Love Contract por neko yuki

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Eiri, un niño de 10 años, de carácter altivo y caprichoso, pero también inteligente y cruel para su corta edad, su carácter se debe a lo que vivió en el tiempo en que estuvo encerrado.


En su noveno cumpleaños, fue el día en que lo perdió todo; sus padres, sus hermanos… su casa…su felicidad… se tiñeron del color de las llamas del infierno…todo se convirtió en cenizas... todo, menos él.



A él le hubiera gustado desaparecer en esas llamas que lo consumieron todo, y no estar ahí encerrado; siendo humillado por esas personas que se dicen ser sus amos. La vida, si se le puede llamar vida a eso, en ese lugar era el infierno que se le dio cruelmente al ser el único sobreviviente de una familia de nobles, El no era el único que estaba en ese infierno, habían otros niños que también sufrían lo mismo que el, bueno no lo mismo, porque los otros niños ya no tenían salvación, todos ellos ya habían perdido la esperanza de salir de ahí, y les daba igual lo que les hicieran.



Habían pasado alrededor de siete meses, en los cuales el también, ya había caído en la terrible resignación, de su cruel destino, el cual era ser vendido a un nuevo amo, para ser usado por él, o el de ser asesinado por uno de ellos. Lo único que agradecía era que no hayan abusado de él, de la misma manera de la que lo hacían con sus compañeros de encierro.


Su trato para con ellos era peor que la de un animal, los tenían enjaulas como si fueran bestias, les tiraban la comida al suelo, los castigaban sin razón alguna… y abusaban sexualmente de ellos para saciar sus repugnantes cuerpos que solo buscaban el placer de la carne. Aunque él se salvaba de esa ultima parte, porque era alguien diferente, al resto, porque según ellos el era un cuerpo de alta calidad que solo debía ser tocado por personas de alto nivel, según por lo que escucho en una de sus tantas platicas que tenían entre ellos, si se le puede llamar platica a hablar mientras estas ebrio o mientras tienes sexo, el ya había sido comprado por alguien, y que al parecer lo iría a recoger dentro de unos días más.

Enterarse de eso lo asusto de sobre manera, tenía miedo de lo que pudiera pasarle, aunque también creía que ya nada peor podría sucederle.


Pero una noche antes de su traslado, algo sucedió en su infierno.


Unos hombres vestidos de negros aparecieron, para destruirlo todo… a sus amos… a sus compañeras de encierro... a su infierno. No entendía porque pero uno de esos hombres lo saco de ahí para llevarlo a un auto del mismo color que el de sus trajes.


Apenas lo metieron al auto, partieron lejos de ese lugar. Cubrieron su desnudez con una manta que apenas cubría lo necesario. Eiri se sentía muy confundido, lo que tanto había querido, sucedió, lo habían liberado de su infierno. Lo único que temía era, que a donde iría a parar ahora.


El auto estuvo en movimiento alrededor de dos horas, en las cuales, le costó mucho no quedarse dormido, debido al cansancio que su cuerpo experimentaba. Sintió como el auto se detuvo, también sintió, como uno de eso hombres, lo sujetaba por sus débiles brazos, para luego tirarlo por la puerta del auto.


En serio que no entendía nada, lo único que si entendía era que lo habían abandonado a su suerte, y que sentía un horrible dolor por su caída, y por los golpes que tenía en su cuerpo.


Y ahí fue donde se dio cuenta que era de noche, y que había una hermosa luna llena, que resplandecía en la oscuridad.


También fue en ese momento, en el que se dio cuenta de que era observado por alguien…sus ojos dorados se posaron en una hermosa mirada amatista.


Pero de lo que no se dio cuenta era que el encuentro con esa persona de hermosa mirada amatista, le trazaría un camino de esperanza y amor que solo lo llevaría a lo que sería el peor de sus infiernos.




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