quedo dormido con una gran sonrisa de al fin estar junto al niño que tanto amaba.


 

Notas finales:

Reviews?


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).