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Sweet Love por Maiko_chan

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Sweet Love


Aclaraciones:
-Gravitation, ni sus personajes me pertenece son todos propiedad de Murakami Maki.
-La única edad que se conserva es la de Eiri.

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Se llevó con gesto cansado las manos a sus sienes, tratando de no perder el control del asunto que en ese instante lo aquejaba. Dándose un pequeño masaje con los dedos índices y murmurando frases auto consoladoras.

-y…si me tomo un descanso…- una sonrisa sarcástica se reflejó en su rostro. No podía darse la virtud de tener otro descanso, si bien la fecha de entrega no era tan próxima, lo que lo molestaba era su falta de inspiración.

Hace días sufría de lo que se llama bloqueo de ideas, en momentos estaba muy concentrado escribiendo, y de un segundo a otro perdía la concentración, quedando en blanco totalmente. Si bien el podía seguir escribiendo, obviamente no era lo mismo, no le gustaba forzar las cosas, quería que fuesen naturales, su sueño es el ser escritor y quería seguir conservándolo así, y no hacer el trabajo monótonamente ni como una obligación, aunque a veces le daba a entender eso.

Se levantó de su cómodo lugar de trabajo y se dirigió tranquilamente a la cocina, en busca de un poco de distracción y una cerveza fría.
Cuando se dirigió de nuevo al estudio, una idea surcó su mente

- ¿Por qué no?- se dijo a si mismo. Tomando su saco y guardando su computadora en una pequeña y cómoda maleta abandonó su departamento.

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Estuvo unos minutos recorriendo la ciudad en búsqueda un cómodo lugar en donde descansar, y trabajar tranquilamente sin tener interrupciones.
Una sonrisa se reflejó en su apuesto rostro al haberlo encontrado, era un hermoso y extenso parque, adornado con unos pocos juegos infantiles, estos se encontraban alejados de las bancas en donde pocas personas, se encontraban conversando. Predominaba el color de vegetación y tenía una buena vista ya que se encontraba algo alejado de la ciudad, y en parte esta se veía desde ahí

Luego buscar con su vista un lugar tranquilo lo encontró, una banca en donde poder trabajar y relajarse, esta se situaba frente a los dichosos juegos.

-Mamá puedo jugar aquí? puedo? puedo? – dijo un niño dando saltitos y jalándole la blusa a su madre.
La mujer le sonrió forzadamente, era muy pronto para regañarlo y sabía que su hijo era muy juguetón, bueno como cualquier otro niño con la diferencia de que el suyo era 10 veces más.

-Cariño sabes que no podemos, y no me jales tanto que no voy sola- sostuvo mas fuerte a su hija que miraba atenta la conversación desde los brazos de su madre.

-Pero mamá, déjame quedarme un ratito, si? Es que no quiero ir al médico, además por qué tengo que acompañarlas si es Maiko la que tiene que ir- le regañó a su madre, apuntando con su dedo acusadoramente a niña, quien solo lo miraba divertida. Hizo una mueca en forma de puchero y volteó su cara inflando sus mejillas.

Su madre sonrió y suspiró- Pero Shu ya hablamos de esto y no puedes quedarte, lo prometiste.

Al pequeño pelirrosa se le llenaron los ojos de lágrimas y comenzó a hablar dificultosamente- Pero ya no soy un niño, tengo 10 años y…y no es la primera vez que me quedaría solo, antes he venido, y tu lo sabes- cada vez su voz comenzaba a hacerse inestable, tomando fuertemente aire, amenazando de un momento a otro romper en llanto.

-Está bien, está bien- apresuró en decir su madre- pero solo por unos minutos nos quedaremos, vale?- le preguntó con una venita en la frente, y acomodándose a Maiko en su regazo, no quería que las pocas personas que se encontraban en el parque sufrieran de sordera.

-Kyyyyyyyyaaaaaaaa!!!!! Genial- gritó el pequeño y fue corriendo a toda velocidad a subirse al resbaladin.
La señora abrió exageradamente los ojos, pudo evitar que su hijo llorara pero no tuvo éxito con su grito, después de todo a juzgar por las miradas que se dirigieron a ella, las personas no se encontraban muy contentas que digamos, tal vez con suerte no sufrirían sordera.

Con rubor en sus mejillas se sentó en una banca que daba en dirección a los juegos, se encontraba ocupada, al parecer el señor que estaba en ella se encontraba dormido, ya que no hacia amago de moverse, y su cabello cubría su rostro.

- Parece que no soy la única inmune a los gritos de Shu- murmuró, sonriéndole a su hija- * el señor ni se a despertado* tosió dos veces, guardando compostura y tratando de olvidar lo ocurrido momentos antes.

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Estaba concentrado escribiendo, la brisa del viento le daba en su rostro relajándolo completamente. Pudo distinguir unas voces cerca de él, pero no le dio importancia, siguió con lo suyo, cuando un grito irrumpió la tranquilidad del lugar, provocando que mantuviera presionada la tecla de la última palabra que había escrito. Bajó su rostro, tratando de calmar los latidos de su agitado corazón y aguantando los instintos asesinos que se estaban apoderando poco a poco de el.

-eto- la señora se percató que el señor temblaba * se debe haber despertado* - lo siento el es así, discúlpelo.

Comenzó a contar mentalmente hasta diez, volteó su rostro dirigiéndole una sonrisa forzada- no se preocupe.

-Gracias- suspiró mas tranquila- sabe no debería dormir, podría llover o podrían quitarle su maleta o...- continúo hablando, mientras Eiri le salía una gotita y cerraba los ojos apretando a la vez sus puños con fuerza, trataba de pensar que eso era un sueño, una pesadilla.

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Estuvieron unos minutos mas “hablando”. La señora estaba encantada, le conversaba de cuanto quisiese, y parecía que el joven a su lado no se molestaba en lo mas mínimo, aunque no la miraba y no le respondía, pero que mas daba, por lo menos tenía alguien que la escuchaba.

-Maaaaaamaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaá – la Señora Shindou unió sus manos y miró al cielo, comenzó a rezar que por favor ese grito no sea de su hijo- tengo amigos nuevos, puedo quedarme? Puedo? Puedo? – trató de preguntarle a su madre luego de que la capa de polvo que dejó a su paso cesara.

-mmhhh no lo sé- pensándolo mejor no era tan mala que su hijo no la acompañara, no quería que interrumpiera a los médicos, tal vez con sus gritos lograra que se desconcentraran provocando tragedias en cadena - eto deja pensarlo… ah! hijo saluda al señor, Yuki, cierto? – le sonrió

El rubio suspiró hondamente * si le presto atención tal vez luego se vaya*

-H-a-i, me llamo, eto…me llaman Shuichi, porque yo no me hablo - hizo una pausa y comenzó a reír, bajo la mirada incrédula de las personas frente a el- mucho gusto- gritó efusivo levantando su mano izquierda y sonriéndole.

Eiri fijó su vista, quedando por unos instantes embelesado con la imagen frente a el, realmente era niño muy hermoso, piel blanca, cabello rosa pegado a su rostro debido a las gotas de sudor, unos extraños y bellos ojos amatistas, que en ellos se reflejaba pureza e inocencia, y adornando esa criatura una suave sonrisa en su aniñado rostro.

- y? me dejas?- comenzó a jalonear a su madre.

-mmhhh es que…- era cierto que su niño iba solo, y si lo llevaba al hospital de seguro que no se quedaba tranquilo.

-vaaaamosss los chicos me están esperando- volteó y apuntó a los chicos que le hacían señas con las manos- ves?- la miró fijamente con sus grandes ojitos violetas, juntando sus manos a la altura de su rostro.

- es que- vaya siempre hacía lo mismo para convencerla ante todo- está haciendo frío y- miro al cielo, en ese día era cierto que hacía calor, pero las nubes grises no le daban mucha confianza.

- pero me voy a casa rapidísimo si comienza a hacer frío, además mira son las nubes porque yo tengo mucho calor- dijo apuntándose y mostrando lo ligero de ropa que andaba- tu también- la miró desconfiadamente, cruzándose de brazos.

Eiri quería parecer indiferente volteando la cara o tratando de escribir, pero realmente no podía dejar de fijarse en el niño ese * será que me estoy volviendo pedófilo* sonrió, nunca le había pasado, no tenía la necesidad, podía tener a la persona que quisiese, pero es que…era realmente lindo, no había visto a ninguno igual. Y la vista del cuerpo de ese niño no ayudaba mucho en sus pensamientos * se ve delicioso* se dijo, mirándolo con detenimiento. Llevaba una polera de color blanco con las mangas anaranjadas, hasta su cintura, pero con los movimientos que realizaba se levantaba un poco dejando al descubierto su vientre, un short de color verde musgo solo le alcanzaba a cubrir hasta medio muslo. Lo miró varias veces deteniéndose en sus piernas, deseando poder acariciarlas.

- Ya sé!...mira mamá tío Yuki me cuida- le tomó la mano derecha al hombre que con el gesto salió de su letargo-verdad que si?- le preguntó, acercando su rostro a la cara del escritor sonriéndole, observo a su madre, preguntándole con la mirada.

La madre no se inmutó ante el gesto confiado de su hijo, imitó el mismo gesto y le preguntó con la mirada al joven, para que confirmara lo de su pequeño.

Eiri miró al pelirosa - no se preocupe yo lo vigilo- hizo una pausa se dirigió a la madre y prosiguió- me quedaré un rato mas en este lugar.

-En serio? Me hace sentir mas aliviada- llevó una mano a su pecho, dando un suave suspiro- entonces…- se puso de pie tomando entre sus brazos a Maiko- se nos hace tarde…fue un gusto hablar con usted señor Yuki y gracias por cuidar de Shu- se inclinó un poco hacia delante- Shu no te quedes mucho rato, ok?- lo miró con el seño fruncido acariciándole un poco sus cabellos.

- HAAAAIIII – le sonrió y salió corriendo del lugar a jugar con sus amigos que hacía minutos lo estaban esperando.

- Adios- se despidió su madre de los dos levantando su mano- El rubio le hizo con la cabeza un gesto a modo de despedida.

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Llevaba alrededor de una hora mirando al chiquillo, después continuaría su novela, la oportunidad de mirar a alguien así no se tenía todos los días, además dudaba si lo vería otra vez. Sus amigos se habían ido hace unos minutos y el continuaba jugando, vio que se acercaba, simulando de inmediato que escribía.

- Hola- se acercó Shu- que hace?- pregunto observando con curiosidad la pantalla.

-Escribiendo- iba a contestarle otra cosa, pero no quería molestarlo, mas que mal era un niño- y tus amigos? Ya no vas a jugar?-volteó hasta enfocar su vista en el.

-mhhh se fueron, y ya me aburrí - Shu abrió los ojos y se acercó a el- uuuyyy que bonitos ojos…usted parece un gato.

-jejeje en serio?- se acercó provocativamente a el- te gustan?

-claro! Que raros y bonitos- dijo entusiasta.

-y…- * mejor no* no podía darse el lujo de tratar de seducir a un niño, además el lugar no era adecuado - oye te gustaría salir conmigo?

-eh? En serio?- una gran sonrisa iluminó su rostro.

-si

-KYYYYAAAAAAAAA…a donde? A donde?

-mhhh pues…- se detuvo a pensar un poco, si le decía lo que pensaba de seguro le decía que no, claro los niños saben que no deben ir con extraños o algo así- te gustaría ir donde vivo? Podríamos comer, y pues… ver películas.

-SSIIIIIIIIII!!!!

Yuki por poco se cae de la banca, que al chico no le enseñaban algo? - está bien- ordenó sus cosas y se puso de pie- vamos- le ofreció su mano.

-CLARO!- la tomó y la apretó- hoy me divierto con el tío Yuki- le dijo dando pequeños saltitos, siendo correspondido por una sonrisa.

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Luego de una pequeña caminata en la cual había aprovechado de hacerse mas “amigos” tratarse por sus nombres y mas confiadamente llegaron a su departamento.

Entro luego de que el niño lo hiciera, dejando sus llaves en la mesa se dirigió al estudio a guardar su computadora.

-uhhhhh genial!!!! – miraba todo con asombro, comenzó a recorrer todo el interior de la vivienda- es genial Yuki, es muy grande, aunque no hay muchas cosas- hizo una pausa y miró el ventanal- waohh sugoi! Que hermosa vista- apoyó sus manos en el vidrio y continuó mirando- uuyyy allá está mi casa.

-mhh?- se acercó hacia el- en serio? Donde?- se le acerco apoyando su mano en el hombro del pequeño, gesto que el otro no notó.

- esa! Esa! Mire…- le apuntó con su dedo su casa que supuestamente veía desde ahí-mhhh aunque no creo que usted la vea…mire yo vivo en- continuó inocentemente el relato, contándole cualquier detalle de su hogar sin dejar de lado la dirección.

-claro- ya, este niño o era muy inocente o muy olvidadizo por no decir baka, pero en el fondo agradeció eso, ya tenía donde buscarlo, sonrió- quieres algo de comer? Para que veamos las películas.

- eto..- se llevó una mano a la cabeza y cerró los ojos-mhhh tiene pastel? Y bebida? Y….- continuó hasta que Eiri lo detuvo con un gesto de su mano.

-tengo pasteles y jugo, bebida, y…- se dirigió al refrigerador- chocolates, te apetece?

- hai!…Yuki voy a poner la película!!!

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El de ojos dorados llevó los aperitivos a la sala dejándolos en la pequeña mesa de centro.

-Listo?- preguntó Shu- Eiri asintió con la cabeza- bien…- le dio a “play” al control acomodándose para ver tranquilamente la cinta.

El escritor miraba monótonamente la película, era de acción, pero en su mente estaba otro tipo de esta. Se sentó cerca del pequeño, con su brazo lo atrajo hacia el. Dejándolo apoyado en parte de su pecho y vientre.

Shu se limitó a sonreír, dejó descansar su cabeza en el cuerpo del otro hombre y continuó viendo la película deteniéndose de vez en cuando a comer.

*no debes asustarlo* pensó. En su mente solo surcaba una idea pero no quería hacerlo a la fuerza, aunque era difícil hacerlo de otro modo, * quizás como un juego* reflexionó.

El chico se enderezó, el mayor también lo hizo, se acercó un poco a el, acariciando suavemente su pequeño rostro con el dorso de su mano- eres muy hermoso.

-Eh?- Shu lo miró confundido- ah! Jeje gracias- se llevó una mano a la nuca sacando divertidamente su lengua.

- Te lo han dicho?- continuó acariciándolo.

-eh…mhhh si- le sonrió.

-quién?- contestó interesado.

-puueesss mi madre… y mi padre… y las señoras en la tienda donde compramos dulces muuuy ricos, y mis abuelitos, las señoras en el parque…y- Yuki lo detuvo, ya captaba la idea.

-Yo me preguntaba… si un chico o chica de tu edad lo ha hecho…por ejemplo, has tenido novio o novia?- quería llegar a ese tema y preguntarle, que hacían?, para poder enseñar a besarle o incluso mas, obviamente si le confesaba que si lo había hecho.

-no.

-ah- Eiri no sabía si reír o molestarse, sin más remedio cogió frustrado una cerveza, deteniéndose a pensar lo que haría a continuación

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Ya se estaba agotando su paciencia y la película no tenía hora de acabar. Los chicos son muy manejables e inocentes, ya es hora que lo vaya haciendo, se dijo.

Lo acercó mas hacia el dejando al chico apoyado al costado izquierdo de su cuerpo.

Llevó su manó derecha al muslo descubierto por la pequeña prenda que llevaba y comenzó a frotarlo, de arriba hacia abajo.

-eh….Yuki?

-shhh no te preocupes, solo ve la película- le sonrió

El de ojos amatistas le devolvió la sonrisa.

Continúo por unos minutos más tocando su pequeño muslo, incluyendo poco más debajo de la rodilla, con movimientos lentos. * Que suave, es delicioso* pensó. * entre mas lento lo haga mas disfrutaré* sonrió.

Shuichi se abrazó un poco al rubio y apoyo su cabeza en su pecho, ajeno al acontecimiento que se venía. Este gesto hizo al rubio tomar más confianza.

Llevó su mano mas alto posándola en la cadera, dándole el mismo tratamiento de antes, masajeándola, apretándola, descubriendo cada parte de ese niño que desde el primer momento le interesó. Levantó un poco su polera dejando al descubierto su vientre.

-eto…Yuki que haces?- se volteó a mirarlo.

-mhhh no te gusta?- le respondió

-es que es raro…ah me estas haciendo cariño- le sonrió

-claro, que mas podría hacerte, te molesta que continúe?

Negó con la cabeza- nop

-bien

Continuó acariciándolo suavemente, se estaba calentando, cerró los ojos para centrarse y no dejarse llevar completamente por el placer y darle todo de una sola vez, no quería asustarlo, porque aunque para el mismo le resultara raro, quería seguir viendolo.

Fue poco a poco descendiendo su mano hasta posarla en su ombligo, continúo con el camino hasta dejarla apoyada suave y casi imperceptiblemente en el pequeño miembro.

-Yuki?- dijo tenso el muchacho.

-Si?

-es que…- le daba vergüenza continuar, eran amigos, Yuki no se molestaría si le preguntara si estaba haciendo algo malo.

- te gusto?- preguntó repentinamente al muchacho, sin apartar ni apoyar su mano completamente en el miembro del pequeño.

-ah?- Shuichi se ruborizó- eh si.

-tu también me gustas- le dijo insinuante- esto no tiene nada de malo, lo hacen las personas que se gustan.

- en serio?

-si pero lo haces con una sola y como yo te gusto, solo lo haces conmigo- hizo una pausa- esto no se le cuenta a nadie, ok? Es nuestro secreto- le sonrió.

Shuichi le correspondió- Yuki te gusta la película está buena cierto?

-claro.

Shuichi no hizo amago de moverse de donde estaba. Eiri continuó con lo suyo tratando de no asustar al chico, de seguro que no había entendido nada de lo que le dijo, pero que mas daba, lo tendría de todos modos.

Apoyó su mano completamente, dejándola descansar ahí, Shuichi se tensó un poco pero al cabo de unos segundos se relajó. Prosiguió comenzando a moverla poco a poco, cada vez más rápido. Pudo sentir el delicioso miembro del pequeño bajo ese pantalón.

-ah- Shuichi se quejó y hundió un poco su cabeza en el pecho del hombre mayor, sin dejar de ver la película.

-te gusta?- le preguntó excitado.

-mhh se siente raro- le dijo con duda.

Eiri se miró sus propios pantalones notando que tenía una semi erección. Sonrió para si, la estaba pasando más que bien. Sin querer postergar por más tiempo el asunto, comenzó a frotar poniendo mas fuerza en sus movimientos, quería oír gemir al pequeño, que le correspondiera.

-ay…duele- apretó los ojos fuertemente debido al malestar.

-lo siento, no seré tan brusco.

Shuichi solo se dedicó a asentir.

Continuó acariciándolo, a la vez que el mismo movía casi imperceptiblemente las caderas hacia delante, comenzó a hacerse brusco el movimiento, apretó el pene un poco, quería sentirlo.

Shuichi sujetó fuertemente las ropas del escritor, ocultando su rostro en ellas, tratando de evitar cualquier gemido salir de su boca, estaba confundido nunca le había pasado algo así, sentía mucho calor. Movió sus manos con urgencia pasando a llevar un bulto, lo miró confundido.

-Yuki?- se atrevió a articular con toda su cara roja- por qué está así?

El mayor lo observó- bueno eso es normal, tu también estas así.

Shuichi se ruborizó fuertemente, tratando de taparse.

-Yuki…quiero ver la película- le dijo con temor

-te molesta si sigo?

Al no obtener respuesta de su parte continuó. Comenzó a acariciar las zonas bajas, frotando con suavidad por sobre la ropa, los testículos * debe ser sabroso el poder lamerlo* se dijo pasando su lengua por sus labios entre abiertos.

Volvió a escuchar un pequeño gemido, sonrió para si, eso le demostraba que no estaba mal del todo, además le daba la esperanza de que no tuviera que hacerlo bruscamente.

-Quieres tocarlo?- le preguntó al pequeño que trataba de ver la película sin mucho éxito.

- eh? El qué?- enfocó su vista confundido.

-esto- tomó la pequeña manito hasta posarla en su semi erección- así…

Se sorprendió notablemente para luego cerrar fuertemente los ojos, dejándose llevar por los movimientos de la mano del escritor sobre la suya- es muy grande- murmuró.

-mhh si?..pues no ha crecido del todo- le dijo un poco agitado.

Shuichi aún con duda sobre lo que le dijo el rubio, decidió mejor no preguntar, ya se estaba poniendo nervioso, lo que le hacía su amigo no era malo por lo que le había dicho, entonces no tendría por qué estarlo, cierto?

Se enderezó un poco y comenzó a gemir mas notablemente, retirando a su vez su mano sobre el miembro de Eiri. Trató de regular su respiración y apartar la mano del hombre mayor sin mucho éxito.

Se alejó unos segundos, para tratar de no preocupar al chico, lo observó por un instante, quedando embelesado con su rostro, abrumado y desconcertado *realmente una delicia*… Siguió con lo que estaba haciendo, tratando de introducir su mano por debajo del pequeño short y de su ropa interior.

-no…- dijo casi en un susurro para si mismo, que de no haber estado cerca del escritor este no hubiese escuchado.

-tranquilo, no te haré daño, esto lo disfrutarás tanto como yo-comenzó a tocarlo suave y lentamente, disfrutando poco a poco de la situación.

-ah…mhh…Yu…-jadeó el pequeño

-mhh eres delicioso…esto…no tiene nada de malo, si nos gusta, no crees?

El de ojos amatistas sonrió forzadamente a la vez que afirmaba con su cabeza.

Lentamente fue introduciendo su mano, hasta por fin al cabo de unos segundos, y con resistencia por parte del pequeño, se encontró dentro de su ropa interior sujetando delicadamente el suave miembro del muchacho.

-ah…Yuki mejor…no-

-shhht tranquilo, tan… solo relájate-

Se acercó hasta el muchacho quedando sus rostros muy juntos, giró su cabeza un poco hacia atrás, hasta dejar su boca a la altura de la oreja del pequeño, comenzando a recorrerla con su lengua, despacio y lascivamente.

Ante este gesto, por reflejo el pequeño trato de apegar su cabeza a su cuello, desde el lado de Eiri, tratando de aminorar lo que sentía debido a esas caricias.

Por su parte el rubio cerró sus dedos alrededor del miembro del pequeño comenzando a masturbarlo, excitándose a la vez en que sentía en su oído chocar los deliciosos gemidos que el pequeño se negaba por dejar salir.

Tratando de no perder el control ante la situación, y verse lo mas relajado posible, fue retirando su mano dentro de los pantalones, ya no se conformaba con solo tocarlo, quería lamerlo, sentir esa piel caliente dentro de su boca, y degustarla hasta saciarse.

Acomodó al chico en el sillón, enderezándolo, mientras este trataba de regular su respiración. Se puso de pie unos instantes dejando su miembro a la altura del pequeño, este se sorprendió ladeando un poco la cara. *mhh no estaría mal* se dijo, luego de segundos de pensarlo llegó a la conclusión que lo haría mas tarde. Se hincó abriendo las piernas del menor quedando entre estas. Acercó un poco las caderas a su cuerpo, posando ambas manos en ellas, para proceder a bajar lentamente los pantalones.

-no!...no quiero!! Déjame Yuki-se movió de forma desesperada del lugar de donde estaba, tomando rápida y fuertemente su pantalón, negándose completamente a que se le fuera retirado.

El hombre mayor, se estaba desesperando, no iba a permitir que el chico no le dejara continuar, siendo que eso era solo el principio. Haciendo fuerza de voluntad, contrastando completamente con su personalidad, comenzó a tratar de convencerlo y relajarlo.

-ya te lo he dicho muchas veces, no te haré daño

-es que…es que..m-me da mucha vergüenza!!!- le gritó moviendo repetidamente su cabeza de derecha a izquierda.

Se sorprendió por unos instantes para luego sonreírle- como puedes tener vergüenza, si eres tan bello?

Shu detuvo sus movimientos para poder fijar su vista en el- eres lo mas hermoso que he visto- le dijo sensualmente el rubio, moviendo lentamente sus manos, bajando la prenda pausada y casi imperceptiblemente, para que el chico no notara.

El pelirosa dejó de hacer fuerza, dejando que el mayor continuara.

Bajó completamente su ropa dejándola a la altura de sus tobillos procediendo a deshacerse de su ropa interior, sintió un temblor por parte del pequeño pero aún así continuó, tratando de con su mano derecha sobar suavemente su muslo, de forma consoladora.

Cuando hubo tenido el mismo destino que la ropa anteriormente sacada, abrió su boca dando una idea de lo que se dispondría a hacer. Recorrió la suave superficie con sus labios,besándola… sintiendo en el acto un gemido, sonriendo procedió a saborearla, devorarla si era posible, con movimientos pausados, la encerró en su húmeda cavidad, atrapándola completamente.

Shuichi sujetó fuertemente las hebras doradas, jalándolas, tratando de apaciguar las sensaciones que estaba sintiendo, no estando seguro por completo, si querer que aumentaran o se detuvieran.

Succionó el pequeño miembro, dejándose llevar por las sensaciones que le provocaba, excitado, llevó una manó a su pantalón, pasando las yemas de los dedos por sobre la superficie de su miembro frotándolo suavemente, dándose el mismo placer y de evitar el incomodo malestar.

Dirigió la mano que estaba en su miembro hasta acomodarla, en los testículos del pequeño, acariciándolo, y apretándolos suavemente.

-Yuki detente…por favor- dijo el pequeño con mucho esfuerzo

-mhhh-levantó su cabeza sin dejar de chupar el miembro

-es que esto…yo…es que al…algo quiere salir…ah!!- articuló con dificultad, se estaba asustando, tomó firmemente los cabellos dorados, tratando, en vano, de alejar al rubio.

Detuvo sus movimientos, con su mano se limpió el resto de saliva que había quedado en sus labios- tranquilo, deja que salga- se acercó nuevamente, metiendo el pene por completo en su boca, succionándolo fuertemente, moviendo con desespero su mano.

-detente…sácalo…va a salir!…-jadeó, moviendo sus caderas hacia delante buscando mayor contacto.

Con un último gemido el pequeño se vació en la boca del otro, dándole a este un suave gusto, disfrutando del espeso y salado sabor en su paladar, comenzó a tragarlo, saboreándolo dejando por su recorrido un camino caliente.

Abrió lentamente sus ojos encontrándose con los dorados que lo miraban fijamente, nervioso y avergonzado ante ese gesto volteo su mirada, para cerrar sus ojos y buscar descanso.

Dejó caer pesadamente su cuerpo buscando apoyo en el respaldo del sillón, acercó el cuerpo contrario, dejándolo en parte apoyado sobre el suyo, le quitó unos mechones que se habían pegado en su frente debido al sudor, y le besó tiernamente la superficie de su cabeza

-te gustó?

-mhhh- fue lo único que pudo articular, no moviéndose ningún centímetro de donde estaba, realmente se sentía confundido, no sabía que hacer, el ya le había dicho que era bueno, y el se sintió bien, entonces no tenía nada de malo, lo nuevo que había aprendido no era malo

-ven, ponte de pie- lo tomó de sus manos, lo acomodó, frente a el, se agachó para ordenarle su ropa. Finalizado eso, concordó que era su turno. Se tomó el borde de su propio pantalón, desabrochó el botón y bajó el cierre, se levantó un poco para poder bajar su ropa interior con estos dejándolo a la altura de su rodilla, mostrando ante el pequeño su excitación que necesitaba satisfacer.

Lo hizo hincarse entre el, dejando su miembro erecto cerca de su cara.

-Quieres hacerlo?

-no sé...-contestó tajante, estaba muy confundido, todavía no entendía que es lo que estaba pasando.

-anda a ti te gustó- viendo que el chico no se movía, decidió ayudarlo- cierra los ojos

Quería que el chico, se lo metiera a la boca, ver como se sonrojaba , lo lamía, tocaba, que se lo frotara en la cara, quedando esta con resto de su semen.

Cuando el chico hubo hecho caso, tomó su erección, rozándosela por su cara, muy superficialmente, despacio entre sus labios, con los dedos de su mano libre recorrió nuevamente sus labios intentando entrar en ellos, al haberlo hecho, le abrió mas su boca metiendo lentamente su erección.

Shuichi hizo un gesto de desagrado, cosa que encontró adorable el rubio. Dejó lo que estaba haciendo para que esta vez fuera el pequeño que continuara.

Al instante se detuvo, y lo sacó

-vuelve a metértelo- dijo serio

- es que no me cabe- contestó un poco enfadado.

Ante el gesto y la respuesta inocente Eiri sonrió, le acarició su mejilla, se acercó a su oído y le dijo-inténtalo, hazme disfrutar.

Aún no estando completamente seguro de que es lo que ocurría ahí, no le gustaba sentirse incapaz ante cualquier cosa, aunque tuviera miedo tendría que superarlo, Yuki lo había hecho con el y no hubo nada malo, el también podría hacerlo.

Poco a poco, fue metiendo la longitud en su húmeda cavidad, cerrando fuertemente los ojos, a la vez que con sus manitos la afirmaba fuertemente.

No apartó ni un momento su mirada de la del rostro del chico, memorizando encantado cada gesto que se reflejaba. Dejó caer su cabeza al respaldo del sillón mientras movía las caderas hacia delante buscando mayor contacto, enterrarse en esa pequeña boquita que lo estaba volviendo loco.

Siguió lamiendo, ensalivando la longitud con sus manos como le había enseñado antes el rubio, volvió a meterla en su boca cerrando los ojos fuertemente, trató de meterla pero solo pudo con la cabeza, comenzó a morderla y a chuparla.

-ah…mhh- le acarició la nuca al pequeño mimosamente tratando de relajarlo y de una manera dándole a entender que lo estaba haciendo bien.

El chico hizo una mueca de asco y se retiró repentinamente de ahí- Yuki se te está saliendo algo-

Mhh?-

- que se te está saliendo esto- el chico tomo un poco de su mano el liquido pre-seminal que brotaba de la punta recorriendo la cabeza del pene-mira- tomó un poco entre sus dedos índices y pulgar y se lo mostró.

Yuki puso cara de circunstancia, ya no sabía que decirle, en verdad creía que se estaba avergonzando mas el que el chico, preguntándole a cada rato lo que hacía, decidió dejar eso de lado, sin levantarse su ropa interior ni sus pantalones, tomo al pequeño en brazos y lo recostó a su costado.

-eso estuvo delicioso, te gustó?

- estaba raro, estaba muy duro- miró curioso al rubio, recordando las palabras que anteriormente le había dicho- pero eso es normal está bien- le sonrió- tratando de darle a entender que había aprendido.

Fue posando su mano en su pecho, acariciando por sobre la ropa los pequeños pezones, se acomodó, en su cuello para besarlo y lamerlo.

-eto…que haces?- reaccionó recordando el porque estaban ahí- ah! La película- en su cara se formaba un puchero dándole a entender que lloraría. Yuki se rascó la cabeza molestamente- mira, si quieres te doy la película- le dijo, con tal de que el chico no se pusiera a llorar, o que hiciera un escándalo por verla de nuevo.

-En serio?- abrió sus ojitos exageradamente, poniéndose verdaderamente muy feliz, el rubio volteó la cara, moviendo se mano despreocupadamente- wiii!!!!! Yuki te quiero- ante la frase dicha lo miro directamente-se acercó a el y le besó su cara, cerca de su boca.

Ante el gesto el rubio sujetó firmemente su nuca, comenzando a rozar suavemente sus labios, cerró los ojos disfrutando de la sensación, y comenzó a hacerse paso con su lengua. Entró a la húmeda boca que momento antes le había dado placer, acarició por todos los rincones, descubriendo y probando sus pequeños dientes y encías, comenzaron a jugar con sus lenguas, el rubio empujaba mas dentro mas hondo, mientras guiaba la mano del pequeño de nuevo a su entrepierna para que la acariciase. El juego se estaba excitando con su mano libre comenzó a acariciar su pecho, los pequeños pezones que se encontraban erectos, sonrió para sí, tendría que llevárselo rápidamente a la habitación, necesitaba apagar el fuego que lo estaba consumiendo. Hizo más urgente el beso, más brusco, mas rápido, provocando que el chico se ahogara con su saliva, dejando recorrer por su mentón un hilo de esta que fue bajando hasta su cuello. Cuando se les hubo acabado el aire, se separaron lentamente. El de ojos violeta sonrió avergonzado girando su rostro, mientras el otro lo miraba con detenimiento, sobretodo su rostro tan expresivo, y ese par de labios, que habían quedado rojos e hinchados por la fuerza de los besos.

Al ver que el chico se quedaba en la misma posición sin moverse, con un semblante serio, lo preocupó-ey, estas bien?

Shuichi volteó la rostro lentamente, mientras que miraba al rubio con cara de espanto: los ojos bien abiertos, las pupilas pequeñas, y si se le miraba fijamente, se daría cuenta unas ojeras negras, sin mencionar el desorden de su cabello, por causa de las caricias del hombre mayor. Este ante la cara que puso el muchacho se asustó retrocediendo un poco- es que casi me ahogo, que miedo- se abrazó a si mismo, reconfortándose.

Ante lo dicho el rubio casi se cae de espaldas, ya veía que el chico o se ponía a llorar del miedo, o “reaccionaba”por así decirlo, y se negaba. Miró con un poco de tristeza su erección, rezando interiormente porque se le fuera satisfacida, sin ningún tipo de interrupción, en el futuro.

Shu bajó un poco su cabeza y comenzó a moverla rápidamente, agitando sus manos en ella para arreglarse un poco- listo, mucho mejor.

Mhh- se limitó a decir

-oye, eso no se va a bajar? Deberías tapártela, no tienes frío?- le preguntó inocentemente

-ya…me quieres ayudar?- se subió un poco los pantalones, con un poco de rubor en sus mejillas, el pequeño asintió- entonces ven- tomó su mano para, ponerse ambos de pie y poder dirigirlo hacia su habitación.

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Se sentó rápidamente en al borde de la cama, balanceando sus pies en esta.- está genial muy blandita- comenzó a dar brincos sobre ella, en todas direcciones, hasta quedar boca abajo, en donde paró un poco y cerró sus ojos.

El otro, que yacía de pie mirando, le sorprendió lo “difícil” que le estaba resultando poder hacérselo, creyó que se le haría mas fácil, sin duda ese niño era muy raro. Se sentó junto a el, lo movió un poco para despertarlo, sería el colmo que se pusiera a dormir.

El chico abrió un poco los ojos mirándolo divertido.

-no te muevas- Aun de espaldas al chico, comenzó a quitarse su camisa, sin apuro, mientras observaba el banquete que se comería, le dio el mismo tratamiento a los pantalones quedando solo en bóxer.

Levantó un poco la polera besando su espalda pausadamente, recorriéndola con su lengua, ensalivándola, hasta llegar al borde de los pantalones.

-hace cosquillas...Yuki?- giró sus ojos hacia el- vas a hacer “eso” otra vez?- decía esto mientras el rubio seguía con lo suyo, no postergaría por mas tiempo el asunto- es que si vas a chupar mi pene, esta del otro lado-Yuki se sorprendió ante esto, perdiendo el ritmo de sus manos, bajando la prenda por completo.

*Mierda este chico da miedo* se dijo.- no, ahora te voy a chupar otra cosa.

-ah.

-levanta tus brazos.

Haciendo caso a la petición del rubio, los levantó sin moverse de donde estaba-Yuki?

-qué?- ya se estaba cansando, que el chico no se callaba nunca?

-es que…-hundió un poco su cabeza entre la cama, ocultando el rubor en sus mejillas- podrías…después…hacer lo de antes?

El rubio sonrió- solo si te portas bien y me haces caso en todo.

-hai!- gritó energético

*si grita así como será cuando se lo meta* Se posisionó, sentándose sobre las piernas del chico, dejándolas atrapadas en las propias, mientras se dedicaba a acariciar su pequeño cuerpo, volvió a cambiar de posición acomodándose a un lado de este mientras pasaba delicadamente las yemas de su dedos por la superficie de su estrecha espalda, *aunque sea raro, está lindo* sonrió y procedió a pasar sus manos por su trasero, deleitándose con el, excitándose por ser tan pequeño y suave, lo empezó a masajear, tocando cada pedacito de piel, frotándolo, continúo haciéndolo pero con una sola mano, ya que la otra ahora se abría paso entre sus nalgas, acariciando suavemente la pequeña y virgen entrada.

-Levántalo un poco- le indicó con un gesto, afirmando sus caderas, para que levantara el trasero, luego de hecho esto se puso detrás de el, y con ambas manos separó sus nalgas, comenzando a adentrar su lengua para poder tener acceso a la entrada.

Shuichi por su parte, sujetó fuertemente la ropa de la cama, mientras sentía que lo de”abajo”se ponía como antes.

Continuó lamiéndola, jugando con la punta de su lengua, amenazando en cualquier momento entrar.

-ah! Duele!- le regañó volteando su cara- Yuki no hagas eso, que me duele- dijo jadeante-ah!

-si te doliera no gemirías- volvió a enterrarla, sintiendo poco a poco como se dilataba, aunque aún no la enterraba por completo, ya que la presión de su lengua molestaba bastante.

-mhh..- se quejó el niño para gusto de Yuki, quien se irguió un poco y fue tomando las caderas del pequeño para acercarla a su pelvis, a la vez que acercaba esta a su trasero, eliminando poco a poco la distancia.

Comenzó a frotarlo despacio, pasando su miembro entre sus nalgas, rozándolo con estas, sin llegar a penetrarlo, fue aumentando a cada segundo el movimiento, excitado, comenzó a jadear junto con el pelirrosado, sintiéndose por fin satisfecho, mientras veía como su miembro goteaba, esparciendo su semen por el pequeño trasero, acariciando con su longitud y sus testículos todo el camino disponible, movió sus caderas en forma circular sobre la piel rozando con sus bellos la superficie de esta, decidiendo que ya era hora detuvo los movimientos, con un poco de esfuerzo separó el cuerpo de si.

Lo giró un poco brusco hasta dejarlo de cara a el, aún acostado sobre la cama, se agachó y lo besó, un beso suave, tierno, que distaba completamente de lo que tenía en mente, que mas bien lo había hecho para tranquilizar.

Le abrió sus piernas, para ubicarlas cada una al lado de su cuerpo.

-Yuki? Que vas a hacer?-

No dijo nada, lo miraba lascivamente mientras buscaba con su mano un cojin –nada que no te guste-una vez lo encontró lo puso bajo del trasero del pequeño logrando que levantara sus caderas, para así poder hacer la penetración de forma mas cómoda.

Se recostó sobre el, apoyado en sus antebrazos uno a cada lado del de ojos violeta, lo miró con detenimiento, cada parte del rostro tan expresivo que le encantaba, no resistiéndose mas, lo besó, un beso demandante, brusco en donde se adentró sin aviso, recorriendo rápido y urgente su boca, presa del deseo continuó el camino desde sus labios hasta su mentón, besando, lamiendo, chupando.

Siguió bajando deteniéndose en los pezones rosas erguidos, en donde procedió a lamer, mientras su mano pellizcaba el contrario, encargándose de ensalivar rápidamente y la mayor parte posible el cuerpo que iba a ser suyo. Mientras chupaba fuertemente, sintió como jalaban de su cabello.

-Yuki me duele!.

-Cállate, te va a gustar.

-pero…

Tenía miedo, al principio le gustaba pero ahora se estaba haciendo mas brusco, y le dolía, tenía miedo de volver a decírselo, ya que creía que volvería (como ahora) a aumentar el dolor que estaba sintiendo.

Se irguió de repente, asustando al muchacho, se lamió sensualmente sus dedos, mostrando cada gesto al pequeño quien lo miraba atentamente, se llevó esa misma mano a su miembro para frotarlo fuertemente, ensalivándolo completamente, dejándolo preparado para lo que había estado esperando desde el momento en que lo vio.

Se agachó un poco hacia delante, separando aun mas las piernas, para acomodar su miembro en la entrada. No deseaba prepararlo, ni tampoco usar lubricante, quería disfrutar al máximo, sentir apretarlo duramente, y oír los gritos de dolor a la hora de adueñarse de ese pequeño cuerpo.

Fue haciendo presión pausadamente, disfrutando de la estrechez.

- para! por favor, me duele!- decía difícilmente Shuichi.

Aumentó la fuerza, , metiendo de un solo movimiento la punta de su miembro, a la vez que oía un fuerte grito por parte del pequeño, aguantando él también el dolor y la presión sobre su pene.

-Yuki, ya no mas, para!- decía entre sollozos.

-sé que te duele pero ya te va a gustar.

-es que no quiero!- estaba al borde de las lágrimas.

No le prestó mas caso, y sacó su miembro para relajo del niño, pero no todo terminaba ahí, lo metió de nuevo bruscamente, ante los reclamos, y sollozos que estaba recibiendo.

Se movió inquieto, golpeándolo para que dejara de hacer eso- basta!, déjame! No quiero!-

Se levantó un poco afirmando con su mano derecha las pequeñas manos que no paraban de golpearlo- quédate quieto, sé que te gusta- dijo casi en un quejido debido al dolor que estaba tratando de calmar. Sin mucha delicadeza, colocó las pequeñas manos sobre la cabeza rosada, mientras que con la otra guiaba los movimientos de su miembro.

Continuó enterrando lentamente su erección en el estrecho pasaje que rodeaba su miembro, escuchando como aumentaban los gritos y constantes movimientos del pequeño, pero no se detendría hasta quedar satisfecho, preso de la lujuria y el deseo, comenzaba a aumentar cada vez más sus movimientos.

-ah…Ya falta poco-

El pequeño comenzó a revolverse inquietamente, le dolía demasiado, y Yuki no le hacía caso, quería que todo terminara pronto, que el dolor que estaba sintiendo se acabase luego.

No pudiendo resistir más entró en el resbaloso túnel todo lo que pudo, dándole el más fuerte dolor al pequeño que jamás había sentido.

-me duele! déjame…me duele!!!-imploraba.

-…sabes que no lo haré…ah

Continuó el vaivén de su cuerpo, entrando y saliendo, guiando los movimientos del pequeño con su cuerpo, empujándolo cada vez mas, oyendo los gemidos de dolor que habían aumentado, con gran consideración, calentándolo aun más.

-mhh…eres delicioso- gimió

El chico ya no le reclamaba, tan solo gemía, sentía que si hablaba se molestaría mas con el, pero no entendía, por qué Yuki le hacía daño?, si el era una persona buena. Dejó de lado esos pensamientos, para gemir mas fuerte, cuando sintió que se movían mas brusco y rápido dentro de el, se afirmó fuertemente de las sábanas para tratar de descargar un poco su dolor.

-sé que te gusta…ah! Puedo sentirlo.

Shuichi volteó enojado su cabeza, tratando de inútilmente de cubrirlas con la ropa de cama bajo el, no le gustaba lo que le estaba haciendo, le gustaba cuando era mas suave, ahora le dolía todo, y para su mala suerte no podía sacar fuerzas para decir que se detuviera, tal vez Yuki pensaba que le gustaba, como no se lo decía…

Lo miró suplicante, abriendo y cerrando su boca, jadeando, dejando asomarse su lengua entre sus labios viendo como entre estos escurría un hilo de saliva que llegaba hasta su mentón; con un hermoso tono carmesí en sus mejillas, demostrando lo agitado que se encontraba, y sus ojos, esos ojos del extraño color que tenía, mirándolo suplicante, mientras de ellos salían furiosas lágrimas.

Vencido ante esa imagen aumentó el ritmo, realmente era muy hermoso. Llevó su mano hasta el pene del pequeño que ya comenzaba a gotear para poder masturbarlo fuertemente, al ritmo de sus embestidas.

-ahhh!!!…- gritó, revolviéndose desesperado.

-mhh eres exquisito, tan estrecho…ah! apenas puedo moverme.

Sintiendo la llegada del final, aumentó mas sus embestidas, mas si eso era posible, saliendo completamente de el para volver de un solo empujón entrar, haciéndolo quejarse sonoramente. Continuó por unos minutos mas, cuando sintió que se vaciaba en su mano, llenándola del espeso líquido, tomó un poco de la blanca esencia del pequeño, para pasarla por sus labios, mientras se acercaba a el, para compartir un beso cargado de pasión donde se mezclaban, compartiendo sus salivas y el sabor del pequeño. Luego de finalizado el beso, se irguió un poco mas aumentando las embestidas, ya estaba cerca.

El cuerpo del menor se venció completamente ante el dolor, dejando a Yuki satisfacerse de él todo lo que quisiera.

Detuvo un momento sus movimientos retrasando un poco la llegada del final, se fue adentrando lentamente, apretando sus dedos en las caderas del pequeño, para enterrarse en el lo máximo que pudiese, comenzando a mover las caderas en forma circular, se acercaba y alejaba del chico, rozando con sus testículos y bellos el interior de los muslos de Shuichi, que a su vez movía imperceptiblemente las caderas, de alguna forma para que se alejara de el, en vano, excitándose ante sus movimientos el hombre mayor embistió el frágil ser con todas su fuerzas, haciendo oídos sordos a los llantos que inundaban la habitación.

Con un último gemido, se vació dentro del estrecho cuerpo, marcándolo, haciéndolo suyo, dejando correr su caliente semen en el.

Se quedó unos instantes contemplando la hermosa criatura que había hecho suya, viéndola como se relajaba por completo hasta caer en un pesado sueño. Se molestó consigo mismo por ser tan brusco, tratando de evitar mas dolor en el pequeño salió despacio de el.

Se recostó a su lado, tomándolo por su cintura, apoyándola en parte de su pecho, se dedicó a mirarlo. Lo abrazó, posesivamente, besando sus cabellos. Dirigió su mirada recorriendo su cuerpo para detenerse en el propio, tomando su miembro y sobarlo.

Sonrió sarcásticamente, mientras se masajeaba, si que le había dolido. Secó con su mano la transpiración de su cara, pasándose a llevar con el reloj, se detuvo a mirarlo.

*mierda, será mejor que me apresure*

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-Shu-chan!!!!- exclamó su madre al verlo-mi niño…qué ocurrió?-preguntó afligida

-No se preocupe, venimos llegando y- se detuvo a mirar al pequeño entre sus brazos- se quedó dormido en el parque.

Una vez que los dejó pasar a su casa, los llevó a la habitación de su hijo- Pero, como sabía de la dirección?

-el me la dijo- sonrió-había terminado de jugar y…no quise dejarlo ir solo.

-señor Yuki, no tengo como agradecerlo- le dijo emocionada- muchísimas gracias por cuidar de el.

-no se preocupe fue un placer- dándole una última mirada al pequeño que yacía dormido en su cama se retiraron de la habitación.

-no quiere quedarse a cenar?- ofreció cortésmente- es lo menos que puedo hacer.

- no gracias, cenaré en casa, por cierto- no estaba seguro si continuar- si desea, me ofrezco a cuidarlo, cuando usted guste.

-en serio?...pero eso sería aprovecharme ya hizo mucho.

-fue un placer cuidarlo, es un chico encantador.

La señora fue a dejarlo a la entrada de la puerta para despedirlo- buenas noches-dijo el rubio disponiéndose a irse.

-espere- lo detuvo- esto…sería mucha molestia si pudiese venir mañana, es que vamos a salir con mi esposo a su trabajo y no creo que mi hijo quiera ir…podría, podría cuidarlo? Si gusta puede venir aquí a hacerlo.

-Será un gusto- sonrió- buenas noches-

-Buenas noches, hasta mañana- se despidió agitando su mano en alto.

Avanzó unos pasos, alejándose cada vez más de la casa, se detuvo para prender un cigarrillo y meditar lo ocurrido, con una sonrisa surcando su rostro susurró- nos veremos muy pronto Shu-chan.



Owari…


Siiiii!!!! Está raro!!! Pero me encantó como quedó XD
Por cierto el que haya quedado medio mezclado de géneros no es mi culpa es de los personajes que actuaban solitos
Lo otro yo no hago fics para ganarme mas review o como competencia o trabajo, lo hago solo porque a mi me gustan, y por entretención y si a ustedes le gustan pues es un logro ^^u de que no sea la única rara jejeje
Este fic Vá dedicado con mucho cariño a Darki-chan gracias por tener la paciencia de leerlo, darme consejos y ayudarme…a mi mejor amiga ^^ mi inspiradora ya que todo lo que hago siempre lo hago pensando en ella, a Usagi-chan que si no lo lee la obligo, a Hideto-chan lo mismo para el… y para todo aquel que tuvo la paciencia de leerlo U_U domo arigatou…

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