Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Enchanted por Eiri_Shuichi

[Reviews - 11]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Ah!!!! M ODIO!!! ya habia empezado esta historia pero la deje por otros compromisos y en vez d dejarla y olvidarla como una persona normal, vengo y la vuelvo a hacer...

Si... hice pequeños cambios y ahora si tengo q terminar este fic!!! >_>

-¡Ah!

 

 

 

     Las paredes de NG Record eran invadidas por gritos de emoción más allá de lo que un ser humano normal era capáz  pero, a diferencia de lo que solía ser, esta vez no era a causa de un infantil Ryuichi o un hiperactivo Shuichi; no, por primera vez el sonido procedía de una fuente diferente: Noriko Ukai.

 

 

 

     La pelilila no cesaba de correr histérica por toda la compañía dando saltos de felicidad, dejando a más de uno con expresión confusa pues si bien era una mujer muy alegre, jamás llegaba a aquellos límites insospechados; fue así como abrió con un azote la puerta de la oficina principal donde cierto rubio de ojos esmeralda se mostraba sorprendido y un tanto asustado al ver a su amiga en aquella actitud.

 

 

 

-¿Ocurre algo?

 

-Touma…. Touma… yo… yo…- su rostro estaba gacho, sus ojos humedecidos y su cuerpo parecía luchar contra el impulso de caer -¡Cheza va a venir a Japón!

 

-¿Cheza?- de la nada el cantante peliverde apareció tras el escritorio con el conejo rosa sobre su cabeza -¿te refieres a…?

 

-¡La misma!

 

-¡Nano da, Kumagoro y yo no queremos esperar para verla!

 

 

 

     Entonces ambos salieron como un relámpago del enorme edificio sin que nadie, ni siquiera el “Todo poderoso Seguchi” comprendiera con exactitud lo que pasaba; mientras en la sala de ensayos de Bad Luck la situación se mostraba bastante tensa.

 

 

 

-¡Estoy harto, no puedo trabajar en esas condiciones, si Shindou no aprende a ser profesional…!

 

-Suguru-kun, Shu no ha hecho nada- defendió Hiroshi

 

-Ejem, perdón, es la costumbre

 

-Tienes razón little boy, ese ruido no es frecuente- comento K con su mágnum –no suena como Ryuichi así que solo puede significar una cosa… ¡es una invasión!

 

 

 

     Dos horas después el revuelo revivía, apenas habían podido controlar a un loco americano que parecía sufrir trastornos post-guerra mientras en los pasillos una figura desconocía levantaba la curiosidad de los trabajadores: una mujer de estatura baja, delgada, largo cabello castaño, ojos aceitunos y ataviada con ropas y alhajas arabescas acompañada por Sakuma y Ukai.

 

 

 

-Nee, Cheza, ven, quiero presentarte a mis nuevos amigos- el cantante la tomo por la muñeca y la guió hasta el comedor donde los tres miembros de Bad Luck se encontraban -¡Shu-chan!, ¡Hiro-chan!, ¡K-san!

 

-¿Nani?

 

-Así que tú eres el famoso Shindou Shuichi- los ojos verdes de fijaron en las orbes violeta erizándole el cuerpo entero –mucho gusto- tendió la mano –Cheza

 

-¿Cómo…?

 

-Ryuichi me ha hablado mucho de ti- sonrió ella girando el rostro hasta ver al pelirrojo –y tú eres Hiroshi Nakano

 

-Mucho gusto- dijo con completa formalidad y reverencias

 

-Suguru Fujisaki, Claude Winchester y Sakano, ¿o me equivoco?

 

-Vaya, ha acertado con todos- se asombro el joven cantante

 

-Shu, Bad Luck es conocido en muchas partes y si viene con Sakuma-san y Ukai-san es posible que ellos le comentaran

 

-¡Hiro-chan es un escéptico, noda!

 

-Ya lo noté Ryu

 

-Chicos, Cheza es una vieja amiga mía, nos conocimos en España, es una adivina

 

-¿Adivina?

 

-Hai Shindou, ella es capaz de leer tu futuro, tu pasado, las cartas, el té… ¡todo!

 

-¿En verdad?

 

-Sí

 

-¡Nunca había conocido a una adivina!

 

-Y yo no había conocido a alguien con tus ojos, es un buen día aunque… a tu manager no le convence la idea de que yo tenga esa habilidad

 

-Well, podrías demostrarme lo contrario- el rubio solo vio a la española sonreírle; por alguna razón, no confiaba en esa mujer.

 

 

 

     Las horas pasaron mientras Shuichi no paraba de hacerle preguntas a la castaña que le respondía sonriente como si el cantante fuera un niño pequeño lo cual, en realidad, no distaba mucho de la realidad.

 

El dulce cantante iba emocionado con dirección al apartamento del rubio cuando vio en el firmamento un brillo que dejaba su estela cruzando, un destello rojo. Corrió entonces hasta su rubio amante y sin querer evitarlo se arrojo a él para darle un beso.

 

 

 

-Baka, quítate que me estorbas

 

-Nee, Yuki

 

-Hummm

 

-¿Qué harías si me fuera?

 

-Sería feliz

 

-¡Yuki no Baka!

 

 

 

 

 

 

 

     Entre carcajadas  Noriko, Cheza y Ryuichi estaban conversando amenamente en el apartamento del último, poniéndose al tanto de los detalles de su vida después de diez años sin verse y recordando lo viejos tiempos. Se habían conocido tiempo atrás durante una gira de Nittle Gasper, mientras los dos músicos se dedicaban a recorrer las calles de Madrid sin la compañía de Touma que tenía una jaqueca insufrible. De pronto y casi por casualidad, dieron con la castaña de profundos ojos verdes en una plaza bastante concurrida y con la curiosidad propia de ellos, le pidieron una tirada de cartas sin esperar que todo fuera realmente cierto; al final, la empatía había sido tanta que pasaron el resto de la noche con Cheza como guía particular, conociendo la ciudad y haciéndose amigos, lo cual no había cambiado aunque sus vidas tuvieran caminos tan diferentes.

 

     En un momento Noriko se retiró para ir a conseguir más bebida a una tienda y, quedándose solos, Cheza observó fijamente a su amigo quien supo de inmediato que algo traía ella entre manos.

 

 

 

-Bien, confiesa Ryuichi, ¿te gusta el niño?

 

-¡Cheza!, ¿qué clase de pregunta es esa?, vaya adivina en que te has convertido

 

-No finjas conmigo, si te lo pregunto es porque no hace falta adivinar, pero igual somos amigos

 

-Sí… me gusta, desde el primer día en que lo vi- las palabras del cantante eran sinceras y llenas de pesar porque si de por si ya era doloroso sentirlo, hablar al respecto era peor.

 

-¿Es por el hombre con quien esta?

 

-¿Desde cuando ves noticias?

 

-Sigo siendo adivina…- se miraron por unos segundos, era esa la clase de situaciones en que Sakuma debía meditar bien sus palabras –tranquilo, no es como si fuera algo malo el que te guste, además, la vida puede llegar a darnos una segunda oportunidad sin darnos cuenta

 

-¿De qué hablas?

 

-Hay cosas que pasan y no podemos verlas, que no percibimos… sí Ryuichi, te aseguro que muy pronto algo pasara, aunque no puedo saber exactamente en que termine

 

-¡Kumagoro quiere pastel de chocolate!

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

     Entre las sabanas se revolvía perezosamente, sin ánimos para levantarse, como siempre, le parecía demasiado temprano hasta que sintió un par de manos zarandeándole apremiantes.

 

 

 

-Hey, despierta, Shu despierta

 

-No quiero…

 

-Vamos, se hará tarde- insistió hasta que la cabeza rosa hizo acto de presencia

 

-¿Por qué me levantas tan temprano Hiro?

 

-Hay que ir a NG, ¿lo recuerdas?

 

-Sí, sí, pero aún hay tiempo

 

-Shu, tenemos que estar allá en media hora y tardamos veinte minutos en llegar

 

-¡Ah, es tarde!- salio corriendo a toda marcha bañándose y vistiéndose en tiempo record. Subieron a la moto del pelirrojo y dieron marcha a una de las empresas de música más importantes hasta entrar al estacionamiento.

 

-Shu, adelántate en lo que estaciono la moto

 

-Hai- camino rumbo las escaleras que daban paso al primer piso cuando las luces de un auto negro lo hicieron reaccionar apenas para no ser arrollado; enfurecido dio una patada al vehículo negro mirando con tanto odio como en él era posible e insultando entre dientes para seguir hasta la sala de ensayos donde su manager Sakano lo esperaba. Por su parte, ya habiendo aparcado, del automóvil negro bajo un alto rubio en traje y con lentes negros que tomo el ascensor marcando el último piso para ver al “Amo y señor del universo Seguchi”, su cuñado.

 

 

 

-Eiri-san, es un placer tenerte por aquí

 

-No para todos, deberías despedir a varios idiotas

 

-¿Ocurrió algo?

 

-Casi arrollo a un imbécil allá abajo

 

-Hum, después me encargaré de eso

 

 

 

 

 

 

 

     Shuichi llego a la sala de estudio, era pequeña pero también era un comienzo considerando que avanzaban lentos pero seguros, su primer demo ya sonaba en todo Japón, había conocido días atrás a su ídolo Sakuma, él y su mejor amigo estaban cumpliendo su sueño e, incluso, el nuevo miembro había terminando agradándole pese a todo, sentía que su vida era perfecta, estaba satisfecho y que nada podía mejorar eso. Tomó el micrófono con decisión entre sus manos y todo su cuerpo vibró junto con los acordes de Hiroshi y Suguru, comenzó a cantar con todo el sentimiento que un artista podía expresar; las horas transcurrieron una tras otra mientras el ensayo continuaba, todo iba pasando con normalidad cuando la puerta se abrió de golpe y, por la abertura, se vio la alta y amenazadora figura de un hombre de complexión amplia, una funda para pistola sobre la camisa y un revolver en las manos que hacia juego con las gafas de sol en su rostro y la larga coleta rubia de su cabello.

 

 

 

-Arriba las manos, Everybody, go out!, run, run run- el americano ordenó amenazante con su arma

 

-What happen?, who are you?- preguntó Suguru siendo él y Hiroshi los únicos que mantenían la calma mientras Shuichi intentaba revivir a Sakano que yacía inconsciente en el piso como una masa acuosa y amorfa a causa del pánico que sufriera por la brusquedad de la intromisión

 

-Oh well, my name is Mrs. K, nice to meet you people- se presento el rubio con una sonrisa seductora colocando su arma al hombro

 

-Do you speak japanise?- insistió el peliverde

 

-Yes, I do; ¿ese sujeto se encuentra bien?

 

-Ya lo superara- intervino el pelirrojo- ¿qué hace aquí y por qué llega de esa forma?

 

-¿Eh?, ah claro, Seguchi Touma los invita cordialmente a la fiesta de aniversario de esta noche

 

-¿Y era necesaria esa entrada?- pregunto de nuevo Nakano

 

-Digamos que, alguien me pidió un favor especial y nunca fallo así que, let go boys!

 

-¿Deberíamos ir?

 

-Descuida Shindou, mi primo no contrataría a un demente psicópata con problemas de personalidad y trastornos homicidas jamás- las palabras y el rostro del tecladista mostraban gran seguridad, pero el escepticismo en sus compañeros era bastante obvio

 

-Fujisaki, a veces me pregunto si realmente conoce a su primo, ¿qué opinas Shu?

 

-Lo mismo que tú Hiro, pero en fin, supongo que algún día despertara Sakano-san y no pienso perderme nuestra primera fiesta en NG.

 

 

 

     Los tres siguieron al americano hacia el salón de reuniones especiales en uno de los pisos superiores del edificio de NG Records, allí ya varios cantantes, músicos, técnicos y demás personal conversaba alegremente con música en el ambiente, bebiendo e ingiriendo lo que sobre una larga mesa se tendía; bocadillos y postres de toda índole se presentaban en bandejas resplandecientes y, en medio de todas aquellas delicias una fuente con ponche del cual todos tomaban con singular alegría.

 

     Los miembros de Bad Luck conversaban y bailaban en turnos, especialmente el pelirrosa vocalista que entre juego y juego no se percataba de los intentos de seducción de su Dios Sakuma y, a la vez, fingía ser amante de su mejor amigo como cuándo estudiaban en el Instituto mientras que, a lo lejos, una figura fugitiva, alta y de cabello oscuro cubría su violación al ponche en el cual vertía cierta sustancia ignorada para los demás

 

 

 

-Jejejejeje, sin pique no sabe muajajajajaja

 

 

 

     Veinte minutos después algunos de los presentes comenzaban a actuar extraños pero, sin duda alguna, el que se llevaba el premio era el dulce cantante rosa que estaba irremediablemente ebrio dando gritos al por mayor.

 

 

 

-Shu, bajate por amor de Kami, bájate- Nakano intentaba controlarlo pero era casi imposible, aún no conseguía explicarse la causa de su estado pues la única ocasión que aquello había ocurrido sucediera algo así como un año atrás, cuando se le ocurrió averiguar si su amigo era bueno para la bebida -¡acaso bebiste!

 

-Shindou, bájate de la mesa, estas dando un espectáculo- Fujisaki estaba rojo y no sabía bien si era de enojo o de vergüenza de ver como sus compañeros batallaban

 

-¡Shu-chan, nano da, Kumagoro quiere cantar con Shu-chan!- acerco una silla a la mesa donde estaba el menor y se subió para coger el cucharón que Shuichi llevaba en la mano a modo de micrófono e hicieron dueto, por lo que Noriko se unió al guitarrista para tratar de controlar al par de críos

 

 

 

     Suguru finalmente se había dado por vencido y sentía que comenzaba a marearse por lo que prefirió tomar asiento en una esquina donde se acomodó silencioso con los párpados pesándole cada vez más; de pronto cayó en cuenta de que no estaba completamente solo, a su lado yacía un hombre, lo sabía por su complexión, pero era incapaz de distinguir sus facciones, en cambio su cabello rubio y lacio, ese si podía verlo a la perfección. Por alguna razón esa figura desconocida le produjo unas enormes ganas de llorar y en menos de dos minutos ya sollozaba sin saber que todo era producto de la ebriedad.   

 

 

 

-¿Qué diablos te pasa mocoso?

 

-Es que… es que… ¡estoy tan solo!

 

-Niño, eso es algo que podemos solucionar- sonrió con malicia pensando en una regla universal: todos hacen leña del árbol caído.

Notas finales:

O.o por q esta cosa m marca q mi fic esta como en... ah... no se... 18 SERIES???!!!!!

Actualizar es cada vez mas raro y dificil o____________o


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).