Capítulo 1: El problema de Kaidoh
Una tarde, después del entrenamiento diario de Kaidoh, él y Yohei estaban juntos pasando su momento ''a solas'', también a diario, pero algo más pasaba: ALGUIEN los estaba observando...
-Entonces... ¿qué te parece si un día me llevas a un lugar especial?- Kaidoh se sentía tan atraído por esa hermosa voz femenina que era incapaz negarle algún deseo o evitar complacer a la dueña de dicha voz.
-Dime ¿qué clase de lugares te gustaría visitar?-
-Lo que yo quiero es que me lleves a algún lugar donde que podamos divertirnos, pasarla bien juntos. ¿Escuchaste? No quiero que un día fuéramos a pasear y alargues la cara por cualquier chico que no quieras ver.- Lo decía de forma pícara y como ambos estaban sentados, la joven se acercó a su amado para acostarse, apoyando su cabeza sobre el regazo de la serpiente mientras le quitaba su bandana para acariciar ese moreno cabello.
Acto seguido Kaidoh le sonrió a aquella chica que era considerada una Diosa por él y por eso no pudo resistirse a besar esos pequeños labios y la persona que los espiaba había cruzado los brazos y se puso muy seria tras ver la escena romántica que se exhibía ante sus ojos. Cuando la pareja dejó de besarse empezó por abrazarse, la muchacha sentada en el regazo de su novio, el chico cerraba los ojos y acariciaba a su novia disfrutando de ese momento. Ella también cerraba los ojos pero tuvo que abrirlos porque ya no aguantaba la curiosidad. Sucede que ella ya se había dado cuenta de que alguien más estaba presente desde el principio, pero no iba a dejar que eso arruinara el momento en compañía de Kaidoh, mientras él no se diera cuenta de que había una tercera persona, en ese lugar donde estaban, no muy cerca pero tampoco muy lejos de ellos. Como sea, cuando Yohei abrió los ojos ya no sólo lo sentía, sino que también había visto a la figura que parecía estar demás. No dejaba de visualizar a ese metiche y aún así acercó sus labios al oído de la serpiente para dar a escuchar una voz que casi parecía un susurro demasiado suave como para sentirlo.
-Kaoru...-
-Fshuuu... Lo se.-
-...-
-No te preocupes. No pasará nada.-
-Pero... ¿ya lo sabías y no me habías dicho nada?-
-¿De qué estás hablando? Estamos a mano.-
-Oh, lo sabías, ¡je!-
-Pero ¿desde cuándo te diste cuenta? Siempre estuvo desde el primer día que empezamos a hacer esto.
-¡Pero si eso tenía que ser!- Lo abraza más fuerte. -Como sea, su jueguito no le durará por mucho tiempo, ¿verdad?-
-¡Fshuuuuu!- Sabía que tenía algo en mente, pero dudaba que funcionara y que por ello tuvieran que sufrir las consecuencias. -¿Qué es lo que quieres hacer? Él es... pues... ¡Fshuuu!
-¡Jaj! No te preocupes por eso. Me dijiste que tienes un compañero en el club que tal vez sea más peligroso. Así que podríamos pedirle ayuda.-
-Eso me convence cada vez menos...-
-Pero mis compañeros del club, hasta mi hermana, podrían ayudar.-
-Y ¿qué es lo que pretendes hacer para detenerlo?-
-Me gustaría que contáramos con Fuji...- Lo decía de manera que el otro aceptara su propuesta y a cambio recibe otro beso.
-Hablaré con él y quizás decida ayudarnos.-
-¡No sabes cuán feliz me hace oír eso! Casi puedo visualizar la imagen en la que estamos solos los dos sin ese compañero tuyo que tanto detesto.-
-...- Se siente extraño al escuchar eso último que dijo Yohei. -¿Por qué lo detestas?-
-Siempre está molestando. ¿Por qué rayos tiene que estar donde nosotros?- De verdad le molestaba ese muchacho, pero en realidad por lo que estaba molesta era por otra cosa...
-Mientras no se acerque para perjudicarnos, arruinar nuestra relación, no es necesario atacar sin razón alguna.-
-Bien. Te daré una razón: estoy muy segura de que él sólo quiere que terminemos.-
-Pero si fuera así ya habría hecho algo. Ha pasado un buen tiempo y no hace más que esto. Por favor, Yohei.- La toma de los hombros apartándola un poco de su cuerpo.
-Kaoru...-
-Él fue...- Agachaba la cabeza porque lo que tenía que decir no podía hacerlo mirándole a los ojos.- ... él fue quien me entrenó todo el tiempo y sin él no hubiera llegado tan lejos. Créeme, él no se pondrá en el medio.- Le mira a los ojos como si estuviera pidiéndole perdón. -Confía en mí y sólo ignóralo y yo haré lo mismo.-
De verdad Kaidoh SÍ quería disculparse con Yohei pero no tenía el valor suficiente para hacerlo. Sucede que cuando no estaba de novio con ella, sentía algo muy profundo por aquel muchacho que parecía acechar a Yohei como si fuera un guardaespaldas preparado ante cualquier movimiento en falso que ella realizara. El chico serpiente sabía muy bien lo que su actual novia opinaba con respecto a ese sentimiento que jamás le correspondería a ella. Él también se encontraba de vez en cuando con Wakato sólo cuando quería tratar ese tema tan delicado que sólo podía hablarlo con Hiroshi. Así fue como el ''señor entrevistas'' insistió al chico de la bandana para que intentara borrar esos sentimientos o que al menos se los demuestre a una de sus compañeras del club y la más indicada parecía ser Yohei.
***FLASH BACK***
-¿Sabes, Kaidoh? No creas que esas gemelas no tienen pretendientes, pero es que, la verdad, ninguno de ellos tienen oportunidad con ellas. Además Yohei se estaba sintiendo triste pero no nos quiere decir nada. Lo único que se es que Kohei me contó que tal vez la angustia de su hermana se trataba de algo... amoroso.-
-Y ¿por qué me estás diciendo eso?-
-Bueno, te lo contaba así como tú me cuentas tus ''problemas amorosos''- Sonreía en forma de burla pero también estaba insinuando algo. -Y ¡qué casualidad que los dos anden solteros y tristes!- Acercándose cada vez más al oyente de sus palabras. -Además, si alguien se atreve a preguntarme, ustedes combinan muy bien como pareja.- Se alejó un poco y se acostó sobre el césped con los brazos cruzados detrás de su cabeza usándolos como almohada mientras observaba a la serpiente que parecía no escuchar o tal vez estaba en shock. -¿Sabes? Sería bueno que se conocieran mejor y ya que ambos andan sensibles también y NO-ME-LO-NIE-GUES, podrían llevarse MUY bien o hasta quizás mejor y... En fin, sabes muy bien cual es el punto.- Cierra los ojos como si fuera a echarse una siesta, hasta que los abre de nuevo tras oír una voz.
-Dile que la espero mañana en este mismo lugar a esta misma hora.- Ni bien terminó se acostó al lado de Wakato y ambos se miraban por unos segundos hasta que se pusieron a mirar el cielo siendo acariciados por una suave brisa.
***FIN FLASH BACK***
Para Kaoru era bastante difícil tratar de reemplazar a una persona con otra y sabía que no era una buena idea. Lo que en realidad parecía estar haciendo era utilizar a esa pobre joven porque sólo aceptó salir con ella para olvidarse del chico por el cual sentía algo muy profundo.
Los primeros días en los que Yohei y Kaidoh empezaron a salir resultaron ser maravillosos. Ninguno pensaba mal del otro ni nada por el estilo. Desde esos días la chica no hacía más que hablar, sólo con su hermana, sobre aquel muchacho que había aparecido en su vida. A él ya lo conocían debido a que una vez la secundaria Joshei Shonan se enfrentó a la secundaria Seishun Gakuen y en uno de los partidos Wakato decidió enfrentarse a la ''serpiente''. Después de cuatro semanas es cuando deciden ir a pasear juntos (casi ni parecían amigos) hasta que Yohei arrastraba Kaidoh a una discoteca para que bailaran juntos. Quizás un lugar así sería una gran oportunidad de ''pasar de nivel'', por así decirlo. En fin, estaba sonando una música que era mitad marcha y mitad pop. Ya estaban en la pista de baile y las únicas luces que se veían eran las de colores que causaban un buen efecto visual y también había una especie de humo (también de varios colores) pero ninguno bailaba aún. Sucede que el señor no quería estar ahí o no quería bailar, ¡no lo se! pero la cosa es que eso no le importó tanto a su acompañante quien terminó por ponerse a bailar en solitario al ritmo de la música. Él la empezó a observar después de unos segundos, porque estaba mirando para otro lado, y cuando lo hizo, fue como si estuviera analizando a la chica de pies a cabeza. Sí, se movía muy bien y desde entonces pasó algo allí en ese momento. Algo hizo que Kaidoh reaccionara de esa manera, como que algo lo había hipnotizado. Lo que hizo este chico fue como que si Yohei lo estuviera tentando o desafiando y no hizo más que acercarse así de golpe a ella, la tomó entre sus brazos y la besó sin importarle como ella reaccionara. La chica sólo se dejó llevar porque también se sentía atraída por él y también lo abrazaba y besaba. Desde aquel día fue que dio a inicio su noviazgo y en un par de días ya todos se habían enterado (NOTA: Cuando digo todos hago referencia a los chicos del club de tenis de Seigaku tanto como a los del club de Joshei Shonan.)
Sí, el chico de la bandana aún seguía sintiendo algo especial por el de noveno y por Yohei sólo se sentía... ¿atraído tal vez? ¿o es que a caso su belleza y personalidad eran tan provocativas para cualquiera? Realmente no estaba seguro de lo que sentía por ella. Ni siquiera sabía si decirle: ''Te amo.'' ''¿Por qué lo haría si no pondré sentimientos en esas palabras?'' Se decía a él mismo cada vez que llegaba a casa y se encerraba en su habitación.
Cada noche que pasaba no podía dormir bien. Siempre entrecortado y eso le molestaba. Su mal sueño no le permitía descansar bien. A veces comía poco o porque no tenía hambre o porque sentía mal estar en el estómago cada vez que quería roer algo. Su madre, muy preocupada por el estado y salud de su hijo mayor, decidió llevarlo al hospital después de clases y es por eso que lo hizo faltar a las prácticas de ese día y sus compañeros del club empezaron a preocuparse. Desde el día en que Kaidoh fue al hospital dejó de asistir a las prácticas, con aviso por su puesto, por parte de sus padres. Ya habían pasado como dos semanas sin el chico en las canchas y Tezuka, Oish y la profesora Ryuzaki eran los que más estaban preocupados.
Un viernes de la tercera semana sin la asistencia de la serpiente las prácticas de ese día ya estaban por darse a terminar. Como siempre estaban en la parte en la cual todos tienen que escuchar los discursos de la entrenadora o del capitán. Una vez finalizado todo eso los de séptimo recogieron las cosas y los demás se dirigieron a los vestidores, a excepción de algunos de los titulares que estaban conversando en una parte y otros en otra parte para evitar ser escuchados por el resto ya que deseaban que esta conversación quedase entre ellos.